Ars Magica
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Cecilia Bohl de Faber (Fernán Caballero)
Cuentos, oraciones, adivinanzas y refranes
Género
Cuentística (tradición oral)
Año edición / composición / representación
1877
Lugar / Librero / Editor
Madrid, T. Fortanet
Personaje Mágico
Vieja bruja, doña Berberisca
Tipología
Bruja
Descripción
LOS CABALLEROS DEL PEZ: En este relato de encantamiento, hallamos varios elementos maravillosos pero un solo personaje mágico, en este caso femenino, al que en el propio cuento se cataloga como hechicera y también bruja. Todo comienza cuando un pobre zapatero remendón decide dedicarse a la pesca para poder llevar una vida más digna. Cuál es su sorpresa cuando pesca un pez de San Pedro que le habla y le da pautas para que lo cocine y para obtener beneficios si dos pedazos los da a comer a su mujer, dos a su yegua, dos a su perra y dos los planta en el jardín. A causa de la ingesta de este pescado, la esposa del zapatero tendrá dos hijos, la yegua, dos potros; la perra, dos cachorros; y en el jardín crecerán dos lanzas con sus escudos. Cuando los hijos de este buen hombre crecen, se convierten en dos extraordinarios y valerosos caballeros, que parten de casa de su padre sobre dos corceles, seguidos de dos sabuesos y armados con sus lanzas y escudos. Tanto se parecen los hermanos que finalmente los llaman "El caballero doble", pero como ellos desean conservar su individualidad, se separan, y uno de ellos va a parar a Madrid; lugar en el que encuentra a todos los habitantes aquejados de una gran tristeza, puesto que la princesa está a punto de ser víctima de un dragón, hijo de una malvada vieja, que todos los años acude a la ciudad para llevarse a una bella joven, y ahora le ha tocado en suerte a la hija del rey. El cabellero no está dispuesto a permitir que la princesa perezca, así que va a verla y le expone su plan. La muchacha acepta su ayuda y cuando la bestia aparece, en lugar de topar con la doncella, lo hace con un espejo que ha sido cuidadosamente colocado, de modo que el dragón cree que se está enfrentando a un enemigo, aunque solamente se está viendo a sí mismo. Mientras el monstruo se halla ofuscado ante esta visión, el valeroso joven encuentra la ocasión para atravesarlo con su espada. Así termina el horror que se repetía cada año y Madrid podrá encontrar la paz. El héroe recibe a la princesa como esposa, como no podría ser de otro modo, pero no termina ahí la historia. El príncipe descubre que en los alrededores se encuentra el castillo de Albatroz, que está encantado, y no puede resistir el impulso de acercarse hasta allí. Lo recibe un extraño eco que parece responder a sus preguntas e instarle a que abandone su empresa, pero él no se amilana y pronto la dueña del castillo le abre la puerta. Su fealdad no se puede describir y el lector no duda de que se trata de una bruja (que resulta, además, ser la madre del fallecido dragón), doña Berberisca, de la que el nombre basta para señalar su heterodoxia. La anciana recibe al huésped y le pide que se case con ella, a lo cual es muchacho se niega, respondiendo de manera hiriente. La vieja lo conduce entonces por los pasadizos más oscuros de tal fortaleza, de modo que cae por una trampilla en el abismo, reuniéndose con otros mucho que allí habían ido a parar antes que él. Así venga su afrenta la bruja, arrebatando la vida del Caballero del Pez. Mientras tanto, el otro Caballero del Pez también arriba a Madrid y, concreto al palacio real, y se da cuenta de que le hablan como si le conocieran; pronto descubre que su hermano está casado con la princesa y decide seguirle el juego a esta cuando le recrimina su tardanza en regresar del castillo encantado. De esta manera, el joven sospecha que algo le ha sucedido a su gemelo y parte para rescatarlo. Una vez allí, sigue los mismos pasos que su hermano, y la anciana cree estar viendo un fantasma. Este caballero la atraviesa con su lanza, pero antes de que muera le pregunta por su hermano. La moribunda señala que deberá ser resucitada para poder darle esa información. Así lo hará el joven, siguiendo las indicaciones que la bruja le ha dado antes de partir hacia el otro mundo. Una vez completado el hechizo de resurrección, la hechicera confiesa, y el caballero podrá descender al abismo y recoger los cadáveres de varios muchachos y también doncellas secuestradas por el dragón. Sigue el mismo patrón que para devolver la vida a la mágica y consigue devolver la vida a todas las víctimas.
