Capítulo XIX

Del monte Sinay y del monte de Greb y de las golondrinas que llevan ramos de olivas y de la mata que vio Moysén.

 

Quien quiere yr por otro camino no partiendo por Babilonia, vasse por la mar Bermeja, que es un braço del mar Occeano, y es allá dende Moysén passó con los hijos de Ysrael y passaron todos en seco, y quando pharaón rey de Egipto con toda su cavallería y gente passava, fue ahogado y sumido.

Aquella mar, por cierto no es Bermeja más que otra, empero, en algunos lugares, ay rocas coloradas, y por aquesto la llaman "la mar Bermeja". Aquesta mar corre hasta la fin de Arabia.

Y de Palestina vasse hombre por el desierto hasta la val de Elín, y de allí al monte Sinay. Y sabed que hombre no puede passar por el desierto a cavallo porque /fo. XIII v./ los cavallos no hallan qué comer ni bever; por tanto, passan por este desierto en camello, porque el camello halla que comer yerbas y buxones, y endurarán bien la sed dos y aun tres días, lo qual no podrían hazer los cavallos.

Y sabed que de Babilonia hasta Sinay ay bien doze jornadas, y algunos las hazen más. Quien ha de yr por esta tierra a menester que lleve torcimán o faraute por causa de los lenguajes, y conviene que lleve assimismo algunas viandas para conservar la vida por el desierto. Y aqueste es lamado Assín, que quiere dezir "roca ardiente", porque Nuestro Señor le aparescía muchas vezes a Moysén en semejança de fuego encima de aquella montaña, donde es oy en día un abadía de monges bien murada, con puertas de hierro por miedo de las bestias salvajes, y aquellos monges son arabianos y griegos, y ende muy hermoso convento andan como hermitaños y no beven vino salvo en algunas fiestas principales. Son muy devotos y biven muy pobremente, y hazen muchas abstinencias y penitencias.

Allí es la yglesia de sancta Catalina, donde ay muchas lámparas ardientes porque ellos tienen mucho azeyte para comer y quemar por gran milagro de Dios, por quanto las golondrinas y cuervos y otras aves passan juntas en gran suma y número como que fuessen en romería, y cada una lleva una rama de oliva en su oico en lugarde ofrenda, y la dexan en aquel lugar, de las quales hazen los monges mucho azeyte. Y pues las aves, que no han razón natural, van ende a visitar y proveer aquella gloriosa virgen y casa suya, nos, que somos razonables y criados a semejança de Dios, mucho más deuríamos yrla a la visitar. Item, detrás el altar desta yglesia es el lugar donde Nuestro Señor fue visto de Moysén en la çarça ardiente y no se quemava, y quando os monges quieren entrar en aquel lugar ellos se descalçan porque nuestro señor dixo a Moysén: "Descáçate, porque el ugar donde estás es santo".

Aquel lugar llaman los monges "Dieses", que quiere dezir "sombra de Dios". Y aquí es un grande y hermoso altar, el qual es muy alto y tiene la puerta de alabastro, donde los huessos de sancta Catalina yazen; y allí muestra el prelado de los monges a los peregrinos sus reliquias, y si con un instrumento de plata friegan los huessos, sale d´ellos un poco de licor, el qual no es olio ni bálsamo, mas es más escuro, y de aquel da un poco a los peregrinos, el qual no es gran quantidad. Y después muéstranles su cabeça y el paño en que ella fue embuelta, el qual está aún oy día todo sangriento; y en aqueste trapo embuelto llevaron los ángeles su cuerpo hasta el monte Sinaí, donde fue soterrado con él. Y allí mesmo muestran la çarça que ardía y no se quemava, la qual no es aún consumida.

Allí mismo muestran otras muchas cosas que sería largo de contar. Item, quando el prelado de aquella abadía muere, su lámpara se amata también, y quando eligen otro prelado, si bien no es su lámpara, cominça a arder por la virtud de Dios sin que ninguno la encienda; porque cada uno d´ellos tiene su lámpara, por sus lámparas saben quándo alguno d´ellos /fo. XIIII r./ deve morir, porque la lumbre comiença defuscar y mudarse, y si el abad es muerto y los monges no se concordan en la elección, entonces ellos dizen una missa por el muerto y assí ellos hallan el nombre escrito y assí es recebido por prelado d´ellos.

La qual cosa yo demandé a unos y a otros y nome la quisieron dezir hasta en tanto que yo les dixe que semejantes que ellos no devían callar las tales cosas, antes las devían manifestar y publicar por aumentar la fe y devoción a las gentes, y que hazían gran peccado en callarlo porque los miraglos de Nuestro Señor que cada día haze son testimonios de su saber, según que dixo David en el Psalterio: "Los milagros son los tus testimonios, Señor". Entonce me dixeron que a unos y a otros lo dezían muchas vezes, y más no pude saber d´ellos en toda la abadía, por muchas maneras de cosas plazientes que les hablé, más dixéronme que los tales miraglos por cierto no eran tan grandes que no oviesse otros mayores, porque dezían que ende solía haver tantas de moxcas que los monges por aquellas suziedades querían dexar la abadía, de manera que yvan muchos fuera el camino de la montaña por huyr y dexar aquel lugar y que entonces les aparesció la Virgen diziéndoles que tornassen, y desde aquella hora hasta aquí no entravan moxcas ni otras suziedades, y que assí tornaron los monges.

Item, ante la puerta de aquella abadía es la fuente donde hirió Moysén con la verga y salío agua. Y dende sube hombre allá donde suben por muchas gradas, y allí halla hombre primeramente una yglesiade sancta María, donde encontró con los monges que se yvan por las moxcas.

Item, encima de la montaña mesma es la capilla de Nelías propheta; aqueste lugar es llamado "el monte de Oreb", del qual la Sancta Escriptura haze mención que anduvo en fortaleza de aquel manjar y vianda hasta el monte de Oreb, y allí es la viña que san Juan evangelista plantó, y ellos llaman "los razimos senfes", y una jornada más alto es la capilla de Moysén y la peña donde fuyó Moysén quando vio a nuestro señor cara a cara, y en aquella roca está emprentada la forma del cuerpo de Moysén, porque él se encontró en la roca y por miraglo de Dios él entró en la roca. Y cerca de aquí es assimismo el lugar donde dio Nuestro Señor Dios los mandamientos a Moysén, y allí es la cueva donde Moysén estuvo quando ayunó los quarenta días, mas él no murió en la tierra de promissión, empero no sabe hombre alguno dónde fue sepultado su cuerpo.

Y d´esta montaña passa un gran valle para yr en otra montaña donde sancta Catalina fue sepultada de los ángeles de nuestro señor, y en aquel valle está una yglesia de quarenta mártyres, y van allá muchas vezes a cantar los dichos monges, y aqueste sobredicho valle es muy fresco. Y después sube hombre en la montaña de sancta Catalina, la qual es mucho más alta que la montaña de Moysén; y donde sancta Catalina fue sepultada no ay yglesia ni capilla ni otra morada, mas allí es el lugar donde su cuerpo fue metido por los ángeles, y allí solía estar un yglesia, mas fue derrocada, y aún ende están las piedras según la historia lo recuenta.

Las gentes creen que todo es un lugar donde Dios dio la ley a Moysén y donde sancta Catalina fue sepultada. Y esto es de entender en un lugar y lo otro en otro, aunque todo se llama el monte Sinay, mas ay gran camino del un lugar al otro, y ay ende un valle profundo entre la una montaña y la otra.

Capítulo XX