En la Parte II: Los epitaphios hallados por Julio, encontramos una última historia, "Estraña Aventura, y Epitaphio contra los Astrólogos". A Julio le cuenta este relato en Redondella, sobre Marcolpho, un astrólogo muy famoso en toda Galicia. Este astrólogo se casó con Almena, la hija de un marinero, muy hermosa.
La noticia sobre la situación envidiable de esta pareja llegó a oídos de un pirata, el Capitán Sempronio, que decidió secuestrar a Almena. Durante unas fiestas en Redondella, cuando Marcolpho estaba adivinando el porvenir a los vecinos, Sempronio asaltó su casa y se llevó todas las riquezas, así como también a Almena. Lo cargó todo en su barco y se lo llevó. Jamás se supo nada más de este pirata.
Marcolpho, cuando se dio cuenta de todo, se subió a una peña e intentó hacer volver al barco, pero no lo consiguió. Se tiró entonces desesperado al mar, entre las rocas, y feneció. No lo pudieron enterrar en tierra santa porque se había quitado la vida y le hicieron el sepulcro entre aquellas peñas. En el epitafio se destaca lo curioso de que fuera tan famoso por sus vaticinios y que, en cambio, no pudiera adivinar lo que le había se suceder a él.
No se cuestiona la capacidad de Marcolpho para predecir lo que le pasará a los vecinos de su pueblo, pero sí se somete a escarnio su incapacidad para ver lo que le iba a suceder a él.