Aquí comiença el prefacio y prólogo del primero libro de Ysopo.
ómulo
a Tiberino, su hijo, de la cibdad de Áthica premisa salud,
etc. Ciertamente el Ysopo, hombre griego claríssimo e
ingenioso, con sus fábulas y exemplos enseña a los
hombres de qué deven guardarse en sus hechos. E porque
palpablemente la vida de los humanos y sus costumbres mostrasse,
induze y trae en sus fábulas y exemplos las aves, bestias,
árboles y ganados que hablan según que requiere a cada
una fábula porque los hombres conozcan por qué causa es
hallado el modo e linaje de las fábulas. E recontólas
breve e abiertamente, y propuso las cosas verdaderas y buenas a las
malas y compuso las cosas en enteras a las buenas. Escrivió
las falsedades de los malos y los argumentos de los malvados; y
enseña los enfermos y flacos ser humildes, y que las palabras
blandas son señaladamente de esquivar y guardarse deve hombre
d' ellas. Y otras muchas cosas enseña según que parece
por estas sus fábulas siguientes. Y yo, Rómulo, las
trasladé de griego en latín. E si tú, Tiberino,
fijo, las lees y con coraçón lleno las miras
hallarás lugares apuestos que moverán a risa, y allende
aguzan assaz el ingenio.
Aquí se acaba el prólogo prosayco y comiença la declaración del otro prólogo métrico.
Porque
ayude y aproveche a la vida humana, el presente libro es compuesto a
manera de fábulas de reyr, porque las cosas provechosas y
necessarias mejor y más dulcemente se toman pintadas y
fulcidas con cosas provocantes a risa y plazer. Este huerto contiene
fruto con flor y la flor y el fruto causan favor. El fruto sabe y ha
dulçor, la flor resplandece. Si te plaze más el fruto
que la flor, aquél coge, y si más la flor que el fruto,
toma la flor. Si entreambos te plazen, tómalos juntos. E
porque la ebetud y pereza no faga dormir la mi ánima y
voluntad defectuosa y perezosa, el mi coraçón
movió obra en que vele y aya exercitación. E porque el
valor de la miel se levante de vil campillo, tú, Dios
todopoderoso, riega las palabras secas con tu rocío, y la
brevedad de las fábulas trae carga honesta de costumbres, como
la cáscara seca cubre muchas vezes el meollo.
Comiença el primero libro de las fábulas del Ysopo.
/fol. XVIIr/ La primera fábula del gallo y de la margarita o jáspide.
l
gallo, buscando de comer en el muladar, falló una piedra
preciosa llamada jáspide que yazía en lugar indigno y
no convenible, la qual viendo el gallo en tal lugar, dixo
assí:
-¡O, buena cosa, en el estiércol yazes d' esta manera! Si algún cobdicioso te oviesse fallado, con qué gozo te oviesse recebido y assí avrías tornado a tu primer estado. Mas yo de balde te fallo en este lugar do yazes, porque más busco yo aquí algún manjar que a ti, y ni yo aprovecho a ti, ni tú a mí.
Esta fábula recuenta Ysopo contra aquéllos que leen este libro y no lo entienden, los quales no saben la virtud de la margarita y assí no pueden chupar la miel d' estas flores. Y a éstos poco aprovecha leer salvo tan solamente para aver solaz de las palabras materiales.
La .II. fábula del lobo y del cordero.
l
Ysopo, del inocente y sin culpa y del ímprobo y malo, recuenta
tal fábula.
El cordero y el lobo, cada uno por su parte, vinieron a bever al río. El lobo bevía arriba y el cordero más abaxo en el agua. E viendo el lobo al cordero, díxole assí:
-¿Por qué me has turbado el agua en tanto que yo bevía?
Respondió el cordero con paciencia:
-¿Cómo te puedo yo turbar el agua que corre de donde tú beviste a do yo bevía?
