Ars Magica
flecha primeros
flecha anteriores
266 / Del 0 al 100
flecha siguientes
flecha ultimos
Agustín Moreto
Entremés famoso de las brujas
Género
Entremés
Año edición / composición / representación
1675 (en el volumen "Autos Sacramentales y al Nacimiento de Christo con sus loas, y entremeses recogidos de los mayores ingenios de España")
Lugar / Librero / Editor
Madrid, Antonio Francisco de Zafra
Personaje Mágico
Tringintania, Lampadosa y Sarcoso
Tipología
Bruja
Descripción
Tringintania, Lampadosa y Sarcoso son tres picaruelos que se dedican a robar por las aldeas. Para ayudarse en esa criminal empresa se hacen pasar por brujas y extienden el rumor de que son dichas malvadas mujeres quienes hurtan y causan otros estragos. En el pueblo en que se desarrolla la acción, varios personajes se muestran absolutamente crédulos con respecto a las brujas, con las que dicen haber tenido contacto directo. El más llamativo es el alcalde, y pronto los delincuentes se dan cuenta de que es una presa fácil, así que se hace pasar por nigromante y se ofrece a echar a las brujas del lugar. De tal modo organizan la burla estos tres pícaros que terminan robándole el dinero al alcalde y haciéndole creer que acude, untado, al aquelarre, reunión que describen como un festín incuestionable en el que la diversión está asegurada. Finaliza la pieza con el alcalde en cueros, afirmando que se ha hecho brujas, apaleando a los vecinos que han ido a asistirle.
Observaciones
En realidad, en este entremés no aparece ningún personaje mágico. Solo se trata de tres ladrones que se hacen pasar por brujas para poder ejecutar más fácilmente sus delitos en las aldeas. No obstante, es una pieza crucial por el hecho de que se trabaja un motivo que se perpetuará posteriormente: disfrazarse de bruja. Aunque no veamos a las brujas directamente, se perfilan por una parte como la tradición las ha esbozado: chupasangre, voladoras, malvadas; pero cuando los ladrones invitan al alcalde al aquelarre se suaviza la visión de la brujería considerablemente, y siempre desde un punto de vista humorístico.
Anónimo
Las brujas de Barahona y la castellana de Arbaizal
Género
Relato gótico y fantástico
Año edición / composición / representación
1841
Lugar / Librero / Editor
Oficina del Establecimiento Central
Personaje Mágico
Brujas de Barahona en general y la Belífea, una de las brujas
Tipología
Bruja
Descripción
La historia se narra en primera persona y con un tono jocoso. El narrador se encuentra en su casa y, de repente, su gato le habla. Acto seguido, se convierte en un demonio, Florivel, quien le anuncia que ha llegado el momento de ir al infierno. Guzmán, que así se llama el protagonista-narrador, se resiste, pero finalmente se ve obligado a marcharse con él por los aires. En el curso de ese viaje, son sorprendidos por un grupo de cien brujas voladoras, dechado de fealdad y ridiculez, que pretenden atraparlo y llevarlo a Barahona. Así sucede, pues Florivel les cede su presa, y Guzmán asistirá de primera mano al conciliábulo, que es como un gran delirio. Durante el aquelarre, una de las brujas principales, la Belífea, le declara su interés, pero Guzmán, asqueado, la rechaza. Este rechazo despertará en la horrenda mujer un intenso odio hacia él, de modo que no cejará jamás en su empeño por atormentarlo. Afortunadamente, en esa reunión accede a un salón subterráneo y conoce a tres gracias que danzan y que le piden que escoja a una de ellas. Son la Fortuna, la Sabiduría y la Belleza. Guzmán escoge a la Sabiduría, quien, desde ese momento, se convertirá en su protectora (le entrega un talismán). Esto hará que las brujas no puedan tocarlo y que pueda instalarse en Pamplona y prosperar. Las brujas lo acechan continuamente y un día en que ha olvidado coger su talismán, lo arrebatan por los aires y lo conducen a una cueva para devorarlo. La Sabiduría, respondiendo a su llamada, lo asiste y lo libera. Posteriormente, le aconseja que, para hallar la felicidad, tome su talismán y viaje a Occidente. Su marcha da inicio a una segunda parte de la narración, de carácter puramente gótico. Guzmán llega a un imponente castillo, solicita asilo y se enamora de la bella hija de su anfitrión. La primera noche que pasa allí tiene una serie de visiones. Cree ver a una mujer fantasmal que se cuela por un espejo y le muestra desde allí una escena criminal. Más tarde sabrá que la esposa del castellano despareció hace años y nunca más regresó. Esa mujer era diestra en la nigromancia. Guzmán pide la mano de Berenguela y, a pesar de ser casi un desconocido para ella y su padre, la joven acepta. Cuando se celebra la boda, todo se precipita. La madre desaparecida de la muchacha no es otra que la Belífea, cuya belleza (conseguida por tratos infernales para un máximo de 10 años; pasados los cuales ella vuelve a su forma original de fealdad. De modo que nadie la reconoce y la dan por desaparecida. Guzmán intenta matarla, pero en realidad, por arte de magia, asesina a su recién estrenada esposa. Este acto le supone la pérdida del favor de la Sabiduría. Las brujas, duendes y vampiros entran en escena y él cae exánime. Se despierta en las ruinas del castillo. Esta gracia se le presenta una vez más para indicarle la conveniencia de escribir todo lo vivido, como lección para otros incautos. El manuscrito con sus aventuras es hallado en un archivo de un pueblo de Navarra por un curioso que decide mostrarlo al público para que sienta placer con su lectura. Se sabe que el castillo se hundió en 1357, por lo que la historia se desarrolla durante la Edad Media.
Observaciones
Las brujas que aquí se presentan son viejas y horrendas. Se dice de ellas que son ridículas y grotescas. Así se comportan durante sus viajes por los aires y en las reuniones. Lo que más les gusta es atormentar a sus presas (con pellizcos y palizas), jugar con ellas, transformarlas e incluso comérselas. Con respecto de las reuniones, se indica hay una orquesta desafinada, se habla del hedor a ungüento y del baile indecente y exagerado.
Cecilia Bohl de Faber (Fernán Caballero)
Cuentos, oraciones, adivinanzas y refranes
Género
Cuentística (tradición oral)
Año edición / composición / representación
1877
Lugar / Librero / Editor
Madrid, T. Fortanet
Personaje Mágico
Brujas (no se precisa el nombre)
Tipología
Bruja
Descripción
CUENTO DE BRUJA: En este brevísimo relato, que, a pesar de ser religioso, comienza de un modo muy parecido a un cuento maravilloso ("Había un padre y una madre que tenían una hija de quince años, y se la llevó una bruja..."), se focaliza en la reticencia de la niña de quince años que es llevada por una bruja a renegar de Dios y de la Virgen. La pequeña es conducida en presencia de otra mujeres que han vendido su alma al diablo, y estas le prometen grandes gozos y poderes si pronuncia la siguiente fórmula: "En vida, en vida / sin Dios ni Santa María", mas la jovencita se limita a repetir: "En vida, en vida / con Dios y Santa María", así que no solo no cumple el precepto para ingresar en la secta de la brujería, sino que con la abierta expresión de su fe espanta a las mujeres que pretenden perderla y puede volver en paz a su casa. La moraleja es que "no tiene poder la tentación con quien persevera firme en el bien y en el deber".
Observaciones
En el presente relato la brujería sirve como un detonante para que la protagonista persevere en su fe y en sus valores. La función del cuento es validatoria y no se detiene la historia en los pormenores de estas prácticas mágicas heréticas, sino que aquí las brujas se dibujan como una masa informe que representa el hecho de renegar de Dios y de su madre. Las brujas son el recurso perfecto para probar la fe de una niña que podría haberse visto seducida por la promesa de gozo y poder, pero que al conocer las palabras que ha de pronunciar, comprende la auténtica magnitud de tal acto y se niega a hacerlo.
Diego de Torres y Villarroel
Extracto de los pronósticos del Gran Picator de Salamanca, desde el año de 1725 hasta el de 1753.
Género
Libro de pronósticos
Año edición / composición / representación
1795
Lugar / Librero / Editor
Madrid, Imprenta de la viuda de Ibarra
Personaje Mágico
Brujas
Tipología
Bruja
Descripción
En "Las brujas del campo de Barahona, pronóstico que sirvió para el año de 1731", el autor/narrador camina con un capellán y con un médico. Cuando finaliza su conversación sobre los astrólogos, son sorprendidos (y eso que se estaba desacreditando la veracidad de esta rama de la magia culta) por una caterva de brujas que vuelan por la zona y que toman tierra para celebrar su aquelarre con la presidencia del macho cabrío. Estas brujas, durante el baile que tiene lugar en el conventículo realizan una serie de pronósticos, a imitación de los astrólogos (todos son una sarta de sinsentidos) y el autor toma nota para, posteriormente, escribir y editar esos pronósticos.
Observaciones
Son de gran interés las descripciones de las brujas de Barahona, decrépitas mujeres desnudas que adoran al demonio. Más que féminas aterradoras, vemos a unos fantoches que pueden producir repulsión, pero no miedo. Las brujas se conciben como mujeres viejas y horribles, monstruos femeninos que se caracterizan por un comportamiento ridículo consistente en bailes y cantos, actos carnales torpes y ósculos infames. Todo ello aderezado con tratos diabólicos y vuelos nocturnos. La visión presente en el texto es simplista, bebe de los tópicos existentes y los degrada al máximo, con el fin de poner en tela de juicio una creencia que los intelectuales no son capaces de concebir en el siglo XVIII.
Domingo Miras
Las brujas de Barahona
Género
Teatro
Año edición / composición / representación
1977-1978 (ed. 1980)
Lugar / Librero / Editor
"Primer Acto", 185, 1980, pp. 78-127.
Personaje Mágico
Juana, Quiteria, la Ansarona...
Tipología
Bruja
Descripción
Este es uno de los textos más representativos acerca de la brujería en el teatro hispánico. Nos sitúa a finales de 1527, en Barahona, y frente a unas mujeres que se dedican, al menos a practicar la hechicería, pues en la primera escena vemos a un grupo de féminas pronunciando invocaciones y preparando hechizos. Las hay jóvenes y viejas y, desde luego, las hay pobres y marginales. De entre ellas destacan Juan y Quiteria de Morillas, madre e hija; la segunda es experta en magia amatoria y, además, todos los hombres del pueblo la desean, porques es joven y atractiva. Ambas, incluso, acuden mano a mano a desdentar a un ahorcado. Hay, por tanto, una base para las posteriores acusaciones que se vertirán sobre ellas. La caza de brujas comienza cuando llegan noticias de otros casos de brujería a la aldea y, por otra parte, muere un bebé durante la noche y los padres, beodos, culpan a las brujas. De otro lado, Quiteria expresa que quiere iniciar en la secta a la Ansarona (en este momento puede que estemos dentro de la mente de la propia Ansarona, o de cualquier otra de las mujeres protagonistas de la historia), así que la unta a la fuerza y ambas acuden al aquelarre. Presenciamos todos los actos que aparecen descritos en los tratados de los siglos XVI y XVII (sobre todo en este último) y en las relaciones de procesos, por ejemplo, la del Auto de Fe de Logroño de 1610, más conocido como el de las brujas de Zugarramurdi. Veremos la ofrenda de niños, la adoración, la misa negra, el banquete y la orgía. Todo ello envuelto por un velo onírico que impide diferenciar la realidad de la ficción. Una vez de regreso de tal reunión, ya hallamos a las brujas presas, en manos de la inquisición. La Ansarona ha testificado contra Quiteria, Juana se ha ahorcado en la cárcel, y su hija niega su adscripción a la secta, aunque reconoce que su madre sí era bruja. Todo termina con el humo de las hogueras, por lo que deducimos que Quiteria ha sido quemada. Con ella vivimos la tragedia de la brujería histórica en estado puro, y debido a la ambigüedad presente durante toda la pieza, no podemos saber si estas mujeres se encontraban alteradas por las drogas presentes en el ungüento, o si han asistido realmente al aquelarre. Si hemos visitado la mente de alguna de las protagonistas o, por el contrario, se hemos asistido a la visión de los vecinos, mediatizados por las historias que sobre estos seres circulaban.
