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Resumen |
A lo largo de la obra, Celestina, en los encuentros con otros personajes, remite al pasado, ya sea al propio o al de aquellos con quienes interactúa; se muestra a sí misma como un puente entre una vieja generación, representada por los padres y antiguos amos, y la nueva generación, todos aquellos que intervienen en el desarrollo de la “Tragicomedia”; monopoliza el conocimiento del pasado durante buena parte de la obra, situación de la que sacará ventaja para su causa. Construyendo el pasado, Celestina gana control gradual sobre aquellos que le son adversos, pues encuentra la manera de atraerlos hacia ella aprovechándose de las carencias que manifiestan y elaborando un sustituto para cada una de ellas. Será solo cuando pierda el monopolio del pasado y empiecen a intervenir otros personajes de la vieja generación cuando Celestina comience su declive. Ahora bien, esta construcción del pasado, como todas, se hace a través de la palabra y es en la palabra donde estriba el verdadero poder de Celestina; a semejanza de los magos renacentistas, Celestina controla la palabra y con ella puede modificar el desarrollo de los hechos según su voluntad. Discutir someramente el verdadero alcance de sus palabras y, en todo caso, la naturaleza misma de su poder en el desarrollo de la obra será el objetivo de este trabajo. [Resumen del autor] |
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