Libros del "Cuentamiedos"
Aquí no hay brujas, en Brujas en el Pirineo fantástico
Leyendas
2006
Libros del "Cuentamiedos
Monjas
Otros
A principios del siglo XVII en Bearne se llevó a cabo, según el recopilador de estas leyendas, una persecución en la cual tomó parte el dominico que va a protagonizar este cuento. Durante sus pesquisas necesita un lugar donde pasar la noche, y lo hará finalmente en un convento de religiosas del valle de Barétous. Allí le asegura la madre superiora que estará a salvo de las brujas de la zona. El hombre se echa a dormir en su alcoba y a media noche se despierta sobresaltado por un ruido. En teoría estaba bien protegido, armado con su cortaplumas y con un crucifijo colgado de la puerta y otro de la ventana, por fuera, para ahuyentar a los malos espíritus. El sonido es como el del caño de una fuente y procede de la entrada de la habitación. Cuando el pesquisidor abre la puerta encuentra a una de las monjitas de clausura con las ropas levantadas y orinando sobre la cruz. Tanto se altera que la hiere en el muslo con el cortaplumas, pero ella sale huyendo. Pronto avisa a la superiora y le cuenta lo ocurrido. Por ello, todas las monjas son convocadas. Buscarán a la culpable mirando si tiene una herida en el muslo. La sorpresa viene cuando todas las hermanas presentan la misma herida, totalmente idéntica, en la misma pierna.
Podríamos decir que es éste un cuento de brujas, puesto que se habla de un perseguidor de estas mujeres, un dominico muy crédulo que es quien experimenta lo plasmado en este relato. Por otra parte, a sus ojos, las protagonistas de la presente historia son brujas, dado el suceso preternatural en el que participan, al presentar todas idéntica herida. Eso sí, otra posible interpretación del relato tendría que ver con que todas las hermanas se protegen unas a otras, de ahí que se hieran para que la culpable no sea castigada.