Observaciones
Estamos ante una obra maestra solo igualada por el "Retrato de una bruja" de Luis de Castresana.
Fray Martín Sarmiento
Carta XI. Las brujas
Género
Epístola publicada en prensa
Año edición / composición / representación
27 de junio de 1782
Lugar / Librero / Editor
Madrid / El correo literario de la Europa
Personaje Mágico
Brujas
Tipología
Bruja
Descripción
Martín Sarmiento se dirige a su Excelencia, y le habla de un bastón barómetro. Al propósito de este objeto, explica que se revolucionó al pasar junto a las brujas del campo de Barahona, las cuales son primas de las del Arenal de Sevilla, el puerto de Cangas, la ría de Vigo..., pues no hay lugar que no tenga un punto concreto de reunión brujeril. Vuelve a centrarse de nuevo en las brujas de Barahona, cuya costumbre de darse cita en un territorio retirado para celebrar sus juntas no reviste misterio alguna, tal y como se ha visto al compararlas con otras muchas féminas similares. Las dos veces que pasó el autor por aquellos lares no tuvo la ocasión de coincidir con estas diabólicas mujeres, no debía de ser día de conciliábulo. Viajó, igualmente, por el puerto de Cangas, la Barahona de tierras gallegas, y comprobó la antigüedad de la creencia de estas reuniones. Se dirigió después a Coyro, en la ría de Vigo, vio allí una inscripción en la campana de la iglesia que era, en realidad, un conjuro contra demonios y brujas. Tal objeto databa del año 900 aproximadamente, por lo que el hallazgo de la inscripción demuestra la tesis de la antigüedad de estas supersticiones. Indica, a continuación, que no conoce conjuros ni sellos del mismo estilo en los campos de Barahona y deberían usarse para ahuyentar el mal, aunque señala también la conveniencia de que rondaran por allí los soldados para extinguir las asambleas de bandoleros y gitanos. Recuerda, así, el peligro de pasar por la zona, cosa que ya señalaba Covarrubias, junto con las historias sobre las juntas de brujas. No se posiciona sobre la verdad o mentira de estas cuestiones. Vuelve a remitir a la antigüedad de las creencias, anteriores al Cristianismo, y recuerda a Medea, Circe y otras hechiceras clásicas. Por último, deseo un buen viaje al receptor, contento por que haya escogido un camino recto y bueno desde Madrid al Real Sitio al que se dirige.
Observaciones
La carta está fechada el 12 de octubre de 1757. Aparece en la sección de "Noticias" del periódico, con el título de "Papeles sueltos y cartas eruditas y familiares del P. M. Sarmiento, etc." No aparecen los datos del receptor. Solo sabemos que es duque. Fray Martín se presenta como su capellán. Llama la atención que una carta cuyo título reza "Las brujas" se centre de forma muy acentuada en la creencia de las brujas de Barahona. De hecho se refiere al puerto de Cangas como la Barahona gallega. Por ello, es resaltable el hecho de que se tome Barahona como una referencia, pues esto da cuenta de la repercusión que tuvo el proceso contra estas brujas de Pareja y Sacedón en 1527.
Fray Prudencio de Sandoval
Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos V
Género
Crónica
Año edición / composición / representación
1604-1606
Lugar / Librero / Editor
Valladolid, Sebastián de Cañas
Personaje Mágico
Varias brujas
Tipología
Bruja
Descripción
Fray Prudencio de Sandoval alude en el capítulo XV del Libro decimosexto de la obra a un conocido episodio de las brujas navarras, que se da en 1527. Este brote de acusaciones de brujería se origina a causa de las confesiones ejecutadas por dos niñas, de 9 y 11 años respectivamente, las cuales afirman pertenecer a la secta de las brujas. Están arrepentidas por sus actos y se muestran dispuestas a desvelar la identidad del resto de integrantes de tal sociedad secreta. Los inquisidores inician, con las dos niñas, un recorrido por las aldeas de los alrededores. En cada lugar, se coloca en hilera a los habitantes y se les tapa, dejando descubierto solamente el ojo izquierdo (en el que, supuestamente, se encuentra la marca de las brujas). Las niñas levantan su dedo acusador tras examinar el ojo de los presentes. Lo hacen por separado y coinciden en sus acusaciones. Ciento cincuenta personas resultan señaladas y son encerradas en espera del juicio. Los inquisidores deciden comprobar la realidad del vuelo al aquelarre tomando como conejillo de indias a una de las ancianas imputadas. Ella les demanda un ungüento que le ha sido confiscado y, tras untarse y en presencia de varios testigos, conversa con una presencia invisible, trepa por un muro como si fuera una lagartija y sale volando por una de las ventanas. Eso sí, a los dos días es apresada de nuevo, pues su demoníaco amo no ha consentido llevarla más allá de tres leguas. Estas mujeres, según Sandoval, reconocen acudir al aquelarre, presidido por el diablo, y tener bajo su auspicio un demonio familiar, con el que tienen trato carnal.
Observaciones
Estamos ante uno de los textos que más noticias nos da acerca de las brujas, si exceptuamos, claro está, los diferentes tratados reprobatorios. Al estar ante una crónica, que da cuenta de hechos históricos, los datos que nos ofrece Sandoval resultan muy aprovechables, ya que reflejan unos hechos que tuvieron lugar (el proceso) y, del mismo modo, plasma unas creencias que serían muy poco discutidas en la época.
José Dueso (compilador)
"El anticristo de Dendaletxia". En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
Muchacha de Dendaletxia
Tipología
Bruja
Descripción
En el pueblo de la baja Navarra, Uharte-Hiri, había una joven bastante desvergonzada, que retozaba a menudo con un mancebo de la aldea, aunque nunca llegaban hasta el final del asunto, a pesar de la insistencia de él. Un día, la muchacha le dijo que si, por fin, quería tener relaciones con ella que acudiera a su casa esa noche, pues dejaría la puerta abierta, pero era de suma importancia que no llegara más tarde de las doce. Él quiso ser puntual, pero el parto de una de sus vacas le impidió llegar a tiempo, y se personó en la alcoba de la mujer bien pasadas las doce. Allí la encontró desnuda y pringosa, fría como el hielo y sin respiración. Creyéndola muerta pero viéndola tan hermosa, decidió recoger los frutos del amor, y luego se marchó avergonzado y arrepentido. Nueve meses más tarde, estando él ya casado, supo por su esposa que esta joven estaba viva y que había parido al Anticristo, un una criatura enclenque y deforme. Pronto confesó la muchacha que era bruja desde hacía más de un año y que aunque nunca había conocido varón, sí había mantenido contacto carnal con el diablo una noche (que coincidía con la noche en que el muchacho la había tomado). Él no intentó salvarla ni reconoció los hechos, así que tras su confesión, la joven fue quemada. El bebé no sobrevivió tampoco.
Observaciones
Aunque no se trata de forma explícita, en este relato se expone la cuestión del vuelo al aquelarre. La asistencia a la reunión se daría solo en la fantasía de la durmiente, al contener el ungüento sustancias estupefacientes y alucinógenas.
José Dueso (compilador)
"En el aquelarre de Zugarramurdi". En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
María de Zozaya
Tipología
Bruja
Descripción
Cuenta esta leyenda que María de Zozaya estuvo unida durante mucho tiempo a un extranjero, quien, al conocer su oficio brujeril la abandonó. Eso sí, no pudo dejar de personarse a escondidas en el aquelarre par ver lo que allí tenía lugar. Pronto pudo observar cómo llegaban personas de diferente condición venidas de todas partes, volando sobre bestias. Estos asistentes se dedicaron a prepararlo todo para recibir a su señor, que salió de la cueva de Zugarramurdi en forma de macho cabrío. Después de que todos los brujos lo hubieran adorado, María de Zozaya, ante la sorpresa del hombre, subió al estrado para, desnuda, servir como altar a la misa sacrílega. Fue el propio cura del pueblo el que ofició la eucaristía y posteriormente animó a los presentes a practicar al mal. Del mismo modo, algunas de las brujas comentaron los peores actos que habían llevado a cabo en nombre de la secta. Después de estas confesiones y nuevas adoraciones, María y el diablo comenzaron una grotesca danza en cueros, que condujo a la consabida orgía propia de estos conventículos. La historia llega a su clímax cuando se le ofrece al demonio una virgen. La pobre joven se presenta atada y amordazada. Está aterrorizada, pues una persona virtuosa en medio de una reunión de malvados y pérfidos brujos. El cabrío le ofrece la posibilidad de renegar, pero ella se niega, por lo que se ordena su muerte. El propio sacerdote le clava un puñal en el pecho y cae exánime. Ante esto, el hombre que se hallaba oculto se descubre, para increpar a los asesinos. María lo reconoce al instante y todos se muestran amenazadores por la presencia de un intruso. El demonio manda que lo aten al cuerpo de la joven finada y lo despeñen. Y así sucede. Este es el fatal desenlace de una narración que muy bien podría tildarse de terrorífica.
Observaciones
Resulta interesante ver cómo relatos que no se incluyen en las dos relaciones que se conservan sobre el Auto de Fe de Logroño de 1610, pero que seguramente circularon, hoy forman parte de las leyendas de la zona. La vida de María de Zozaya se literaturiza y da paso a narraciones como la que hemos presentado. Como curiosidad, cabe añadir que este episodio se plasma en "Las brujas" de Fernando Claudín, novela de baja calidad que ha hecho uso de esta leyenda, con la pertinente adaptación.
José Dueso (compilador)
Juanis "el brujo de Bargota" (II). En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
Juanis
Tipología
Nigromante
Descripción
Se presenta otro relato sobre Juanis de Bargota. En este caso, se resalta su amistad con Juan Lobo, un bandido muy famoso que se guarecía en el castillo de Punicastro, en la sierra de Codés. Un día en que este Juan Lobo vio acosada a su banda, llegó hasta Bargota y entró en casa de Juanis. Todos lo vieron entrar y los arcabuceros pasaron toda la noche esperando para darle caza al amanecer en cuanto asomara por la puerta. Nadie lo vio salir, pues Juanis lo había convertido en gato negro y así le fue muy fácil escapar de noche y huir por el campo. Por la mañana, un cabrero de Espronceda lo descubrió, pues un gato negro le estuvo espantando el ganado. El hombre consiguió darle un golpe con su cayado y lo dejó inconsciente, mas al propinarle un segundo golpe el gato se incorporó y escapó. A los brujos solo los golpes impares consiguen dañarlos. Aunque Juan Lobo continuó con sus fechorías, nunca volvió a atacar a los vecinos de Bargota.
Observaciones
Juan Lobo no es un brujo en sí, pero en su metamorfosis felina se comporta como tal, pues su transformación es resultado del poder de Juanis, que además de nigromante es también brujo, del que se dice que acudía a los consabidos aquelarres. En cuanto a la cuestión de los golpes pares o impares a un brujo/a en forma de bestia, es un motivo recurrentes. Solo los golpes impares dañan al brujo.
