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- XXXI. Enxemplo del águila con el
cuervo.
El águila una vegada habia mal de los ojos; el
cuervo, que es físico de las aves, demandóle consejo
qué podria facer para el mal de los ojos. Dijo el cuervo:
"Yo traeré una buena yerba que vos sanará luego." Et
dijo el águila: "Si tú eso faces, yo te daré
buen galardon." Estonce el cuervo tomó el zumo de las
cebollas, é fizo emplasto é púsogelo en los
ojos, é ansí commo gelo hobo puesto cegó
luego el águila, é despues que el cuervo la
vió ciega comió á sus fijos; et dijo el
águila: "Maldicha sea tu melecina que non veo nin punto;
encima desto me has comido mis fijos." Et el cuervo
respondió: "Mientra que tú veias nunca podia comer
de tus fijos, maguer que mucho los deseaba comer, é
así lo hago despues que tú fueste ciega é es
el miedo complido." Por el águila se entiende el prelado;
ca el prelado ha los ojos abiertos, que está en buen estado
é guardado de pecado, que non ha cuidado de otra cosa salvo
de servir á Dios é de guardar su pueblo. Los fijos
del águila é el cuervo se entiende por el diablo que
está deseando aqueste pueblo para lo matar é comer;
mientra aquel prelado ha los ojos abiertos, todo su deseo es nada;
mas ¿qué face el diablo? Face un plasto de ligamiento
de las cosas temporales, é échalo en el corazon del
prelado por tal que ponga en ellas todo su cuidado, é que
non pueda en ál pensar nin entender en las cosas
celestiales. Ansí lo face el prelado, que pone todo su
cuidado en sus rentas é en las otras cosas temporales,
ansí que los ojos celestiales son ciegos, é despues
el diablo come los fijos feriendo como el águila de la una
parte é de la otra. Esta postura fizo Michas con Gabet
é con Galeat, que él con todos los suyos que se
sacasen los ojos derechos é que los dejaria en paz,
ansí commo se cuenta en el primer libro de los Reyes. Aquel
paresce á la serpiente antigua que face tanto cuanto puede
por les toller los ojos espirituales porque non puedan conoscer
las cosas celestiales en esto; ansí que son á
siniestro, ansí commo muchos otorgan en esto ha menos en un
ojo.
XXXII. Enxemplo del caballero con el homme bueno.
Un caballero preguntó á un homme bueno que
era letrado, cuál seria el gozo que los hommes en
paraíso habian. Respondió el letrado é dijo:
"Tal será el gozo, que nin los ojos lo vieron nin orejas lo
oyeron, nin corazon de homme lo podria pensar, aquello que Dios
tiene aparejado á aquellos que le aman." Et dijo el
caballero: "Aquellos que desean cazar con aves é con canes,
cuando fueren en paraíso ¿hallarán canes
ó aves? Et respondió el letrado: "Non lo mande Dios
que los canes entren en tan fermoso lugar é tan placentero
como el paraíso." Et dijo el caballero: "Ciertamente, si
hobiese en paraíso aves ó canes, mucho mas desearia
ir allá." Et respondió el letrado: "Amigo, una
vegada el leon convidó á todas las otras bestias,
é fizo muy grand yantar, é dióles muchos
manjares é muy sabrosos, et despues que hobieron comido,
todas se tornaron cada una á su lugar. El lobo
encontró á la puerca en el camino que estaba
comiendo somas, et dijo la puerca: "¿Dónde vienes,
lobo?" Respondió el lobo é dijo: "Vengo del muy buen
yantar que nos dio el león; et tú, ¿por
qué non fuiste y?" E dijo la puerca: "Hobistes buenos
comeres é bien adobados?" E respondió el lobo:
"Dígote que sí, que hobimos capones é
perdices é pavones é otros muchos manjares bien
adobados." Estonce dijo la puerca: "¿Hobo y bellotas ó
somas?" Dijo el lobo: "Maldicha seas, ¿qué preguntas?
Non lo mande Dios que en tal yantar adobasen tan viles viandas."
