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Resumen |
El trabajo se propone examinar los pasajes terencianos que el comentador anónimo de Celestina comentada considera pertinentes en su propósito de anotar Celestina para determinar tanto su proveniencia (directa o indirecta, manuscrita o impresa, local o extranjera) como los motivos detrás de su elección. Comienza con un repaso rápido de los manuscritos terencianos conservados y las ediciones de las Comoediae impresas en España, el uso universitario de los textos y sus traducciones al castellano, al que sigue la obligada presentación de Celestina comentada. Siguen el corpus de pasajes terencianos utilizados por el comentador y su análisis, con atención a la manera de citar (no uniforme), las comedias citadas (tendencia a citar una misma comedia varias veces seguidas y luego cambiar a otra y repetir el proceso), el reparto de las citas (concentradas sobre todo en los primero nueve autos), los errores de atribución (a personaje o a comedia) y la literalidad (cita o paráfrasis). Se concluye que el comentador tuvo acceso a varias fuentes terencianas, tanto al texto de las comedias como a las glosas con las que se difundieron en la Edad Media y a algún índice temático o florilegio o similar. En lo referente a esto último, se proponen el Florilegium Gallicum y el Vademécum del ms. 9513 de la BNE como posibles fuentes. El uso que el comentador hace de las citas terencianas es el mismo que vemos para el resto de auctoritates: identificar fuentes potenciales de la Tragicomedia (no siempre con éxito), extenderse en comentarios ético-morales, filosóficos o sociales y hacer advertencias didáctico-morales. Pero también alude a Terencio con finalidades literarias: explicar personajes a partir de los tipos y los argumentos terencianos o señalar detalles de estilo y técnica literarios. Concluye alineándose con la hipótesis de Fernández Rivera de que el comentador anónimo pudiera haber sido Bernardino Daza. |
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