De Claudina solo poseemos testimonios de otros personajes, puesto que la madre de Pármeno ya murió, dejando como su digna heredera a Celestina. Se nos dice que fue la maestra hechiceril de Celestina y también fue acusada de bruja, por frecuentar las encrucijadas, pero esto no es suficiente para convertir a esta figura en una sierva de Satán que acude a aquelarres, por lo que tanto Claudina como su discípula son simples hechiceras de andar por casa que utilizan sus conocimientos para ganarse la vida.
Aunque Claudina no posee un papel en la trama en sí, las referencias a ella resultan determinantes para profundizar en el carácter hechiceril de Celestina y también para ahondar en la relevancia de las artes mágicas en este texto.