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Libro de los
gatos
Aquí comienza el libro de los gatos, é cuenta luego un exemplo de lo que acaesció entre el galápago è el águila.

I.

El galápago, seyendo en los lugares del mar fondos, rogó al águila que lo sobiese al alto; ca deseaba ver los campos é las montañas; é el águila otorgó cuanto el galápago demandaba, é sobiólo muy alto, et díjole: "¿Vees agora lo que cobdiciaste ver, montes é valles?" Et dijo el galápago: "Págome que lo veo, mas querria estar en mi forado en la arcilla". Et respondió el águila: "Cumple haber visto lo que cobdiciaste." E dejólo caer en manera que fué todo quebrantado. E el galápago se entiende en algunos hommes que son pobres lazrados en este mundo, ó por aventura que han asaz segun su estado, mas non se tienen por contentos con ello, é desean sobir en lo alto, é volan en el aire, et ruegan al diablo que los suba en alto en cualquier manera; ansí que por derecho ó por tuerto, ó con grandes falsedades, ó por fechizos, ó por traiciones, ó por otras artes malas, algunas veces fácelos subir el diablo, é súbelos muy alto, é despues, cuando ellos entienden que su estado es muy peligroso, cobdician estar en el estado de antes donde pidieron. Estonce el diablo déjalos caer en la muerte, et despues caen en el infierno, do todos son quebrantados si se non arrepienten de antes de la muerte; ansí que suben por escalera de pecados, é caen en mal lugar mal de su grado.


II. Enxemplo del lobo con la cigüeña.

A un lobo atravesósele un hueso en la garganta, é queríase afogar, è sus hommes fueron á buscar el físico, è acordaron entre sí que non habia físico que le pudiese dar mejor consejo que la cigüeña que habia el pescuezo luengo, que le podria mejor sacar el hueso, et fuéronla á buscar, é falláronla, et de que la hobieron fallado dijéronla: "Amiga, nuestro señor el lobo tiene un hueso atravesado en la garganta, rogámoste allá llegar." E prometiéronla que la farian mucho bien; é ella fué allá é sacóle el hueso al lobo, et desque gelo hobo sacado díjoles que le diesen lo que habian prometido; é dijo el lobo: "Non te darán nada; ca asaz te debias de tener por contenta del bien que te fice cuando te tenia la cabeza en la garganta, é te la podiera comer si quisiera." Ansí acaesce algunas vegadas á los labradores ó á los hommes que sirven á los señores; cuando les piden que les fagan mercet por el servicio que les han fecho, responden luego los señores: asaz te fago de bien cuando non te fago cuanto mal podria facer; ó como otros señores dicen á sus vasallos: que te podria dejo vivir, que bien te podria matar si quisiese. Otrosí dicen á los hommes que les sirven, cuando dicen que les fagan mercet: asaz vos fago cuando vos fago el bien que puedo; si desto non vos pagades, id buscar otra vida: non paran mientes en cómo han servido diez ó veinte años, llevando muchas malas noches ó muchos malos dias por los servir, ó puesto muchas veces el cuerpo á peligro de muerte por ellos; et cuando les demandan que les fagan mercet, dicen que lo vayan buscar á otra parte, e han de fincar allí con él; et cuando non les dan lo que han menester, hanlo de tomar, ó hanlo de furtar, et cuanto pecado ellos facen todo es por culpa del señor.


