Juanis "el brujo de Bargota" (VII). En "Leyendas navarras de brujas"
Leyenda
2014
País Vasco / José Dueso
Juanis de Bargota
Brujo
Juanis hubo de marchar un día a Torralba y al regresar se dio cuenta de que se había dejado allí un bastón con un cañute que guardaba dentro. Envió a un muchacho a recogerlo y le pidió que no lo abriera por nada. El niño no pudo resistir la curiosidad y, de camino, lo abrió. De este modo, salieron volando los enemiguillos del cura de Bargota, preguntando qué quería que hicieran. Como no se le ocurría gran cosa, ordenó que recogieran piedras y las amontonaran. No tardaron en terminar su misión y volvieron a agobiar al joven con preguntas sobre qué deseaba ahora.
Finalmente, les ordenó que volvieran al cañute y así pudo llegar sin más contratiempo a su destino.
En Torralba del Río, en Navarra, todavía se puede ver un montón de piedras que se dice que son las que los enemiguillos amontonaron.