Esto se entiende por muchos que todas las cosas han en este mundo
que podrian facer para ir á paraíso, non les
parescen bien nin cobdician nada, nin se pagan de ál sinon
de somas, que se entiende por pecado commo lujuria ó
complacenterias deste mundo, et desto se cuenta en la Santa
Escritura: "Dios amaba los hijos de Israel, é ellos aman
á dioses ajenos, é aman vinos de muchas maneras, que
se entienden por pecados."
XXXIII. Enxemplo del homme que araba con los
escaravacos.
Un homme araba una vegada é ató dos
escaravacos al arado, é vino otro homme, é
díjole: "¿Por qué atas atales bestias commo son
aquestas á tu arado?" Et respondió el yuguero:
"Porque todas las cosas ayudan al arado cuantas le pueden tirar."
Ansí es que muchas vegadas menazaba él á los
escaravacos tambien commo á los bueyes para que andoviesen;
et cuando fué hora de viésperas que tañeron
las campanas, fuése el homme con sus bueyes para su casa,
é los escaravacos fincaron allí, que non quisieron
obedescer al yuguero. Tales son muchos hommes en este mundo,
á quien Dios amenaza é castiga, mas por todo esto
nunca se quieren partir de la suciedad del pecado; de los cuales
cuenta en la Santa Escritura que dice Dios: "enviévos la
muerte en el camino de Egipto matando con mi cuchillo vuestros
fijos; é fícevos sentir el olor de vuestros pecados
en vuestras narices, é non vos tornastes á
mí." Esto se entiende porque Dios á muchos hommes en
este mundo dales primero mucho bien, et ellos non le quieren
cognoscer con ello, et desque Dios vee esto tírales los
algos, é por esto non se emiendan; é tírales
los parientes é los amigos, et si por esto non se emiendan
tírales los fijos; é si non lo quieren cognoscer,
por todo esto mueren, é despues van á la pena que es
sin fin; et los tales commo estos, si bien parasen mientes cuando
tienen bien, mas les valdria cognoscer á Dios estonces que
non padescer despues.
XXXIV. Enxemplo de las abejas con los escaravacos.
Las abejas una vegada convidaron á los escaravacos
á yantar, et despues que la mesa fué puesta
asentáronse los escaravacos á comer é
vinieron las abejas é pusieron mucha miel é muchas
flores en la mesa; et los escaravacos comieron poca miel é
fuéronse luego. Et otro dia convidaron los escaravacos
á las abejas, é despues que fue puesta la mesa
é las abejas asentadas, posieron los escaravacos
estiércol de bueyes é de bestias, et las abejas non
quisieron probar punto dello, antes fueron su camino. Et las
abejas se entienden por los doctores de la Iglesia é por
los hommes santos que convidan á los hommes malos é
pecadores, é dánles miel é flores á
comer, que se entiende porque les predican los mandamientos de
nuestro Señor é de la ley, que son mas dulces que la
miel, é les muestran cómmo se quiten de pecados; mas
los malos poco ó nada toman dello. Si los malos convidan
alguna vez á los buenos, dánles de comer
estiércol de bestias, que se entiende palabras sucias
é malas obras, é beodeces é garganterias;
ansí que los buenos é los justos non toman tales
costumbres, mas ante se van. Otrosí, muchos hommes en este
mundo se embeodan algunas veces ó comen mas de su derecho,
ó facen algunas cosas que non son de facer por tal que non
sean tenidos por escasos, ó por facer lo que facen otros
commo ellos; onde dice san Agustin: "Por tal que yo non fuere
apartado de los otros, conviéneme ser mas malo que
quisiera."Et dice Séneca: "Con tales toma
compañía que entiendas que te podrán facer
mejor, o que entiendas que tomarás dellos buenas
costumbres, é atales rescibe en tu casa que puedas facer
mejor en tirarte de mala carrera."
