"Una bruja en Itxianborda". En "Leyendas navarras de brujas"
Leyenda
2014
País Vasco / José Dueso
Mujer de Landibarre
Bruja
En la población de Landibarre corría el rumor de que la señor de la casa Intxianborda era bruja, pues había sido sorprendida en alguna ocasión con pocas ropas por el monte, había asustado a algún caminante y no frecuentaba demasiado la iglesia. Así que los vecinos decidieron avisar a su marido, el cual se soprendió muchísimo por la noticia y negó esa posibilidad, puesto que su esposa llegaba a la noche agotada y caía rendida en la cama, donde dormía de un tirón. No obstante, el buen hombre quedó con la mosca detrás de la oreja y, dado que él también dormía a pierna suelta, temió haber pasado algo por alto.
Una noche despertó sobresaltado y descubrió que su mujer no estaba. Al cabo de un rato y después de mucho buscar, la encontró en la cuadra, desnuda, y subida a lomos de una vaca. Ella, asustada, terminó confesando que volvía del aquelarre.
El final cambia según la variante. En unos relatos la mujer abandona la brujería después de haber sido castigada por su marido. En otros, el esposo experimenta gran curiosidad por eso de la brujería y pide ser iniciado, de forma que termina convirtiéndose en brujo él también.
Existen varias leyendas en las que uno de los cónyuges, normalmente el marido, aunque también puede ser un vecino o similar, después de descubrir la existencia de una bruja cercana, pide ser iniciado. El desenlace de la narración varía. Hallamos varias en las relaciones del Auto de Fe de Logroño de 1610 que plasman este motivo y, una vez el iniciado está en el aquelarre, se admira por alto y termina mencionando el nombre de Jesús, de modo que todo desaparece, por ejemplo. Existen otras modalidades, por lo que la curiosidad y el deseo de iniciarse en la secta constituyen un motivo que se repite.
También el castigo aparece en algún que otro ejemplo, bien llega por parte del familiar que descubre el secreto, bien por parte de la justicia. Este último es el que más abunda.