José Dueso (compilador)
Juanis "el brujo de Bargota" (III). En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
Juanis de Bargota
Tipología
Brujo
Descripción
Tras los sucesos narrados en el relato anterior, sobre Juan Lobo, los arcabuceros de Torralba denunciaron a Juanis por brujo ante la Inquisición, de manera que unos hombres armados se presentaron en casa del clérigo para prenderlo y llevarlo a Logroño. Él pidió que, ante de partir, le dejaran quitarse una calceta de la pierna. La criada intentó sacárselo sin éxito, pues parecía estar pegada a la carne. Uno de los soldados se acercó a ayudarle y tiró con tanta fuerza que le arrancó la pierna, ante lo cual se formó un gran revuelo. Juanis y su sirvienta se desmayaron y aquellos hombres no pudieron más que dejarlos instalados en sus respectivas camas y partir a Logroño solo con el amputado miembro. No obstante, pronto descubrieron que habían sido burlados, pues lo que llevaban en las manos era un tronco curvado con una calceta. Cuando regresaron a casa del cura, este y su criada habían volado ya envueltos en una capa que los hacía invisibles. Se habían dirigido a Madrid para pedir ayuda al Marqués de Villena.
Observaciones
Juanis se comporta como un nigromante al uso, pues posee una capa de invisibilidad, vuela sobre una nube, etc. Aun así, se repite en varias ocasiones que se trata de un brujo, pues ha acudido en alguna ocasión al aquelarre. La Inquisición, además, lo busca para juzgarlo por brujo.
José Dueso (compilador)
Juanis "el brujo de Bargota" (IV). En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
Juanis de Bargota
Tipología
Brujo
Descripción
Este relato versa sobre la tensa relación entre Juanis y el abad de Ontiñano y las burlas que el primero dedica al segundo. Ambos acudieron en una ocasión a las fiestas de San Fermín. Cuando Juanis llegó a pedir posada no quedaban plazas, pero tras mucha insistencia logró que le dejaran dormir en el suelo de una estancia ocupada por dos personas, entre las cuales se encontraba el mencionado abad. Saludó a los huéspedes, que le miraban desde sus camas e indicó que él, antes de dormir, debía quitarse la cabeza; así que la desatornilló y la dejó en la mesilla de noche. Esto espantó a los dos ocupantes de la estancia, que salieron en busca de testigos. Regresaron con el mesonero y más personas, que lo única que vieron fue a Juanis durmiendo a pierna suelta, con la cabeza incluida. Así que los presentes tomaron al abad y su acompañante por locos. Ambos abandonaron el mesón y Juanis pudo acostarse en una de las cómodas camas y tener la habitación para él solo.
Observaciones
Juanis juega a la burla con el abad. Lo hace usando su poder, más propio de un nigromante. Se añade también una apostilla a esta narración sobre la enemistad entre el abad y Juanis. De modo que un día el de Ontiñano oficiaba una misa en la que se presentó Juanis. Como el abad no podía tolerar su presencia, se negó a continuar y el brujo, enojado, al final se vengó trasportando a este religioso por los aires hasta las peñas de las Dos Hermanas de Codés y allí lo dejó pegado. Por eso, los habitantes de la zona aseguran que permanece ahí pegado, ya que la peña más grande recuerda la forma de un sacerdote con casulla.
José Dueso (compilador)
La "Caramba" de Arguedas. En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
"Caramba"
Tipología
Bruja
Descripción
En un pueblo de la cuenca del Bajo Aragón, vivió una bruja apodada la "Caramba", pues siempre exclamaba con descaro a aquel que se encontraba: !Caramba, caramba...! Habitaba la mujer en una cueva del pueblo y tenía prohibido a todos que se acercaran hasta su morada. Si alguien pasaba cerca, prorrumpía en horribles maldiciones. Tenía también la costumbre de caminar borracha entonando cánticos y extrañas palabras. Por ello, todo el mundo le tenía gran temor. Un día, cuando anochecía, se arrojó o alguien la empujó desde un barranco muy alto, pero no murió, sino que se levantó sin herida alguna y no sufrió ningún daño. No obstante, sí falleció cuando llegó su hora, suplicando que alguien le diese la mano para traspasar sus poderes. Como nadie osaba hacerlo, una vecina le dio una mano de almirez y cuando volvieron a meterla en el mortero, la moribunda se puso a dar brincos como si estuviera endemoniada.
Observaciones
Podemos observar en este relato la existencia de personas (no sabemos si la "Caramba" existió o no) que generaron en los pueblos en los que habitaban la creencia de eran brujas; seguramente por su excentricidad, sus malos modos, su marginalidad e incluso su alcoholismo. Esto pudo dar lugar a la circulación de diversas historias imaginadas por los vecinos sobre las ancianas de estas características; lo cual llevaría a las cuestiones vistas en la narración: la mujer cae desde un barranco y resulta ilesa, o lo relativo al momento de su muerte. El motivo de la necesidad de que alguien herede el poder de la bruja en su lecho de muerte es recurrente también. No aparece en documentos tales como los tratados, que presentan numerosos ejemplos o las relaciones de sucesos que hemos manejado hasta ahora, pero sí abunda en la tradición oral. Podría tratarse de un elemento propio de la brujería más popular, frente a su interpretación canónico-teológica.
José Dueso (compilador)
"La hija perseguida". En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
Bruja madrina
Tipología
Bruja
Descripción
Una mujer bellísima tuvo una hija que la superaba en belleza. Tanta envidia le causaba este hecho que no dudó en aceptar la oferta de la madrina de la pequeña, que era bruja, para deshacerse de ella. La bruja se la llevó al bosque y, en cuanto tuvo ocasión, la tiró dentro de una cisterna. La chiquilla cayó sobre el musgo y no perdió la vida; a los tres días, como nadie la socorría, consiguió escalar y escapar. Fue a parar a una castillo en el que vivían doce ladrones. Cuando fue descubierta, logró que se apiadaran de ella y la dejaran quedarse para encargarse de las tareas de la casa. Finalmente, la madrina descubrió la verdad y acudió al castillo. Entregó un pan blanco a la joven, que, tras dar un mordisco, quedó sin sentido. Fue colocada en un ataúd de cristal y poco después, descubierta por un príncipe, fue trasladada al palacio del mismo. Gracias al bofetón que le propinó una de las sirvientas despertó y se casó con el príncipe, aunque la bruja no tardó en volver a localizarla ni en personarse allí, justo cuando la muchacha terminaba de dar a luz a su hijo. Logró acercarse a ella y le clavó una aguja mágica en la frente, que la convirtió en una paloma. Afortunadamente, una de las criadas le extrajo la aguja y recuperó la forma humana, pudiendo así acusar a la bruja, que había usurpado su lugar en el lecho, donde ella se hallaba convaleciente tras el parto. La madrina encontró la muerte por sus fechorías.
Observaciones
Es esta una de las versiones de "Blancanieves" que circulan en nuestro país. Fue recogida por Pierre Bidart en Landibarre.
José Dueso (compilador)
Maina Mikirri, la bruja de Alsasua. En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
Maina Mikirri
Tipología
Bruja
Descripción
Maina Mikirri es una bruja que se reúne con sus compañeras cerca de un molino. Allí precisamente descansa un gitano cuando esta mujer cuenta un secreto a otras brujas, acerca de que la princesa de Navarra, enferma, no podrá sanar porque nadie sabe cuál es el remedio. Ella, sin embargo, sí detalla a las demás féminas cómo podría curarse la joven y, como el gitano la oye, acude a la corte y proporciona la información. La princesa consigue recuperarse y esto llega a oídos de las brujas, que sospechan que alguien las espía y ha llevado la noticia del remedio hasta el rey. Indagan por la zona y descubren al muchacho, a quien arrojan a la tolva del molino, donde muere triturado. Por eso las piedras del molino aparecieron después de aquel suceso más oscuras y enrojecidas.
Observaciones
El motivo de que una persona oculta escucha los secretos de las brujas es recurrente. La consecuencia de ese espionaje varía en los distintos relatos, aunque siempre suele haber un castigo para el curioso. En este ejemplo, el merecido que recibe el protagonista es una horrible muerte, a pesar de que ha usado sus conocimientos para ayudar a los demás. Aun así, no se puede jugar con las brujas. Un relato muy similar es el titulado "El arriero y las brujas", una leyenda guipuzcoana con el mismo argumento. Cambia el hecho de que el arriero no es a quien castigan, sino a su hermano, al que él cuento lo sucedido y marcha para la zona a ver si descubre otro secreto.
José Dueso (compilador)
"¿Quedan brujas todavía?". En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
Anciana que repta por la carretera
Tipología
Bruja
Descripción
En los años 70, un conductor se encontró en medio de la carretera un sospechoso bulto, arrastrándose como un lagarto; no le dio tiempo a esquivarlo y le pasó por encima. Paró el coche y vio que se trataba de una anciana, que estaba malherida por el accidente, pero que seguía arrastrándose. Le entró un miedo incontrolable y se marchó del lugar de los hechos. Tiempo después el hombre supo que la noche del incidente una anciana del entorno del pantano de Eugi apareció llena de heridas y nadie pudo conseguir que confesara cómo se las había hecho.
Observaciones
En ciertos lugares, llegan hasta nuestros días leyendas que no se sitúan en un pasado lejano, sino de los últimos años, prolongándose hasta hoy la creencia en las brujas y sus poderes. Esto es lo que puede verse en este relato, localizado entre otros lugares en los alrededores de Viana y Mendabia, en Funes, en Murchante, etc. Se trata de relatos del siglo XX que nos presentan a personajes identificables con brujas, como esta anciana que repta y que sobrevive a un atropello que debería haberla matado. Siempre tienen lugar estos encuentros en tortuosas carreteras apartadas, de entornos rurales. Parece ser que en la zona (pantano de Eugi) ya se había hablado de sucesos extraños en la mencionada carretera. Se hacía siempre hincapié en la manera antinatural de moverse de la anciana. Entre Viana y Mendabia, un motorista tuvo una experiencia muy similar, atropelló a una anciana, pero al parar no encontró a nadie.
José Dueso (compilador)
Un gato muy sospechoso. En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
Gato negro-bruja
Tipología
Bruja
Descripción
Hace mucho tiempo, en la Burunda, un gato negro muy misterioso entraba en las viviendas. Como todo cuanto sucedía en los hogares, al día siguiente era conocido por todos. Se empezó a sospechar que se trataba de una bruja chismosa metamorfoseada. Así que cuando en una casa de Alsasua vieron una noche al minino, decidieron escarmentarlo y le echaron una olla de agua hirviendo. El animal escapó y en los días siguientes no apareció. Esto coincidió con el hecho de que una vecina de Urdiain estuvo al borde de la muerte por haberse quemado con agua hirviendo. Al cabo de un tiempo, el gato negro volvió a rondar la misma casa y los habitantes lo espantaron con una escoba hasta que la bestia se ocultó en la leñera y, como estuvieron vigilantes toda la noche, no volvió a salir de su escondite. Pasados unos días, comenzó a expandirse muy mal olor y las personas que allí vivían decidieron retirar la leña y limpiar la leñera. Al hacerlo, descubrieron allí no al gato, sino a una anciana muerta, que resultó ser la misma de Urdiain que estuvo malherida por las quemaduras.
Observaciones
También resulta muy común el motivo de la bruja metamorfoseada que es herida en su forma animal y que después queda dañada también en su forma humana, o resulta, como en este caso, muerta. Cuando recupera su aspecto original se descubre su verdadera identidad y se descubre que se trata de una bruja.