XXXV. Enxemplo del asno con el homme bueno.
Un homme bueno tenia un asno en su casa é
fízolo ir á labrar, é aquel homme bueno tenia
otrosí un puerco, é era cerca de la San Martin,
é porque venia acerca el tiempo para lo matar,
dábale bien á comer somas é berzas é
farina, é desque habia comido íbase luego á
echar á dormir. El asno, desque vió esto,
pensó luego entre sí: "Este puerco muy bien le va;
él come bien é bebe bien é non trabaja commo
yo, nin come mal commo yo; mas yo bien sé qué
faré; facerme-he doliente, é quizá que me
farán tanto bien commo al puerco." Et fízolo
ansí: é tendióse en el establo, et
entró su dueño allá, é desque lo
falló, comenzólo á amenazar que se levantase,
mas él non se quiso levantar, antes comenzó á
gemir. El su señor pesóle mucho, é dijo
á su mujer: "El nuestro asno está doliente." Et dijo
la mujer: "Pues que ansí es, démosle á comer
pan é farina é de buen agua." Et ficiéronlo
ansí, é el asno comió muy poco, é
dende adelante íbase fartando en manera que engrosó
mucho. Estonce dijo el asno entre sí: "Agora he yo buen
sino." Et desí cuando el puerco fué bien grueso,
vino el tiempo de se matar el puerco; et el asno, desque
vió que mataban el puerco, é quel' daba el carnicero
con el destral, fué mucho maravillado, é habiendo
muy grand cuidado que farian eso mesmo á él que
ficieran al puerco, pues estaba gordo, dijo entre sí mesmo:
"Ciertamente, mas quiero trabajar é facer tal vida commo
primero, que non morir tal muerte commo morió el puerco."
Estonce salió de la establia, é fuése
saltando delante de su señor. Cuando el señor
vió esto tornólo á su primero oficio,
é despues murió el asno buena muerte. El puerco se
entiende por los ricos que se visten bien en este mundo é
comen bien é beben mejor, é non se quieren trabajar
en este mundo; estos son los clérigos que non quieren
servir á dios, et los usureros que non quieren ganar por su
trabajo sinon por su usura; estos tales son llamados puercos, los
cuales puercos cuenta en el Evangelio que entra el diablo en
ellos, é fácelos afogar en la mar. Estos tales afoga
el diablo en este mundo por pecado, et despues en la amargura del
infierno. El asno se entiende por algunos hommes justos que
están en sus estudios, ó algunos ordenados en sus
celdas, ó algunos que viven en laceria en este mundo
sirviendo á Dios; mas les vale á tales commo estos
que con laceria ó con trabajo vayan á
paraíso, que non fagan commo los puercos é vayan al
infierno, é que les den con el destral de la
condenación en la cabeza. Aquestos que non quieren trabajar
commo deben, nin servir á Dios segun deben de facer, estos
tales non serán tormentados con los hommes, mas con los
diablos: Dice Isaías: "Por esto enviará nuestro
Señor Dios su peste
en logar do son los semejantes á tí."
XXXVI. Enxemplo de las gallinas con el milano.
La gallina muchas vegadas lieva sus pollos so las alas,
mayormente cuando vey el milano. Acaesció una vez que vino
el milano volando sobre los pollos, é la gallina
llamólos á todos; ansí que venieron é
metiéronse todos so la gallina, é vino uno é
falló un gusano é comenzólo de picar por
comerlo, é vino el milano é llevóse el pollo.
Bien ansí face nuestro Señor antes que nos llama
commo cuando habemos pecado que corramos é nos pongamos so
las alas. Esto face porque nos arrepintamos é nos guardemos
de facer mal, mas muchos dellos aunque veyen andar el diablo
volando encima dellos non quieren fuir, mas antes se llegan al
búfano del diablo. Pues, hermanos, nosotros fuyamos
á las alas del crucifijo, é lleguemos nos á
él por pensamiento de buenas obras, doliéndonos de
la su pasion ó faciendo los sus mandamientos, é
allegándonos ansí á él serémos
salvos.
