Brujas y brujos. Se nombra a Marissans de Tartas y Marierchiquerra de Machinena.
Bruja
En el Discurso I del Libro II, el autor relata lo que sucedió cuando él y otros inquisidores llegaron a Urruña, en julio de 1609.
Según confesaron ciertos brujos y brujas, de entre las que destacan las dos mujeres mencionadas, le solicitaron al demonio en el sabbat que los protegiera de la hoguera. Él, fingiendo que debía ausentarse para poder ayudarlos, no compareció a la celebración de tres reuniones. Cuando por fin de personó, explicó que se había enfrentado, para defender a sus adeptos, al mismísimo Cristo y había vencido, por lo que les aseguraba que quedarían protegidos del fuego (no fue así, pues al menos Marissans fue condenada a muerte), por ello ahora reclamaba en pago que le entregaran ochenta niños.
Pierre de Lancre asegura que todos los testigos estaban de acuerdo en sus confesiones y señalaron como brujas notables, a las que más se dirigía el diablo, a Marissans y Marierchiquerra; posiblemente por problemas vecinales con estas dos mujeres. Vemos, nuevamente, una fabulación que conduce a la literaturización de la brujería.