Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas, para golpear a las brujas y sus herejías con poderosa maza).
Tratado teológico reprobatorio.
1486 (composición), 1487 (edición).
Alemania, s.e.
Inés y Ana
Bruja
(Parte II, cap. XIV) En Ratisbona existían brujas que embrujaban los lugares en los que había buenos caballos. Interrogadas, explicaron que lo hacían enterrando en el umbral del establo diversas cosas, como huesos de animales de diversas especies, en el nombre del diablo. Esto confesaba una bruja llamada Isabel.
Por su parte, otra llamada Ana cuenta que ella había embrujado a veintitrés caballos, y un día en que el dueño compró un nuevo equino, descrubrió a la mujer en el umbral ejecutando sus maldades, así que la amenazó y ella se amedrentó. Una vez descubierta su identidad, fue denunciada y también explicó a las autoridades que todo lo había hecho cavando un hoyo en la tierra y enterrando diversos objetos.