José Dueso (compilador)
"Una bruja en Itxianborda". En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
Mujer de Landibarre
Tipología
Bruja
Descripción
En la población de Landibarre corría el rumor de que la señor de la casa Intxianborda era bruja, pues había sido sorprendida en alguna ocasión con pocas ropas por el monte, había asustado a algún caminante y no frecuentaba demasiado la iglesia. Así que los vecinos decidieron avisar a su marido, el cual se soprendió muchísimo por la noticia y negó esa posibilidad, puesto que su esposa llegaba a la noche agotada y caía rendida en la cama, donde dormía de un tirón. No obstante, el buen hombre quedó con la mosca detrás de la oreja y, dado que él también dormía a pierna suelta, temió haber pasado algo por alto. Una noche despertó sobresaltado y descubrió que su mujer no estaba. Al cabo de un rato y después de mucho buscar, la encontró en la cuadra, desnuda, y subida a lomos de una vaca. Ella, asustada, terminó confesando que volvía del aquelarre. El final cambia según la variante. En unos relatos la mujer abandona la brujería después de haber sido castigada por su marido. En otros, el esposo experimenta gran curiosidad por eso de la brujería y pide ser iniciado, de forma que termina convirtiéndose en brujo él también.
Observaciones
Existen varias leyendas en las que uno de los cónyuges, normalmente el marido, aunque también puede ser un vecino o similar, después de descubrir la existencia de una bruja cercana, pide ser iniciado. El desenlace de la narración varía. Hallamos varias en las relaciones del Auto de Fe de Logroño de 1610 que plasman este motivo y, una vez el iniciado está en el aquelarre, se admira por alto y termina mencionando el nombre de Jesús, de modo que todo desaparece, por ejemplo. Existen otras modalidades, por lo que la curiosidad y el deseo de iniciarse en la secta constituyen un motivo que se repite. También el castigo aparece en algún que otro ejemplo, bien llega por parte del familiar que descubre el secreto, bien por parte de la justicia. Este último es el que más abunda.
José Dueso (recopilador)
"Beñardo", en Leyendas guipuzcoanas de brujas
Género
Leyenda popular
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
José Dueso
Personaje Mágico
Madre homicida y anciana sabia
Tipología
Otros
Descripción
En este relato predomina una vaguedad en los datos, frente a otras muestras de la misma colección, dado que no se precisa lugar. Sí se nos dan los nombres de los protagonistas: Beñardo y Kataliñ. Del padre y la madre no se proporciona más información, solo sus actos los definen. La madre engaña a los niños, diciendo que el que antes regrese de la escuela ganará un tazón de leche. El primero en llegar es Beñardo. Abre un armario buscando el tazón, incitado por su progenitora, y como no lo encuentra cada vez adentra más la cabeza, hasta que ella se la corta de un tajo. Luego lo descuartiza y lo cocina. Cuando llega Kataliñ a ella sí le da leche y después la manda a llevar el guiso a su padre. La niña se percata de que los dedos de su hermano flotan en el guiso, y acude en busca de su padre llorando. En el camino, topa con una anciana que le pregunta la razón de su congoja. Ella se lo cuenta y la vieja le da las pautas para resucitar a su hermano. Debe recoger los huesos cuando su padre coma la carne y enterrarlos en el jardín. También le proporciona una coartada para su comportamiento, alegando que recoge los huesos para jugar y que lo que está plantando en la tierra son ajos. Una vez hecho esto, Beñardo revive y su madre disimula al verlo. En una mano tiene una espada y en otra una naranja. Sus padres, sucesivamente, le piden la naranja y él les ordena saltar tres veces sobre la espada para conseguirla. Antes de la tercera vez, les corta la cabeza. Kataliñ es la única que puede conseguir la naranja sin consecuencias. A partir de ese día, vivieron los dos felices y a su aire.
Observaciones
La madre asesina de este relato podría catalogarse como bruja tradicional, la que podemos encontrar habitualmente en el cuento popular. De hecho, esta narración es de carácter maravilloso y es fácil identificar a la progenitora con la típica mujer malvada, que podría concretarse en madrastra, bruja, ogresa, etc. No se precisa su condición. La anciana que le da a Kataliñ la información para resucitar a su hermano es dulce y sabia, según el texto, por lo que no se podría identificar con una bruja. Nada más se señala sobre esta figura.
José Dueso (recopilador)
"Colada nocturna", en Leyendas guipuzcoanas de brujas
Género
Leyenda popular
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
José Dueso
Personaje Mágico
Brujas lavanderas
Tipología
Bruja
Descripción
Un boyero de Bedaio, llamado Maurizio, iba una noche con sus bueyes a Ugarte. Le sorprendió escuchar, al cruzar el río, cerca de la fuente de Edar Iturri, sonido como el de la ropa al ser lavada. Se sorprendió al distinguir a unas mujeres que estaban en ese momento, ya de noche, haciendo la colada. Le pareció extraño y les preguntó: "¿Son horas de hacer la colada?". Una de ellas, muy descocada y con las faldas levantadas, se acercó y, llamándolo por su nombre, le pidió ayuda para escurrir unas prendas. Él, embobado por el descaro de tal fémina, la siguió, pero al coger el bulto que la mujer le ofrecía sufrió enormemente y terminó con las manos arañadas y llenas de sangre, mientras las presentes se reían y burlaban, pues aquello no era ropa, sino un manojo de argoma lleno de espinas. Acto seguido, cogió sus bueyes y salió rápidamente de allí, pues entendió que aquellas lavanderas eran brujas.
Observaciones
José Dueso, el recopilador de estos relatos, indica en una aclaración que no debían de ser estos personajes mujeres y, por tanto, brujas, sino más bien númenes semejantes a las lamias, aunque estas últimas y las primeras han llegado a confundirme en muchas ocasiones. Las lamias podrían ser maléficas o benéficas, las sorgiñas siempre maléficas.
José Dueso (recopilador)
"De brujería en Sorgintzu y Arrantzu", en Leyendas guipuzcoanas de brujas
Género
Leyenda popular
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
José Dueso
Personaje Mágico
Brujos en forma de animales
Tipología
Bruja
Descripción
Dos sardineras de Zarautz fueron a Hendaia a vender sardinas. Al volver se les hizo de noche y tuvieron miedo de dormir a la intemperie. Finalmente, vieron una luz y vislumbraron una casa en la montaña. Al llamar, les abrieron dos niños, hermanos, que las invitaron a pasar. Las mujeres les preguntaron sobre sus padres y ellos dijeros que estaban de brujerías, uno en Sorgintzu y otros en Arrantzu. Cuando estaban ellas calentándose en la sala, llamó a la puerta la madre y entró en figura de asno; luego hizo lo mismo el padre, rugiendo. Las instaron a quedarse, aunque ellas tenían miedo, y les dieron de cenar, aunque los brujos mantenían sus formas animales. A la mañana siguiente, cuando preguntaron cuánto debían por el hospedaje, los brujos, ya en forma humana, les pidieron favor por favor. Solo tenían que dar un recado a la serora de San Pedro de Zumaia. Ellas aceptaron, aunque se trataba de un galimatías que no entendían muy bien. Al seguir su camino, se cruzaron con unos viandantes que se dirigían precisamente a Zumaia y les explicaron que tenían un recado para la serora. Entonces les informaron de que la nocha anterior las brujas la habían tirado por la escaleras y la habían matado. Las sardineras comprendió que habían sido la madre o el padre de los niños, con otros compañeros de la secta.
Observaciones
No hemos localizado ninguna otra historia similar a esta. Llama la atención la burla que, en realidad, están haciendo los brujos a las sardineras, al darles un recado para alguien que está muerto. Quizás solo quieran hacer alarde de su poder y demostrar lo benévolos que han sido con ellas, dado que su costumbre habitual es cometer crímenes.
José Dueso (recopilador)
"La bruja ladrona", en Leyendas guipuzcoanas de brujas
Género
Leyenda popular
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
José Dueso
Personaje Mágico
Vieja bruja
Tipología
Bruja
Descripción
En este relato no se precisan los nombres ni de los personajes ni de las poblaciones, como en la mayoría de leyendas de esta colección. Se trata, esta vez, de un cuento tradicional, por sus características y estructura. Un padre vivía con sus tres hijos en la montaña y subsistían, principalmente, gracias a un gran manzano. Un día se dieron cuenta de que alguien entraba por las noches y robaba varias manzanas. Por ello, el padre ordenó al hijo mayor que montara guardia por la noche, pero él se durmió y el robo se perpetró igualmente. Al día siguiente fue el hermano mediano el elegio, pero también cayó en un profundo sueño y el hurto se repitió. La tercera jornada fue el hermano pequeño quien se ofreció a quedarse, aunque el padre lo veía demasiado joven para ello. Fue él, que demostró su valentía e inteligencia frente a sus hermanos, quien hirió al ladrón y gracias al rastro de sangre pudieron llegar a su guarida, en una sima. Fue nuevamente el hermano menor quien se dedició a bajar por la abertura para averiguar la identidad del visitante nocturno. Lo primero que vio fue a una muchacha bellísima, que resultó ser una princesa secuestrada por una bruja. El muchachito rescató a la joven, atándola a una cuerda y haciendo que sus hermanos la sacaran de aquella gruta, aunque a él lo dejaron allí, movidos por la envidia. Pronto halló a la bruja, peinando sus desgreñados cabellos, acompañada de un gato que lo atacó. Se enfrentó a ella y, a pesar de su fuerza, la venció cortando su lengua con una hoz, y colgando de su cuello unos escapularios que la princesa le había regalado antes de marcharse, como agradecimiento por ser su salvador. La vieja no pudo soportar el contacto del objeto sagrado y pidió clemencia. A cambio de quitarle los escapularios, el joven le solicitó salir de allí, y ella lo sacó volando como un pájaro. El mancebo partió hacia el reino de donde procedía la princesa, pero al llegar supo que se iba a casar con su salvador y sospechó que este era uno de sus hermanos. No se equivocó. Así que se hospedó en una posada y pasó el día dando golpes al cristal de la ventana con un martillito y cuando la comitiva nupcial desfiló, usó la lengua de la bruja, que se había guardado, para convocar una tempestad, por lo cual la boda fue aplazada para el día siguiente. Así sucedió un total de tres veces, hasta que el muchacho fue denunciado por malas artes por los huéspedes. Conducido ante el rey, mostró los escapularios a la princeca, quien lo reconoció como su auténtico salvador. Se casaron y fueron felices.
Observaciones
Como vemos, el protagonista es el menor de tres hermanos, que resulta el más valiente. El número tres posee un papel fundamental. Y no faltan personajes maravillosos ni algunos motivos que se repiten en cuentos populares. La bruja que aquí comparece no se como la de otras leyendas fichadas. Se trata de la típica anciana que funciona como obstáculo para el héroe y que se perfila a partir de algunos rasgos arquetípicos. El final con boda y felicidad también remite al relato tradicional.
José Dueso (recopilador)
"La serora de San Delfín", en Leyendas guipuzcoanas de brujas
Género
Leyenda popular
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
José Dueso
Personaje Mágico
Serora (ermitaña de la ermita de San Delfín)
Tipología
Bruja
Descripción
Había una mujer madura, serora de la ermita de San Delfín, cerca del barrio e Deba, que había jurado a la Virgen de Itzíar guardar celibato, después de quedarse soltera por un desengaño amoroso. La señora llevaba una vida austera y de penitencia, pero estaba de buen ver todavía, y uno de los vecinos, Txomin, se encaprichó de ella. En realidad, la mujer atraía a más de uno, pero todos la respetaban, excepto el solterón de Txomin, que nunca se cansaba de echarle el mismo piropo y que terminó obsesionándose con su persona. Hasta tal punto llegó su encaprichamiento, que decidió poseerla. Se le escapó su propósito mientras trabajaba con otros hombres, quienes no lo creían capaz de tal locura, y lo enfadaron mucho con sus burlas. Eso no hizo más que reafirmarlo en su objetivo, y en cuanto tuvo a la serora ante los ojos, que descansaba fuera de la ermita, se dirigió hacia ella y no dudó en forzarla, mientras ella gritaba y los demás vecinos lo miraban boquiabiertos. Pero pronto regresó el violador bien escaldado, acusando a la mujer de sorgiña, pues su miembro era ahora de oro. A la serora se la acusó de brujería y se la quemó. Txomin fue visitado por mucha gente que no quiso perderse el áureo apéndice. Finalmente, unos ladrones se lo amputaron y poco después murió, no sin antes haber referido tal suceso y confesarse.
