Pablo Escoto Pérez – Profesor de Lengua Castellana y Literatura.

Departament d’Ensenyament. Generalitat de Catalunya.

Resumen

En la eclosión de géneros de la música popular en el siglo XX es de gran interés el heavy metal para la representación y reinterpretación de ciertos temas y héroes medievales. Centrándonos en el análisis de las letras de algunas de estas composiciones mostramos su mayor o menor acierto al acercarse a estos héroes y temas del medievo. Desde una intención eminentemente didáctica, hemos seguido un orden sobre todo temático, centrado primero en acontecimientos representativos de la Edad Media, como  son  las Cruzadas o la Reconquista, y después en personajes concretos, como El Cid, Pelayo, los juglares, Torquemada y la Inquisición, o Wallada la Omeya.  Exponemos  de  manera  resumida,  y más allá de su calado histórico, cómo estos temas  y  personajes   han   sido  reactualizados y reinterpretados por estos músicos desde sensibilidades modernas, propias del siglo XX y XXI, como son las posturas antibelicistas, el apoyo a la libertad religiosa y sexual o el feminismo.

Abstract

At the emergence of popular music at 20th century, it is very interesting heavy metal music to represent and reinterpret some medieval themes and heroes. We are focused in the analysis of  the lyrics of some of these  compositions,  and we analyze its greater or lesser success when approaching this medieval topics and heroes. From an eminently didactic intention we have followed an order mainly thematic, centered first on events representative of the Middle Ages, such as the Crusades or the Reconquest,  and then on specific characters, such as El Cid, Pelayo, the minstrels, Torquemada and  the  Inquisition, or Wallada the Umayyad. We expose in a summarized way, and beyond its historical depth, how these themes and characters have been updated and reinterpreted by these musicians from modern sensibilities, typical of the 20th and 21st century such as anti-war positions, support for religious and sexual freedom or feminism.

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La música popular, como sabemos, ha tenido su gran eclosión en el siglo XX, consagrando infinidad de tendencias que conviven dentro del mercado musical, tales como el pop, el rock, el hip-hop, el reggae, etcétera. Nos interesa en este artículo, sin embargo, la música conocida como heavy metal, donde existe toda una tendencia, dentro de las diferentes ramas del género,1 que ha escogido diferentes temas y héroes medievales, trufados en muchas ocasiones también de fantasías épicas o de inspiración medieval, como las Crónicas de la Dragonlance, o El señor de los anillos (1954).2 El heavy metal de tintes épicos o medievales está extendido por todo el mundo, en especial por países más bien nórdicos, como Finlandia o Alemania, donde no es un estilo tan minoritario como en nuestro país, aunque observamos toda una tendencia que en los últimos años ha resucitado ciertos temas y personajes relevantes medievales dentro del panorama de la música heavy en castellano.

Podemos considerar este estilo musical transnacional de manera más amplia, incluso como un movimiento cultural, ya que este tipo de música lleva asociada una estética y un modus vivendi muy particulares, y que ensalzan cierta denuncia o rebeldía, alejándose en sus principios del mercado musical dominante. En este sentido, veremos cómo nuestros artistas realizan su denuncia a través de los héroes medievales, pues estos les sirven para mostrar, entre otras, posturas antibélicas de apoyo a la libertad religiosa y sexual o al feminismo.

Asimismo, la composición musical de la música heavy, como buena parte de la música popular, es bastante sencilla; se trata de una guitarra principal aupada por una base armónica formada por otra guitarra de apoyo y un bajo eléctrico, marcados rítmicamente por una batería y ayudados por sintetizadores en determinadas ocasiones. Debemos añadir a estos cierta nómina de instrumentos que buscarían ambientar épocas antiguas, tales como flautas, violines, o instrumentos propios de la música celta. Por lo tanto, para nosotros el interés reside en las letras de las canciones, pues nos encontramos ante todo ante música vocal, y será esa la perspectiva desde la cual analizaremos qué trato se le da a los distintos héroes o figuras medievales que pueblan estas composiciones. No valoraremos en ningún caso la calidad literaria de las piezas, tan solo nos referiremos a su mayor o menor acierto al acercarse a estos temas y personajes del medievo.

