de la translación nueva de Remicio.
La primera fábula del águila y del cuervo.
l
águila bolando de una peña alta arrebató e
tomó un cordero de una manada de ovejas, llevándolo en
alto. E viendo esto el cuervo, movido de embidia, vase bolando contra
un carnero con gran estruendo y boz, pensando de tomar y levar el
carnero como el águila. El qual se embolvió e
implicó sus uñas en la lana del carnero, de manera que
no pudo, por mucho que batía las alas, descabullir y salirse
del vellón del carnero. Y como lo viesse el pastor assí
estar travado en la lana, corre para el cuervo e tomándolo y
cortándole las alas, lo dio a los moços para jugar con
él. E como uno le preguntasse qué ave fuesse,
respondió el primero:
-Quanto al coraçón fui águila. Agora me conozco que soy cuervo.
Significa esta fábula que el que osa y acomete allende y más que sus fuerças requieren, que muchas vezes cae en fortunas y fazer reyr al pueblo de sí.
La .II. del águila y del escaravajo. /f. XLVIIIv/
l
aguila yva siguiendo tras una liebre por la tomar. La qual, viendo
que se no podía escapar, por no ver a quién se acoger
para ser defendida, en cabo vio un escaravajo, del qual pidió
socorro y ayuda encomendándosele mucho como menguada de
defensor. El escaravajo la recibió en su amparo
prometiéndole que él la defendería. En este
estante vio cómo el águila se acercava, a la qual
él ruega muy afectuosamente que no quiera enojar ni matar la
liebre que era de su encomienda. El águila, menospreciando la
poquedad del escaravajo, no curó de oyrlo, mas ante él
mismo tomó y mató la liebre. El qual,
sintiéndose por injuriado, síguela y procura por saber
dónde fazía el águila su nido. Por tiempo el
águila pone sus huevos. Y como esto supo el escaravajo,
subió y boló al nido del águila, donde
echó y lançó sus huevos en tierra. El
águila, movida y incitada de pesar y manzilla que avía
de los huevos perdidos, subió alto para Júpiter, porque
es ella ave muy sagrada a aquel Dios, y demandóle que le mande
dar un lugar cierto y seguro para poner sus huevos. Él le
otorgó que como viere que es tiempo abile, que los ponga en el
seno del mismo Júpiter. El escaravajo, como oyesse todo esto,
aguardó en qué tiempo pondría el águila
los huevos y, sabido quando los puso, él sube bolando con una
pella de estiércol donde estava Júpiter y dexa caer la
pella en el seno de Júpiter donde estavan los huevos. Y como
sintiesse en el seno Júpiter la pella de estiércol,
queriendo quitar y echar de su seno el estiércol, en uno con
él derribó los huevos del seno. Y desde allí se
dize que el águila no pone huevos mientra ay escaravajos.
Quiere dezir esta fábula que no es de injuriar a alguno por pequeño que sea, porque no ay ninguno que sea injuriado que no reciba vengança como vee tiempo.
La .III. de la raposa y del cabrón.
os
hombres de buen consejo primero miran el fin, ante que comiencen las
cosas que quieren fazer, según se colige d' esta
fábula.
La raposa y el cabrón, por causa de bever, descendieron a una fuente o pozo. Y después que ovieron satisfecho a la sed, miraron la salida del pozo que era diffícile y male, sobre la qual considerando dixo la raposa:
-Hermano, oye mi consejo, que he pensado qué cosa conviene para que salgamos de aquí con salud. Si tú quieres estar derecho sobre tus pies y llegarte has a la pared con los cuernos, yo subi- /f. XLIXr/ -ré por tus espaldas y cuernos, y assí salida como fuere, suso tomarte he con la mano y con mi ayuda saldrás.
El cabrón, siguiendo el consejo de la raposa, fizo como ella persuadió. Y salida la raposa de la fuente, estando en salvo, escarnecía al cabrón. El cabrón, como acusase a la raposa de la yguala y contrato que no le quería cumplir según que entre ellos avía passado, requeriéndola que tuviesse y cumpliesse, respondió ella:
-¡O, cabrón cortés, si tu fuesses proveydo de sabiduría y prudencia como eres abundado de barvas no ovieras decendido al pozo antes que miraras y pensaras la salida!
