Capítulo XXXVIII

De la ley de los moros. /fo. XXVIII v./

 

Por quanto yo he hablado de los moros y su tierra, si queréys saber una partida de su ley y creencia yo hos la diré según su Alcorán lo pone, al qual Alcorán unos llaman "Mescale" y los otros "Ermen" según sus lenguajes diversos; el qual libro les dio Mahoma, en el qual está escrito, según que yo he leydo y mirado muchas vezes, que los buenos yrían al Parayso y los malos al Infierno: esto creen todos los moros.

Y si les demandáys qué Parayso piensan haver ellos responden que aqueste Parayso es un lugar muy deleitable en el qual se hallarán todas maneras de frutas en todos los tiempos, y ríos de miel y vino y leche y de azeyte y de aguas, y que ende haurá muy nobles y hermosas casas según el merecimiento de cada uno las quales serán de oro y plata y piedras preciosas, y que cada uno terná mugeres y que todavía serán vírgenes y que cada día tratará con ellas y que todavía las hallará vírgenes.

Item, ellos creen de la Virgen María y de la Encarnación, y que la Virgen María fue ende engañada de los ángeles y que san Gabriel le dixo que era doncella virgen y que denunció la Encarnación de Jesuchristo y que ella concibió y parió virgen. Esto rectifica su Alcorán: en este Alcorán dize que Jesuhristo habló luego como fue nascido, y que él era santo propheta y verdadero infante sín ningún mal ni vicio; y dize más este libro que como el ángel denunció la Encarnación a la sancta María y a Joseph que allí estava, que la Virgen huvo miedo por quanto en aquella tierra havía un grande encantador que se llamava Çalema y pensó que este encantador la quisiesse engañar, y allí dize que la virgen santa María conjuró al ángel: pensando que fuesse el dicho Çalema, dize que él le respondió el ángel que no tuviesse miedo, que él era cierto mensajero de Dios; dize más este libro que como la Virgen Santa María parió debaxo de un árbol de palma y el pesebre del buey y del asno, que sintió mucha congoxa por quanto havía parido y que lloró y dezía que más quissiera ser muerta, y que luego el infante Nuestro Señor la consoló diziéndole: "Madre, no toméis enojo, porque Dios ha descendido en vos por la redención del mundo", y en otros lugares del libro dize que Nuestro Señor habló luego en nasciendo, y dize más que Jesuchristo fue enviado por Dios todopoderoso para que fuesse expectable exemplo y señal en todas las personas.

Item, habla su Alcorán del día del Juizio diziendo assí que "Dios verná a juzgar todas maneras de gentes", y que "a los buenos escogerá a su parte y a los malos condenará a las infernales penas", y que entre todos los prophetas Jesuchristo es el más excelente y más cercano a Dios, y que él hizo los ángeles y que tenían buenas doctrina, sabiduría, claridad, dilección y verdadera predicación, y que aquéste cree en Dios y es verdadero propheta y sin pecado, y que él alumbrava los ciegos y sanava los paralíticos y enfermos y resucitaba los muertos, y que subió a los Cielos bivo, y cómo ellos pueden tener los libros de los evangelistas, especialmente en aquel lugar donde dize: "Fue enviado Gabriel el ángel", el qual Evangelio dizen mucho a menudo en sus oraciones aquéllos que son letrados, y quando ellos esto rezan besan en tierra por grave devoción.

Item, ellos ayunan un mes entero, que no comen de día sino de noche, y aún se guardan de tocar a sus mugeres en todo aquel mes, mas los malvados no son tenidos por cierto de ayunar; y dize más este libro que los judíos son malvados porque no creen que Jesuchristo fue venido por parte de Dios, y que ellos mienten a menudo de la Virgen María y de su hijo Jesuchristo diziendo que ellos lo havían crucificado: porque dizen los /fo. XXIX r./ moros que por cierto él no fue crucificado assí como ellos dizen antes que Dios lo hizo subir al Cielo sin morir y sin malenconía que tomasse, mas que él transfiguró su semejança a uno otro y aquéste fue Judas Escariot, y que aquél crucificaron los judíos pensando que era Jesuchristo, y que Christo subió al Cielo para juzgar en mundo.

Y d´esto dizen ellos que nosotros los christianos no tenemos algún conocimiento, y que los judíos se pensaron locamente y falta que Dios fuesse crucificado; y dizen que es gran sin justicia que Dios, que es sin culpa, mereciesse tomar muerte, endemás, de tan vil gente como son los judíos, y en aqueste artículo dizen ellos que nosotros los christianos erramos del todo y que la gran justicia de Dios no podría soportar tal cosa hazer a tuerto y sin razón: en esto fallesce su fe, porque ellos confiesan las obras de Jesuchristo ser buenas y sus palabras y Evangelios ser verdaderos, y assí mismo su doctrina y milagros, y las obras de la Virgen santa María ser buenas y que parió a Jesuchristo siendo virgen antes del parto y después del parto.

Y dizen qua aquéllos que perfectamente creen en Dios serán salvos, y por quanto ellos van más cerca de nuestra fe, que otros se convertirán antes a nuestra religión christiana que otros, y quando hombre predicando la Ley de Jesuchristo les demuestra por los prophetas, assí mismo dizen ellos que por prophetas hallan ellos que la Ley de Mahoma ha de perecer assí como la de los judíos ha hecho, la qual ya es confundida, y que la Ley de los christianos ha de durar hasta el fin del mundo; y si les mandáys en quién creen, ellos responden: "Nosotros creemos en Dios que ha criado todas las cosas, porque sin él no se ha hecho cosa ninguna. Y creemos que el Día del Juyzio cada uno haurá el gualardón de sus obras según el merecimiento d´ellas. Y creemos quanto Nuestro Señor ha dicho por la boca de los prophetas"; y dizen que Mahoma mandó, y yo lo he visto muchas vezes en su Alcorán, que cada uno pudiesse haver dos o tres o quatro mugeres, mas agora se toman ellos hasta nueve o diez, y mancebas quantas pueden haver; y si alguna de sus mugeres menosprecia a su marido pueden echarla luego y tomar otra muger, mas es menester que le dé sus bienes.

