Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas, para golpear a las brujas y sus herejías con poderosa maza).
Tratado teológico reprobatorio.
1486 (composición), 1487 (edición).
Alemania, s.e.
Bruja
Bruja
En el capítulo III de la Parte II, los inquisidores cuentan que en Waldshut, en la diócesis de Constanza, había una bruja muy detestada por las gentes de la zona, de modo que no la habían invitado a la boda. Ella consideró que debía vengar tal afrenta y para ello llamó al diablo, a quien pidió que provocara una tempestad para molestar a los novios y asistentes a la boda. El demonio, muy solícito, la transportó por los aires a los alto de una colina cercana. Allí la mujer hizo una agujero en el suelo y vertió allí orines, a falta de agua, removió el líquido con un dedo y el diablo lanzó el orín al cielo, desencadenando así una tempestad.
Todos comenzaron a sospechar de la bruja cuando la vieron por los alrededores, y algunos pastores afirmaron que ella era la causante de la tormenta, pues lo habían visto con sus propios ojos.
La bruja confesó su culpabilidad y explicó que lo había hecho por vengarse por el hecho de que no la hubieran invitado a la boda.
La venganza de la bruja protagonista de este relato por no haber sido invitada a un acto importante de la comunidad podría ser un motivo folklórico, ya que en las versiones de "La bella durmiente" de Perrault y los hermanos Grimm, una de las hadas no es tenida en cuenta para asistir al bautizo de la princesa, y finalmente se persona en la reunión, precisamente, para expresar que se siente afrentada y para vengarse, lanzando una maldició sobre la criatura recién nacida.