III. Enxemplo del ave de san Martin.

Una ave ha que llaman en España el ave de san Martin, é es ansí pequeña commo un ruiseñor, é aquesta ave ha las piernas muy fermosas á manera de junco. Acaesció ansí que un dia cerca la fiesta de san Martin, cuando el sol está caliente, esta ave se echó al sol cerca un árbol é alzó las piernas é dijo: "Si el cielo cavese sobre mis piernas, bien lo podria yo tener." E ella de que hobo dicho esta palabra, cayó una foja del árbol cabella, é espantóse mucho á deshora, é comenzó de volar diciendo: "San Martin, ¿cómo non acorres á tu ave?" Tales son muchos en este mundo que cuidan ser muy recios, é al tiempo del menester son fallados por flacos, commo cuentan de los fijos de Afrearado de los Arcos, que en la batalla volvieron las espaldas é fuyeron. ¿Puede home esto apodar? Algunos caballeros, cuando tienen la cabeza bien guarnida é de buen vino, dicen que pelearán con tres franceses, ó que vencerian los mas fuertes de la tierra, é despues viene el espanto é "San Martin acorre á tu avecilla." Otrosí, algunos que profazan de otros que son flacos é de flacos corazones que si ellos se viesen en tal, quizas que lo serian ellos mas. Otrosí, eso mesmo acaesce á otras personas que profazan de los pecados ajenos, é por ventura que han ellos fechos otros tales ó peores que ellos, et aunque non los hayan fechos, non paran mientes que si Dios non los guardase, que caerian ellos en otros tales pecados ó peores. Mas si ellos parasen mientes, sabrian la palabra que dice nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio, que ven la paja en el ojo ajeno é non la viga lagar que está en el suyo, mas non la ponen por obra, ansí commo lo mandó Jesucristo cuando dijo: "Si quisiéredes profazar de otro, sacad la viga lagar que tenedes en vuestro ojo, é despues profazad de la paja que tiene el otro en el suyo.


IV. Enxemplo del cazador con las perdices.

Un cazador andaba cazando perdices, é habia malos ojos é llorábanle mucho. Dijo una perdiz á las otras: "Catad qué santo homme es este." Dijo la otra perdiz: "¿Por qué dices que este home es santo?" Respondió la otra: "Non ves cómo llora?" Et la otra respondió: "¿Tú non ves cómmo nos toma? Bien es ansí ." Ansí nos contesce con muchos obispos é muchos prelados é con otros señores, que paresce que son buenos é facen grandes oraciones con lágrimas, é matan á los sus subjetos, é tómanles lo que han á sinrazon. ¡Maldichas sean las lágrimas é las oraciones de los tales!


V. Enxemplo del ave que quebranta huesos.

Es un ave que llama quebranta huesos, é llámanla ansí porque los quebranta, é despues que los ha quebrantados come la caña que falla dentro; et cuando falla algun hueso muy fuerte que non lo puede quebrantar, súbelo muy alto, é despues déjalo caer en alguna peña en guisa que se quebranta todo. Bien ansí contesce que face el diablo cuando á alguno non puede quebrantar por pecado; estonce súbelo en alguna dignidad alta, é desque se allí ve, face algunos pecados; estonce lo deja el diablo caer en manera que todo se quebranta. Otrosí, algunos grandes señores ó algunos otros hommes que están en grand estado, que quizá si non estuviesen en tan grand honra non caerian en tantos pecados como caen, nin farian tanto mal como facen, é despues por sus pecados caen en el infierno do son todos quebrantados. Et cuanto el estado mayor es, tanto están ellos en mayor peligro, salvo algunos á quien Dios quiere dar gracia que fagan el bien que pueden é que se guarden de pecado; ca de cuanto mas alto cae la piedra tanto se fiere; porque ansí los malos obispos ó los malos señores mas á fondon caen del infierno que non los pobres.


VI. Enxemplo del hereje con la mosca.

Cuentan que en tierra de Tolosa un hereje, el cual predicó en plaza delante del pueblo, é dijo que Dios verdadero non ficiera todo el mundo, nin las bestias, nin las aves, nin los cuerpos que en ellos eran, é la razon por qué él lo decia era esta: que non podria ser Dios tan noble é tan verdadero que ficiese tan lixosa animalia commo la mosca. Estonce vino una mosca con gran roido para lo ferir en el rostro; él defendiose con la mano della, é ella pasóse del otro cabo é asentóse en el rostro; él tiróla otra vez, é cuando la tiraba del un cabo pasábasele del otro; tanto porfiaba en esta manera, que le hobo ella de morder en tal manera que cayó él en tierra amortecido. Ansí la mosca probó muy bien que Dios la ficiera.