XXXVII. Enxemplo del leon con el gato.
Una vegada convidó el leon á todas las
animalias á comer, é convidó al gato que era
su amigo é era homme muy honrado, é preguntó
el leon que de qué vianda comia mas de grado, é
él respondió: "Ratos é mures." E pensó
el leon que pues el gato se pagaba dello, que les daria comer de
aquella vianda á todos los otros; ansí que fizo
traer muchos manjares de ratos é de mures, é el gato
comió muy bien dellos, mas todos los otros comenzaron
á murmurar é fablar entre sí:
"¿Qué es esto que nos da á comer?" Et por esto
fué el ayantar menospreciado é abiltado. Ansí
es de muchos que facen muchos convites, é acaéscelos
que convidan algunos gatos, que se entienden por algunos hommes
que non se pagan de ningun placer sinon de decir algunas
suciedades por haber la gracia de algunos, ó por llevar
algo que les pluga, ó non facer aquella grand fiesta,
é uso ansí facer fasta la muerte, et por tal que se
pueden en este mundo embeodar é hinchir los vientres de
vianda é en suciedades é en pecados, dan las
ánimas á los diablos.
XXXVIII. Enxemplo del ansar con el cuervo.
Un ansar muy gorda era muy pesada, é rogó al
cuervo que la ayudase que podiese volar mejor é mas alto,
estonce que podria ver las alturas del mundo é de los
montes é de los árboles. El cuervo ayudóla
cuanto pudo, é firmó los piés en tierra para
la ayudar á volar el ansar mejor; mas el ansar pesó
tanto, que el cuervo non pudo facer nada, et dijo el ansar al
cuervo: "¿Por qué non me levantas é non me
faces volar?" Respondió el cuervo: "Cuanto más me
esfuerzo para te sobir, tanto te faces tú pesada."
Otrosí, un pecador fuése una vegada á
confesar á un homme santo, é rogóle que
pidiese de mercet á nuestro Señor que él por
la su santa piedad lo quisiese partir de aquelios pecados en que
andaba. Et el homme bueno rogó á Dios por él,
é á cabo de un año tornóse el homme
pecador al homme santo, é díjole: "Señor, non
siento que las tus oraciones me facen pro ninguna, que tanto
pecador me siento commo suelo, é el mi corazon tan envuelto
está en pecado commo suele." Et díjole el homme
santo: "Amigo, ven conmigo." Et ellos fuéronse amos y dos,
é fallaron en el camino un saco lleno de trigo que cayera
de una bestia. Et dijo el justo al pecador: "Toma de ahí,
é echa amas manos de saco." El pecador esforzábase
de levantar el saco, é el justo tirábale contra
tierra cuanto podía. El pecador viólo é
díjole: "Señor, ¿por qué abajas este
saco contra tierra? Ca ansí faciendo nunca levantaremos el
costal." Et dijo el justo: "Ansí me contesce contigo, que
pido mercet al mi Señor Jesucristo por tí; é
quiérote levantar por mis oraciones, mas tú siempre
tiras á tierra que siempre pecas mas, é si tú
quisieses esforzarte conmigo é partirte de algun pecado,
entre nos amos poderte y amos facer ir á paraíso;
mas si los hommes pensasen en este mundo qué cosa es,
é cómmo non es otra cosa sinon sueño, que un
homme pobre que se duerme é se sueña muy rico,
cuando despierta mas triste está que non si se
soñase pobre. Otrosí, un homme rico que se
sueña pobre, cuando despierta está muy mas alegre
porque se falla rico. Ansí en este mundo que los hommes que
son pobres é son buenos expiden su tiempo en servicio de
Dios, é cuando van á paraíso fállanse
muy ricos é muy bien andantes. Otrosí, aquellos que
son ricos é muy bien andantes en este mundo non quieren
facer ál sinon aquello que es servicio del cuerpo, é
despues mueren é van al infierno: aquellos son mas mal
andantes que otros hommes. Otrosí, son semejantes en este
mundo de los juegos del ajedrez que á los unos llaman
duques, é á los otros llaman reyes, é
á los otros caballeros, é á los otros peones;
é los hommes juegan con ellos, é ansí aquel
que vence, aquel es tenido por mejor; mas despues que han jugado
con ellos tórnanlos á la bolsa muy deshonradamente,
que á las veces cae deyuso el rey é los condes,
é los peones desuso. Bien ansí es de los hommes que
todos vienen de una parte, de una madre, de Adan é de Eva,
é despues juegan los unos con los otros, el uno gana, el
otro pierde; é el que puede vencer al otro aquel es tenido
por mejor; mas despues son puestos sin regla en la bolsa, que se
entiende los cuerpos en los locilos, é las ánimas en
los infiernos, donde non han ordenamiento ninguno, mas espanto sin
fin; é aunque vayan á paraíso, á veces
van los que son en este mundo menores delante los mayores,
é delante los reyes, é delante los señores,
é en aquella corte tan noble que debian cobdiciar los
hommes ser en ella mas honrados, allí quieren ir mas
deshonrados, commo quier que bienaventurado será aquel que
irá allá, ca el que en paraíso menos bien
toviere, terná mas que nunca podria merescer á
Dios.