E assí significa esta fábula que el prudente y entendido primero deve pensar el fin antes que comiençe la obra.
La .IIII. del gato y del gallo.
e
los hombres de mala natura y condición se pone tal
fábula.
Como el gato prendiesse un gallo, buscando ocasión para lo matar y comer, començó de lo acusar diziendo que era ave que infestava y turbava a todos, no los dexando dormir de noche. El gallo se escusava que aquello fazía por provecho de todos porque él los despertava para que fiziessen lo que les cumplía. Dezía más el gato al gallo:
-Cruel eres y mucho malvado y facinoroso, ca tú cometes contra la orden natural luxuriando con la madre y hermanas, no guardando deudo ni parentela alguna.
A esto respondió el gallo que lo fazía por dar ganancia a su señor por quanto sin cuenta, mediante aquel coytu y ayuntamiento suyo las gallinas ponían los huevos.
Entonces el gato dixo:
-Aunque tengas muchas escusaciones, ni por essas yo te entiendo de ayudar.
Quiere dezir esta fábula que el malo y perverso por natura, como propone de fazer mal en su coraçón, aunque no aya causas competentes con que le mueva, ni por esso dexa de cumplir su intención.
La .V. de la raposa e de la mata o çarça.
ocura
es demandar favor e ayuda a aquéllos que de su naturaleza les
viene empecer y no aprovechar, de que fabla este breve exemplo.
Como la raposa subiesse en un seto por escaparse del peligro en que estava, por quanto le seguían los perros, abraçóse con la mata o çarça, e assí sus manos con las espinas d' ella se lisió y rompió. Desque se vio assí gravemente rompida de a- /f. XLIX/ -quellas espinas de la çarça, dize:
-Yo me acogí para ti porque me ayudasses y tú peor me fazes que enemigo.
A la qual dize la çarça:
-Amiga, tú erraste, ca por engaño me pensaste de tomar, como sueles tomar otras cosas.
Quiere dezir que locamente se demanda ayuda y favor de aquél que más es inclinado y natural a fazer mal e daño que a ayudar.
La .VI. del hombre y del Dios de madero.
ruévase
por esta fábula que el malo, si algún tiempo aprovecha,
no haze aquello sino por fuerça y constreñido.
Un hombre que tenía en su casa el Dios de madero rogava a aquel Dios que algún bien le diesse. Empero, quanto más rogava e orava a él, tanto menos de bien e provecho avía en casa, e aun cada día se augmentava la pobreza e angustia. Finalmente, movido con gran yra, tomó a su Dios de madero por las piernas y dio con él de cabeça a las paredes e assí quebrantada su cabeça salió mucho oro d' ella.
El hombre, cogiendo su oro, dixo a su Dios:
-Muy perverso y cruel eres, e porfioso, que no me quesiste fazer algún bien en tanto que te tuve en honor y reverencia. Agora, como te herí y desonré mucho, bien me has hecho.
Quiere dezir que el mal hombre no haze bien ni provecho sino por fuerça.
odas
las cosas se fazen bien, las quales en su devido tiempo son fechas,
según significa esta fábula.
Un pescador que no era avisado ni experto en el arte de pescar, con flautas, trompetas e redes se llegó a la ribera de la mar e assentándose en una roca e peña, primero començó tañer la trompeta e flauta lo más alto que podía pensando que assí tomaría más ligeramente los pescados. Conociendo que por el canto e son de la flauta y trompeta no conseguía provecho, dexadas las flautas, lançó la red en la mar y tomó muchos pescados, e como los sacasse de la red y viesse cómo saltavan, dixo el pescador cortésmente:
-¡O, ignorantes animales, quando yo cantava con la flauta e trompeta no quesistes dançar! E agora que no canto, ¿para qué començáys dançar y saltar?
E assí, todas las cosas se fazen bien en sus tiempos convenibles.
La .VIII. de los mures y del gato. /f. Lr/
ómo
el prudente e cuerdo, si una vez es engañado de algunos,
después no cree a los fingidos y falsos hombres, prueva esta
fábula.