VII. Enxemplo del bufo con la liebre.

Acaesció una vegada que todas las animalias ficieron cabildo entre sí, é convinieron que enviasen una animalia de cada cosa. El bufo envió á su fijo allá, é su fijo cuando se iba olvidó los zapatos nuevos que tenia. El bufo pensó en su corazon que cuál animalia podria ser mas ligera que gelos podiese llevar para aquel dia del cabildo, porque su fijo podiese andar apostado, é parescióle que la liebre corria mas que las otras animalias, é llamóla é puso con ella que llevase los zapatos á su fijo. É él que gelo pagaria bien. E dijo ella: "Yo facerlo-he de muy buena mente; amuéstrame cómo lo pueda conoscer entre tantas animalias commo allí se ayuntarán." El bufo respondió: "Aquel que tú vieres mas fermoso entre todos los otros, aquel es mi fijo." Estonce le dijo la liebre: "Pues la paloma ó el pavon." Respondió estonce el bufo é dijo: "¡Ay! Que nin es el uno nin el otro; ca la paloma ha las carnes blandas, é el pavon los piés feos." Estonce dijo la liebre: "Pues muéstrame en qué manera conosceré al tu fijo."Aquel que ha tal cabeza como yo, é tal vientre, é tales piernas, é tales piés, aquel es mi fijo fermoso, é á aquel da tú los zapatos nuevos." La liebre fuése luego para el cabildo con los zapatos, é dijo al leon é á las otras animalias de cómmo el bufo les mandara saludar á aquel entre todas las otras animalias. E dijo estonces el leon: "Qui sapo ama luna le paresce, et si alguno ama la rana aquella le paresce reina ."Ansí acaesce á muchos hommes et de buenas personas, é non se quieren allegar sinon á los beodos, á los tahures, é á los ladrones , é aquellos paresce á ellos que son buenos é los mejores, porque han tales condiciones commo ellos, é paresce á ellos que son aquellos los mejores, ansí commo paresció al bufo que su fijo era el mas fermoso de todas las animalias; ca dice san Agustin: "Non quieras ser loado de los malos ni de los buenos; ca si aquellos te loaren, non puede ser que algunas de aquellas condiciones non haya en ti."


VIII. Enxemplo del mancebo que amaba la vieja.

Un mancebo amaba una vieja, é decia algunas veces cómmo se podria partir de aquella vieja que tanto amaba; é díjole uno: "Mezquino ¿cómmo eres loco que amas tanto á esta vieja, é mujer tan fea?" E él respondió: "muy fermosa me paresce." Ansí acaesce algunas vegadas que algunos hommes tienen fermosas mujeres é páganse de otras que son muy mas feas: onde dice san Agustin que esto se entiende por el ánima del pecador, que es esposa de Jesucristo, é se paga algunas veces mas de furtar é decir un falso testimonio, ó de facer adulterio, ó de facer los siete pecados mortales, que non de amar á Dios nin de guardarse de pecado. La tal persona como esta es comparada al bufo que amaba á su fijo, é le paresció mas fermoso que ninguna animalia. Et estos tales aman mas al diablo porque les paresce en sus obras mas, que non facen á Dios que los crió nin á los sus santos. ¡Ay qué grand ceguedad, é qué grand yerro é engaño! Et por esto, Señor Dios, alumbra los nuestros ojos que te cognoscamos por mas fermoso, é danos entendimiento porque te amemos sobre toda cosa. Onde dice san Agustin: "Señor, tú feciste todas las cosas; á quien tú paresces fermoso todas las cosas le parecen fermosas; et á quien tú paresces bueno todas las cosas le son buenas; é aquellos son bienaventurados que creen que tú eres bien complido é bien acabado, é que ninguna cosa sin tí non les es buena nin les paresce bien.