Observaciones
Se la llama sorgiña en varias ocasiones, por el resultado del ataque que se ejecuta contra ella. Este relato es bien distinto a otros que repiten los mismo motivos. Bien es cierto que estamos ante un caso de embrujamiento del miembro masculino y no olvidemos que las brujas eran acusadas incluso de separar tal parte del cuerpo. En este caso, se opta por cubrirlo de oro para hacerlo insensible y para dejar en evidencia al violador. Lo llamativo es que en ningún momento se aboga por la mujer maltratada, sino que se la procesa y condena sin miramientos, a pesar de la vida santa que llevaba. Tampoco se considera la posibilidad de un milagro. Las cosas tocantes a la partes pudendas solo pueden ser cosa de brujería.
José Dueso (recopilador)
"La sorgiña de Kimuko", en Leyendas guipuzcoanas de brujas
Género
Leyenda popular
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
José Dueso
Personaje Mágico
Sorgiña
Tipología
Bruja
Descripción
En Aitola, un hombre del caserío Kimuko, encontró un día en medio de un camino a una mujer inmóvil que lo miraba suplicante. Él no supo cómo reaccionar y se quedó embobado mirándola y rascándose la calva. Al final, la mujer le dijo que tenía un problema y necesitaba ayuda, dado que el segundo toque del ángelus la había sorprendido fuera de casa y ahora no podía regresar. Con esta explicación, el hombre pudo deducir que se trataba de una sorgiña, por lo que no estaba convecido con respecto a prestarle ayuda, pero ella rompió a llorar y le prometió además que la transportaba sobre su espalda al lugar que ella le indicaría, a la mañana siguiente encontraría bajo la almohada una camisa de lino nueva. Él accedió y después volvió al casería, donde contó a su familia lo acaecido, mas nadie lo creyó y solo recibió burla y escarnio. Sin embargo, todos hubieron de reconocer su sinceridad cuando al día siguiente, bajo la almohada, halló una camisa de lino por estrenar y recién planchada. En efecto, había tenido un encuentro con una bruja.
Observaciones
En este relato, pero se usa sorgiña como haciendo referencia a una criatura de apariencia humana, pero en realidad no humana, aunque poco después se usa el término bruja, por lo que se está hablando de una mujer, aunque con unas características diferentes a las del resto de féminas.
José Dueso (recopilador)
"Las tres olas", en Leyendas guipuzcoanas de brujas
Género
Leyenda popular
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
José Dueso
Personaje Mágico
Brujas madre e hija
Tipología
Bruja
Descripción
La historia se centra en una embarcación matriculada en Deba y en su tripulación, cuyo patrón era Tomás, también destaca su sobrino, del que no se indica el nombre, y un muchacho apodado Bilintx. Esta barca se hacía a la mar, pero nunca traía pesca, lo cual era muy inusual porque el resto de barcos sí lo hacía. Una de las veces en que debían navegar, el sobrino de Tomás y Bilintx subieron a la nave con antelación y se quedaron dormidos. Al despertar, Bilintx aconsejó al patrón no salir al mar ese día, y tan temeroso se mostraba que todos los demás lo instaron a compartir la causa de tanto miedo. Él les refirió su historia: mientras estaba dormido, dos mujeres en forma de fantasma había aparecido, armando gran estruendo, y se habían llevado la embarcación por los aires, hasta la copa de un olivo. Allí la dejaron mientras ellas, junto con otras personas, danzaban abajo. Oyó a estas dos mujeres comentar que todos los tripulantes del barco morirían aquel día, pues las brujas iban a provocar tres olas, una de leche, una de lágrimas y otra de sangre. Con la última perecerían, pues solo podrían deshacerse de ella lanzándole un arpón, pero esto nunca lo sabrían y morirían. Nadie creía el relato del joven, hasta que les mostró una rama del olivo que había tomado antes de que ambos fantasmas devolvieran la barca al puerto. Como conocían el modo de burlar la tercera ola, decidieron hacerse a la mar. Pudieron sortear las dos primeras olas, pero cuando llegó la de sangre, lanzaron el arpón y esta se deshizo. Al regresar a casa, Tomás vio que su mujer e hija no salían a recibirlos. Cuál fue la sorpresa al descubrir que su esposa agonizaba de graves heridas. Bilintx finalmente confesó que las dos brujas que había visto eran la mujer y la hija de Tomás, esta última llamada Mari. Al poco tiempo, el propio patrón falleció por el shock de todo lo acaecido.
Observaciones
La creencia de que las brujas podían hacer naufragar embarcaciones era muy común. Solían hacerlo, en ocasiones, tras acudir al aquelarre, ya que una de las partes más importantes del mismo consistía en marchar a practicar todo el mal posible. Este relato no lo hemos encontrado en otras variantes, por lo que resulta bastante original, aunque, como hemos comentado, bebe de una creencia muy arraigada, y sí aparecían ejemplos al respecto en diversos tratados.
José Dueso (recopilador)
"Mariatxo para nosotras", en Leyendas guipuzcoanas de brujas
Género
Leyenda popular
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
José Dueso
Personaje Mágico
Voz de bruja
Tipología
Bruja
Descripción
Mariatxo era la muchacha más guapa de Bedaio y siempre estaba presumiendo de no tenerle miedo a la noche. En su afán de presumir ante sus amigas, decidió, una madrugada en la que las amigas habían quedado para preparar su ajuar, dar tres vueltas a la casa, mostrando así su arrojo y valentía. Solo logró dar dos vueltas, pues a la tercera una voz cavernosa procedente de las tinieblas le dijo que "el día para los del día y la noche para los de la noche. Ahora Mariatxo para nosotras". Y nunca más volvió a saberse nada de la joven.
Observaciones
Este relato de terror no especifica a qué criatura pertenece la terrible voz ni cuáles son los denominados seres de la noche. Se da por supuesto que ha de tenerse miedo a la noche, pues Mariatxo alardeaba precisamente de no temer esas horas de oscuridad. La noche posee sus particularidades y sus habitantes, y se les ha de tener respeto. Llama la atención que la voz indica que la muchacha ha de ser para "ellas" y habla en femenino. Podemos imaginar que son brujas, aunque también se podría estar haciendo referencia a otras criaturas mitológicas de la zona. Recordemos que existen otras narraciones en las que se castiga la presunción y la incredulidad, como "Ez Direla...", "Un pastor de pelo rojo" y "¿No hay sorgiñas?". En estos ejemplos, siempre hay una persona que dice no creer en brujas. En la leyenda que nos ocupa hallamos cuestiones más generales, que no recalan en las brujas en sí, sino en los seres nocturnos.
José Dueso (recopilador)
"¿No hay sorgiñas?", en Leyendas guipuzcoanas de brujas
Género
Leyenda popular
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
José Dueso
Personaje Mágico
sorginas en general; Maripetraliñ en particular
Tipología
Bruja
Descripción
Maitetxu, una joven de un caserío guipuzcoano muy escéptica con respecto a las brujas, mientras hilaba con otras mujeres, hacía gala de su incredulidad de forma muy drástica, criticando la creencia en estos seres. Todas las demás aseguraban que las sorginas sí existían y solo Maripetraliñ, la mejor amiga de Maitetxu, se mantenía en silencio. Al regresar a casa de noche, las dos solas, Maitetxu preguntó por el tema a su amiga y ella solo respondió que si las sorginas tenían nombre por algo sería. En un momento dado, las dos se separaron y la incrédula siguió su camino sin compañía. Escuchó unos siseos y pensó que las mujeres del pueblo querían darle una lección por su escepticismo, pero pronto le siguieron voces audibles, demasiadas para tratarse de una broma, luego escuchó multitud de risas y finalmente divisó ojillos brillantes y rojos, envueltos en unas siluetas que sin duda se correspondían con las de gran cantidad de brujas. Echó a correr presa del pánico, pero las garras de las sorginas cayeron sobre ella. Aquella noche no regresó a casa y a la mañana siguiente salieron a buscarla. La encontraron inconsciente pero viva, eso sí, sin ningún pelo en el cuerpo, ni en la cabeza ni en ninguna otra parte. Parece ser que cada bruja le arrancó un pelo y tantas eran que la dejaron pelada. Además, al atacarla, afirmaron que eran brujas, que sí existían y que su capitana era Maripetraliñ precisamente, que esa noche no las acompañaba. Así que su amiga tenía razón: aquello que tiene nombre, existe.
Observaciones
Estas leyendas sobre la credulidad-incredulidad suelen tener un patrón común: la lección ejecutada sobre el/la protagonista para que aprenda que no hay que ser escéptico. De ahí que muchos de estos relatos estén muy cerca de la narración terrorífica.
José María Pereda
Las brujas
Género
narrativa
Año edición / composición / representación
22 de marzo-10 de mayo de 1896
Lugar / Librero / Editor
Madrid / Revista Apuntes
Personaje Mágico
Tía Bernarda, alias "La Miruella"
Tipología
Bruja
Descripción
La bruja a la que hace referencia José María Pereda en este relato publicada en la prensa no se puede catalogar como tal, pues de bruja solo posee la fama, mas no se trata de una de esas mujeres que cerraba un pacto con el diablo y asistía a aquelarres. No obstante, en el texto se deja muy claro qué se entiende por brujería, y por eso mismo resulta una obra de interés en relación con esta temática. El relato gira en torno al miedo y rechazo que genera la anciana tía Bernarda, para la mayoría una bruja capaz de causar enfermedades y echar a perder las cosechas. Los vecinos la temen y ese miedo se transmite a las nuevas generaciones, de modo que los más pequeños también lo interiorizan y sienten terror ante esta pobre mujer. De hecho, el núcleo de la historia se concentra en el momento en que algunos niños toman de manera ilícita frutos del terreno de La Miruella. Y al verla aparecer, se arma un gran revuelo que se zanja con una pedrada de uno de los chicos a la anciana. Este golpe dejará a la vieja malherida, de forma que a los pocos días se hallará al borde de la muerte. Por otra parte, el autor nos informa sobre la vida cotidiana en la aldea, por ejemplo sobre el maltrato físico que sufre una de las vecinas por parte de su marido alcohólico; o la depresión en que se halla sumida una joven que ha sido burlada y abandona por el hombre con quien iba a casarse cuando queda embarazada, etc. La muerte de La Miruella reúne junto a su cama a varios de los vecinos que la habían acusado y la tenían por bruja sin serlo. Aprovecha para pedir perdón por cualquier daño causado, aunque niega rotundamente ser bruja y en este trance la comunidad se reconcilia y todos reflexionan sobre sus actos y sus faltas. Como consecuencia de esta situación y tras la muerte de la tía Bernarda, Teresa deja de ser maltratada, pues su marido deja la bebida; y la moza abandonada por Felipe consigue casarse con él y rehacer su vida. Aun así, la función que había cumplido la bruja hasta entonces, servir como chivo expiatorio, tendrá que ser desempeñada por alguien. Muerta la Miruella, pronto existirá una nueva bruja en el pueblo. No podría ser de otro modo.