Observaciones
Vemos que en este cuento popular, recogido por Bohl de Faber, destaca la figura de la malvada anciana que habita en un castillo encantado y es madre de un dragón. Su tremenda fealdad y su costumbre de asesinar a jóvenes caballeros, además de su conocimiento de las artes mágicas, la acercan al arquetipo de la bruja. Además, se indica que el objeto de su devoción era Belcebú. Faltan, sin embargo, otras cualidades o costumbres propias de la bruja, como el antropofagia o el vampirismo; por lo que este personaje en concreto es fácilmente identificable con la simple hechicera. Eso sí, en el siglo XIX y más en el terreno del cuento tradicional, solía usarse el términa de bruja para referirse al agresor de la historia, sin atender a sus características específicas.
Cecilia Bohl de Faber (Fernán Caballero)
Cuentos, oraciones, adivinanzas y refranes
Género
Cuentística (tradición oral)
Año edición / composición / representación
1877
Lugar / Librero / Editor
Madrid, T. Fortanet
Personaje Mágico
Vieja bruja (no se facilita el nombre)
Tipología
Bruja
Descripción
EL PÁJARO DE LA VERDAD: Un pobre pescador, un día en que faenaba, halló a dos bebés recién nacidos, hermanos mellizos (un niño y una niña) dentro de una arquita a la deriva, así que decidió acogerlos. Este buen hombre ya tenía ocho hijos, pero crió a estos pequeños como si fueran suyos, aunque él y su esposa nunca les ocultaron que ellos no eran sus verdaderos padres. Sus hermanastros, viendo la buena inclinación que sus progenitores sentían hacia ellos, presos de la envidia, no dudaban en insultaros y maltratarlos, por lo que un día los hermanos deciden partir en busca de su auténtica familia. Y precisamente descubren su identidad gracias a unos pajarillos que conversan entre ellos, puesto que ambos habían desarrollado la capacidad de entender y hablar con las aves. Los pájaros en cuestión hablan sobre el rey y su pobre esposa, que fue emparedada al dar a luz, supuestamente, un gato y una culebra. Esto fue, en realidad, una invención de los ministros y cortesanos contrarios a la esposa del monarca, pues esta era la simple hija de un sastre. Como el rey no se encontraba en el momento del parto en el castillo, pudo ser fácilmente engañado, y los niños fueron abandonados a su suerte. Los infantes también se enteran, gracias a las aves, de que solo el llamado "pájaro de la verdad" será escuchado por el mandatario y podrá hacerle saber toda la verdad. Este pájaro se encuentra en el Castillo de "Irás y no volverás", custodiado por un terrible gigante antropófago que solo duerme un cuarto de hora al día. Para llegar a tal lugar, hay que arribar primero a una torre en la que habita una temible bruja, la única que puede señalar el camino. Los dos hermanos llegan al pueblo en el que se ubica el palacio de sus padres, y la niña se queda alojada en casa de una buena mujer a la que ayuda con las tareas de la casa, mientras que el niño parte en búsqueda del pájaro de la verdad. Una vez localiza el pequeño la mencionada torre, pronto descubre a la horrenda bruja, rodeada de un ejército de sabandijas. Ella intenta que el muchachito entre en el castillo a pasar la noche, pero él se niega. Así que le proporciona la información que pide y le solicita "agua de muchos colores", de una fuente que brota en el castillo del ogro. El pequeño se adentra, por fin, en el castillo del ogro y, como comprende el lenguaje de las aves, consigue comunicarse con un mochuelo que le da la clave para hallar al pájaro y escapar, tanto de aquella fortaleza como del poder de la bruja. De este modo, el niño consigue su propóisto y gracias al mochulo lleva a la bruja no el "agua de muchos colores", sino otra clase de agua, que impide que ella la use para convertirlo a él en un animal, como los que habitan con ella. Y no solo eso, sino que gracias a esa agua pura todas las personas encantadas por esta malvada mujer vuelven a su estado original y ella, viéndose vencida, escapa volando en su escoba. Finalmente, los dos hermanos acuden a palacio y consiguen que el rey escuche al pájaro de la verdad, los reconozca, perdona a su esposa y la libere de su emparedamiento y regrese la felicidad a sus vidas.
