Ars Magica
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José Dueso (compilador)
"En el aquelarre de Zugarramurdi". En "Leyendas navarras de brujas"
Género
Leyenda
Año edición / composición / representación
2014
Lugar / Librero / Editor
País Vasco / José Dueso
Personaje Mágico
María de Zozaya
Tipología
Bruja
Descripción
Cuenta esta leyenda que María de Zozaya estuvo unida durante mucho tiempo a un extranjero, quien, al conocer su oficio brujeril la abandonó. Eso sí, no pudo dejar de personarse a escondidas en el aquelarre par ver lo que allí tenía lugar. Pronto pudo observar cómo llegaban personas de diferente condición venidas de todas partes, volando sobre bestias. Estos asistentes se dedicaron a prepararlo todo para recibir a su señor, que salió de la cueva de Zugarramurdi en forma de macho cabrío. Después de que todos los brujos lo hubieran adorado, María de Zozaya, ante la sorpresa del hombre, subió al estrado para, desnuda, servir como altar a la misa sacrílega. Fue el propio cura del pueblo el que ofició la eucaristía y posteriormente animó a los presentes a practicar al mal. Del mismo modo, algunas de las brujas comentaron los peores actos que habían llevado a cabo en nombre de la secta. Después de estas confesiones y nuevas adoraciones, María y el diablo comenzaron una grotesca danza en cueros, que condujo a la consabida orgía propia de estos conventículos. La historia llega a su clímax cuando se le ofrece al demonio una virgen. La pobre joven se presenta atada y amordazada. Está aterrorizada, pues una persona virtuosa en medio de una reunión de malvados y pérfidos brujos. El cabrío le ofrece la posibilidad de renegar, pero ella se niega, por lo que se ordena su muerte. El propio sacerdote le clava un puñal en el pecho y cae exánime. Ante esto, el hombre que se hallaba oculto se descubre, para increpar a los asesinos. María lo reconoce al instante y todos se muestran amenazadores por la presencia de un intruso. El demonio manda que lo aten al cuerpo de la joven finada y lo despeñen. Y así sucede. Este es el fatal desenlace de una narración que muy bien podría tildarse de terrorífica.
Observaciones
Resulta interesante ver cómo relatos que no se incluyen en las dos relaciones que se conservan sobre el Auto de Fe de Logroño de 1610, pero que seguramente circularon, hoy forman parte de las leyendas de la zona. La vida de María de Zozaya se literaturiza y da paso a narraciones como la que hemos presentado. Como curiosidad, cabe añadir que este episodio se plasma en "Las brujas" de Fernando Claudín, novela de baja calidad que ha hecho uso de esta leyenda, con la pertinente adaptación.
Libros del "Cuentamiedos"
En el aquelarre de Zugarramurdi, en Brujas en el Pirineo fantástico
Género
Leyendas
Año edición / composición / representación
2006
Lugar / Librero / Editor
Libros del "Cuentamiedos"
Personaje Mágico
María de Zozaya
Tipología
Bruja
Descripción
María de Zozaya, una de las brujas más conocidas de todo Euskal Herria, estuvo una temporada casada con un hombre extranjero, que sospechando la calidad de bruja de su mujer, decidió abandonarla. No obstante, quiso presenciar uno de los aquelarres para poder identificar a su esposa y para ello acudió al prado de Zugarramurdi donde normalmente se celebraba el conventículo. Oculto, no tardó en ver a varios brujos y brujas llegar volando por los aires. Una vez allí, montaron un estrado y pronto se personó, saliendo desde la famosa cueva, una criatura mitad humana mitad macho cabrío. Todos lo honraron como su señor y ocupó un trono sobre el escenario. Pronto descubrió a su mujer como la persona que subió y se colocó ante el demonio, desnuda, para servir como altar para una misa negra, que ofició el mismo cura de Zugarramurdi. En un momento dado, tras la misa, tiene lugar la confesión de los brujos de sus maldades y una danza con una orgía. El hombre lo observa todo con excitación y fascinación, hasta que todo toma un cariz terrorífico, pues se presenta ante el diablo a una virgen del pueblo que ha sido arrancada de su cama; como no acepta unirse a la secta, es apuñalada y, por tanto, sacrificada por el cura del pueblo, ante la petición del diablo. No puede evitar, entonces, salir para reclamar justicia, pero al ser descubierto y acusado por María de Zozaya, la preferida del demonio, de haberla abandonado e intentar ahora humillarla, es atado al cadáver de la virgen, llevado hasta la cima de una montaña y despeñado.
Observaciones
En este relato, de Navarra, se literaturiza un suceso muy conocido, a partir del Auto de Fe de Logroño de 1610. Resulta interesante porque María de Zozaya, que ya se había convertido en protagonista de varias historias recogidas en las relaciones editadas tanto por Mongastón en Logroño, como por Varesio en Burgos, vuelve a convertirse en la figura central de una leyenda que no coincide con las contenidas en las mencionadas relaciones. Esto da cuenta de cómo circularon narraciones que partían de un hecho histórico muy concreto, pero que posteriormente conocieron una vida independiente y larga.
Luis de Fonseca (recoge y ordena los datos)
Relación summaria del Auto de la Fe que los Señores Doctor Alonso Bezerra Holguin, del ábito de Alncántara, Licenciado Ioan del Valle Alvarado, Licenciado Alonso de Salaçar Frías, Inquisidores Apostólicos en el Reyno de Navarra y su destricto, celebraron en la Ciudad de Logroño, en siete y ocho días del mes de Noviembre, de mil y seycientos y diez años.
Género
Relación de sucesos
Año edición / composición / representación
1611
Lugar / Librero / Editor
Burgos, Juan Bautista Varesio
Personaje Mágico
María de Zozaya
Tipología
Bruja
Descripción
Se presenta otro ejemplo sobre la réplica demoníaca que queda en el lugar de la bruja, en este caso protagonizado por María de Zozaya. Mientras ella está en el aquelarre, una vecina llama a la puerta de su casa pidiendo un poco de pan. El diablo, con su forma, le responde que no tiene. Después informa de todo a la ausente, por si se encuentra con su vecina y ésta le menciona su visita.
Observaciones
Se presenta dos relatos totalmente similares en estructura y con un argumento idéntico, fruto, probablemente, del acuerdo entre las detenidas; o bien porque una de las acusadas escuchó el testimonio de la otra. Existen pruebas que demuestran que los encarcelados/as tuvieron contacto entre ellos/as y pudieron preparar confesiones similares, con el fin de no ser quemadas. Solo los brujos/as que confesaban serlo podían salvarse; quienes mantenían su inocencia eran torturados y, si seguían negando, eran ajusticiados. Curiosamente, María de Zozaya fue quemada a pesar de haber confesado, pues tan grandes fueron los crímenes que reconoció que ni siquiera el reconocimiento de sus delitos fue suficiente.
©Eva Lara Alberola (2012-2024)
Proyecto 2017