Observaciones
En este relato de tipo costumbrista, el autor presenta la brujería de un modo muy realista, porque no hay absolutamente nada de sobrenatural. La bruja es una figura pintoresca más necesaria en cualquier aldea porque cumple una misión imprescindible en la vida del pueblo, como ya hemos dicho, sirve como chivo expiatorio sobre el que descargar el ansia y la culpa. La bruja ayuda a explicar las desgracias y, por tanto, a enmascarar la realidad, como cuando Teresa dice que las brujas le pellizcan y muerden por las noches, pero el párroco, muy racional, le rebate su tesis y expone que esas señales y cardenales son resultado de las palizas que le pega su marido cuando regresa borracho a casa.
Juan de Castro (atribuido según modernas investigaciones a Quiñones de Benavente)
Entremés de las brujas fingidas y berza en boca.
Género
Entremés
Año edición / composición / representación
1712
Lugar / Librero / Editor
Madrid, s. e. (se conserva manuscrito en la Biblioteca Nacional, Ms. 14089.
Personaje Mágico
Jamaica y Chiriveca (ladrones)
Tipología
Bruja
Descripción
Un vejete envía a su criado, Arrumaco, a llevar cuarenta escudos de oro a un amigo suyo. Pero unos ladrones conocen el encargo del pobre sirviente y se hacen pasar por brujas para captar su atención. Intentan ganárselo, una vez más, por el estómago y pronto lo convencen para ingresar en la secta brujeril, pues le cuentan que los brujos siempre se hartan a comer. La única condición para realizar el ingreso en dicha sociedad secreta es el pago de cuarenta escudos. Eso no convence mucho al gracioso. Así que los picaruelos tienen que buscar algún otro gancho e idean darle una berza que hará a Arrumaco invisible cuando se la coloque en la boca y la muerda. Esto genera situaciones muy cómicas y el criado no duda en ningún momento del poder real de la berza. Finalmente, el hambre que pasa este mozo lo impulsa a, tentado continuamente por las falsas brujas, querer ser brujo y acudir al aquelarre, pues ya está preparado el banquete en Medina del Campo. Lo desnudan y le hacen creer que viaja por los aires, mientras le arrebatan su bolsa de escudos. Finalmente, el vejete lo encuentra en esta comprometida situación y ni la berza, con su poder de invisibilidad, lo libra de los palos.
Observaciones
Con este entremés, y considerando "El talego niño" y el "Entremés famoso de las brujas" vemos que se perpetúa no solo el motivo de las brujas o mágicas fingidas, sino también el de la magia o brujería (dependiendo del caso) como excusa o base para efectuar una estafa.
Libros del "Cuentamiedos"
Animales que no son tales, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos"
Personaje Mágico
Asno
Tipología
Bruja
Descripción
En el valle de Baztán, había un hombre llamado Fermín, que regresaba muy cansado un día de trabajar y expresó en voz alta su deseo de tener un burro, para ir más descansado. Al instante apareció uno de estos animales. Lo montó y prosiguió su camino, pero al tener que cruzar el río el animal dejó de avanzar, y por más que Fermín lo azuzó no consiguió nada. Finalmente, enfadado, pronunció el nombre de Jesús y la Virgen, ante lo cual el burro se encabritó, lo lanzó al río, y huyó. Fermín vio cómo, un poco más allá, se transformaba en una mujer vieja que desapareció en el bosque, sin duda una bruja.
Observaciones
Estamos ante un relato más acerca de las transformaciones de las brujas en diversos animales. Hay una variante interesante que convierte al cura de Garde en protagonista de la historia, pero él no encuentra la jaca en el monte, sino que desde un primer momento ya es su dueño y, en una ocasión en la que ha de viajar y ha olvidado llevar el rosario en el bolsillo, oye hablar a la burra, pues resulta ser una vieja bruja convertida en dicho animal. La susodicha, ya en forma humana, huyó. No obstante, al regresar a casa, el sacerdote encontró a su jaca en el establo, con total normalidad. Aparece este mismo relato en "Leyendas navarras de brujas".
Libros del "Cuentamiedos"
Aquí no hay brujas, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Monjas
Tipología
Otros
Descripción
A principios del siglo XVII en Bearne se llevó a cabo, según el recopilador de estas leyendas, una persecución en la cual tomó parte el dominico que va a protagonizar este cuento. Durante sus pesquisas necesita un lugar donde pasar la noche, y lo hará finalmente en un convento de religiosas del valle de Barétous. Allí le asegura la madre superiora que estará a salvo de las brujas de la zona. El hombre se echa a dormir en su alcoba y a media noche se despierta sobresaltado por un ruido. En teoría estaba bien protegido, armado con su cortaplumas y con un crucifijo colgado de la puerta y otro de la ventana, por fuera, para ahuyentar a los malos espíritus. El sonido es como el del caño de una fuente y procede de la entrada de la habitación. Cuando el pesquisidor abre la puerta encuentra a una de las monjitas de clausura con las ropas levantadas y orinando sobre la cruz. Tanto se altera que la hiere en el muslo con el cortaplumas, pero ella sale huyendo. Pronto avisa a la superiora y le cuenta lo ocurrido. Por ello, todas las monjas son convocadas. Buscarán a la culpable mirando si tiene una herida en el muslo. La sorpresa viene cuando todas las hermanas presentan la misma herida, totalmente idéntica, en la misma pierna.
Observaciones
Podríamos decir que es éste un cuento de brujas, puesto que se habla de un perseguidor de estas mujeres, un dominico muy crédulo que es quien experimenta lo plasmado en este relato. Por otra parte, a sus ojos, las protagonistas de la presente historia son brujas, dado el suceso preternatural en el que participan, al presentar todas idéntica herida. Eso sí, otra posible interpretación del relato tendría que ver con que todas las hermanas se protegen unas a otras, de ahí que se hieran para que la culpable no sea castigada.
Libros del "Cuentamiedos"
El libro de las brujas, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos"
Personaje Mágico
Criada del cura del pueblo
Tipología
Bruja
Descripción
Un hombre que tuvo que pasar una noche en una casa de Adons, vio en la cocina un puchero sospechoso, y queriendo indagar sobre ello, se hizo el dormido sobre el banco de la cocina. Al poco llegó la criada del cura del pueblo y , hablando con la señora de la casa, tras comprobar que el durmiente realmente era ajeno a lo que sucedía, propuso que se untaran antes de cenar. Sacaron de debajo de la losa otro pucherito, se untaron el ombligo y desaparecieron. El hombre también se untó, pero antes derramó todo el contenido del pucherito en la olla más grande; acto seguido, desapareció y llegó al aquelarre. Allí, pensando que deseaba iniciarse, le presentaron un libro en el que debía inscribirse, escribiendo con tinta roja. Él, inexplicablemente, trazó una cruz, así que todo se desvaneció. El hombre regresó con el libro en las manos al pueblo y lo puso en custodia del cura del lugar. Eso permitió identificar a los brujos de la zona. En cuanto a la señora de la casa de Adons y a la criada del cura, como al regresar a casa tomaron el guiso del puchero, en el que el hombre habría vertido el ungüento, y éste era venenoso, no fueron juzgadas porque perecieron antes entre terribles convulsiones.
Observaciones
Esta leyenda de Lleida coincide en su planteamiento con otras ya fichadas en esta base de datos. Si hemos decidido incluirla aparte, y no como variante, es por la presencia del libro, en el que se escribe con sangre, y porque la apropiación de dicho libro por parte del protagonista permite identificar a las brujas.
Libros del "Cuentamiedos"
En el aquelarre de Zugarramurdi, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos"
Personaje Mágico
María de Zozaya
Tipología
Bruja
Descripción
María de Zozaya, una de las brujas más conocidas de todo Euskal Herria, estuvo una temporada casada con un hombre extranjero, que sospechando la calidad de bruja de su mujer, decidió abandonarla. No obstante, quiso presenciar uno de los aquelarres para poder identificar a su esposa y para ello acudió al prado de Zugarramurdi donde normalmente se celebraba el conventículo. Oculto, no tardó en ver a varios brujos y brujas llegar volando por los aires. Una vez allí, montaron un estrado y pronto se personó, saliendo desde la famosa cueva, una criatura mitad humana mitad macho cabrío. Todos lo honraron como su señor y ocupó un trono sobre el escenario. Pronto descubrió a su mujer como la persona que subió y se colocó ante el demonio, desnuda, para servir como altar para una misa negra, que ofició el mismo cura de Zugarramurdi. En un momento dado, tras la misa, tiene lugar la confesión de los brujos de sus maldades y una danza con una orgía. El hombre lo observa todo con excitación y fascinación, hasta que todo toma un cariz terrorífico, pues se presenta ante el diablo a una virgen del pueblo que ha sido arrancada de su cama; como no acepta unirse a la secta, es apuñalada y, por tanto, sacrificada por el cura del pueblo, ante la petición del diablo. No puede evitar, entonces, salir para reclamar justicia, pero al ser descubierto y acusado por María de Zozaya, la preferida del demonio, de haberla abandonado e intentar ahora humillarla, es atado al cadáver de la virgen, llevado hasta la cima de una montaña y despeñado.
Observaciones
En este relato, de Navarra, se literaturiza un suceso muy conocido, a partir del Auto de Fe de Logroño de 1610. Resulta interesante porque María de Zozaya, que ya se había convertido en protagonista de varias historias recogidas en las relaciones editadas tanto por Mongastón en Logroño, como por Varesio en Burgos, vuelve a convertirse en la figura central de una leyenda que no coincide con las contenidas en las mencionadas relaciones. Esto da cuenta de cómo circularon narraciones que partían de un hecho histórico muy concreto, pero que posteriormente conocieron una vida independiente y larga.
Libros del "Cuentamiedos"
La bruja chupona, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Joven bruja-vampiresa
Tipología
Bruja
Descripción
Lourdes siempre ha sido un pueblo de brujas, incluso después de las apariciones marianas, nos cuenta el recopilador. En el siglo XVII tuvo lugar un suceso estremecedor, pues un joven fue descubierto por la mañana muerto en la cama, por su reciente esposa. No tenía una gota de sangre en el cuerpo y lo que llamó poderosamente la atención es que su miembro viril se hallaba tumefacto y con la marca de dos incisivos. Poco tiempo después, le sucedió esto a otro muchacho, casado desde hacía poco. Nuevamente, se encontró el cadáver vacío de sangre. Tanto se asustaron los mancebos del pueblo, que algunos familiares se dedicaron a vigilarlos por la noche, armados y escondidos. Uno de ellos fingía no tener miedo y dormía solo al lado de su mujer. Sin embargo, había tomado como precaución untarse sus partes íntimas con una suerte de veneno. En un momento dado, se despertó gritando y también lo hizo su mujer. Algunos vecinos acudieron alertados por los gritos y vieron que el hombre tenía un muerciélago encima, aplicado a sorber su sangre por "la natura". Cuando consiguieron arrancarlo de su miembro, lo mataron de un golpe y lo echaron por la ventana. A la mañana siguiente, bajo la ventana de la casa ya no estaba el murciélago, sino el cuerpo de una muchacha joven y hermosa, que el agredido reconoció como una antigua novia. Pronto ataron cabos y descubrieron que la mujer era bruja y se había estado vengando de viejos amantes que la habían traicionada para casarse con otras.
Observaciones
Tal y como se aclara al inicio de relato, las brujas solían vampirizar a los niños pequeños, no a los adultos. Sin embargo, aquí encontramos el ejemplo de la vampirización de un adulto, por venganza.
