El encanto es la hermosura y el hechizo sin hechizo.
Comedia
Compuesta en 1654, Editada en 1681
Madrid, Francisco Sanz, impresor del reino
Celestina
Hechicera celestinesca
Encontramos de nuevo a Celestina, mas en este caso no existe ambigüedad alguna en cuanto a la efectividad de su magia. El personaje reconoce desde bien pronto al espectador que todas sus artes son un engaño, por lo que la trama de amores de la que esta figura forma parte como alcahueta-hechicera se sustenta también sobre un supuesto falso.
Celestina es archiconocida en la ciudad y posee una fama sin igual como adivina y experta en hechizos amatorios. Del mismo modo, usa con suma maestría objetos supuestamente mágicos, como un espejo, mas, en realidad, en lo que es un as es en usar la información que por vía real y material, en abosulto sobrenatura, le llega. Este hecho, que lleva muy en secreto, debe ser confesado por su parte cuando es prendida por la justicia. Pero hasta ese momento, el enredo y el humor (que no la magia) están servidos.
Este personaje es uno de los más representativos en lo que a hechicería conscientemente falsa se refiere. Se hallaría al mismo nivel, en ese sentido, que "La lozana andaluza".