Así, la banda de La Rioja Tierra Santa publicaba en 1999 un álbum titulado Legendario, en el cual aparece el tema «La Cruzada». Para sus autores las Cruzadas no serían guerras llevadas a cabo para recuperar los Santos Lugares, sino para liberarlos de unos invasores. Como observamos en la letra, muchos cruzados utilizarán la lucha para redimir sus pecados y lavar su honor, de modo que quedan glorificados (Folgueira, 2011: 21-22):

Bajo el sol, vi una espada brillar
a lo lejos, en el horizonte,
la batalla contra los infieles
vuelve a comenzar.
Han dejado su tierra y su hogar
por un campo de sangre y de muerte.
La batalla contra los infieles
vuelve a comenzar.
Arriba en lo alto rezándole a Dios
se escuchan los gritos de muerte y dolor,
resuenan hoy en la batalla en un duelo de honor.
La sangre ha teñido de rojo el lugar,
los cantos de guerra han dejado de hablar,
ondean banderas cruzadas por la libertad.
Y en su honor esta su ley
y en su espada su poder.
Fronteras por conquistar, pecados por redimir
batallas y guerras por un justo fin.

Legendario,
Tierra Santa.

Llanto de un héroe,
Avalanch.

El tema de la canción básicamente haría referencia al comienzo de la Reconquista, cuando comenzó a frenarse la expansión musulmana, hecho que se le ha atribuido al rey Pelayo tradicionalmente, en la famosa batalla de Covadonga. Del mismo álbum de la banda riojana extraemos el tema «Reconquista». Otra vez se hace referencia a la misión divina para reconquistar los territorios peninsulares, nombrando los siglos de guerra que hicieron falta hasta alcanzar la toma de Granada en 1492. La letra de la canción nos sitúa en la perspectiva del cristiano, que expresa la dureza de una reconquista tan larga y alaba la derrota del musulmán. Por su temática este tema nos retrotrae, aunque de modo especialmente simplificado, a los denominados romances fronterizos:3

Más de ocho siglos,
intentando poder recuperar,
una tierra que fue nuestra,
y en el camino,
os quedarán,
intentando echar al enemigo,
de su hogar.

Reconquista,
la batalla comenzó,
reconquista,
han luchado por su tierra,
por su pueblo y por su dios,
han dejado en el camino,
su vida y su valor,
tras mil batallas,
acabó el reinado musulmán,
y esta tierra fue ya nuestra,
y en el recuerdo,
una imagen quedará,
la mirada de unos  ojos  tristes,
al marchar.

Reconquista,
la batalla comenzó,
reconquista,
lo que un día como hombre,
no supiste defender,
al dejar tu tierra lloras,
como llora una mujer.

Como hemos adelantado, a quien se ha considerado el propulsor de la Reconquista es a Don Pelayo, primer monarca del Reino de Asturias hasta su muerte en el año 737. A este héroe medieval dedican uno de los temas el grupo asturiano Avalanch; la canción «Pelayo» aparece en el álbum Llanto de un héroe, de 1999. En este tema se le retrata como mito, como leyenda, como el prototípico héroe medieval a fin de cuentas, guiado por su destino, dispuesto a defender la fe y la Tierra Santa:

Veo amanecer, siento el mal
invadiendo mi cuerpo.
Lejos puedo ver,
entre niebla, soldados y acero.

No intentes huir, no muestres temor,
tu sangre darás con valor.
Huiste hasta aquí para luchar,
puedes sentir
que tu pueblo volverá a ser libertad.
La fuerza es tu ley, tu espada tu Dios,
tus hombres caerán con honor.
Recuerda a David: venció a Goliat,
ejércitos contra tus piedras y tu fe,
hoy vencerás.

Las montañas y el cielo tu fe moverán.
Santa tierra por ella hoy debes luchar.
[…] Un mito se hará realidad.
Tu tierra jamás podrán conquistar.
Ejércitos contra tus piedras y tu fe,
hoy vencerás.
[…] Dicen que fue una tormenta,
que el cielo se abrió entre nieblas.
Las nubes quisieron ser piedras,
y entonces surgió la leyenda.

Oh, y su victoria les unió.
Oh, algo nació en su interior.

También el grupo Avalanch dedicó en ese mismo álbum un tema, «Cid», a Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador (1048-1099), quien quizás sea el héroe español por antonomasia. Los asturianos centran su composición en el momento histórico en el que Ruy Díaz de Vivar fue desterrado por el rey Alfonso VI. El propio Cid se pregunta de qué vale tanta guerra si solo le ha llevado al destierro, y también por qué no está permitido rezar a otro dios. El trasfondo de la canción es básicamente una revisión y actualización del héroe, quien llega a cuestionarse a sí mismo como tal, desde una óptica más propia del siglo XX, antibelicista y a favor de la libertad religiosa, algo que no creemos demasiado probable en la época histórica del Cantar.

