Ars Magica
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Pierre de Lancre
Tratado de brujería vasca
Género
Tratado
Año edición / composición / representación
1613 (primera edición, 1612)
Lugar / Librero / Editor
París, Nicolas Buon
Personaje Mágico
Brujas y brujos varios
Tipología
Bruja
Descripción
En el Discurso IV del Libro II, se puede observar cómo Lancre, a partir de ciertos retazos de las confesiones de los brujos y brujas que ahora detallaremos, muestra cómo se puede construir el gran relato de la brujería como si de un cuento popular se tratara. De hecho, el autor levanta todo el armazón sobre el que se sostiene el aquelarre recurriendo a varias voces, que apuntarían a la creación colectiva. Las personas a las que se alude son: Petri Daguerre, Léger Rivaffeau, Jeanne Dibasson, Marie de la Ralde, Marie de Aspilcouette, Jeanette de Belloc, Jeanette de Abadie, Marie de Marigrane, Margueritte... Sus palabras, obviamente manipuladas por Lancre, dibujan la imagen del Sabbat que conocemos: las brujas acuden volando por los aires, tras untarse, y en ocasiones son conducidas por el mismo diablo, que las capitanea; el diablo, una vez en el conventículo, puede aparecer en diversas formas, de entre las que destaca la de Macho Cabrío, y puede comparecer en apariencia humana; el demonio puede dar la facultad de curar a quien realice el sacrificio oportuno, pues un brujo le dio parte de su pie izquiero con esta finalidad. Muchas brujas, aunque en esta reunión suceden cosas terribles, acuden con mucha alegría, pues el diablo les tiene el corazón totalmente cautivado y afirma que en el infierno serán mucho más felices que en el cielo. En el baile se escucha el son de los tamboriles, trompetas y violones; para cada uno este acto es distinto, pero siempre la danza se da de un modo extraño, disparatado e incluso histérico. De los sapos que allí se cuidan en forma de rebaños se extrae un líquido que sirve, por una parte, para fabricar el unto del vuelo y, por otra, para los venenos que permiten realizar todas las maldades de los brujos, tales como estropear cosechas. Del mismo modo, el aquelarre es el lugar de la abjuración de las personas que se integran por primera vez en la secta, ya que es crucial renunciar a la fe. Se hace hincapié también la adoración al diablo, que incluye siempre un beso en las partes pudendas y el ano, la ofrenda de corazones de niños no bautizados, y en la orgía. El banquete es motivo, igualmente, de admiración por todas las viandas que se ofrecen, tales como carne de niños asesinados, manjar que no podía faltar. No faltan menciones a las metamorfosis de los brujos y brujas en animales ni al vampirismo.
Observaciones
En la sucesión de confesiones fragmentarias que presenta de Lancre se halla materia prima muy interesante (no ya de carácter histórico, sino literario) acerca de lo que hemos denominado el gran relato de la brujería.
Pierre de Lancre
Tratado de brujería vasca
Género
Tratado
Año edición / composición / representación
1613 (primera edición, 1612)
Lugar / Librero / Editor
París, Nicolas Buon
Personaje Mágico
Varios brujos y brujas (Marie Dindarte, Johannès de Aguerre, Marie de Marigrane, Jeanette de Abadie, Marie de Aspilcuette, Margueritte, Marie de Marigrand, Petry de Linarre)
Tipología
Bruja
Descripción
En el Discurso V del Libro III, que gira en torno al apareamiento que tiene lugar en el aquelarre, Lancre presenta diversos testimonios que contribuyen a pincelar tal orgía y aportan información que construye la idiosincrasia de tales actos carnales. Marie Dindarte, Johannès de Aguerre, Marie de Marigrane, Jeanette de Abadie, Marie de Aspilcuette, Margueritte, Marie de Marigrand, Petry de Linarre aportan diferentes datos sobre este tema. Según unos el diablo cambia de apariencia a la persona que mantiene relaciones con él para que no sea reconocida; según otros el diablo tiene su miembro viril en la parte de atrás; o bien posee la costumbre de conocer a las mujeres bella por delante y a las feas por detrás; otras personas atestiguan que en la orgía el demonio cuida mucho que se produzcan grandes aberraciones y los padres se acuesten con las hijas o las madres con los hijos, etc.; aunque se dan uniones muy diversas. También se habla sobre el semen del diablo, muy frío según algunos; el pene en cuestión es para ciertos testigos córneo, para otros con escamas, para otros tiene dos partes, una de hierro y una de carne. Según muchas brujas el acto carnal con este ser es muy doloroso.
Observaciones
Si se acude al texto de Lancre se puede observar que cuando procede a construir una realidad a partir del testimonio de varios imputados, estamos ante diferentes versiones de un mismo hecho y lo que para otro inquisidor sería sospechoso, muestra de que no coinciden las confesiones, para él es una suma de datos que contribuye a crear el gran relato de la brujería. Para Lancre y otros individuos como él no se hablaría de relato, claro está, sino de una realidad palpable.
©Eva Lara Alberola (2012-2024)
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