El lobo, no curando de la verdad ni razón, díxole:
-¿Y por esso me maldizes?
Respondió el cordero:
-No te maldixe yo.
Entonces el lobo, mirándolo de través, dixo:
-Seis meses ha que me hizo otro tanto tu padre.
E respondió el cordero:
-Yo en esse tiempo aún no era nacido.
De cabo dixo el lobo:
-¿Por qué me has destruydo mi campo paciéndomelo?
Dixo el cordero:
-Por cierto, aún no tengo dientes para pacer y assí no te he fecho daño alguno.
Finalmente díxole el lobo:
-Aunque no pueda soltar tus argumentos, empero yo te entiendo cenar y después de cena folgar contigo.
E assí tomando el cordero inocente, quitóle la vida y comiólo.
Esta fábula significa que cerca de los malos y falsos no ha lugar verdad ni razón, ni vale otra cosa contra ellos salvo la fuerça sola. Y semejantes lobos se fallan en cada lugar, los quales, por tiranía, buscando las ocasiones beven la sangre y afán de los inocentes y pobres.
/f. XVIIv/ La .III. fábula del mur y rana y del milano.
quél
que piensa mal y cosas contrarias contra otro no puede huyr,
según que d' esta fábula se muestra.
El mur, queriendo passar un río, demandó ayuda a la rana, la qual se le ofreció mucho y dixo que era contenta de lo passar muy seguramente ymaginando entre sí de lo ahogar e matar, y díxole:
-Porque passes más seguramente ata tu pierna a la mía.
Y el mur, creyendo a sus palabras, dexóse atar con ella. E llegando en medio del río, la rana començó a meterse dentro en el agua por afogar al cuytado del ratón, el qual puso sus fuerças por se tener encima del agua. Ellos estando assí en porfía, sobrevino un milano y arrebató y tomó en sus uñas al ratón que estava sobre el agua y llevó también consigo a la rana que estava atada con él. E assí los despedaçó y comió entrambos.
Significa esta fábula que los que piensan mal y daño a otros y lo ponen por obra a las vezes se destruyen a sí mismo por hazer mal a otros. Y assí perecen los que, so especia de bien, hazen mal.
La .IIII. del perro y de la oveja.
e
los hombres falsos que contra los buenos mueven pleitos y traen
falsos testigos se dize esta fábula.
El perro falsamente demandó a la oveja cierta quantidad de pan que dixo averle prestado. La oveja negava que ella oviesse recibido algún pan d' él, sobre lo qual contendiendo se fueron ante el juez, ante quien fue propuesta la demanda por el perro y respondió y negado por la oveja. El can se ofrecía a provar su intención con testigos dignos de fe y contrató con el lobo, con el buytre y con el milano que testiguassen por él contra la verdad. El lobo, presentado por testigo, dixo:
-Sé que el pan que demanda el perro a la oveja, que ge lo prestó.
El buytre dixo:
-¿Por qué niega la oveja el pan que recibió prestado?
El milano afirmó que ante él mismo ge lo prestó. Por lo qual condena el juez a la oveja y la compele que le torne el pan con las costas. La oveja, no teniendo, de qué pagar, aunque era invierno óvose de tresquilar y quitar su lana, y assí pagó el pan que no devía y passó assaz de trabajo en aquel invierno de frío.
Quiere dezir esta fábula que los hombres malos y falsos, buscando otros semejantes falsarios, fazen mucho mal y daño a los inocentes y a los que poco pueden.
/f. XVIIIr/ La .V. del perro y del pedaço de la carne.
las vezes pierde el cobdicioso lo que tiene en su poder queriendo
tomar lo ageno, de lo qual se dize tal fábula.
El perro, teniendo un pedaço de carne, lo passava por un río en el qual vio la sombra de la carne que él llevava, e pareciéndole aquélla mayor que la qual tenía, abrió la boca para tomar la sombra que parecía en el agua. Y assí se le cayó el pedaço de la carne de la boca e llevóselo el río y quedó sin lo uno y lo otro, perdiendo lo que tenía, pensando alcançar lo otro que le parecía mayor, lo qual no pudo aver.