Sintiendo el gato que en una casa avía muchos mures, fuesse para ellos y tomó e comió muchos d' ellos tomándolos uno empós de otro. Mas los mures, sintiendo que de día en día se consumiessen e apocassen, juntáronse e dixeron que no les venía bien de descender dende adelante abaxo. E acordaron d' estar e morar arriba en lugares donde el gato no pudiesse subir porque no se perdiessen todos. El qual, entendiendo este consejo de los mures, fingió e simuló que era muerto. E colgóse de los pies de un varal que estava junto con una pared. E uno de los ratones que estava arriba, mirándolo agudamente dize:
-Ay, amigo, aunque yo supiesse que te avían tornado en fuelle o barquín, en ningún caso me abaxaría de aquí.
Significa esta fábula que el que es engañado una vez no deve creer a los falsos simuladores.
La .IX. del labrador y de la abutarda.
l
que con los malos en compañía es tomado, por ygual pena
es pugnido con ellos, según nos enseña esta
fábula.
Un labrador paró sus lazos en el campo para tomar las grullas e ansares porque le destruyan sus panes e semientes, y prendió con ellas una abutarda, la qual viéndose presa y tomada, rogava al labrador que la soltasse, pues ella no era grulla ni ansar, ni degeneración de ansares, mas abutarda, que es ave piadosa entre todas las aves, porque no desampara a su padre en su vejez, mas antes en todos los tiempos lo sirve. El labrador sonriéndose, díxole:
-Lo que fablas no me huye ni soy ignorante, y esso que eres bien te entiendo. Mas pues eres tomada en compañía con estas grullas y ansares que me han dannificado el campo, conviene que con ellas juntamente mueras, porque eres fallada como éstas.
Quiere dezir esta fábula que nos guardemos de la mala compañía.
La .X. del moço que guardava las ovejas.
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que es infamado por mentiroso, aunque diga verdad, no es creydo,
sobre lo qual es de mirar en esta fábula.
Pacentando un pastor sus ovejas en lugar eminente y alto muchas vezes llamava socorro por se burlar de los que al derredor trabajavan y labravan las tierras diziendo:
-¡Ay /f. Lv/ de los lobos!
E oyendo el clamor los que eran en la comarca, dexando sus labores venían a lo socorrer. Y no fallando ende lobo alguno, tornávanse para sus trabajos. El pastorcillo ponía algunas escusas diziendo que los lobos avían fuydo por partes no manifiestas. E como aquel moço oviesse fecho esta burla e juego muchas vezes, un día verdaderamente el lobo entró entre sus ovejas e assí començó a llamar el moço como otras vezes socorro, llamando:
-¡Ay de los lobos!
Mas los labradores, pensando que burlava como otras vezes, no curaron de lo socorrer, e assí el lobo destruyó y mató quantas ovejas quiso.
Esto le vino a aquel pastor mentiroso porque otras vezes avía mentido. No le creyeron quando de verdad pedía socorro.
La .XI. de la hormiga e de la paloma.
sta
fábula significa que, pues las animalias brutas son gratas e
agradescen a los que les fazen bien, que mucho más deven
agradeçer los hombres que tienen razón natural a
aquellos de quien reciben beneficio.
Estando una hormiga con sed grande decendió a una fuente a bever, donde por caso ovo de caer dentro en el agua. Acaeció en este tiempo estar ende en un árbol una paloma, la qual viendo que la hormiga se afogava, quebró una ramilla con su boca e assí la echó en la fuente muy presto, a la qual rama llegando la hormiga se escapó y salió. Y ellas estando assí, llegó de camino un caçador de palomas e començó de adereçar sus redes e aparejos e plumas para tomar aquella paloma. La hormiga, viendo esto, mordió en el pie al caçador por lo qual, sintiendo dolor en el pie, dexando sus aparejos vase dende, y la paloma, viendo esto y el movimiento d' él, boló de aquel árbol e assí escapó.
Quiere dezir esta fábula que no deve ser ninguno ingrato contra aquél de quien bien recibió.
La .XII. de la abeja y de Júpiter.
lgunas
vezes acontece, según se contiene en esta fábula, que
rogándonos por algún mal que venga a nuestros enemigos,
torna en nós mismos aquello que suplicávamos contra
ellos.
