Jornada quinta

 

Modesta         Lepidano          Gil Lanudo

 

Madre y padre de la dama      Pastor

 

 

 

Vidriano       Leriana           Perucho

 

Cavallero     Dama              Ortelano

 

 

 

Secreto        Oripesta         Cetina

 

Moço           Donzella         Moça

 

 

Modesta

Muy afligida me tienes
hija, en Dios y en mí, o ciencia,
en ver que assí contravienes
la maternal obediencia.
Cata, hija,
que tu durez no me aflija
con tu grande desatiento,
haz que tu seso se rija
por nuestro contentamiento.
Quien tal hyerra
vivirá siempre con guerra
y quien el contrario obrare
vivirá sobre la tierra
si los padres acatare.
Porque, atajo,
piensa con quánto trabajo
te he criado desde niña,
hecha a tu lengua un badajo
porque no me busques rinña,
que a tu padre
ya no ay plazer que le quadre
según su mucho tormento.
Yo te mando, como madre,
que mudes de pensamiento.

Leriana

Yo, señora,
no sé en qué cosa desdora
mi obediencia en tu servicio,
por ende hazme sabidora
en qué te hecho desservicio
que, en verdad,
desde mi pequeña edad
quanto requirió mi estado
nunqua may mi voluntad
se apartó de tu mandado.

Modesta

Si no entiendes
el por qué ni lo comprendes
muy en breve lo sabrás
y si a mi razón atiendes
verrás quán erranda vas.
¿Por qué, hija,
tu buen seso no cabija
ossa vana pertinacia
que te espolea y aguija
con tus padres en desgracia?
Para mientes,
si seso alcanças y sientes
hechando cuenta con ti,
que no tienes más parientes
sino a tu padre y a mí;
nuestra hazienda,
si tu intento no se emienda
en no quererte casar,
yrse ha toda a floxa rienda
sin tener a quien la dar.
D'esta vez,
si te muestras tan rahez
mira quanto mal verná,
darnos has mala vejez,
Dios te lo demandará.
Tu sentido
está en peligro metido
si al seso no se reclama,
porque, el no querer marido,
da muy sospechosa fama.

Leriana

Por mi fe,
y assí Dios salud me dé
que en verte con tal excesso
luego yo me lo pensé

/[Bvij v]/ 

que eran tus enojos d'esso.
Hazes mal
si recibes pena tal,
porque con justa razón
puede muy bien cada qual
rehusar la tal prisión,
de tal suerte
qu'es un ñudo esse tan fuerte
qu'es menester bien pensallo
que, si no sóla la muerte,
no puede otro desatallo,
quanto más
que, si bien pensar querrás,
sin hazer la cuenta escassa
por mis años hallarás
que el tiempo no se me passa.

Modesta

Dios bendito,
tu saber es infinito,
tus secretos grandes son,
dame siquiera un poquito
de paciencia al coraçón.
Baste, baste,
no quiero que más se gaste
el tiempo en tu terquería,
cansa estoy de hechar contraste,
haz de ti a tu fantasía.
Ser podrá
que quiçá te peserá
el regirte d'esta suerte.

Leriana

Señora madre, en verdá,
no pienso en esto offenderte.

Modesta

Miedo he,
según de tu padre sé,
si no mudas de opinión
que te ponga, a buena fe,
en alguna religión.

Leriana

¡Oxalá!
Mas, ¿qué daño me verná
si de tal saya me visto?
¡Estubiesse dentro ya,
ya pluguiesse a Jesuchristo!

Modesta

Baste aora,
no seas offendedora
de tu madre. Ven tras mí.

Leriana

Tomaré el tiempo, señora,
según que demuestre en sí.

Modesta

¡Qué razón!