Esta fábula significa que no deve hombre, codiciando lo ageno y dudoso, dexar lo suyo que es cierto, aunque lo que codicia le parezca más. Y assí, según el proverbio común: "quien todo lo quiere, todo lo pierde".
La .VI. del león y de la vaca y cabra y oveja.
ize
el proverbio que nunca es fiel ni ygual la partición que se
faze entre mayores y menores, de lo qual es el exemplo siguiente.
La vaca, cabra e oveja tenían compañía con el león, y como en las sierras andando tomassen un ciervo, partiéronlo en quatro partes. El león tomó la primera parte diziendo:
-Yo tomo ésta como león. E la segunda parte es mía porque soy más fuerte que vosotros. La tercera defiendo porque corrí más que todos. E quien tocare la quarta parte, téngame por enemigo.
Y assí tomó todo el ciervo por sí solo.
Esta fábula amonesta que no tome hombre compañía con mayores, porque el trabajo es para los menores y el provecho para los mayores.
La .VII. del mal ladrón y del sol.
omúnmente
se falla que los malos padres engendran e procrean malos e aún
peores fijos que ellos, de lo qual fabla la figura que se sigue.
Los vezinos de un mal ladrón buscávanle una muger para que oviesse fijos. E un sabio acaecióse ende e vio cómo aquellos vezinos querían complazer e gratificar al ladrón. E començóles a /f. XVIIIv/ contar que oyessen tal exemplo:
-Un tiempo el sol quiso tomar muger e casar con ella, de lo qual, sintiéndose agraviar todas las naciones, queriendo embargar y estorvarlo, fueron a Júpiter diziendo que no devía casarse el sol porque sería gran perjuyzio e injuria d' ellos. E alegando otras cosas que les parecían que podrían embargar y estorvar su casamiento, Júpiter, movido d' ellos, demandó las causas de su perjuyzio e injuria, e uno d' ellos levantóse ante Júpiter e dixo: "Las causas de nuestro perjuyzio son éstas: agora no tenemos más de un sol y él solo con su calor y estío nos perturba y enoja en tanto grado que nos quema e fatiga a todos juntamente. ¿Y qué faría, y cómo podríamos soportar si él oviese e procreasse fijos?"
Quiere dezir esta figura que no deven los hombres dar favor e complazer a los malos e perversos que biven malamente. Antes deven contrariarlos y echarlos de entresí y no procurar que sean augmentados entre ellos.
La .VIII. del lobo y de la grulla.
ualquier
que faze bien al malo puede recebir mal por ello e no bien, de que
oyas esta exemplo:
Como el lobo comiesse carne, atravesósele un huesso en la garganta y rogó a la grulla que, como ella tuviesse largo cuello, le quisiesse poner melezinas e le librasse de aquel peligro sacándole aquel huesso. Prometióle por ello de le dar gran galardón. La qual, por sus ruegos e prometimientos le sacó el huesso, e assí guaresció el lobo. La grulla, pidiéndole que le pagasse su trabajo e cumpliesse lo que le prometió, dízese que el lobo le respondió:
-¡O, ingrata y desagradecida! ¿No sabes que tenías tu cabeça dentro en la mi boca de manera que te pudiera degollar si quissiera? Y te la dexé sacar sin te fazer mal. ¿No te parece que te hize gran bien en ello, que me demandas más sobr' ello?
Esta fábula nos demuestra que fazer bien a los malos no aprovecha porque nunca se acuerdan del bien que reciben.
sta
fábula nos enseña que nos guardemos de las palabras
blandas de los malos hombres.