Libros del "Cuentamiedos"
La bruxeta de Bellver, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Aldonça Rossa (trece años) y la vieja Juanga
Tipología
Bruja
Descripción
Aldonça Rossa es una muchacha de trece años sobre cuyos hombros pesan las obligaciones familiares. Es enviada por su madre al mercado de Cerdanya, donde ha de vender una serie de productos. Por el camino coincide con la vieja Juanga, quien el confiesa que es bruja y le sabe vender las delicias de la brujería. De ahí que la jovencita pronto pida a Juanga ser iniciada en la secta, pues esto hará su vida y sus tareas más llevaderas. La anciana le enseña algunas cosas y ella se muestra muy dispuesta a aprender. De hecho, llega a acudir al aquelarre, tras desnudarse, untarse, salir por la chimenea e ir en compañía de un caballero que resulta ser el diablo; lo que sucede es que la iniciación no se completa porque no tiene tiempo de hacer el juramento. Y nunca podrá hacerlo, de modo que no se llegará a transformar en una auténtica bruja, pues la secta es descubierta por la justicia. A ella se la deja en libertad, pues sus confesiones son achacadas por la Inquisición a paranoias juveniles.
Observaciones
Este ejemplo se recoge a modo de testimonio real, porque se facilitan fechas concretas, como el día en que Aldonça declara: 7 de julio de 1619. No hay, sin embargo, ninguna aclaración al respecto de la veracidad por parte del recopilador, como sí hay en otros relatos.
Libros del "Cuentamiedos"
La sonámbula de Urepele, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Muchacha sonámbula
Tipología
Bruja
Descripción
Los padres de una joven de Urepel descubren que es sonámbula por un aviso de los vecinos, y comienzan a turnarse para vigilarla por las noches. Durante mucho tiempo no ven nada extraño, hasta que una noche la joven se marcha por la ventana y bajo la lluvia. Horas más tarde regresa y se vuelve a meter en la cama; los padres, al tocar su ropa, ven que está seca, lo cual resulta muy llamativo. Finalmente, deciden consultarlo todo con la curandera del pueblo, quien, sospechando algo más que un simple sonambulismo, les da un amuleto para que se lo coloquen encima. De hecho, en una ocasión en que hallan a su vástaga en el lecho como sin respiración ni latido, le colocan el amuleto, de modo que ésta, profiriendo alaridos, atraviesa los cristales y escapa. No regresa nunca más. Poco a poco, la leyenda de la sonámbula se convierte en la leyenda de la sorgina.
Observaciones
Pensemos que esta historia del sonambulismo conecta, de alguna manera, con la teoría del doble en el caso de las brujas, pues en diversos tratados se explica el hecho de que una mujer haya estado durmiendo plácidamente en su cama, y al mismo tiempo se la haya identificado en un aquelarre aludiando a tal tesis: un diablo se queda en el lecho en el lugar de la durmiente, mientras ésta disfruta del conventículo. También se recote este relato en "Leyendas de brujas navarras".
Libros del "Cuentamiedos"
La vieja de Pimorent, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Vella Coixa
Tipología
Bruja
Descripción
En el pueblecito que hay al pie del coll de Pimorent, una anciana, conocida por todos como la Vella Coixa, tenía gran reputación de bruja, dado su aspecto físico: atuendo negro y raído, espalda encorvada, gesto malicioso, nariz aguileña, etc. A eso se sumaba el hecho de que vivía en una casa destartalada y apartada. Además, esta creencia venía avalada por cierta información aportada por los vecinos, a saber: se la había visto enseñando el trasero desnudo a la luna llena (así es como las brujas ancianas que están perdiendo su poder lo recuperan); en otra ocasión, había pagado a un monaguillo tras la misa para que cerrara el misal, pues el sacerdote lo había dejado abierto (las brujas no pueden abandonar la iglesia si el misal sigue abierto); también se decía haberla descubierto orinando en un agujero y revolviendo el orín, por lo cual al poco tiempo había habido una terrible tormenta; por último, tuvo lugar un suceso realmente alarmante: unos leñadores escucharon gritos de auxilio procedentes del bosque una mañana, y al acudir hallaron a la Vella Coixa en un alto árbol, desnuda, del que no podía bajar. Llegaron a la conclusión de que era una bruja que había terminado allí al ser sorprendida por el alba de vuelta de un aquelarre. La solución que encontraron fue talar el árbol y, como resultado, la vieja falleció. No lo contaron a nadie, enterraron el cuerpo y guardaron el secreto. Como nunca regresó a su casa, la vivienda de la supuesta bruja quedó abandonada, pero quedó como testimonio de la leyenda de esta mujer que, según sus vecino, no podía ser más que una bruja.
Observaciones
En torno a esta figura de la Vella Coixa se aglutinan varias historias que tienen que ver con motivos que se repiete en más de una ocasión: la bruja que no puede salir de la iglesia porque el misal está abierto, la bruja provoca una tormenta revolviendo su propio orín, y la bruja queda abandonada a su merced durante su regreso del aquelarre. A esto hay que sumar todos los elementos de la brujería tradicional a los que se hacen referencia. Vemos cómo, de este modo, una vecina de Pimorent encarna un mito que se plasma en diversas leyendas que circulan por el norte de España.
Libros del "Cuentamiedos"
Las de Olorón son las peores, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Brujas de Olorón
Tipología
Bruja
Descripción
Un peregrino que está recorriendo el camino de Santiago pernocta en una posada, en la cual se queda charlando con un grupo de personas sobre las brujas de la zona. Todos son muy crédulo y él es el único que se muestra racional y expresa que estas mujeres no existen. Cuando se marcha a su habitación, se duerme enseguida, pero al poco tiempo es despertado por el frío que sentía. Se dio cuenta de que la estancio no tenía techo, estaba a la intemperie; además, comenzaba a nevar. Intentó llamar a los posaderos, pero nadie acudió. Al final volvió a dormirse, medio congelado, o tal vez perdió el sentido. Lo encontraron tiritando a la mañana siguiente. E techo estaba en su sitio y no había signos de nieve ni humedad. No se atrevió a contar el suceso a nadie y continuó su camino, pero a las pocas horas, por efecto del frío pasado, comenzó a enfermar. Lo recogieron otros peregrinos y lo llevaron al hospital de Somport. Una vez volvió en sí, explicó su vivencia al fraile que lo cuidaba, quien afirmó la existencia de las brujas y, además, dijo que la de Olorón eran las peores.
Observaciones
Se trata de un relato sobre la lección que reciben los incrédulos. Estamos ante un motivo que se repite en más de un ejemplo.
Libros del "Cuentamiedos"
Para pagar una deuda, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Vieja bruja y joven doncella
Tipología
Bruja
Descripción
Un hombre viudo de Sara ha contraído una gran deuda con un tahúr, quien amenaza con quitarle la casa si no paga. Desesperado, acude a ver a una bruja que vive en una casa en el bosque, a quien muchos aldeanos piden ayuda cuando lo necesitan, a pesar de tratarse de un personaje maligno. Ella se ofrece a conseguirle el dinero si le trae a su única hija, doncella. Él no tiene más remedio que aceptar. La joven, virtuosa, marcha hacia su destino y será iniciada en la secta por la bruja, que la unta y la hace volar hasta el aquelarre, donde pronuncia el reniego y es conocida carnalmente por el diablo. El demonio, tras tal acto, le entrega una bolsa con las monedas acordadas. Y así, ya iniciada, e incluso con la marca diabólica en un ojo, regresa a casa, para entregar el dinero a su padre; sin contarle todo lo vivido. La gran sorpresa viene cuando, al vaciar el saco, lo único que encuentran son cagarrutas de cabra, y no monedas. Cuenta la leyenda que el viudo fue a ver a la bruja, a pedirle cuentas, pero lo único que ella dijo es que tal vez el diablo hiciera eso porque la muchacha en realidad no fuera doncella. De esta manera revelaría su maldad. Finalmente, el hombre perdió su casa.
Observaciones
Como vemos, el final es feliz para la bruja, que consigue presentar ante su señor a otra adepta. La joven es mancillada y tanto ella como su padre, burlados. Los relatos sobre cómo una bruja consagrada actúa como maestra son también abundantes. Se trataría de un motivo libresco, ya que el aquelarre, en la forma aquí presentada, no tiene nada que ver con la brujería tradicional. Sí vemos, no obstante, que ha pasado al acervo popular tras la eclosión de la fiebre brujeril de los siglo XVI y XVII.
Libros del "Cuentamiedos"
Te comeré de un bocado, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Vieja marginal
Tipología
Bruja
Descripción
En la zona de Bearne, vivía una anciana, apartada de la aldea, que tenía fama de bruja. En una ocasión, tres jóvenes del pueblo decidieron acercarse a su casa para burlarse de ella. Lo que no sospechaban es que la historia no terminaría como ellos esperaban. Se acercaron a la vivienda justo en el momento en que la mujer tenía la costumbre de danzar tres veces alrededor del fuego, entonando una canción que iba inventando sobre la marcha. Lo primero que oyeron, al llegar a su destino el primer mozo fue: "!Ya tengo al primero!", por lo que se pensó descubierto y se asustó mucho. Lo mismo le sucedió al siguiente, que al arribar al muro oyó: "!Ya tengo al segundo!". Y al último, que escuchó: "!Ya tengo al tercero!". Pero éste era al más orgulloso de los tres y no quiso irse sin defecar en la puerta de la cabaña. Cuando estaba aplicado a ello, la anciana, que vio que la manzana que estaba asando soltaba todo su jugo en la chapa del fuego, exclamó: "!Ah, pues si ya te has cagado te comeré de un bocado!". Así que creyéndola de verdad una bruja, salieron corriendo y jamás osaron volver a burlarse.
Observaciones
En realidad se trata de una supuesta bruja, porque cumple con algunas de las características del estereotipo: anciana, que vive aislada junto al bosque, carácter taciturno, marginal... Nos hallamos ante una leyenda presentada a modo de cuento jocoso. Se conoce alguna variante consistente en que el tercer joven no defeca ante la puerta de la vieja, sino que orina, justo en el momento en que la presunta bruja coge la longaniza que está asando, para que sus dos gatos no se la coman y exclama: "!Apartaos, apartaos, bichejos, que me la comeré cruda y no os daré ni el pellejo!". De este modo, el muchacho piensa que es su miembro el que peligra y huye despavorido. La esencia de este relato es jugar con el equívoco.
Libros del "Cuentamiedos"
Una mujer fría, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Esposa fría con su marido
Tipología
Bruja
Descripción
En Mazères, un hombre fue a hablar con el sacerdote del lugar porque estaba preocupado, ya que su esposa se mostraba fría con él algunas noches, ni siquiera parecía ella misma. El cura pronto sospechó que algo extraño sucedía, pues en otras ocasiones la mujer se mostraba muy cariñosa con su cónyuge, y cuando se mostraba distante era siempre en días no alternos. La conclusión fue que podía ser una bruja y el religioso recomendó a su feligrés que cuando notara a su pareja fría, tratara de hacerle alguna señal en la espalda, para ver si por la mañana la seguía teniendo. Así lo hizo, pero trazó una cruz en la espalda de su supuesta mujer, así que la persona que estaba a su lado comenzó a retorcerse y terminó transformada en un tronco reseco. Al implicado avisó al sacerdote, quien confirmó que era un demonio que quedaba en el lugar de su pareja cuando ésta marchaba al aquelarre de los viernes. De hecho, la mujer regresó al amanecer y tuvo con confesarlo todo. Fue quemada en la hoguera, a la cual fue echado el tronco.