 

 

Gil Lanudo

Don hi de puta, ladrón,
si un poco más esperárays
yo's juro por Sant Antón
qu'os haziera que pagárays
el reyr.
Voto a san hasta morir
no lo dexara en la tierra,
mas ¡si sopiera esgremir
como quien anda en la guerra!
Sin cuydado
quiero aquí, muy de buen grado,
esgremir quanto podiere
ver si seré buen soldado
si alguna guerra viniere.
Lo primero,
boto a Diego verdadero,
yo quiero andar con puxança
y ensayarme por entero
al passo de la ordenança.
Ara pues,
vos, mi gayado, serés,
agamos cuenta, la pica (33);
vos, braço, no dormirés
quando el atambor repica.
Sus, andar,
estos passos se han de hechar
muy grandes, sperá un poquito,
ta, la, la, la, lan, andar.
Pardiós, no doy en el hito (34).
Muy bien van,
tapa, tapa, tapa, tan.
O, que no doy passo drecho,
tarde, tarde, pagarán,
tan, tan, tan. ¡O, qué despecho!
Muy bien fue.
Ha, pues que esto bien sé
y no me hyerro un gafete (35),
agora provarme he
a andar como ginete.
Está bien,
ago la cruz + en la fren

/[Bviij r]/ 

porque el diablo no me empeça
y ármome en un santiamén
todo de pies a cabeça:
de razón
ll'armete será el çurrón
porque es cosa que no cansa,
y el escudo, el calderón,
puesto el cuello por ell ansa;
el bonete
servirá por bracalete,
y la bota por pabés
y le arguyna (36) el cossalete
o el sayo puesto al rebés;
y ell espada
con que dan la cuchillada
será aquesta mimbrezillo,
y ell estoque o la estocada
será en fin esto cuchillo.
He, sperá
y el hombre adobará
hora, en nombre de Jesús,
desbaino por aquá
y echo aqueste contrasús
por encima,
y una cuchillada prima
arrojarle hazia las cejas
y si por dicha se arrim[a]
tirar luego a las orejas.
Dando un salto
y este braço puesto en alto
teniendo juntos los pies,
sagodirle un gran contralto
y en después este rebés;
y tornar
si ell otro quiere allegar
arrojalle una puñad[a]
y de presto manparar
y hechalle aquesta estocada
al toçuelo
y jugar de redepelo,
quebralle braços y cuello
y hechalle presto en el suelo
y apañarle del cabello.

Perucho

Dexi, ao,
camino para Vilbao
¿dónde van, por vuestra vida?

Gil Lanudo

¿Soys quiçá mono de nao
que venís tan de corrida?
¿Quién soys, pues?
Que yo os mostraré después
el camino sin más ramo.

Perucho

Tú, vos no la conocés,
ortilano de nostramo;
mas ha trenta
días yo está, y aún cincuenta,
amo con quien tu bebís.

Gil Lanudo

Ya, ya, ya cayo en la cuenta,
pardiós no sé qué os dezis.

Perucho

Dale, dizes,
por vida de Sant Helizes,
do podramos acertallo.

Gil Lanudo

En drecho de las narizes
habés de yr para topallo
al lugar.

Perucho

Di, si quieréys acabar
no burláys de caminyante.

Gil Lanudo

¿No os digo que habés de andar
de contino hazia delante?

Perucho

Hara veis,
mi fe mucho la sabéys,
merecéysle un cagajón.

Gil Lanudo

Allá nunca más habléys,
garretas de perdigón.
Vizcayno,
no podéys perder el tino
aunque seáys hijo de potro
yendo por el buen camino
y un passo delante de otro.

Perucho

Quanto que
aquesso ya me la sé.

Gil Lanudo

Pues su merced, ¿qué pregunta?

Perucho

Agudo sos, monafe,
como una orinal de punta.
Di, pastor,
te la ruego por mi amor
me digáys de todo en todo.

Gil Lanudo

Dios, que para embaxador
valéys otro tanto lodo.

/[Bviij v]/

 

Perucho

No entender.

Gil Lanudo

Pues, hermano, deprender,
nora mala que os dé Dios.

Perucho

Esse tú podéys tener
todo entero para vos,
hora vistes.

Gil Lanudo

Hi de puta ¿y no dixistes
no entendáys mi razón?
El mal presto no lo entendistes
allá adibas (37), maxmordón (38).