Camino hacia el sur sin mirar atrás,
buscando una luz entre tanta oscuridad.
Defiendo una cruz, ¿un símbolo de libertad?
No tengo ningún lugar al que regresar.
Guerras de religión que debo sufrir y a cambio me expulsan de aquí.
Gritos de horror y muertes en nombre de Dios.
Ni soy campeador, ni héroe de tanto dolor.
Castilla por ti mi vida entera perdí,
y ahora mi rey me arroja al destierro
y me aleja de ti.
Si yo soy tu hijo mi Dios, ¿por qué he de sufrir?
¿Por qué has de pedirme que viva y muera así?
Polvo, sudor y sangre obtendrás a cambio de tu lealtad.
Dicen que muerto venciste al rival,
ni muerto te dejan en paz.
Polvo, sudor y sangre obtendrás
a cambio de tu lealtad.
Dicen que muerto venciste al rival,
ni muerto te dejan en paz.
Ellos eran tus hijos Señor,
¿por qué ahora ya no?
¿por qué no permites que recen a otro Dios?
He ganado una guerra por ti,
no merezco este fin,
solo quiero vivir
e intentar de una vez feliz.

Por último, el álbum Llanto de un héroe también guarda un lugar para los antagonistas: nos ofrece un tema dedicado a la figura histórica del inquisidor Torquemada (1420-1498), en la canción del mismo nombre:

En tiempos de Dios sobre un altar,
un rostro surgió de entre tinieblas.
Sembrando el terror, llevando el mal,
torturas, horror, muerte y hogueras.
Cobarde y traidor, oculto tras falsas creencias,
verdugo a la vez que orador
que se oía reír con cada condena.
La iglesia en sus manos delegó,
cayó y otorgó y ahora lamenta.
No importa tu edad ni religión,
no importa el color, solo eres leña.
Ojos que no ven, corazón que no siente aunque pesa.
La historia os recuerda el error,
responded ante Dios o ante vuestra conciencia.
Sobre las llamas del terror nació
un canto a un nuevo día, a un nuevo sol.
Sufre en silencio tu maldad, tu Dios
aún cura sus heridas y su dolor.
Ciego está quien no mire atrás
y reconozca su error, su gran error.
¿Dónde está toda aquella humildad
que predicaba tu Dios?
¿Dónde está?
Sobre las llamas del terror nació
un canto a un nuevo día, a un nuevo sol.
Sufre en silencio tu maldad, tu Dios
te espera en la otra vida, con su bendición…
Ciego está quien no mire atrás
y reconozca su error, su gran error […].

La letra es bien clara, Torquemada se presenta como un personaje detestable, cruel y sanguinario, con el que identificar aún hoy por extensión a la Iglesia Católica, a quien todavía se le recuerda la Inquisición como un error, según estos músicos. Así, de nuevo el tema medieval se utiliza para enlazarlo con una cuestión pertinente en el presente, que en este caso es una fuerte denuncia contra ciertas acciones de la Iglesia Católica. El personaje se actualiza desde una perspectiva más bien superficial, y quizás sea simplemente accesorio, pues, aunque invocar a Torquemada apoya la denuncia, la pieza no necesitaría ambientarse en ese momento histórico para realizar su crítica presente.

En este mismo sentido, Folgueira (2011: 26) retrata cómo el grupo madrileño Mägo de Oz, en el álbum doble Gaia II: La voz dormida (2005), también realiza una dura crítica a esta institución religiosa medieval, de una forma más profunda. El tema «El paseo de los tristes», por ejemplo, narra la historia de un amor entre una cristiana y un musulmán:

[…] Fueron muriendo así los días pero algo ocurrió,
la religión los separó.
Ella era hija de un cristiano
y él de un musulmán, la Inquisición lo ejecutó.
El Albaicín se estremeció,
y con su sueño ella murió
y ahora se buscan
cada uno en su propio cielo y no se ven […].

Gaia II: La voz dormida,
Mägo de Oz.

El sello de los tiempos,
Warcry.

Del mismo modo, el tema «En nombre de Dios» denuncia la hipocresía de la Iglesia en sus consideraciones acerca de la sexualidad, siendo esta canción un alegato a la homosexualidad, ya que miembros de este colectivo serían castigados duramente por la Inquisición:

Si has perdido la fe
y has pactado con el mal,
pon tu alma en paz,
que de tu cuerpo yo me ocuparé.
A través del dolor
vencerás a Lucifer, […] y entonces yo te daré la absolución
desnuda y en mi habitación.
Con la tortura obtendrás el perdón […].
Si quieres confesar
tu desviación moral,
que eres homosexual,
que entre tus piernas anda Satanás […].

