Juanis "el brujo de Bargota" (II). En "Leyendas navarras de brujas"
Leyenda
2014
País Vasco / José Dueso
Juanis
Nigromante
Se presenta otro relato sobre Juanis de Bargota. En este caso, se resalta su amistad con Juan Lobo, un bandido muy famoso que se guarecía en el castillo de Punicastro, en la sierra de Codés.
Un día en que este Juan Lobo vio acosada a su banda, llegó hasta Bargota y entró en casa de Juanis. Todos lo vieron entrar y los arcabuceros pasaron toda la noche esperando para darle caza al amanecer en cuanto asomara por la puerta. Nadie lo vio salir, pues Juanis lo había convertido en gato negro y así le fue muy fácil escapar de noche y huir por el campo.
Por la mañana, un cabrero de Espronceda lo descubrió, pues un gato negro le estuvo espantando el ganado. El hombre consiguió darle un golpe con su cayado y lo dejó inconsciente, mas al propinarle un segundo golpe el gato se incorporó y escapó. A los brujos solo los golpes impares consiguen dañarlos.
Aunque Juan Lobo continuó con sus fechorías, nunca volvió a atacar a los vecinos de Bargota.
Juan Lobo no es un brujo en sí, pero en su metamorfosis felina se comporta como tal, pues su transformación es resultado del poder de Juanis, que además de nigromante es también brujo, del que se dice que acudía a los consabidos aquelarres.
En cuanto a la cuestión de los golpes pares o impares a un brujo/a en forma de bestia, es un motivo recurrentes. Solo los golpes impares dañan al brujo.