Una perra, estando para parir y no teniendo lugar dónde, rogó a otra que la dexasse parir en su cama. Y dende a poco, como ya estuviesse buena e fuerte, la otra cuya era la cama díxole, pues avía parido y era ya sana y estava en buena disposiçión pa- /f. XIXr/- ra poderse yr con sus hijos, que se fuesse en hora buena. Y la perra recebida le respondió que no quería. Después, como ella vio esto, començó de pedir su cama más afincadamente, amenazándola si no salía de su cama. Y la otra, con gran saña, respondió e díxole:
-¿Por qué me turbas con injuria? Si fueres más poderosa y pudieres más que yo e mi compañía, darte he la cama e no de otra manera.
Esta figura nos avisa que no demos lo que tenemos para nos mismos a otros por palabras blandas. Porque debaxo de la miel viene a las vezes la fiel e amargura.
La .X. fábula del hombre y de la culebra.
l
que faze bien y ayuda al malo ingrato, sepa que será d'
él desagradecido y en lugar de le responder con buena obra, le
contraría, según prueva esta fábula.
En el tiempo del invierno, como fiziesse grandes fríos y eladas, un buen hombre movido de piedad, acogió en su casa una culebra y la governó e mantuvo en todo aquel tiempo. Y como vino el verano, començó de hincharse y empoçoñarse la culebra e moverse contra el hombre, el qual viendo su ingratitud le dixo que se vaya en buen ora de su casa, e la culebra, en lugar de se enmendar, tornóse contra él.
Quiérenos mostrar este exemplo que los ingratos malos más se mueven a enojar a aquéllos que les fazen bien, que no a remunerarles, y por la miel les dan veneno; e por el fruto, pena; y por la piedad, engaño.
e
los que se ríen y escarnecen de los que no deven, el sabio
propuso tal fábula.
Algunos hombres son enojosos y burladores, y escarnecedores de otros, mas a sí mismos causan y fazen mal, assí como un asno que encontró con un león, y díxole burlándose d' él:
-¡Dios te salve, hermano!
Y rióse d' él. E león, indignándose de sus palabras, dixo entre sí:
-No quiera Dios que vana sangre ensuzie mis /f. XIXv/ dientes, ca convernía dexarte injuriado o despedaçado.
Significa esta fábula que devemos perdonar a los ignorantes, mas devemos resistir y defendernos de los locos que quieren acometer a otros mejores de sí. Y que el loco fantástico no deve de reyrse de los hombres nobles y sabios y virtuosos, ni se ygualar con ellos.
rueba
esta fábula que mejor es que el hombre sea seguro y pobre que
rico y turbado, y lleno de enojos.
Un ratón que morava en una cibdad, andando camino, fue recebido en la posada y combidado de otro mur que morava en el campo, y en una casilla le dio de comer de lo que él alcançava, es a saber, de bellotas, havas y cevada, etc., con muy buena voluntad. E dende a poco, el ratón de la cibdad, tornando por allí, rogó al mur del campo que él quisiesse yr a la cibdad a folgar con él, el qual mucho rogado se fue con él. Y assí, entrambos idos a la cibdad, entraron en una cámara honesta en el palacio donde morava el ratón ciudadano, la qual era llena y abundada de todas viandas. Y mostrándole todo esto el mur de la cibdad al otro aldeano díxole:
-Amigo, come y usa de todas estas viandas que tengo en abundancia y me sobran cada día.
Y ellos, assí estando, y gustando de muchas maneras de viandas, vino súbitamente el despensero y abrió la puerta con gran estruendo, de lo qual los ratones, espantados, començaron de fuyr cada uno por su parte. E como el mur de casa tuviesse lugares conoscidos para esconderse, presto se puso en cobro. El otro, que no sabía cómo se escapar, subió por una pared arriba con gran miedo de la muerte y assí se defendió assaz turbado. E salido el despensero de la cámara cerrando la puerta, los ratones tornaron a su comer y plazer. Donde dixo el mur de la ciudad al del campo:
-¿Cómo te turbaste assí, amigo, quando huyas? Vente acá y comamos, y gozémonos. Ya vees quántas viandas y deleytes tenemos. Y no ayas miedo, ca no ay peligro ninguno a nosotros en esto.