IX. Enxemplo del gato con el mur.

En un monesterio habia un gato que habia muerto todos los mures del monesterio, salvo uno que era muy grand, el cual non podia tomar. Pensó el gato en su corazón en qué manera lo podria engañar que lo podiese matar; é tanto pensó en ello que acordó entre sí que se ficiese facer la corona, é que se vistiese hábito de monje, é que se asentase con los monjes á la mesa, é estonce que habria derecho del mur; é fízolo ansí commo lo habia pensado. El mur desque vió el gato comer con los monjes, hobo muy grand placer, é cuidó, pues el gato era entrado en religion, que dende adelante que le non faria enojo ninguno, en tal manera que se vino don mur á do los monjes estaban comiendo, é comenzó á saltar acá é allá. Estonce el gato volvió los ojos commo aquel que non tenia ya ojo á vanidad nin locura ninguna, é paró el rostro muy acorde é muy homildoso; et el mur desque vió aquello fuése llegando poco á poco, et el gato desque lo vió cabe sí, echó las uñas en él muy fuertemente, é comenzóle á apretar muy fuertemente la garganta . E dijo el mur: "¿Por qué me faces tan grand crueldad que me quieres matar, siendo monje?" Estonce dijo el gato: "Non prediques agora tanto, porque yo te deje; ca, hermano, sepas que cuando me pago só monje, é cuando me pago só calonje, é por esto fago ansí." Ansí es de muchos clérigos é de muchos ordenados en este mundo, que non pueden haber riquezas nin dignidades nin aquello que cobdician haber; estonce facen una herejía, ca fíngense de buenos é de santos, é en sus corazones son muy falsos, é muy cobdiciosos, é muy amigos del diablo, é fácense parescer al mundo tales como ángeles; et otros ha y que se meten á ser monjes por tal que les fagan priores é obispos, et por esto fácense corona, é vístense hábitos, porque puedan tomar alguna dignidad, así commo tomó el gato al mur; et maguera entiendan despues que lo han habido falsamente, por mucho que los otros prediquen que lo dejen no lo quieren dejar. En esta manera el araña fila sus telas, é ordida su trama, consúmese toda por tomar una mosca, et despues que la ha tomada, viene un viento é lleva la tela é la araña é la mosca. Ansí es de muchos clérigos escolares, que van á la corte á veces desnudos, é con grandes calenturas, é frios, é nieves, por muchos montes, por valles, é trabajando mucho, quebrantando sus carnes é sus cuerpos por cobrar algun beneficio, et despues viene la muerte é llévalo todo.


X. Enxemplo de las propiedades de las moscas.

Debedes saber que son muchas maneras de moscas; hay unas moscas que fieren muy mal é son muy a uciosas (acuciosas?) por facer mal, é otras que se ensucian , é otras que facen gran roido. La mosca que muerde se entiende por algunos clérigos que han beneficios en las iglesias, é mantiénense con ello commo avarientos, é non lo quieren dar á los pobres, antes allegan dineros, é todo su cuidado é todo su entendimiento es puesto en tomar dinero de sus clérigos, é en allegar grand tesoro, commo quier que ellos tienen asaz de lo suyo: aquestos tales son moscas que fieren. Otrosí, algunos son que viven lujuriosamente, é tienen barraganas é fijos, é expenden cuanto han de la iglesia; en aquestos es la mosca que ensucia . Otrosí, hay otras maneras de clérigos que tienen muchas compañas é muchos escuderos é muchos caballeros; aquellos son semejantes á la mosca que face roido, é á postremas viene un grand viento que todo lo lieva. El gran viento es la hora de la muerte, que todo el estado é toda la forma estrui del homme.




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