En el aquelarre de Zugarramurdi, en Brujas en el Pirineo fantástico
Leyendas
2006
Libros del "Cuentamiedos"
María de Zozaya
Bruja
María de Zozaya, una de las brujas más conocidas de todo Euskal Herria, estuvo una temporada casada con un hombre extranjero, que sospechando la calidad de bruja de su mujer, decidió abandonarla. No obstante, quiso presenciar uno de los aquelarres para poder identificar a su esposa y para ello acudió al prado de Zugarramurdi donde normalmente se celebraba el conventículo. Oculto, no tardó en ver a varios brujos y brujas llegar volando por los aires. Una vez allí, montaron un estrado y pronto se personó, saliendo desde la famosa cueva, una criatura mitad humana mitad macho cabrío. Todos lo honraron como su señor y ocupó un trono sobre el escenario. Pronto descubrió a su mujer como la persona que subió y se colocó ante el demonio, desnuda, para servir como altar para una misa negra, que ofició el mismo cura de Zugarramurdi.
En un momento dado, tras la misa, tiene lugar la confesión de los brujos de sus maldades y una danza con una orgía. El hombre lo observa todo con excitación y fascinación, hasta que todo toma un cariz terrorífico, pues se presenta ante el diablo a una virgen del pueblo que ha sido arrancada de su cama; como no acepta unirse a la secta, es apuñalada y, por tanto, sacrificada por el cura del pueblo, ante la petición del diablo.
No puede evitar, entonces, salir para reclamar justicia, pero al ser descubierto y acusado por María de Zozaya, la preferida del demonio, de haberla abandonado e intentar ahora humillarla, es atado al cadáver de la virgen, llevado hasta la cima de una montaña y despeñado.
En este relato, de Navarra, se literaturiza un suceso muy conocido, a partir del Auto de Fe de Logroño de 1610. Resulta interesante porque María de Zozaya, que ya se había convertido en protagonista de varias historias recogidas en las relaciones editadas tanto por Mongastón en Logroño, como por Varesio en Burgos, vuelve a convertirse en la figura central de una leyenda que no coincide con las contenidas en las mencionadas relaciones. Esto da cuenta de cómo circularon narraciones que partían de un hecho histórico muy concreto, pero que posteriormente conocieron una vida independiente y larga.