Respondió el mur aldeano:
-Tú que no has miedo ni pavor, usa y gózate de todas estas cosas que tienes, pues no sientes esta turbación de cada día. Yo bivo en el buen campo alegre a todas las cosas, y no me turba ni espanta cosa alguna. Tú tienes y has mucho cuydado, y ninguna seguridad tienes. Tú serás tomado en la ratonera, o en algún lazo, o serás comido del gato, y allende eres aborrescido de todos.
Esta fábula increpa y redarguye aquellos que se allegan a los mejores porque ayan algunos deleytes y cosas que son más que su naturaleza requiere. Y da doctrina y enseñança que deven amar la vida provechosa que les es dada según su estado, y que más seguros bivirán en sus casillas. Porque la pobreza alegremente tomada más segura es que las riquezas, con las quales ha el hombre muchas turbaciones y tristezas immensas.
/f. XXr/ La .XIII. del águila y de la raposa.
sta
fábula muestra que los poderosos deven temer a los más
baxos y pequeños.
El águila robó y tomó a la raposa los fijos para dar de comer a los suyos. Ella, siguiendo al águila, rogava que le diesse sus fijos. Y viendo el águila cómo ella era poderosa y la raposa más baxa y pequeña no curó d' ella, mas antes la menospreció. La raposa, llena de engaño, traxo fuego y pajas, y cercando el árbol donde estava el águila con sus hijos puso fuego. Y como el humo y la llama aquexassen al águila con sus hijos, forçada ella por causa que los fijos no se quemassen tornó y dio los fijos a la raposa sanos y sin lisión.
Y assí nos enseña esta fábula que no fagamos mal a los pequeños porque no se venguen de nosotros. Ca en muchas maneras podría empecer el menor al mayor y allende serían punidos de la llama y fuego de la justicia divina por ello.
La .XIIII. del águila e del caracol y cuervo.
l
que es seguro y guardado por el mal consejo puede ser confundido,
según prueva esta fábula.
Una águila, tomando en las uñas un caracol, boló con él en alto. La qual no podía quebrantar al caracol porque se encogía dentro. Estando assí el águila, no lo podiendo quebrar, sobrevino ende la corneja, y començándole de la alabar, díxole:
-Por cierto, muy buena caça traes, mas si por ingenio no usas, no te aprovecharás d' ella en cosa alguna.
Entonces el águila, prometiéndole parte de la caça, rogóle que le aconsejasse, la qual le aconsejó en esta forma: que bolasse muy alto y que dexasse caer la caça sobre alguna pena, y assí se quebrantaría la cáscara d' él.
-Y en esta manera nos gozaremos y comeremos de tu caça.
E por este mal consejo peresció el caracol, el qual por natura estava escondido y cubierto de la concha.
Quiere dezir esta fábula que muchas cosas se hazen por arte y prudencia y consejo, las quales no se podrían fazer por fuerça.
La .XV. del cuervo y de la raposa. /f. XXv/
os
que dessean y han gozo e ser alabados por palabras,
arrepiéntese d' ello quando se veen engañados, de lo
qual se pone tal figura.
Un cuervo, tomando de una ventana un queso, levólo encima de un árbol. Lo qual como viesse el raposo, desseando el queso, con palabras engañosas començólo de alabar y dezir en esta manera:
-¡O, ave muy fermosa! No hay en todas las volatilias quien sea semejante a ti, assí en resplandor de color como en disposición y forma muy dispuesta. Si tú oviesses boz clara, no avría en las aves quien te levasse ventaja ni primor.
