En un pueblo de Castilla, había una ganadería de la que había desaparecido un cabritillo. En un reguero, hallaron pronto a un animalito similar y lo tomaron para devolverlo al lugar del que procedía, pero como era casi noche cerrada, las personas que lo llevaban se sentían desorientadas y no alcanzaban a tomar el camino correcto; hasta que el propio cabritillo habló para señalar la dirección apropiada. Pronto se dieron cuenta de que se trataba de una bruja convertida en cabra.

Nos hallamos ante un relato tipificado en el que se intenta evidenciar la realidad de las metamorfosis brujeriles. Aquí la bruja se ha convertido en cabra y queda al descubierto cuando habla con aquellos que la intentan devolver a la ganadería.