"La pregunta del cura", en Leyendas guipuzcoanas de brujas
Leyenda popular
2014
José Dueso
Bruja
Bruja
En Amezqueta, un cura, interesado en las cuestiones de brujería, sospechaba de una de sus feligresas y un día que la encontró a solas en un camino le dijo que sabía muy bien que era bruja. Ella no respondió, pero sí lo miró de forma penetrante, así que él procedió a asegurar que no la delataría. Lo que sí quería era saber cómo se celebraba la gran fiesta en el aquelarre. Ella, para no confesar de manera abierta, le contestó que no estaba segura, pero que, según tenía entendido, los brujos hacían sus necesidades en la cuchara del cabrón que presidía tal reunión.
El sacerdote no respondió, pues se sintió avergonzado y, tal vez, decepcionado, así que se marchó cabizbajo, sintiendo la aguda mirada de la mujer.
Se trata de la historia del curioso, aunque sin la propuesta por parte del susodicho de acudir con la bruja al aquelarre para ver lo que allí se cuece. En otras versiones sobre el motivo de la curiosidad malsana acerca de la brujería, siempre hay una segunda parte en el relato, consistente en la asistencia del protagonista al conventículo y la posterior lección que recibe como castigo a esa curiosidad, que se condisera un mal vicio.