Capítulo XVIII

De muchas cuevas ardientes y de muchos caminos y puentes hasta Alexandría y de los peligros que ay en el camino del mont Sinay.

 

 

Y aún en esta ysla está la montaña de Ethna, que continuamente se quema y arde, la qual es llamada "Mongibel" y también es cerca de Bulcan, el qual continuamente se quema. Y allí ay una gran caverna quemante que echa diversas llamas y colores, y por el mudamiento de aquellas flamas conoscen los de aquella tierra quándo será tiempo caro o barato, o frío o caliente, humido o seco, y en todas las maneras quando el tiempo se muda.

Y de Italia hasta Bulcan es el camino del Infierno y quien va dende a Pisa, passa por las yslas de Cofro, las quales eran de Binovedes y agora son de venecianos. Y después, arriba hombre a /fo. XIII r./ Grecia, a puerto de la rica de Mirothio, al puerto de Babilonia, o en la ciudad de Dures o en otras partes de aquella costa. Y dende se va para Constantinopla y después por agua hasta Rodas y a la ysla de Cerron y a la de Chipre; y hasta Constantinopla ay mil y ochocientas leguas lombardas, y después, de Constantinopla a Rodas ay cerca de ciento y setenta legua, y después, de Chipre se va hombre pa Hierusalem a mano siniestra por mar hasta Egipto, donde aportan en la ciudad de Damiata, que solía ser muy fuerte, y aquesta es la entrada de Egipto, y dende se va a Alexandría, que es costa en la ribera de la mar.

En aquesta ciudad fue degollada sancta Catherina y ende fue martyrizado sant Marco evangelista y allí fue soterrado, mas el emperador hizo llevar el cuerpo a Venecia. En Alexandría ay una hermosa yglesia de sant Marco, mas los moros la han hecho mezquita; y es toda blanca porque así son todas las otras, porque los moros la han toda emblanquecido por cegar las ymagines que ende estavan a la costumbre de los christianos. Aquella ciudad de Alexandría tiene bien cerca de dos leguas en largo, mas no contiene poco más de un tercio de legua en ancho; y es muy bella ciudad y allí entra el río de Nilo en la mar, como suso fue dicho. En esta ribera deste río de Nilo se hallan muchas piedras preciosas y mucha manera de aloe, que es árbol que viene de Parayso Terrenal, el qual es muy bueno para muchas melezinas, porque hos digo que es bien caro.

Y de Alexandría se va hombre para Babilonia y al monte Sinay, donde sancta Catalina yaze; y conviene yr por los desiertos de Arabia, por donde Moysén llevó el pueblo de Israel, y passa la fuente que Moysén hizo por su mano en aquellos desiertos, quando el pueblo murmurava porque no hallava qué bever. Y después passa por la fuente de Marach, el agua de la qual era primero amarga, mas los hijos de Ysrael, metiendo en aquélla un madero, fue tornada dulce y buena para bever.

Y assí va hombre por el desierto hasta a Daval Elin, donde ay una fuente en la qual ay doze fuentes y setenta y dos árboles de dátiles, los quales halló Moysén con los hijos de Ysrael. Y d´este valle hasta el monte Sinay no ay sino una jornada.

Capítulo XIX