Y él, gozándose de la vana alabança y queriendo complazer al raposo y mostrarle su boz, començó a cantar. Y abriendo la boca, cayósele el queso que tenía en ella, y no era bien en el suelo quando el raposo lo tenía ya. Y codicioso del queso, en su presencia lo comió luego. Entonces el cuervo gemió de la vana alabança con gran pesar que tenía, el qual no le aprovechava.
Amonesta esta fábula que ninguno deve oyr ni creer las palabras engañosas y de vana alabança, ca la vana y falsa gloria causa y trae verdadero enojo y dolor.
La .XVI. del león y del puerco, e del toro y del asno.
quel
que ha perdido su dignidad y estado quite de sí y dexe la
osadía y manera primera porque no padezca injuria,
según que se prueva por este exemplo.
El león, estando enfermo, viejo y sin fuerça, que ya estava en el punto de la muerte, llegó a él un puerco montés con saña que tenía contra él por aver seydo herido y injuriado d' él. Y assí lo hirió y se vengó del león. Dende a poco, sobrevino el toro y lo firió muy cruelmente con sus cuernos. Finalmente vino el asno para el león, que era su enemigo, y diole un par de coces en la frente. E viendo esto el león, con gran sospiro dixo assí:
-Quando yo estava sano y en mi fuerça y virtud me fue fecha honra y temor, y todos no curavan sino solamente de mí, de manera que la mi fama sola espantava a muchos, y a muchos seyéndoles benívolo no les hize daño, y a muchos fue ayuda y defensión, y todos juntamente son agora contra mí, quando las mis fuerças y poder perecieron, toda la mi honra pereció con ellos.
Amonesta Ysopo con esta fábula que los que son en dignidad sean mansos y benívolos, ca deven temer que /f. XXIr/ pueden caer d' ella. Y si no tienen amigos, no hallarán quién les ayude. Antes, todos los que enojaron estando en dignidad se vengarán d' ellos viéndolos caydos d' ella.
La .XVII. del asno y de la perrilla.
ue
ninguno no deve dexar su officio propio por se entremeter en otros
mejores, de lo qual se cuenta tal fábula.
Un asno continuamente veya cómo su señor halagava e preciava mucho a una perrilla e se acompañava d' ella. Lo qual viendo el asno, dixo entre sí:
-Si a este animal tan pequeño e tan inmunde mi señor en tanto grado ama y estima, y no menos toda la su compaña precia a ésta, quánto más me amará si yo le hago algún servicio, ca yo soy mejor que ella, e para más cosas y officios mejor soy que la perrilla. E assí podré mejor bivir y alcançar mayor honra.
Y pensando el asno en esto, vido que el señor venía y entrava en casa. E salió del establo e corrió para él rebuznando y echando pernadas y coces, y saltando sobre él, puso las manos y patas sobre los hombros del señor, y con la lengua a manera de la perrilla començóle de lamer, e allende fatigándole con su gran peso, le ensuzió las ropas de lodo e polvo. El señor, espantado de aquellos juegos e halagos del asno, llamó e demandó socorro y ayuda. E su familia, oyendo las bozes e clamor vinieron e dieron palos e açotes al asno, e quebrantándole las costillas e miembros, e lo tornaron al establo e lo pusieron ende bien atado.
Esta fábula significa que ninguno no se deve entremeter en las cosas para que no es perteneciente, ca lo que la naturaleza no le da ni dispone, no puede alguno fazer ligeramente. E assí el nescio, pensando que complaze, faze desplazer e desservicio.
La .XVIII. del león y del ratón.
i
algún pequeño e baxo errare contra el mayor, conviene
sea perdonado porque puede ser que sirva en algún tiempo en
esso poco que podrá, sobre lo qual se recuenta tal
fábula.
