Ars Magica
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Popular (de Ana Cristina Herreros)
La bruja en la bodega (Castilla y León) (en "Libro de brujas españolas")
Género
Cuento maravilloso
Año edición / composición / representación
2009
Lugar / Librero / Editor
Madrid: Siruela
Personaje Mágico
Bruja hilandera
Tipología
Bruja
Descripción
Era costumbre antiguamente que las mujeres que hilaban se reuniesen para hacerlo en compañía por las noches, era lo que se conocía como hilanderos, y allí solían conversar y contar historias. En una de esas jornadas, una de las asistentes, que era bruja, propuso al resto ir a beber vino a las bodegas. Podrían entrar donde quisiesen si lo hacían desnudas, con un libro que ella llevaría abierto en la mano, y si nadie mentaba a Dios. Así, durante varias noches, estuvieron hartándose de vino, hasta que una de las señoras mencionó a Dios sin querer y no pudo salir de la bodega en que se hallaba. A la mañana siguiente fue descubierta por el dueño, a quien contó la verdad, y como era conocida suya, fue perdonada y se le entregó ropa con la que vestirse.
Observaciones
Se explota nuevamente en este relato el motivo de que las brujas pueden entrar por la noche donde desean por acción diabólica, de ahí que Dios no pueda ser nombrado. Ese tabú abunda en los cuentos de brujas, sobre todos en los que se derivan de la concepción canónico-teológica de la brujería. Es muy usual hallar ejemplos, historias, en las que la persona que no debe nombrar nada sagrado lo hace, y sufre las consecuencias. Normalmente, la finalidad o el sentido último de estas narraciones es jocoso.
Popular (de Ana Cristina Herreros)
Las hadas hilanderas (en "Libro de brujas españolas")
Género
Cuento maravilloso
Año edición / composición / representación
2009
Lugar / Librero / Editor
Madrid: Siruela
Personaje Mágico
Tres hadas
Tipología
Otros
Descripción
En esta ocasión se cuenta la historia de una madre que propina una paliza a su hija porque a la niña no le gusta trabajar, y ella quiere que siempre esté hilando. La muchacha sale a la calle llorando y la reina, que pasa por allí con su carroza, se interesa por ella. La madre, entonces, le cuenta que la joven quiere pasarle el día hilando y ellos, como son pobres, no poseen tanta lana. Como consecuencia de ello, la reina se lleva a la doncella a palacio y la surte de lana; además, le promete que si hila muy bien y es trabajadora, se casará con el príncipe. La pobre está apurada, pues ni le gusta trabajar ni sabe hilar. En esto, se le aparecen tres hadas, que se ofrecen a hilar por ella, si las invita a la boda. Así sucede, la joven consigue casarse con el príncipe y las tres hadas son invitadas. Cuando la reina las ve, se acerca y les pregunta por qué una tiene la pierna tan larga, otra el dedo pulgar muy largo y la última el labio inferior grueso y colgante. Ellas les explican que eso es de tejer desde jóvenes, pues les gusta mucho esta labor. Acto seguido, la reina prohíbe a la nueva princesa volver a aplicarse a esta práctica.
Observaciones
Las tres hadas podrían haber aparecido como tres hechiceras, o incluso tres brujas. Ya hemos visto que todas estas categorías aparece como intercambiables cuando se trata de otorgar dones, auxiliar al protagonista o infligir castigos.
©Eva Lara Alberola (2012-2024)
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