Observaciones
Una vez más, la bruja actúa como obstáculo que el héroe ha de superar, pero también se presenta en ciertos momentos como auxiliar, puesto que es la que señala el camino al joven protagonista para que pueda llegar al castillo del ogro y conseguir al pájaro de la verdad. Sin embargo, la anciana pone esta información a disposición del niño porque tiene otros intereses, que el pequeño le traiga "agua de muchos colores" porque con ella podrá encantarlo y disponer de él como una sabandija más que formará parte de su corte. Por ello, la ayuda de esta mujer mágica no lo es en realidad. Y como sucede siempre en estos cuentos maravillosos, el personaje negativo es vencido. La bruja, una vez pierde a todas sus presas, escapa volando. Esto no supone su final, pero al menos es vencida temporalmente y sus víctimas son rescatadas. Las cualidades de esta fémina apuntan directamente al arquetipo de la bruja, pero más por la descripción física y por la escoba, que por la transformación de otras personas en animales, pues esto último se puede observar en relación con simples hechiceras, pensemos, por ejemplo, en Circe.
José Dueso (recopilador)
"La bruja ladrona", en Leyendas guipuzcoanas de brujas
Género
Leyenda popular
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
José Dueso
Personaje Mágico
Vieja bruja
Tipología
Bruja
Descripción
En este relato no se precisan los nombres ni de los personajes ni de las poblaciones, como en la mayoría de leyendas de esta colección. Se trata, esta vez, de un cuento tradicional, por sus características y estructura. Un padre vivía con sus tres hijos en la montaña y subsistían, principalmente, gracias a un gran manzano. Un día se dieron cuenta de que alguien entraba por las noches y robaba varias manzanas. Por ello, el padre ordenó al hijo mayor que montara guardia por la noche, pero él se durmió y el robo se perpetró igualmente. Al día siguiente fue el hermano mediano el elegio, pero también cayó en un profundo sueño y el hurto se repitió. La tercera jornada fue el hermano pequeño quien se ofreció a quedarse, aunque el padre lo veía demasiado joven para ello. Fue él, que demostró su valentía e inteligencia frente a sus hermanos, quien hirió al ladrón y gracias al rastro de sangre pudieron llegar a su guarida, en una sima. Fue nuevamente el hermano menor quien se dedició a bajar por la abertura para averiguar la identidad del visitante nocturno. Lo primero que vio fue a una muchacha bellísima, que resultó ser una princesa secuestrada por una bruja. El muchachito rescató a la joven, atándola a una cuerda y haciendo que sus hermanos la sacaran de aquella gruta, aunque a él lo dejaron allí, movidos por la envidia. Pronto halló a la bruja, peinando sus desgreñados cabellos, acompañada de un gato que lo atacó. Se enfrentó a ella y, a pesar de su fuerza, la venció cortando su lengua con una hoz, y colgando de su cuello unos escapularios que la princesa le había regalado antes de marcharse, como agradecimiento por ser su salvador. La vieja no pudo soportar el contacto del objeto sagrado y pidió clemencia. A cambio de quitarle los escapularios, el joven le solicitó salir de allí, y ella lo sacó volando como un pájaro. El mancebo partió hacia el reino de donde procedía la princesa, pero al llegar supo que se iba a casar con su salvador y sospechó que este era uno de sus hermanos. No se equivocó. Así que se hospedó en una posada y pasó el día dando golpes al cristal de la ventana con un martillito y cuando la comitiva nupcial desfiló, usó la lengua de la bruja, que se había guardado, para convocar una tempestad, por lo cual la boda fue aplazada para el día siguiente. Así sucedió un total de tres veces, hasta que el muchacho fue denunciado por malas artes por los huéspedes. Conducido ante el rey, mostró los escapularios a la princeca, quien lo reconoció como su auténtico salvador. Se casaron y fueron felices.
Observaciones
Como vemos, el protagonista es el menor de tres hermanos, que resulta el más valiente. El número tres posee un papel fundamental. Y no faltan personajes maravillosos ni algunos motivos que se repiten en cuentos populares. La bruja que aquí comparece no se como la de otras leyendas fichadas. Se trata de la típica anciana que funciona como obstáculo para el héroe y que se perfila a partir de algunos rasgos arquetípicos. El final con boda y felicidad también remite al relato tradicional.