Item, si alguno les habla de la Trinidad, ellos dizen que aquéllas son tres personas y no por cierto un solo Dios, porque el Alcorán no habla ninguna cosa de la Trinidad; si les decís que el Hijo es palabra de Dios, ellos dizen que saben bien que Dios embió sabiduría en la tierra para encarnarse en la Virgen María y por la palabra de Dios será todo el mundo resucitado en el día del Juyzio, y ellos dizen que aquesto es verdad: que la palabra de Dios tiene gran fuerça y que assí lo dize su Alcorán allá do dize que el ángel habló a santa María y le dixo: "María, Dios será contigo y Jesuchristo será concebido y nascido por palabra de Dios"; estas cosas habló Jesuchristo diziendo que Abrahan fue amigo de Dios, y Moysén fue propheta de Dios y fue palabra y sancto espíritu de Dios, y que Mahoma fue derecho mensajero de Dios, al qual ellos nombran en morisco o en arávico "Rozor", y dizen que de ellos quatro suso dichos fue el más excelente y grande de todos; en tal manera, que ellos tienen muchos buenos artículos de nuestra fe aunque ellos no tengan la Ley perfeta según que nostros los christianos, y serían ligeros de convertir, [en] especial aquellos que en su Ley son hombres de ciencia porque ellos tienen los Evangelios y prophecías y la Biblia y todo por estenso en su lenguaje, y saben mucho de su ley literalmente, y por tanto son ellos perseguidores de los sabios que espiritualmen- /fo. XXIX v./ lo entienden, assí como san Paulo lo dixo.

Dizen los moros que los judíos son nación malvada por quanto han corrompido la Ley que Dios les dio por Moysén; assí mismo dizen que los christianos son malos porque no guardan los Evangelios que Dios les dio, y por tanto hos quiero dezir lo que el soldán me dixo una noche en su cámara quando él tenía ayuntadas todas maneras de gentes que hizo allí venir, donde havía grandes hombres, porque quieso hablar comigo de consejo, donde me preguntó cómo se regían los christianos, y yo respondí que "bien, por la gracia de Dios", y el mismo soldán me dixo que los christianos no mantenían su Ley porque los señores y perlados no hazían mención de servir a Dios, los quales nos devían dar exemplo de bien obrar.

Item, porque los comunes, en los días de fiesta quando devían yr al templo por servir a Dios, entonces se yvan a las tabernas a comer y bever y jugar, y de día y de noche no hazen otra cosa sino semejantes ecessos y como bestias no saben quaándo han de tener templança ni regla, procurando siempre de imitar a los epicuros; assí que los christianos se alegran de todas las desventuras teniendo por bueno lo malo, y por amargo lo dulce.

Dizen que es oprobio de todos el que con sancta doctrina y verdaderas obras corrige los vicios y pecados y tuienen en mucho aquél que con diabólicos tráfagos y intrincadas malicias adquiere muchos dineros; y estos todos tiran un fin principal que es, como dicho tengo, con robar y hazer pobres a muchos y hazerse ricos ellos, mas después que les paresce que están ya en la cumbre de la felicidad o hablando la verdad en el profundo del Infierno, tienen diversos y variables fines y en aquéllos ponen su felicidad: unos se hazen soberbios, otros avarientos, otros luxuriosos, otros glotones, y assí van resbalando de un pecado en otro hasta que viene el tiempo de la muerte, en el quel unos por no tener lugar, otros por no saber arrepentirse de sus pecados, mueren y se van como bestias al Infierno.

Todo esto que he dicho me dixo el soldán. Entonces yo le dixe que cómo su señoría sabía tan bien el estado de los christianos assí de los comunes como de los señores y perlados, y él me respondió que él lo sabía muy bien y assí mismo los coraçones de los grandes príncipes christianos y comunes, y por esto él enviaba mensajeros por todo el mundo a manera de piedras preciosas y bálsamo y otras cosas por saber las condiciones de cada una tierra y reyno; y de hecho hizo llamar a quatro mercaderes de su tierra misma de buenas faiciones, los quales hablavan tan bien nuestro lenguaje como nosotros mismos: d´esta manera embía el soldán hombres suyos por las tierras de los christianos con otras muchas mercaderías por saber las condiciones y hechos nuestros, de lo qual yo me maravillé mucho.

Y por cierto gran vituperio y escándalo es a nuestra Ley y fe esto que seamos reprehendidos aún de los infieles y gentes sin Ley verdadera, que aquéllos deurían tomar exemplo de nosotros, y convertirlos a nuestra Ley y fe cristiana guardan mejor su Ley o será que nosotro la guardamos, assí que no es maravilla que nos llamen malvados. Y ellos dizen que los moros son leales y buenos porque guardan enteramente todo quanto les manda su Alcorán: que dizen que Dios les ha embiado por su mensajero a Mahoma, con el qual dizen ellos que el ángel san Gabriel habló muchas cosas y le mostró todo su libro.

Capítulo XXXIX