Perucho

¿Yo bordón?
Vos mientes como cabrón,
mijor soy que vos hidalgo.

Gil Lanudo

Los pies tenés de ansarón
y las narizes de galgo,
por San Pito.

Perucho

¿Yo la hurtado, cabrito?
otro vez mientís, vilano.

Gil Lanudo

Doy al diabro el garabito,
bocaza tenés de alano,
por mi fe,
y assí Dios salud no hos dé
que soys gordo a todo trance.

Perucho

Yesús, que nunca la sé
esta diablo de arromance.

Gil Lanudo

¡Qué plazer!
Pardiós que osaré poner
que hablara mejor mi culo.

Perucho

Juramento puede hazer,
no la he viste ningún mulo,
borrachón,
¿piensáyste que ser ladrón
como vos, don majadero?

Gil Lanudo

Digo que tenés razón
mucho más que un caldero.

Perucho

No entender,
habla bascuenz si saber
y ansinas nunca la hyerro.

Gil Lanudo

Pues, hermano, hazéos poner
en una jaula de fierro
como tordo.
¿In latinis estis lordo?
Si non estis fablaritis,
respondetis, ¿estis sordo?,
assine ¿non respondetis?
¿cum impeltas?

Perucho

No me hables por arrebueltas,
dizid claro, si te pese.

Gil Lanudo

Pues tengo las bragas sueltas,
por vida de quien me bese.

Perucho

¿Dizís yo?
Mal aya quien te parió
a todo vuestro linaje.

Gil Lanudo

Pues, pardiez, que si a vos vo
que os abaxe yo el coraje,
don mezquino.

Perucho

¿Quieréis tú con vizcaíno
dar dos morrados con mí?
Dexa andar a mi camino,
quiçá diablo traxo aquí,
creo que,
según hablas, por mi fe,
me quieréis tener paciencia.

Gil Lanudo

¿Qué's esso que dizís, he,
que nacistes en Plazencia?

Perucho

¡A, vilano!,
cata que lo estáis a mano
no me agáis arreñegar.

Gil Lanudo

Pues yo os doy mi fie[n]ta (39), hermano,
que ambos somos de un lugar.

Perucho

Zun, zun, zun, 
en dientes buscáys, algún
bufetón me llebaréis.

Gil Lanudo

¿Parientes somos ahún?
¡O, que nunca vos medréys!

Perucho

Toma ay,
remojaste agora aquí
y si quiere nunqua vienes,
essa llebaréys de mí
porque sepáys con quién tienes.

Gil Lanudo

¡Ay, castado,
por San Juan que me ha mancado!
¡O, Dios! ¿Muestramo, dó estáis?
Ya no iré más al ganado

/[Bix r]/ 

si de aquí no me llebáys.
¡O, pesar!
Si pudiesse cabalgar,
pues estoy cerca de casa,
yrme luego adacostar,
que ya quemo como brasa.
Xo, ladrón,
¡Ay no, praga a Sant Antón!
¡Ay muestra ama, que me muero!

Cetina

¡Válate la maldición!
¿De qué lloras, di, grossero?

Gil Lanudo

Ay, Cetina,
ábreme la puerta ayna,
hyerto vengo como un palo,
hazme un lecho en la cozina,
abre que vengo muy malo.

Cetina

Búrlaste,
que lo creo por mi fe.

Gil Lanudo

Déxate d'essas locuras
si no mira, tiéntame
ver si tengo calenturas.

Cetina

Muestra acá,
este hombre morirá
si luego, luego no bebe,
entra beodo en casa ya
y ay mala landre te llebe.
Buen tras mí,
cierra essa puerta azia ti,
a fe si el señor te siente...

Gil Lanudo

¡O, el diablo, catáos aquí,
piénsanse que ell ombre miente!
Ya está llena.