Estando un león durmiendo en la ribera de una montaña, los ratones del campo que andavan jugando llegaron allí, y uno d' ellos, por caso, saltó sobre el león, e despertándolo fue preso por el león. El ratón, toviéndose preso en su poder, suplicava al león que oviesse misericordia d' él, como no oviesse errado por malicia ni con voluntad, mas por caso. Y dando causa del error e conociendo cómo él solo avía cay- /fol. XXIv/ -do en aquella desobediencia entre todos, porque le pedía humilmente perdón, el león, viendo cómo no podía aver vengança en aquel mur, cosa tan pequeña, aunque lo matasse, ante le sería crimen e ignominia e no gloria de alabança, e conociendo que más es poder vencer e dexar que vencer, él largó al ratón e dexólo yr sin le fazer mal. El ratón se fue, dándole muchas gracias, su camino.
Después de pocos días, el león cayó preso en una red, e viéndose assí enlazado, començó de rugir e bramar con gran dolor. E como el ratón soltado por el mismo león oyesse este clamor, él se fue e corrió e preguntóle qué cosa le avía acaescido y qué mal era de que tanto se sintía. E conciendo que estava preso el león en aquella red y lazo, díxole:
-O señor, toma buen esfuerço, ca no es esso cosa de que deves temer. Yo me acuerdo del bien que de ti recebí, por lo qual te quiero tornar el servicio e gracia.
E assí començó de roer e romper los ligamientos e ataduras e lazos en aquellos lugares e partes donde conocía que era necessario para desfazer y desatar aquella arte, royendo los ingenios de aquella red con sus dientes, de manera que poco a poco él sacó al león libre y esento de aquella prisión e púsolo en su libertad.
Quiere dezir esta fábula que ninguno presuma de menospreciar e dañar a los menores, ca algunas vezes acontesce a los mayores que han menester a los menores y se sirven d' ellos. Porque el que no basta fazer mal al poderoso, a las vegadas le puede aprovechar.
La .XIX. del milano y de la madre.
l
que siempre blasfema, de balde ruega en la tribulación, sobre
que se pone tal fábula.
El milano, seyendo enfermo largo tiempo, ya desesperado de la vida, rogava a la madre con lágrimas que hiziesse por él romerías y prometiesse votos porque alcançasse salud. Al qual respondió la madre y dixo:
-Hijo, bien faré yo esso que me ruegas, mas he miedo que no aprovechará cosa porque tú has destruydo todos los templos y ensuziaste los altares y no perdonaste aun a los sacrificios, y agora que demandas salud, creo que no se alcançará.
Quiere dezir esta fábula, que al que faze muchos males, quando se vee en tribulación y peligro, no lo oyrán los sanctos si primero no limpia sus maldades. Porque el que en la prosperidad offende a muchos, no hallará en la fortuna amigos, ca quien blasfema y ensuzia los altares, por demás ruega a los sanctos.
La .XX. de la golondrina y de las otras aves.
uien
no toma buen consejo, arrepentir se ha d' ello, de que habla esta
figura.
Como las aves todas vieron arar y sembrarse el lino, no ovieron por nada esto. E la golondrina, entendiendo esto, llamadas las otras aves, relatóles cómo esto era un gran mal para ellas. Después, viendo cómo nascía y crecía la simiente, díxoles cómo /f. XXIIr/ de cabo:
-Esto se faze y crece en nuestro gran perjuyzio y detrimento. Venid y quitémoslo, ca como creciere farán redes y lazos dende, y los hombres nos matarán por artificios que farán del lino.
Menospreciando el consejo d' ella, todas no curaron de proveer en ello. La golondrina, viendo cómo no querían las aves tomar ni usar del buen consejo, passóse para los hombres para que pudiesse bivir so su amparo y defensión en sus casas. Y las otras, que no curaron del buen consejo, siempre con cuydado biven cayendo en los lazos y redes.
Esto se dirige contra aquéllos que quieren regirse por sus propias opiniones y no quieren tomar el buen consejo de otro. El que esto dexa de fazer toma mal consejo, e quanto menos se cata, con razón cae en redes y lazos.