Libros del "Cuentamiedos"
La vieja de Pimorent, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Vella Coixa
Tipología
Bruja
Descripción
En el pueblecito que hay al pie del coll de Pimorent, una anciana, conocida por todos como la Vella Coixa, tenía gran reputación de bruja, dado su aspecto físico: atuendo negro y raído, espalda encorvada, gesto malicioso, nariz aguileña, etc. A eso se sumaba el hecho de que vivía en una casa destartalada y apartada. Además, esta creencia venía avalada por cierta información aportada por los vecinos, a saber: se la había visto enseñando el trasero desnudo a la luna llena (así es como las brujas ancianas que están perdiendo su poder lo recuperan); en otra ocasión, había pagado a un monaguillo tras la misa para que cerrara el misal, pues el sacerdote lo había dejado abierto (las brujas no pueden abandonar la iglesia si el misal sigue abierto); también se decía haberla descubierto orinando en un agujero y revolviendo el orín, por lo cual al poco tiempo había habido una terrible tormenta; por último, tuvo lugar un suceso realmente alarmante: unos leñadores escucharon gritos de auxilio procedentes del bosque una mañana, y al acudir hallaron a la Vella Coixa en un alto árbol, desnuda, del que no podía bajar. Llegaron a la conclusión de que era una bruja que había terminado allí al ser sorprendida por el alba de vuelta de un aquelarre. La solución que encontraron fue talar el árbol y, como resultado, la vieja falleció. No lo contaron a nadie, enterraron el cuerpo y guardaron el secreto. Como nunca regresó a su casa, la vivienda de la supuesta bruja quedó abandonada, pero quedó como testimonio de la leyenda de esta mujer que, según sus vecino, no podía ser más que una bruja.
Observaciones
En torno a esta figura de la Vella Coixa se aglutinan varias historias que tienen que ver con motivos que se repiete en más de una ocasión: la bruja que no puede salir de la iglesia porque el misal está abierto, la bruja provoca una tormenta revolviendo su propio orín, y la bruja queda abandonada a su merced durante su regreso del aquelarre. A esto hay que sumar todos los elementos de la brujería tradicional a los que se hacen referencia. Vemos cómo, de este modo, una vecina de Pimorent encarna un mito que se plasma en diversas leyendas que circulan por el norte de España.
Libros del "Cuentamiedos"
Para pagar una deuda, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos
Personaje Mágico
Vieja bruja y joven doncella
Tipología
Bruja
Descripción
Un hombre viudo de Sara ha contraído una gran deuda con un tahúr, quien amenaza con quitarle la casa si no paga. Desesperado, acude a ver a una bruja que vive en una casa en el bosque, a quien muchos aldeanos piden ayuda cuando lo necesitan, a pesar de tratarse de un personaje maligno. Ella se ofrece a conseguirle el dinero si le trae a su única hija, doncella. Él no tiene más remedio que aceptar. La joven, virtuosa, marcha hacia su destino y será iniciada en la secta por la bruja, que la unta y la hace volar hasta el aquelarre, donde pronuncia el reniego y es conocida carnalmente por el diablo. El demonio, tras tal acto, le entrega una bolsa con las monedas acordadas. Y así, ya iniciada, e incluso con la marca diabólica en un ojo, regresa a casa, para entregar el dinero a su padre; sin contarle todo lo vivido. La gran sorpresa viene cuando, al vaciar el saco, lo único que encuentran son cagarrutas de cabra, y no monedas. Cuenta la leyenda que el viudo fue a ver a la bruja, a pedirle cuentas, pero lo único que ella dijo es que tal vez el diablo hiciera eso porque la muchacha en realidad no fuera doncella. De esta manera revelaría su maldad. Finalmente, el hombre perdió su casa.
Observaciones
Como vemos, el final es feliz para la bruja, que consigue presentar ante su señor a otra adepta. La joven es mancillada y tanto ella como su padre, burlados. Los relatos sobre cómo una bruja consagrada actúa como maestra son también abundantes. Se trataría de un motivo libresco, ya que el aquelarre, en la forma aquí presentada, no tiene nada que ver con la brujería tradicional. Sí vemos, no obstante, que ha pasado al acervo popular tras la eclosión de la fiebre brujeril de los siglo XVI y XVII.