 

 

Vidriano

Si no fuesse por la pena
que nos nace de la ausencia
el amar es cosa amena
y una suave dolencia.
Mal estraño
es la ausencia cuyo daño
va creciendo cada ora,
paréceme que ha ya un año
que no he visto a mi señora.
Di, Secreto,
¿piensas que vernán a efeto
estos mis dulces amores?

Secreto

Que lo creo te prometo,
según los muchos sabores
que te ha dado.

Vidriano

¡O, cómo me has consolado!
Dios te dexe hazer buen fin.

Secreto

Oripesta se a asomado
a la rexa del jardín.

Vidriano

¿Por tu fe?

Secreto

Cierto a mí paréceme.

Vidriano

Buenas nue[v]as te dé Dios,
ahora descansaré,
anda, ven, vamos los dos.

Oripesta

Ay, señor,
y qué nuevas de dolor
que te traygo si me escuchas.

Vidriano

Sépalas yo, por mi amor,
aunque tengo ya otras muchas.

Oripesta

Mi señora
te vido mucho en malora
que, por sola tu ocasión,
se quiere meter aora
dentro de una religión.

Vidriano

Mas, ¿por qué?

Oripesta

Por tenerte mucha fe.

Vidriano

Hermana, todo lo cuenta.

Oripesta

Yo te diré cómo fue
que el coraçón me rebienta.
Aún ayer,
assí después de comer,
los padres de mi señora
le hablaron muy a plazer
retraydos más de una ora,
fueron tientos
que dieron sus pensamientos
de quererla ya casar
y en nombralle casamientos
nunca may quieso escuchar.
Muy turbado
el padre y muy enojado,
en verle que assí se arrima,
en un retablo ha jurado
de echalle el hábito encima.
D'esta affrenta
ella dize qu'es contenta

/[Bix v]/ 

d'entrar en la religión,
la triste madre lamenta...
¿Veys aquí la confusión?
Es assí
que, por no dexarte a ti,
ella está determinada
d'encerarse triste allí
y no ser en fin casada.
¡Qué dolores
y qué tantos sinsabores,
quiebrapies y torcecuellos
traen los negros amores
a los que se van tras ellos!
De rebato
han hecho y ya el aparato
competente para monja.
No sé cómo no me mato,
yo sin hablar, sin lisonja,
soy perdida,
que aceptado ha ya la yda
mi señora al monesterio.

Vidriano

Pues yo no quiero la vida
si es verdad esse misterio.
¡O, Secreto,
en quán congoxoso apreto
está mi ama metida!

Oripesta

Dende, a roto, de secreto,
será, señor, su salida,
y, por ende,
si en remedio no se entiende
la cosa va muy de veras.

Vidriano

¡O, qué gran daño s'estiende!

Secreto

(Nunqua más acá vinieras,
borrachuela)

Vidriano

¿Por quál parte se recela
que saldrán a su concierto?

Oripesta

Si el padre no nos lo cela
por la puerta d'este huerto.

Vidriano

¡O, Fortuna,
jamás das cosa ninguna
sino con amargo escote!
¿Hízete yo cosa alguna
para tan súbito açote?
¡Trago amargo!

Oripesta

Señor, no pongas embargo,
mi señora te suplica
quede el remedro a tu cargo
pues el mal te comunica.
Yo me voy,
porque, si sentida soy,
no ayan sospecha de mí.

Vidriano

Aqueste día de oy
aziago es para mí.
Ve con Dios.

Oripesta

El mesmo quede con vos.

Vidriano

Hermano mío, Secreto,
necessario es que los dos
pensemos algún efeto
por el qual
se remedie aqueste mal
que tiene tan gran cabida.
Immenso Dios immortal,
¿en qué a de parar mi vida?
¡O, m[a]l fuerte!

Secreto

No te aflijas d'essa suerte,
toma en las cosas el medio
que, si no en sóla la muerte,
en todo el resto ay remedio.

Vidriano

El final
remedio para mi mal,
si quieres que bien se acierte,
dame con este puñal,
yo te perdono mi muerte.

