Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas, para golpear a las brujas y sus herejías con poderosa maza).
Tratado teológico reprobatorio.
1486 (composición), 1487 (edición).
Alemania, s.e.
Comadrona
Bruja
(Parte II, cap. XIII)
En esta ocasión, los inquisidores no localizan la acción. Solo exponen que un hombre contaba que su mujer, a punto de parir, solo consentía en que la asistiera su propia hija, comadrona. Una vez llegado el momento del parto, el hombre fue testigo de cómo se realizaba la sacrílega ofrenda de la criatura al diablo, pues madre e hija eran brujas. El bebé se hallaba suspendido de las mismas cadenas en que se cuelga la olla. El padre, viendo esto, tomó al niño en brazos para llevarlo rápidamente a que lo bautizaran, al llegar al puente, le dijo a la hija, que lo acompañaba, que hiciera cruzar al niño solo o la echaría al río; ella así lo hizo y el niño se encontró pronto al otro lado, por obra del diablo. Así pudo bautizarlo y libarlo del cualquier vinculación con la secta. Al poco tiempo acusó a su mujer y su hija de brujería y ambas fueron quemadas.