Popular (de Ana Cristina Herreros)
El ama del diablo (en "Libro de brujas españolas")
Género
Cuento maravilloso
Año edición / composición / representación
2009
Lugar / Librero / Editor
Madrid: Siruela
Personaje Mágico
Una vieja bruja que cuida al diablo
Tipología
Bruja
Descripción
Una princesa se enamora de su paje, pero para poder casarse con él, este debe traer al rey tres pelos del diablo y la explicación de por qué ya no mana vino de la fuente del rey y por qué el manzano que daba manzanas de oro se ha secado. El joven se pone en camino y le promete al barquero que le ayuda a cruzar el río que averiguará también por qué él no puede soltar los remos. Una vez en la guarida del diablo, la abre la puerta una vieja bruja que se encarga de cuidarlo, no parece esta cuadrar mucho con el bruja tradicional, ya que, a pesar de habitar junto al demonio, da al paje las claves para conseguir su propósito: lo convierte el piojo para que salte al pelaje del diablo y así, mientras la anciana los despioja le arranca los tres pelos y le va haciendo las preguntas sobre aquello que el joven desea saber. La fuente no mana porque un sapo atasca las cañerías, el árbol se ha secado porque un ratón roe las raíces, y el barquero solo tendría que entregar los remos a otro para librarse de su tarea. El muchacho regresa a palacio y consigue la mano de la princesa, pero el rey, conociendo sus vivencias, dedice visitar al diablo para averiguar el paradero de los tesoros ocultos de reino; ni siquiera llega a su destino, pues el barquero le entrega sus remos y el monarca quedará atado de por vida a la barca. El final es feliz para el paje y la princesa.
Observaciones
Aquí la bruja funciona como auxiliar y nos muestra la cara amable de este arquetipo, tal y como hemos visto en otros relatos similares.
Popular (de Ana Cristina Herreros)
La varita de las tres virtudes (en "Libro de brujas españolas")
Género
Cuento maravilloso
Año edición / composición / representación
2009
Lugar / Librero / Editor
Madrid: Siruela
Personaje Mágico
Vieja bruja
Tipología
Bruja
Descripción
Este cuento recogido por Ana Cristina Herreros narra la historia de tres jóvenes, Lluís, Vicent y Pasqual, que deseaban hacerse ricos trabajando poco. De hecho, querróan tener una varita mágica para que la tierra se arase sola o la almendra se recogiera por arte de magia. Al instante de haber hecho manifiesto este deseo, aparece por el camino una vieja que asegura poder fabricar la vara de las tres virtudes, para ello necesitará una rama de almendro cortada de tres hachazos, un hueso de rodilla de muerto y la semilla de la falaguera; todo ello recogido en la noche de San Juan. Los muchachos, cuando llega la noche señalada, se reparten las tareas y salen a ejecutarlas; pero los dos primeros, Lluís y Vicent, terminan muertos, el primero cae de la verja del cementerio al intentar salir y el segundo por un precicipio. El último de ellos, Pasqual, recibe dos topetazos de un macho cabrío que guarda el árbol del que él pretende cortar una rama; el joven entiende el mensaje y ata cabos, identificando al macho cabrío con el demonio. Al día siguiente, los habitantes del pueblo encuentran a los dos chicos muertos, y de la vieja, bruja o demonio, nadie vuelve a saber nada.
Observaciones
La bruja parece ser el señuelo para que los muchachos cierren una especie de pacto tácito con el demonio, y quienes se empecinan en terminar su tarea, Lluís y Vicent, encuentran la muerte. Su avaricia y se pereza reciben un castigo ejemplar. La bruja gana así almas para su amo, y queda patente que una auténtica bruja no regala dones ni su ayuda gratuitamente. Hallamos plasmado en este cuento al arquetipo de la bruja perfectamente, desde del punto de vista físico, pues se apela a su vejez y a su atuendo negro y con una pañoleta en la cabeza, para definirla; y desde el punto de vista psicológico.
Sprenger, Jacobo; Institoris, Enrique (Kraemer).
Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas, para golpear a las brujas y sus herejías con poderosa maza).
Género
Tratado teológico reprobatorio.
Año edición / composición / representación
1486 (composición), 1487 (edición).
Lugar / Librero / Editor
Alemania, s.e.
