RELACIONES DE SUCESOS

 

Ofrecemos un texto de 1588, impreso en Valencia por Gabriel Ribas, que recoge dos relaciones de sucesos. Hemos optado por mantener las grafías originales, salvo la distinción de los valores de "u" como vocal y "v" como consonante, que en el texto aparecen sólo como "u". Hemos marcado también los desarrollos de las abreviaturas.

Las relaciones de sucesos cuyo texto ofrecemos se refieren a los acontecimientos que sucedieron en Francia entre 1562 y 1598, concretamente a lo que hoy conocemos como guerras de religión, que enfrentaron a los protestantes con los católicos. En las dos noticias que aparecen en el documento se narran acontecimientos del octavo enfrentamiento entre ambos bandos. La primera se refiere a la victoria de la Liga católica en Vimory (Villamory), y la segunda a la batalla de Auneau (Aulnert), ambas lideradas por Enrique de Guisa.

A continuación recogemos una reseña de los hechos históricos aquí mencionados extraída de la obra de Henri Lapeyre, Las monarquías europeas del siglo XVI. Las relaciones internacionales (Barcelona, Labor, 1979), que creemos puede constituir un marco apropiado para entender los sucesos que se recogen en el documento original:

  

"En la segunda mitad del XVI, Francia y los Países Bajos fueron el escenario de perturbaciones de una gravedad y duración inusitadas. Las guerras de religión, comenzadas en Francia en 1562, no terminarían hasta 1598 (...)"

"En Francia nos hallamos en presencia de una guerra civil en la más estricta acepción del término. Los católicos combatían en ella para mantener la unidad de la fe en el reino; los protestantes, con el propósito de obtener la libertad de culto y, sin duda también, en caso de que hubieran dispuesto de los medios necesarios, para convertir su credo en la religión preponderante. Las esporádicas intervenciones de Inglaterra y del Palatinado en pro de la causa protestante, y la de España, más permanente y ambiciosa, en favor de los católicos, no modificaron sustancialmente los términos del problema, salvo en los últimos años, cuando Enrique IV declaró la guerra a Felipe II. Así pues, se luchaba entre franceses por ostentar la dirección suprema del país. (...)"

"Las guerras de religión constituyen sin duda uno de los capítulos más complejos y agotadores de la historia francesa: ocho guerras sucesivas, jalonadas por confusas operaciones militares, que desembocaron en paces de compromiso (...)"

 

[La primera guerra se inicia en 1562 con el levantamiento de Condé, partidario de los protestantes, y concluye en 1564 con el tratado de Troyes. Los líderes de uno y otro bando son Condé y Montmorency. En los enfrentamientos muere Francisco de Guisa]

[La segunda guerra comienza en 1567, con el intento de los protestantes de asaltar la corte de Montceau-en Brie. Concluye en 1568 con la paz de Longjumeau. En esta contienda se produce la muerte de Montmorency, líder de los católicos]

[La tercera guerra comienza en 1567 cuando Condé y Coligny se atrincheran en la Rochela. Con la muerte de Condé frente al ejército del duque de Anjou, nuevo capitán del ejército católico, concluye esta guerra en 1570 con la paz de Saint-Germain]

[La cuarta guerra se inicia en 1572 tras los luctuosos acontecimientos el 24 de agosto de la noche de San Bartolomé en que se produce el asesinato de Coligny y sus seguidores durante su asistencia en París a las bodas de Enrique de Navarra con Margarita de Valois. Los conflictos cesarán en 1573 con la firma del edicto de Boulogne]

[La quinta guerra se origina en 1574 con las reivindicaciones de "Los Descontentos", partido protestante que reclamaba el cumplimiento de pactos anteriores. Concluye en 1576 con el edicto de Beaulieu]

[La sexta guerra comienza en 1576 a raíz de la creación de la Liga católica como protesta contra el edicto de Beaulieu. Enrique de Guisa se pone al frente de los ejércitos católicos, y los enfrentamientos no cesan hasta 1577, cuando se firma la paz de Bergerac]