La abeja, que es madre de la cera, fue un tiempo a sacrificar a los dioses, la qual ofreció a Júpiter miel. Él, muy alegre con su sacrificio, mandó que le fuesse otorgada qualquier cosa que pidiesse. La abeja, conociendo que Júpiter estava muy benig- /f. LIr/ -no contra ella, suplicó d' esta manera:
-¡O, muy claro y excellentíssimo e illustrissimo Dios de los dioses! ¡Suplico ante tu excelente majestad que otorgues a mí, tu servidora, esta gran merced: que qualquier que llegare a la colmena por furtar o forçar la miel e yo lo mordiere, que muera el tal luego!
E Júpiter, que amava el linaje de los hombres, deliberando sobre esta suplicación maduramente, en fin mandó en esta manera:
-Assaz es que qualquier que te furtare o tomare la miel de la colmena e al tal mordieres, y en la mordedura dexares el aguijón, que luego te mueras tú misma, y el aguijón tuyo sea a ti tu vida.
E assí tornó en la abeja el mal que pedía para los otros.
Significa esta fábula que cada uno se guarde de no suplicar mal para otros porque el mal que sale de la boca, en el seno propio se cae.
uanto
más piadoso es Dios a los buenos, tanto es cruel a los malos,
sobre lo qual verás esta siguiente figura.
En la ribera de un río dedicado e atribuydo al Dios Mercurio, cortando madera un carpintero, cayósele la hacha con que cortava dentro en el río. El carpintero pobre viéndose sin su hacha, con la qual ganava su vida, començó de llorar e plañir gimiendo con gran angustia en la misma ribera pidiendo ser socorrido en su necessidad de Dios. Oyendo esto el Dios Mercurio, movido de misericordia d' él, apareció al carpintero preguntándole de la causa de su tan gran quexa; e lloró, e recontada la causa e oyda por Mercurio, él le traxo una hacha de oro. Y preguntó al fustero si era aquélla la hacha que avía perdido, el qual respondió que por cierto aquella hacha no era la que se le avía a él caydo en el río. Después, segunda vegada, le mostró otra hacha de plata el mismo Mercurio, la qual el carpintero assí mismo negó ser suya. A la tercera vez le ofreció la propia hacha suya de fierro. El carpintero, conociendo aquella por suya, afirmó cómo aquélla era su hacha. E Mercurio, viendo aquel hombre assí pobre, tan verdadero e justo, diole juntas todas tres hachas, assí la de oro, como la de plata y la propia suya, con las quales tres yendo el carpintero bien alegre para sus compañeros, contóles su buena dicha. Y uno de aquellos compañeros, movido de codicia, pensando de aver alguna buena fortuna, fuesse para aquel río y echó una hacha que tenía en el río y assentóse llorando e plañiendo a la ribera dando gran- /f. LIv/ -des bozes, al qual no menos apareció el Dios Mercurio preguntando d' él la causa de su mal e lloro. E declarada por él su causa e adversidad, según que al primero, tráxole Mercurio una hacha de oro diziéndole si era aquélla la hacha que él avía perdido. El qual con gran cobdicia, sin duda alguna dixo que aquélla era su hacha. E conociendo Mercurio su imprudencia y poca vergüença y mentira con desordenado apetito, ni le dio la de oro ni la misma suya que avía en el río lançado.
Y assí la bondad de los hombres es gualardonada de los dioses y la maldad punida.
La .XIIII. del moço ladrón y de su madre.
uien
no es castigado en principio quando comiença delinquir e fazer
mal, de día en día se torna peor, según prueva
esta fábula.
Medio burlado, un moço que aprendía letras furtó un libro en que leya su compañero y tráxolo a su madre, la qual, en lugar de castigarlo y reprehenderlo por ello, recibiólo con alegría. Dende a poco, el moço furtó un manto a otro compañero, el qual no menos lo traxo a la madre, la qual lo recibió buenamente. El moço mal castigado cada día furtava, tomándolo por officio, de manera que, como furtasse ya muchas cosas y grandes, un día él fue tomado en un furto manifiesto y preso y atormentado. Y sabida la verdad, él fue sentenciado y condenado que fuesse enforcado como ladrón que era. Y como al lugar de la justicia lo llevassen, la madre le seguía llorando y plañiendo, el qual demandó licencia para fablar una palabra a su madre secretamente. E bolviendo para ella, y llegando su boca a la oreja d' ella, como para le fablar en secreto, cortóle la oreja con los dientes. La madre, quexándose del dolor, maldezíalo y rogava contra él. Entonces, aquéllos que lo llevavan tomando aquello por gran desobediencia y fuera de orden, criminándolo no solamente de furto, mas por la crueldad que cometía contra su madre, el ladrón, sin vergüença alguna, dixo:
-No vos maravilléys porque yo he cortado la oreja a mi madre por quanto ella fue causa d' este mal que agora padezco y de todos los mis males, porque si ella me castigara como yo le llevé el libro furtado del estudio, yo dexara de furtar y no viniera a ser enforcado por ladrón.
