A lo largo de "Los trabajos de Persiles y Sigismunda" hallamos varias mujeres mágicas, entre ellas se encuentra una hechicera (sin nombre propio) que libera a Rutilio de la cárcel, y lo hace a cambio de que él sea su esposo. El joven acepta, aunque ella es una mujer madura, porque está desesperado. Una vez ella lo transporta sobre un manto volador hasta Noruega, le solicita el pago acordado, mas él la rechaza. Acto seguido ante él ve a una loba, a la cual acuchilla y se da cuenta inmediatamente de que la que yace muerta en el suelo es su libertadora. Nos encontramos, por tanto, con una mágica capaz de transportarse por los aires y de metamorfosearse en loba.
Aunque las dos capacidades más sobresalientes de esta hechicera nos resultan también familiares por la brujería, se trata de una hechicera al estilo de las clásicas, que también detentaban estos mismo poderes. Como en el texto no se la cataloga de bruja, es más conveniente clasificarla como hechicera mediterránea.