Catherine de Naguille y Janette de Abadie de Ciboure
Bruja
El el Discurso I del LIbro II, se señala que mujeres como las mencionadas, Catherine (11 años) y Janette, confesaron que habían estado en el sabbat no solo por la noche, sino también a mediodía. Y, por otra parte, estando por la noche en la iglesia, intentando protegerse del diablo para que no las condujera al aquelarre; una vez se habían quedado dormidas, eran conducidas al conventículo por el mismísimo demonio, que demostraba de este modo su poder, y que podía llevar a las brujas a las reuniones cuando quería. Ellas eran así arrebatadas contra su voluntad.
De estas confesiones se puede extraer todo un ejercicio de fabulación. En ellas encontramos el germen de lo que podríamos denominar un "cuento".