José Dueso (compilador)
Juanis "el brujo de Bargota" (IV). En "Leyendas navarras de brujas"
Leyenda
2014
País Vasco / José Dueso
Juanis de Bargota
Brujo
Este relato versa sobre la tensa relación entre Juanis y el abad de Ontiñano y las burlas que el primero dedica al segundo. Ambos acudieron en una ocasión a las fiestas de San Fermín. Cuando Juanis llegó a pedir posada no quedaban plazas, pero tras mucha insistencia logró que le dejaran dormir en el suelo de una estancia ocupada por dos personas, entre las cuales se encontraba el mencionado abad. Saludó a los huéspedes, que le miraban desde sus camas e indicó que él, antes de dormir, debía quitarse la cabeza; así que la desatornilló y la dejó en la mesilla de noche. Esto espantó a los dos ocupantes de la estancia, que salieron en busca de testigos. Regresaron con el mesonero y más personas, que lo única que vieron fue a Juanis durmiendo a pierna suelta, con la cabeza incluida. Así que los presentes tomaron al abad y su acompañante por locos. Ambos abandonaron el mesón y Juanis pudo acostarse en una de las cómodas camas y tener la habitación para él solo.
Juanis juega a la burla con el abad. Lo hace usando su poder, más propio de un nigromante. Se añade también una apostilla a esta narración sobre la enemistad entre el abad y Juanis. De modo que un día el de Ontiñano oficiaba una misa en la que se presentó Juanis. Como el abad no podía tolerar su presencia, se negó a continuar y el brujo, enojado, al final se vengó trasportando a este religioso por los aires hasta las peñas de las Dos Hermanas de Codés y allí lo dejó pegado. Por eso, los habitantes de la zona aseguran que permanece ahí pegado, ya que la peña más grande recuerda la forma de un sacerdote con casulla.