Relación que hizo el Doctor don Lope de Ysasti [...] acerca de las maléficas de Catabria
Relación de sucesos
1618
Julio Caro Baroja, 1933
Vieja mujer de mala fama
Bruja
En Ávila, una mujer de mala fama se hallaba al borde de la muerte y el sacerdote se personó para darle la Extrema Unción. La mujer, no obstante, no quiso confesarse y parecía atormentada, pues gritó más de una vez: "que me ahogan".
Al día siguiente, la mujer ya había fallecido y un nieto suyo dijo al criado del cura que había estado en lejanas tierras, había comido cadáver y había visto al diablo. Cuando el cura quiso saber esto de primera mano, el joven se lo negó.
Posteriormente, en el portal de la iglesia, fue encontrado una especie de hormiguero con siete sapos, que fueron exterminados; se reprodujeron y, además de matarlos, hubo que echar cal en el lugar.
Sobre todo esto hubo malos juicios, pues los vecinos se quejaba de la mujer muerta, pues se decía que causaba numerosas enfermedades difíciles de explicar.
La historia relatada aquí no es clara, pero podría simplificarse de la siguiente manera: una mujer de la que se sospecha en la aldea muere sin querer confesión, luego gracias a su nieto se descubre que tanto ella como el susodicho se dedican a la brujería y acuden al aquelarre. Esto viene "demostrado" por esa especie de maldición que descubre el sacerdote en el portal de la iglesia. Se hace hincapié, como en muchos otros relatos, en la capacidad de los brujos para provocar enfermedades.