La "Caramba" de Arguedas. En "Leyendas navarras de brujas"
Leyenda
2014
País Vasco / José Dueso
"Caramba"
Bruja
En un pueblo de la cuenca del Bajo Aragón, vivió una bruja apodada la "Caramba", pues siempre exclamaba con descaro a aquel que se encontraba: !Caramba, caramba...!
Habitaba la mujer en una cueva del pueblo y tenía prohibido a todos que se acercaran hasta su morada. Si alguien pasaba cerca, prorrumpía en horribles maldiciones. Tenía también la costumbre de caminar borracha entonando cánticos y extrañas palabras. Por ello, todo el mundo le tenía gran temor.
Un día, cuando anochecía, se arrojó o alguien la empujó desde un barranco muy alto, pero no murió, sino que se levantó sin herida alguna y no sufrió ningún daño. No obstante, sí falleció cuando llegó su hora, suplicando que alguien le diese la mano para traspasar sus poderes. Como nadie osaba hacerlo, una vecina le dio una mano de almirez y cuando volvieron a meterla en el mortero, la moribunda se puso a dar brincos como si estuviera endemoniada.
Podemos observar en este relato la existencia de personas (no sabemos si la "Caramba" existió o no) que generaron en los pueblos en los que habitaban la creencia de eran brujas; seguramente por su excentricidad, sus malos modos, su marginalidad e incluso su alcoholismo. Esto pudo dar lugar a la circulación de diversas historias imaginadas por los vecinos sobre las ancianas de estas características; lo cual llevaría a las cuestiones vistas en la narración: la mujer cae desde un barranco y resulta ilesa, o lo relativo al momento de su muerte. El motivo de la necesidad de que alguien herede el poder de la bruja en su lecho de muerte es recurrente también. No aparece en documentos tales como los tratados, que presentan numerosos ejemplos o las relaciones de sucesos que hemos manejado hasta ahora, pero sí abunda en la tradición oral. Podría tratarse de un elemento propio de la brujería más popular, frente a su interpretación canónico-teológica.