XXXIX. Enxemplo del milano con las perdices.
El milano una vegada miraba sus alas é sus pies
é sus uñas, é desque se hobo mirado, dijo
entre sí: "Yo tan bien armado só commo el falcon
é commo el águila, é pues que tales alas
é tales uñas é tales piés he,
¿por qué non tomaré las perdices commo ellos?"
E fué buscar un lugar do habia muchas perdices, é
tomó dellas, é puso dos so las alas, dos so los
piés, é la quinta en el pico fasta que las non pudo
tener, é hóbolas á dejar todas, é por
esto dice en el proverbio: "Quien todo lo quiere todo lo pierde."
E por aquello se dice que nunca quiso trabajar en tomar
perdices.
XL. Enxemplo de la gulpeja con el gato.
La gulpeja una vegada iba por un camino é
encontró al gato é díjole: "Amigo,
¿cuántas maestrías sabes?" E respondió
el gato: "Non sé sinon una." E dijo la gulpeja:
"¿Cuál?" Dijo el gato: "Cuando los canes me van por
alcanzar súbome en los árboles altos." Et dijo el
gato á la gulpeja: "¿E tú cuátas sabes?"
Dijo la gulpeja: "Diez y siete, é aun tengo un saco lleno,
é si quisieres ven conmigo é mostrarte-he todas mis
maestrías, que los canes non te puedan tomar." Et al gato
plúgole mucho é otorgógelo é
fuéronse amos en uno. Ellos de que se fuéron oyeron
los ladridos de los perros é de los cazadores, é
dijo el gato: "Amigo, oyo los perros é he grand miedo que
nos alcancen." Et dijo la gulpeja: "Non quieras haber miedo, ca yo
te amostraré muy bien cómmo puedas escapar de
ellos." E ellos fablando, íbanse acercando los canes
é los cazadores. "Ciertamente, dijo el gato, non quiero ir
mas contigo, mas quiero usar de mi arte." Estonce el gato
saltó en un árbol, é los canes que vieron
estar el gato en el árbol, dejáronle é fueron
en pos de la gulpeja, é siguiéronla tanto fasta que
la alcanzaron, é el un perro por las piernas, é el
otro por el espinazo, é el otro por la cabeza,
comenzáronla de despedazar. Estonce comenzó dar
voces el gato que estaba en el alto: "Gulpeja, abre tu saco de
todas tus maestrías, ca non te valdrán nada." Por el
gato se entiende los simples é los buenos que non saben
usar sinon de verdad, é de servir á Dios é
facer obras para sobir al cielo. Et por la gulpeja se entiende los
voceros é los abogados, ó los otros hommes de mala
verdad que saben facer diez y siete engaños é mas un
saco lleno, et despues viene la muerte que lieva á todos,
tan bien á justos commo á pecadores. El homme justo
salta en el árbol que se entiende por los cielos, é
los engañosos é los malos son tomados de los diablos
é llevados á los infiernos. Estonce puede decir el
justo: "Gulpeja, gulpeja, abre el costal con todos tus
engaños; non te podrian guarescer de los diablos." Dice
Jesucristo en el Evangelio: "Quien se ensalza será
humillado, é quien se humilla será ensalzado."
Cualquier que en este mundo quisiere ser honrado con soberbia
ó con pecado, en aquel otro mundo será abajado; et
aquellos que en este mundo se quisieren humillar por su amor,
serán en el otro mundo ensalzados en la gloria del
paraíso.
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