Secreto

¿D'esse modo
pensarías sallir del lodo?
¡Doyme a Dios con tal razón!
A recaudo fuera todo,
la soga y el calderón.
He, señor,
tempra un poco tu dolor
que te das muy grande mengua,
en nombrar un tal error,
atienta, atienta tu lengua.

Vidriano

¡O, mal duro!

Secreto

Edeficar sobre muro
es tu mal querer llorallo,
que, a mi ver, lo más seguro,
es pensar en remediallo.

/[Bx r]/

 

Vidriano

Determino
de hazer este desatino,
pues la cosa va tan rasa,
qu'es salirles al camino
quando la saquen de casa.

Secreto

Mas, señor,
pues, es tanto su valor
d'aquessa dama o donzella,
no ternía por error
que te casasses con ella;
y a mi ver
esto es mucho menester
para ser tu cas[o] onesto.

Vidriano

Aquesso Dios lo ha de hazer
una vez agamos esto.

Oripesta

Ce, señor,
llégate más, por mi amor.

Secreto

Veysla el diablo cómo llora.

Oripesta

Haz tus echos sin temor
que ya es llegada la ora.

Vidriano

¡O, qué afán!

Oripesta

Pues más tiempo no me dan
consejados con vos.
Dios que aquí nos matarán,
o, sus, perdónenos Dios.
Tal sazón
no consiente dilación,
ven, entremos aquí dentro
tras aqueste calejón
para sallir al encuentro.

Secreto

¡O, mal grado!

 

 

Lepidano

Pues que te has determinado
de entrar hija en religión,
aunque fue contra mi grado,
yo te doy la bendición.
Vos, muger,
aquí no es más menester,
dexad agora el'lorar
porqu'es a Dios ofender
recebir d'esto pesar.

Modesta

Ay, señor,
cómo nos fuera mejor
para tales regozijos,
sin passar este dolor,
que no nos diera Dios hijos.

Lepidano

Yo, por Dios,
passo pena de los dos,
pero veo en fin que es vana,
mas espántome de vos
siendo tan buena christiana
dezir esso.

Leriana

Dexen tan largo processo,
no se afanen de nonada
que yo de aquí les confiesso
que voy muy aconsolada.

Lepidano

Yo he plazer
que, pues ello assí a de ser,
vays con buen coraçón
y procurá de tener
muy perfecta devoción,
no dorada
mas ferbiente y enlazada
como buena religiosa.

Vidriano

No ha de ser sino casada,
si ella quiere ser mi esposa.

Leriana

Vuestra sí.

Vidriano

Venid señora con mí.

Lepidano

Sed cortés vos, gentilhombre,
o yo he de morir aquí
por guardar mi fama y nombre.

Modesta

¡Ay, traydor!

Leriana

Cesse ya padre señor
tu clamor, que Dios te ha oydo,
que siendo hombre tan de honor
yo le quiero por marido.

Lepidano

¡Mala infiel!
Saber quiero quién es él,
tu morrás oy a mi mano.

Secreto

No seréys vos tan cruel.

Vidriano

Yo, señor, soy Vidriano.

Lepidano

Yo quijera
que de otra suerte ello fuera,
señor, yo os conoçco ya
mas, pues ya es d'esta manera,
decanso nuestro será.
¿Soys contenta
vos, muger? Pues yo consienta.

Modesta

Si vos lo queréys, yo quiero.

/[Bx v]/

 

Lepidano

Mas, ¿por qué sin tal afrenta
no nos lo ablastes primero?

Vidriano

Fue, señor,
la causa de aquesse error,
aunque ahora no lo excluyo,
pensando que mi valor
no llegasse al pie del tuyo.

Lepidano

De verdad,
vuestra generosidad,
virtud y bienes y nombre
sacian mi voluntad
más que de ningún otro hombre.
Vos, muger,
debéys de gracias hazer
a la magestad de Dios
pues que, sin lo merecer,
dio tal descanso a los dos.

Secreto

Baste ya,
despidamos de aquá
porque a nadi sea notorio.
Plaudite que allá se hará
muy cumplido el desposorio.

FINIS