1742 (en "Libro nuevo de entremeses intitulado: cómico festejo", segundo tomo).
Madrid, Gabriel del Barrio.
Cartuja
Bruja
La Cartuja es una bruja de tomo y lomo, de aquellas que se untan y no faltan a ningún aquelarre. Las cosas se ponen difíciles para ella cuando su marido, Zeledonio, descubre su secreto y ella se ve obligada, bajo amenaza de muerte, a prometer que lo llevará con ella al conventículo, que es lo que realmente le interesa a él, participar de esa festividad. En el día acordado ambos se untan, y a ellos se suma un vejete, vecino que el que Zeledonio había comentado varias veces su preocupación por las actividades de su mujer. Pronto surcan los aires y Zeledonio es muy consciente de que está siendo transportado por demonios. Una vez en el aquelarre, que se perfila como una celebración con un carácter muy popular, Zeledonio nombra a Dios y todo desaparece. Descubre que está muy lejos de su aldea, en Irlanda, y la pieza termina con un baile de este personaje con los matachines y el hundimiento de los personajes.
La anécdota que se recrea en esta obra no es original de Castro. Este la recoge probablemente del "Jardín de flores curiosas" de Torquemada, quien, a su vez, la extrae de "De hereticis", de Pablo Grillando.