Observaciones
La idea de la réplica que queda en lugar de la bruja cuando la susodicha acude al sabbat aparece en multitud de tratados sobre brujería. Es la explicación plausible para los inquisidores cuando la persona acusada había dormido en su cama junto a los suyos, pero algún vecino aseguraba haberla visto en el aquelarre. Este hecho no dejaba espacio para la coartada. Se trata de un motivo que se desarrolla en la tratadística, que no tiene que ver con la brujería tradicional, y que, por tanto, se pone en circulación a partir de lo libresco, solo después pasa a ser popular y es recopilado en esta clase de colecciones.
Lope de Isasti
Relación que hizo el Doctor don Lope de Ysasti [...] acerca de las maléficas de Catabria
Género
Relación de sucesos
Año edición / composición / representación
1618
Lugar / Librero / Editor
Julio Caro Baroja, 1933
Personaje Mágico
Brujos y brujas
Tipología
Bruja
Descripción
Esta Relación resulta interesante en tanto no estamos ante un trabajo puramente teórico o de reflexión sobre la secta de las brujas, sino que nos hallamos ante un escrito que reviste gran relevancia en tanto posee un cariz literario incuestionable. En apenas 14 páginas encontramos unos veinte relatos. Podría considerarse la presencia de más incluso, pero son veinte los que poseen la suficiente entidad como para ser recogidos en esta base de datos, y es lo que haremos en las sucesivas fichas. Se demuestra así la gran importancia de este tipo de textos, que no se han abordado desde una perspectiva literaria, para determinar la existencia de relatos acerca de personajes mágicos o entidades sobrenaturales. Sin esta materia prima nuestro estudio quedaría absolutamente sesgado. Es, por ello, absolutamente crucial abrir la investigación filológica a este caudal de textos, que sin duda ampliarán nuestro horizonte y nos permitirán avanzar tambien en la línea de lo folklórico y antropológico.
Observaciones
Esta relación la transcribe Julio Caro Baroja en 1933, en un trabajo titulado "Cuatro relaciones sobre la hechicería vasca", en Anuario de la Sociedad de Eusko-Folklore, 13, 1933, pp. 87-145.
Luis de Fonseca (recoge y ordena los datos)
Relación summaria del Auto de la Fe que los Señores Doctor Alonso Bezerra Holguin, del ábito de Alncántara, Licenciado Ioan del Valle Alvarado, Licenciado Alonso de Salaçar Frías, Inquisidores Apostólicos en el Reyno de Navarra y su destricto, celebraron en la Ciudad de Logroño, en siete y ocho días del mes de Noviembre, de mil y seycientos y diez años.
Género
Relación de sucesos
Año edición / composición / representación
1611
Lugar / Librero / Editor
Burgos, Juan Bautista Varesio
Personaje Mágico
Brujos y brujas
Tipología
Bruja
Descripción
Esta relación recoge información de primera mano sobre el Auto de Fe de Logroño de 1610, en el que se castigó a varias personas por el delito de brujería. Seis de los acusados fueron quemados vivos, y cinco en efigie, por haber muerto en las cárceles. Y otros muchos fueron reconciliados. La relación sigue el siguiente esquema: 1) Luis de Fonseca al lector (causas y finalidad del documentos). 2) Relación: I.- Auto de Fe en sí. II.- Modo de proceder de la secta de los brujos: a) principio y antigüedad de la secta b) figura del demonio c) conventículos d) cómo los brujos resabiados atraen a otros nuevos brujos: - se vende la brujería como placer - iniciación - unto - vuelo - demonio - maltrato infantil - los maestros - los sapos - la marca diabólica - cuidado del sapo que actúa como demonio familiar e) Aquelarres: - adoración - imagen del demonio - banquete - orgía - aquelarres especiales - castigo por no acudir a las reuniones - réplica del brujo/ que queda en casa - sobre el uno y el vuelo real f) Aquelarres extraordinarios: - confesión - adoctrinamiento - misa: - sermón - ofertorio (y cómo se consiguen los huesos ofrecidos, los cuales el demonio se come) - consagración - bendición - comunión - adoración g) Ponzoñas - sabandijas - proceso de confección de venenos - para qué sirven estas ponzoñas - cómo se concluye el proceso - uso (para venganza: enfermedades, infanticidio, maltrato, ruina de campos, etc.) - encargo del demonio de que hagan el mal h)secuestro de niños i) profanación de cadáveres j) el silencio de los brujos k) Metamorfosis l) Viaje aéreo por acción diabólica m) Nombre de Jesús y protección de la señal de la cruz n) Otras cosas particulares de la brujería: - Persistencia en la brujería por deleites carnales - Resumen actos nefandos de la secta ñ) Justificación del ajusticiamiento de los brujos o) Llamamiento a las autorideades III.- Otras acusaciones
Observaciones
Esta relación no difiere de la editada por don Juan de Mongastón en el mismo año, en Logroño. No obstante, presenta una información más extendida y detallada y no solo se refiere a los hechos de los brujos (aunque estos ocupan la mayor parte de tal documento), sino que también se detiene en el resto de delitos castigado en este Auto de Fe. Luis de Fonseca trabaja el texto de una manera mucho más esmerada que Mongastón, y aplica un estilo más literario. Por otra parte, se presenta una introducción a modo de brevísimo tratado, se alaba el celo de los inquisidores y, de alguna manera, se apoya su función y su visión de los hechos desde este texto, que llega a ser más ortodoxo que el de Mongastón, mucho más sensacionalista. De este modo, los objetivos de ambas relaciones son diferentes, y esto se refleja en el contenido, en los detalles presentados y también en los relatos insertos, pues no todos coinciden en ambas piezas. Facilitamos en sucesivas fichas los 36 ejemplos que integran el panfleto editado por Varesio.
Mikel Azurmendi
Las maléficas
Género
Novela histórica
Año edición / composición / representación
2012
Lugar / Librero / Editor
San Sebastián, Hiria
Personaje Mágico
Brujas
Tipología
Bruja
Descripción
En esta novela, Azurmendi, investigador reputado en materia de brujería, otorga forma narrativa a su exhaustiva indagación acerca de los factores que pudieron conducir a la caza de brujas que desembocó en el Auto de 1610 de Logroño. Lo hace de manera magistral, creando al personaje ficticio de Martín Larralde, que supuestamente él ha conocido porque el maestro Caro Baroja le entregó un manuscrito de este monje, en el que se reflejan todos sus descubrimientos acerca de la secta de las brujas, asunto en el que se centró desde 1607 hasta 1614. Martín Larralde encarnaría a una figura que, según el autor, debió de existir, cuya función sería la de abrir los ojos al inquisidor Alonso de Salazar y Frías. Todos los demás personajes que pueblan las páginas del texto son reales, por lo que la tarea de documentación ha sido colosal. El escritor llena los huecos haciendo uso del género de la novela histórica y va desgranando sucesivamente todas sus teorías al respecto, pues son varios los factores que debieron de confluir para que se iniciara una persecución como la que se conoció en Urdax, Zugarramurdi y zonas aledañas. Finalmente, Salazar y Frías, asistido por Martín Larralde, se dará cuenta de que no existe una sola prueba de la existencia de la brujería y conseguirá que la Suprema detenga la persecución y dé una serie de pautas para afrontar este tipo de casos. En el momento en que se deja de predicar sobre las brujas, en que se cesa de hablar de este tema, la obsesión desaparece. Para el autor, son varias las razones que pudieron combinarse para que tuviera lugar el Auto de Fe de Logroño de 1610, desde la conspiración consciente (que habría tenido sus antecedentes) de los señores de Urtubi-Alzate y Sant-Per, para recuperar el poder perdido y vengase de quienes les habían arrebata su lugar en San Juan de Luz; hasta la gran influencia de la tratadística, pasando por la participación en todo ello del abad de Urdax, como respuesta a la desanexión de Zugarramurdi; la discriminación de los agotes, la importancia de la predicación, la trascendencia de las acusaciones por parte de niños y adolescentes, y el problema que se genera cuando se abandona la iglesia de la aldea para dirimir conflictos vecinales y se hace intervenir a la Inquisición.
Observaciones
Se trata de una novela histórica con mayúsculas, pues se utiliza la literatura como medio para reconstruir una realidad, a través de un hilo conductor y un personaje central ficticio, pero con una mayoría de elementos reales y de actantes históricos.
Pierre de Lancre
Tratado de brujería vasca
Género
Tratado
Año edición / composición / representación
1613 (primera edición, 1612)
Lugar / Librero / Editor
París, Nicolas Buon
Personaje Mágico
Brujos y brujas
Tipología
Bruja
Descripción
En este tratado, Pierre de Lancre, inquisidor francés que viajó al norte del País Vasco en 1609, detalla todos los actos que se imputaban a las brujas de aquella zona, pues según él cometían terribles crímenes y se caracterizaban, sobre todo, por su asistencia al aquelarre. Este texto resulta de interés por dos motivos principales: en primer lugar, porque se refiere a la brujería del norte de nuestro país y, por tanto, nos dice mucho acerca de ciertas creencias que afectaban a las mencionadas zonas rurales; en segundo lugar, porque las páginas de este libro evidencian la fabulación a que eran sometidas las confesiones de las brujas, que, a su vez, podían también ser resultado de las presiones a que el propio inquisidor y sus acompañantes sometían a las interrogadas. Nos hallamos, de nuevo (al igual que sucedía en el "Malleus Maleficarum", más de un siglo después, ante un gran relato, construido a partir de las viejas creencias y tradiciones, del folklore, de los rumores y habladurías, y cómo no, de las confesiones, basadas en todo lo anterior.
Observaciones
En el caso de este tratado, del mismo modo en que procedimos al registrar el manual de Sprenger y Kraemer, realizaremos un vaciado de lo que se podría denominar "germen del microrrelato". No nos referiremos a todas y cada una de las confesiones, sino a los pequeños relatos que hemos hallado y que, en consecuencia, poseen muchísimo de literario, aunque se presentan como testimonios de hechos reales.
Pierre de Lancre
Tratado de brujería vasca
Género
Tratado
Año edición / composición / representación
1613 (primera edición, 1612)
Lugar / Librero / Editor
París, Nicolas Buon
Personaje Mágico
Brujas
Tipología
Bruja
Descripción
En el Discurso II del Libro II, se aportan toda una serie de nombres y confesiones referidas al modo de acudir al sabbat y por quién o quiénes eran conducidos o incitados los diferentes brujos y brujas. Se cita a: Marie de la Ralde, Jannette de Abadie, Margueritte, Catherine de Arreiouaque, Marie de Dindarre, y otras de quienes no se especifica el nombre. Estas mujeres explican, cada una con unos detalles diferentes, que confieren a su confesión la condición de "variante" de un mismo motivo, cómo fueron iniciadas por otras vecinas, a veces cuando todavía eran unas niñas; algunas veces el diablo las lleva y otras se avisan unas a otras para acudir hasta allí; incluso aunque no deseen volver a acudir, pueden ser arrebatadas involuntariamente por el demonio. Algunas brujas hablan, además, de algunos aspectos del aquelarre, tales como las relaciones íntimas con el diablo (cuyo semen sería muy frío), que había personas que tocaban la flauta y el tamboril, o cómo se fabricaban venenos allí. Además, las asistentes se jactaban de provocar tormentas para que los barcos naufragaran.
Observaciones
Todo esto le sirve a Lancre para afirmar que el transporte al aquelarre se da de manera real y corporal; no se trata de una ilusión o una alucinación. Y cuando una persona es arrebatada mientras duerme o mientras se halla presa, y otros testigos afirman que no se movió del sitio en el que estaba, es porque el diablo sí la llevó materialmente, pero dejó en su lugar un fantasma con su misma forma.
©Eva Lara Alberola (2012-2024)
Proyecto 2017