Siguiendo con las consideraciones de Folgueira (2011: 30), quizás la canción más lograda del álbum sea «La cantata del Diablo (missit me Dominus)», un extenso tema de veintiún minutos. En esta pieza diferentes cantantes de otros grupos, como Leo Jiménez de la banda Saratoga, o Aurora Beltrán, acompañan a Mägo de Oz representando con sus diferentes voces el desarrollo de un auto de fe, ese acto colectivo donde se leían las sentencias para ejecutar    a los condenados, quienes acababan ardiendo en la hoguera, tal y como describe con crueldad:

[…] Sueña la vida que se ve morir.
En trozos de miedo es duro vivir.
Sueños de muerte, desvélate,
santa condena, auto de fe.
En nombre de la única religión
dictamos sentencia y te condenamos
a la piadosa purificación
del fuego y el dolor.
En manos de Dios debes de poner
tu alma, tu hacienda y todos tus pecados.
Acepta a Cristo y encomiéndate,
pues pronto darás cuentas a Él […].
¿Reniegas de Satán, de sus obras y sus vicios? […] Yo soy la virtud de la Iglesia y sus principios.
Si no te arrepientes, tu alma se condenará […].
Antes de morir y que el fuego haga su oficio,
¿aceptáis a Cristo, a su Iglesia y su poder? […].

Lejos de la crítica inquisitorial, el héroe Alejandro Magno es el protagonista de «Alejandro», segundo tema del disco El sello de los tiempos (2002), del grupo también asturiano Warcry.4 Aquí lo que la banda intenta mostrar es la perspectiva del general Parmenio, que fue represaliado por Alejandro después de que su hijo Filotas apareciese como implicado en una conspiración para asesinar al rey. Parmenio no entiende por qué su rey le retira el favor, sin reconocer que sus victorias se las debe también a sus soldados. Así, Parmenio representaría la lealtad, frente a la prepotencia del protagonista Alejandro (Folgueira, 2011: 14-15):

Qué duro fue todo lo alcanzado, lo conquistado,
luché hasta el fin para darte otra gran victoria,
fui general, como tantos otros dispuesto a todo,
confié en mi rey.
Y ahora, tras tantas batallas me acusas de traición,
así es como me pagas mi lealtad.
Me desprecias, me degradas, me condenas sin perdón,
que los dioses te quieran perdonar, no lo haré yo.
Quién me iba a decir lo que iba a pasar,
quién me iba a decir que ibas a cambiar,
dime cuándo tú cambiaste el bien por el mal.
Alejandro medio mundo conquistó,
nadie duda de su genio y su valor,
pero junto a él había muchos más,
ningún hombre solo puede remar,
ni un día más.
[…]

Dejando de lado los grandes héroes y sus gestas, también encontramos ejemplos en el heavy metal de algunos curiosos personajes medievales. El grupo gaditano Saurom, en activo desde 1996, define su estilo musical como «juglar metal», una variante del heavy metal fusionada con folk y ritmos e instrumentos celtas que realmente no es muy diferente del estilo de los madrileños Mägo de Oz. Nos interesa, sin embargo, su especial homenaje a Gambrinus. En el álbum Vida (2012) incluyen el tema «La leyenda de Gambrinus», donde se relata la historia de este personaje legendario:

Cuenta el viento que la lluvia a la luna le escuchó
escondida entre las nubes canturreaba esta canción,
son gentiles los amores si correspondidos son,
mas no siempre son de este color…
de amor, malherido este doncel,
a arrancarse la vida corrió,
negro soto cruel…
triste hermano, me presento, pues pedro botero soy,
usurero de las almas, pero buen regalo doy…
sé lo que las damas quieren en un mozo como vos.

¡Te regalo este inefable don!:
¡Danzar! como el alba en el umbral,
el umbral de este amanecer,
¡Como Orfeo cantar…!
Si ella no se enamoró, no pienses en llorar,
Pues hoy, mustio garzón, de suerte tú estás…
Te enseñaré a disfrutar… ¡Bebe para olvidar!
Luego, el corazón, dejará de suspirar por amor…

Vida,
Saurom.