E assí, amonesta esta fábula que al principio son de castigar y reprehender los niños quando algún crimen o delicto cometen, porque no procedan a mayores pecados.
ue
de los malos que por costumbre pecan y no cessan, no es de aver
misericordia aunque su error y pecado sea pequeño, significa
esta fábula.
Mordiendo una pulga a un hombre, fue presa d' él. Ella estando assí presa, fue preguntada por él:
-¿Quién eres tú que assí me mordías en las piernas?
Dixo ella:
-Yo soy de linage de los animales, a los quales de su /f. LIIr/ natura es dado de morder las personas e bivir d' esta manera. Por ende, te ruego que me perdones y no me mates, pues sabes que el mal por mí cometido es pequeño e yo no puedo mucho mal fazer.
El hombre, sonriéndose, le respondió:
-Por esso tú morirás a mis manos porque tu natura no es inclinada a algunas obras buenas ni conviene que poco ni mucho empezcas a alguno.
E assí nos muestra que no es de perdonar a los malos aunque su delicto y crimen sea chico, pues que son acostumbrados en mal hazer, y tanto se deve, y aún más, considerar la voluntad y uso como el hecho y crimen cometido.
La .XVI. del marido y de las dos mugeres.
o
ay mejor salud para los viejos que no tener mugeres, y mayormente
mugeres moças, según se manifiesta d' esta
fábula.
Era tiempo de verano en el qual los miembros generativos más se mueven, y un hombre criado y usado en plazeres y deleytes, como fuesse en media hedad y medio cano, tomó dos mugeres juntamente, la una vieja y la otra moça. Los quales todos juntos en una casa morando, la muger vieja, por atraer al marido a su amor, espulgávale la cabeça cada día y sacávale los cabellos negros, porque pareciesse más viejo y participasse más en el parescer con ella que era más vieja. La otra muger más moça pensó también cómo lo quitasse de la conversación de la otra muger, atrayéndolo a su amor; porque no menos le amasse, començóle de sacar los cabellos canos desseando de lo tornar más semejable así en mocedad. Finalmente, de tal manera fue pelado entre ambos que hizieron d' él cosa de reyr y juego en todo el pueblo.
E assí parece que es muy gran salud a los viejos no tener mugeres, salvo si quieren bivir en continua aflición y tormento, y ser soterrados bivos. Por ende, guárdate, Enrique, porque no eres medio cano, mas del todo.
La .XVII. del labrador y de sus hijos.
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trabajo continuo, thesoro pare y cría, según significa
esta fábula.
Un labrador, conociendo que estava en fin de sus días, desseando que sus hijos fuessen avisados y instruydos en la labrança de sus heredades, llamólos ante sí y díxoles:
-Fijos, yo dexo todos mis bienes muebles en nuestra viña. Por ende, quando los quisiéredes partir entre voso- /f. LIIv/ -tros, buscaldos en ella y allí los hallaréys.
Después que el padre falleció, no dende a mucho tiempo ellos se fueron a la viña a buscar los bienes, diziendo que avían de hallar algún tesoro en la viña. Y assí cavaron la viña muy fundamente con açadas y aparejos e instrumentos muy convenibles para ello. Empero, no hallaron ende tesoro alguno según que lo pensaron. Mas como la viña fue muy bien cavada, dio más fruto en aquel año que en otros dos. Assí ganaron mucho en ello, de manera que fueron ricos.
E assí quiere dezir que el trabajo de cada día es thesoro.
Remicio, componedor d' ellas de la nueva traslación de las fábulas griegas
las quales no se contienen en los quatro libros ditados de Rómulo.