[La séptima guerra se produce entre los años de 1577 y 1580, culminando en la paz de Fleix. El motivo es ahora el problema sucesorio tras la muerte del Duque de Anjou (1584) y el nombramiento como heredero de Enrique de Navarra, reconocido protestante]

 

[Octava guerra:] 

"Una vez más, los Guisa se erigieron en jefes del partido católico y firmaron con el monarca español el tratado de Joinville (31 de diciembre de 1584), por el cual, la sucesión al trono de San Luis se reservaba al cardenal de Borbón, y Felipe II se comprometía a enviar un subsidio de 50.000 escudos mensuales para sostener a las fuerzas católicas. Los Guisa encontraron espontáneo apoyo en el pueblo parisiense, en el que se reorganizó la Liga. En el manifiesto de Péronne, publicado inmediatamente después, se criticaba la política regia ya se convocaba a los franceses a la defensa de la religión tradicional. Enrique III, renovando su gesto de 1576, creyó ventajoso entenderse con los Ligueros, y por el tratado de Nemours se hizo cargo del sostenimiento de sus tropas y les concedió varias plazas de seguridad. Posteriormente el edicto de 18 de julio de 1585 anuló todos los anteriores decretos de pacificación. Sixto V dio nuevas alas a la Liga al declarar a Enrique de Navarra y al príncipe de Condé despojados de sus derechos a la Corona como herejes y relapsos."

"Enfrentados con tal coyuntura, los protestantes se hallaban avocados (sic) inevitablemente a combatir. La octava guerra, la más larga y encarnizada de todas, comenzó en septiembre de 1585; pero hasta 1587 no se desarrollaron grandes operaciones militares. El ejército real del Sur, dirigido por el duque de Joyeuse, fue, ante el general asombro, aplastado por Enrique de Navarra en Coutras (20 de octubre). En desquite, las tropas suizas y alemanas, al mando del duque de Bouillon y Dohna, fueron deshechas por Enrique de Guisa en Vimory y Auneau, en Beauce. Tras ello, Enrique III juzgó conveniente negociar con los jefes de los vencidos, para asegurarse más sólidamente su posición, acto que aumentó la impopularidad general que le rodeaba.(...)"

 

 [La posición ambigua de Enrique III derivó hacia un enfrentamiento del ejército real con la Liga. Los partidarios de este grupo se atrincheraron en París durante la "Jornada de las barricadas", y consiguieron aislar y vencer al ejército enviado por el monarca. Enrique III, humillado por la derrota, abandona el Louvre y huye a Chartres. Ante la delicada situación en que se encuentra decide capitular y nombrar a Enrique de Guisa lugarteniente general del reino. Se convocan Estados Generales, que dan como resultado la victoria de la Liga. El creciente poder de Enrique de Guisa levanta los recelos de Enrique III, que organiza su asesinato por la guardia personal del monarca el 23 de diciembre de 1588. Esta acción provoca el levantamiento general contra el monarca, que se ha aliado a los protestantes. En los enfrentamientos que se suceden se constituye el consejo general de la Unión de los católicos al mando del Duque de Mayenne, hermano de Enrique de Guisa. Enrique III es asesinado en la lucha, pero nombra sucesor antes de morir a Enrique de Navarra, Enrique IV, con la promesa de convertirse al catolicismo. La Liga opone a otro sucesor, el cardenal de Borbón, designado monarca con el nombre de Carlos X. Se producen nuevos enfrentamientos, ahora entre católicos realistas, partidarios de Enrique IV, y católico ligueros, partidarios de Carlos X. La muerte de Carlos X desencadena nuevos problemas sucesorios, y Felipe II lanza la propuesta de sucesión al trono francés de su hija Isabel Clara Eugenia, nieta de Enrique II. Da comienzo así la intervención española (1595). Los enfrentamientos continuarán hasta la firma del edicto de Nantes, el 13de abril de 1598, en que se reconoce una relativa libertad de culto para los protestantes. La paz de Cateau-Cambrésis sella el cese de hostilidades con España]