Capítulo XVII

De los caminos y puertos de mar, y de las serpientes que pruevan los niños si son legítimos o no.  

 

Ahora tornaré a lo que primero comencé porque procedamos más largamente, y mostraré los otros caminos que son para Babilonia, a donde está el soldán, que es en la entrada de Egipto. Porque muchas gentes van por ahí y dende al monte Sinay tornan para Hierusalem, donde es el más digno romiage, porque ninguna romería se puede ygualar con aquélla. Pero por cumplirla más seguramente vasse hombre primero a lo más apartado y después torna para acá.

Pues quien quiere yr para Babilonia tiene otro camino más corto para yr de aquellas partidas en las dichas romerías: primeramente van a Francia por Borgoña y Lombardía (no cumple nombrar las ciudades que hay en este camino porque son conocidas por muchas naciones) y ay muchos puertos donde hombre puede entrar en la mar, assí como son Génova y Venecia. Y passan por la mar de Atutilem, que es llamado "el golfo de Venecia", el qual es de la parte de Italia y de Grecia, de la una parte y de otra de la costa. Y otros ay que entran en Nápoles y otros en Flandes en la mar y otros en muchos puertos. Y passan por Rusia, Campania, Calabria y Pulla y por las yslas de Italia, y por Cerdeña y Cicilia, la qual es muy gran ysla, y buena.

En esta ysla ay un huerto en que ay muchos y diversos frutos. Aqueste es un huerto verde y florido todos los tiempos, assí en invierno como en verano. Esta ysla tiene en derredor cxxxx leguas. Entre Italia y Cicilia ay un chico puerto de mar que se llama "la mar de Mecina". En aquella ysla la mar abaxa y sube como la mar de Lombardía.

En esta Cicilia ay una manera de serpientes o culebras con las cuales se pruevan los niños si son legítimos o bastardos, porque si son legítimos no pueden sufrir el aliento del niño, y si son bastardos las culebras los muerden, y d´esta manera pruevan muchos sus hijos.

Capítulo XVIII