Personaje Mágico
Joven bruja y vieja bruja
Tipología
Bruja
Descripción
En la Parte II, capítulo I, cuentan un nuevo caso los autores de la obra. En esta ocasión se centran en un noble conde de Westrich, en la diócesis de Estrasburgo, quien se casó con otra joven noble, mas habiendo ya pasado tres años desde los esponsales, todavía no la había podido conocer carnalmente; por lo que estaba muy preocupado, sin saber que todo era resultado de un maleficio. Poco después fue a parar a la ciudad de Metz, buscando con desesperación un remedio para su problema, y allí, casualmente, encontró a una mujer que había sido su concubina antes de contraer matrimonio. Queriendo ser amable con ella, se detuvo a conversar, y vio que la muchacha indagaba acerca de cómo le iba con su mujer y cuántos hijos tenía; él mentía afirmando que todo marchaba bien y que tenía tres hijos. Ante estas afirmaciones, la mujer se sorprendía cada vez más, hasta que no pudo contenerse y expresó que le extrañaba mucho todo lo que estaba oyendo, pues supuestamente él había quedado impotente tras la ejecución de un poderoso maleficio (perpetrado por ella misma, con la colaboración de otra vieja bruja). Una vez confesado esto, también indicó dónde se hallaban los objetos que producían tal situación: en un pozo del patio de la casa del conde. Pronto la marmita fue destruida y el conde y su esposa pudieron llevar una vida normal.
Observaciones
La antigua concubina del conde lleva a cabo una venganza en toda regla; no por un abandono, pero sí por los celos que le producía su matrimonio. Se nos dice en el texto que nos hallamos ante dos brujas que colaboran para hacer posible el maleficio, pero este acto podría haber sido llevado a cabo igualmente por simples hechiceras.
Sprenger, Jacobo; Institoris, Enrique (Kraemer).
Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas, para golpear a las brujas y sus herejías con poderosa maza).
Género
Tratado teológico reprobatorio.
Año edición / composición / representación
1486 (composición), 1487 (edición).
Lugar / Librero / Editor
Alemania, s.e.
Personaje Mágico
Joven bruja y vieja bruja
Tipología
Bruja
Descripción
En la Parte II, capítulo II, se relata, a modo de ejemplo, el caso (recogido como confesión en la diócesis de Basilea) de una joven que fue iniciada por su tía en la secta de las brujas. En una ocasión, la vieja hizo entrar a la muchacha en un aposento en el que esperaban quince jóvenes vestidos de verde. Y le fueron ofrecidos para que de entre ellos escogiera a su esposo, pero ella rehusó, y por eso fue golpeada. No tuvo más remedio que acceder, y desde ese día formó parte de la sociedad secreta, y muchas noches era transportada por los aires junto a su tía. Esta protagonista y testigo de los hechos brujeriles sirve a los inquisidores como testimonio para afirmar la realidad del vuelo nocturno en muchas ocasiones. También cuenta la joven que fue azotada por su tía cuando descubrió en una marmita cabezas de niños pequeños. La tía, de la diócesis de Estrasburgo, fue quemada.
Observaciones
Como vemos, la mayor parte de relatos sirve como ejemplo para avalar o rebatir alguna de las principales tesis inquisitoriales sobre la brujería, pero proporcionan material de incalculable valor para escribir una "historia de la brujería literaria".
Sprenger, Jacobo; Institoris, Enrique (Kraemer).
Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas, para golpear a las brujas y sus herejías con poderosa maza).
Género
Tratado teológico reprobatorio.
Año edición / composición / representación
1486 (composición), 1487 (edición).
Lugar / Librero / Editor
Alemania, s.e.
Personaje Mágico
vieja bruja
Tipología
Bruja
Descripción
En la parte II, capítulo II, se cuenta que en la diócesis de Basilea, en concreto en Oberwill, había un cura que no creía demasiado seriamente en los maleficios. Pero pronto cambiaría de opinión, al verse afectado por uno de ellos. Un dia, cuando pretendía cruzar apresuradamente el puente que pasaba sobre el río, se topó con una anciana a la que no solo no cedió el paso, sino que empujó accidentalmente hasta dar con ella en el barro. La mujer lanzó contra él una maldición, según la cual no cruzaría impunemente el puente. La noche siguiente, el cura se sintió embrujado de cintura para abajo y necesitaba ayuda para caminar hasta su iglesia. Así estuvo durante tres años, hasta que fue mandado llamar por la vieja, que se hallaba moribunda en su cama y pedía confesión. Ella reconoció ser la bruja artífice del maleficio y explicó que a los pocos días de su muerte él estaría curado. Y así sucedió.
Observaciones
Vemos que estos ejemplos traídos a colación por los inquisidores demuestran la credulidad de los mismo, pues, precisamente, trata de hacer crédulo al incrédulo, tal y como le ocurrió al cura protagonista de la historia.
©Eva Lara Alberola (2012-2024)
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