El tema de Saurom relata prácticamente de modo íntegro la leyenda de Gambrinus. Este, según Díaz Yubero (2015: 48) fue un aprendiz de vidriero a quien una dama llamada Flandrine rechazó, lo que hizo que este estuviese   a punto de quitarse la vida. Tras su encuentro con el diablo (Pedro Botero), Gambrinus accederá a pactar con él por el amor de la doncella, así que recibirá el don de convertirse en un gran bailarín y músico. Sin embargo, esto no será suficiente para enamorar a la dama y el diablo tendrá que ofrecerle algo más: la invención de un brebaje para olvidar a su enamorada, cuyos ingredientes eran el lúpulo, la cebada y la levadura: la cerveza. Fue este último hecho el que hizo que Gambrinus pasase a la historia, hasta tal punto de que aún hoy existe un tipo de cerveza llamada Gambrinus, y la figura de este vidriero es el símbolo de la marca española Cruzcampo, pues aparece como parte del logotipo, sosteniendo una jarra de cerveza.

Volviendo de nuevo a otro de los personajes históricos menos conocidos, la poetisa andalusí Wallada bint al-Mustakfi,5 hija del califa cordobés Muhammad al-Mustakfi, protagoniza un tema en el repertorio de Saurom, titulado «Wallada la Omeya», el cual extraemos del álbum Once romances desde al-Ándalus (2008). La princesa Wallada, amada y musa del poeta cordobés Ibn Zaydún, llegaría a ser una conocida poetisa que fundó una famosa tertulia literaria  en Córdoba en la que destacaba por su talento, y también de quien se dice presentaba un carácter independiente y autónomo, lo cual, desde su posición de mujer, la demuestra avanzada a su tiempo, según refiere Aragón (2008: 35). La letra del tema de Saurom, y en consonancia con otras letras analizadas anteriormente, reactualiza la figura de esta poetisa y la ensalza precisamente por ser poetisa en un mundo de hombres, desde una perspectiva propia de un feminismo del siglo XX, en un afán de reivindicar dicho género. En la canción se hace referencia a algunos hechos concretos de la biografía de la poetisa que ya hemos relatado, como que a su palacio acudían poetas y literatos, en los primeros versos; y también que bordaba versos en sus vestidos, según los primeros versos de la segunda parte:6

Poetisas del mundo,
bienvenidas a esta tierra,
princesa de imperios,
que ni el cielo hace mella.

Mi fragua es el corazón,
forjo suspiros en añil,
los astros sienten el rencor,
de que una dama sea así.

Los confines del silencio,
atesoran mis secretos.

Va demostrando a la vida que puede triunfar,
porque es mujer, mujer…
Va encarando injusticias por la libertad.

Mujer, mujer…
Las mangas bordadas,
con su lema, su poesía,
merezco grandeza,
gran respeto y cortesía.

Filosofía de mujer,
genio sincero y luchador,
reivindicando humanidad,
exhibe su talento atroz.

El amor envenenado,
no hará ascuas mi reinado.

Mis designios de equidad,
entre hombre y mujer…[…]

Estos dos últimos ejemplos, Gambrinus y Wallada, nos llevan a considerar que Saurom se documenta también de manera significativa para escribir sobre determinados personajes, los cuales no aparecen tratados tan superficialmente como hemos visto en otros ejemplos. Además, los gaditanos también han dedicado sus letras a resucitar de algún modo la figura del juglar a través de tres temas esparcidos por diferentes álbumes, en lo que podríamos concebir como una especie de trilogía. La primera canción es «Historia del juglar», que cierra el disco Legado de juglares (1999). Este tema tiene su segunda parte en «Historia del juglar II», en el álbum Juglarmetal (2006):

Las historias no encuentran final,
y la luna marcha a descansar,
el aullido de un lobo marca mi compás…ah…ah…

Pronto el día despertará,
pronto el día despertará.

Vamos venid a mí,
todos a disfrutar,
magia, historias, leyendas ahora os voy a contar.

Cantaré una canción,
tocaré mi laúd,
la fantasía os espera en forma de ilusión.

La penumbra se vuelve cristal,
y la niebla refugia su faz,
desde el bosque marchamos a ningún lugar.

Pronto el día despertará […]

El yunque contra el martillo,
Zarpa.

También debemos mencionar la pieza «El baile del juglar», que según la cronología de la edición de los discos se situaría como segundo tema en la trilogía, pues aparece en el álbum El guardián de las melodías perdidas (2001). Los gaditanos continúan en este tema su homenaje a la labor de este cuentacuentos medieval:

Místicos seres en la Edad Medieval,
nos enseñaron a amar,
hablaban a gentes de cualquier lugar,
sobre la tradición popular…
Magos y cuentacuentos… ¡Honra!
Tiraban manzanas al viento… ¡Medieval!
Hombres de antaño querían construir,
un mundo que fuese feliz, siempre luchar por la libertad,
…por la paz,
por acá y afuera se les podía ver,
contando cuentos el ayer,
narraban leyendas que solían creer con gran fe…
Perseguidos son… ¡por los reyes que imponen sus leyes!
Maldecidos son… ¡por el clero y los sarracenos!
Pero amigos, siguen vivos…
Baila, baila, baila, el baile del juglar…
Recitaban bellos versos de amor,
a las doncellas con pasión,
trovando en los bosques, cantándole al sol,
su ilusión.
Madrigales y motetes serán,
sus herramientas de lucha,
mil acrobacias para reiterar,
su amistad…
Perseguidos son… por los troveros y los caballeros,
alabados son… por los dioses que aclaman sus voces,
añoramos su presencia…
Baila, baila, baila, el baile del juglar…

Las puertas del tiempo,
Zarpa.

Leyendas medievales,
Lándevir.

De otro modo, también los valencianos Zarpa han dedicado algún tema en su discografía a estos tipos medievales. Se trata de las canciones «El monje y el guerrero», del álbum El yunque contra el martillo (2007), y «Trovador/Trovador eléctrico», del disco Las puertas del tiempo (2012). También a esta figura tan importante para el desarrollo de la literatura en la Edad Media dedicó el grupo Lándevir una pieza solo instrumental, titulada «Trovadores», inserta en el álbum Leyendas medievales, de 2003. Si bien estas últimas composiciones se inspiran en estos tipos medievales, su evocación obedece más a esa estética medievalizante del heavy metal que a una contextualización histórica profunda o una construcción concienzuda del personaje.

Así, esta selección que hemos ofrecido da cuenta de cómo las últimas tendencias del heavy metal no hacen sino alargar una tradición que recogen precisamente de ahí, de la idiosincrasia de los pueblos, y de una época en  la que la Historia y la cultura se transmitía sobre todo oralmente, y el modo  de hacerla más atractiva a los oyentes era precisamente acompañando las narraciones de música. Si el propósito entonces era que perdurasen en la memoria determinados hechos considerados dignos de conservar y transmitir, hoy en día la música popular facilita que dichos símbolos sigan formando parte del imaginario común, y además de retornarlo al centro del panorama cultural nos ofrece la oportunidad, actualizado, de conectarlo sociológicamente con nuestro presente, tal y como demuestran sobradamente muchos de estos temas.

Bibliografía

  • ARAGÓN HUERTA, Mercedes (2008), «La princesa Omeya Wallada: poetisa, musa y mito en las fuentes árabes», Revista Jábega, 97, pp. 35-39.
  • DÍAZ YUBERO, Ismael (2015),«Cerveza», Distribución y consumo, 3, pp. 45-55.
  • FOLGUEIRA LOMBARDERO, Pablo (2010-2011), «La idea de historia en  el heavy metal español», Tiempo y sociedad, 3, pp. 5-41.

Discografía

  • AVALANCH (1999): «Cid», «Pelayo», «Torquemada», en Llanto de un héroe, [CD] Flame Records.
  • LÁNDEVIR (2003): «Trovadores», en Leyendas medievales, Red Dragon Records.
  • MÄGO DE OZ (2005): «El paseo de los tristes», «En nombre de Dios», «Cantata del diablo (missit me dominus)», en Gaia II: La voz dormida, Warner Music.
  • SAUROM (2001): «El baile del juglar», en El guardián de las melodías perdidas, Zaluster Producciones.
  • SAUROM (2004): «Historia del juglar I», en Legado de juglares, Zaluster Producciones.
  • SAUROM (2006): «Historia del juglar II», en Juglarmetal, Zaluster Producciones.
  • SAUROM (2008): «Wallada la Omeya», en Once romances desde al-Ándalus, Zaluster Producciones.
  • SAUROM (2012): «La leyenda de Gambrinus», en Vida, Zaluster Producciones.
    TIERRA SANTA (1999): «Reconquista», «La cruzada», en Legendario, Locomotive.
  • WARCRY (2002): «Alejandro», en El sello de los tiempos, Avispa Music.
  • ZARPA (2007): «El monje y guerrero», en El yunque contra el martillo, Karthago Records.
  • ZARPA (2012): «Trovador/Trovador eléctrico», en Las puertas del tiempo, Karthago Records.