Manto


Capí[tulo] xxviij: De Manthon, fija de Thiresias, adevino de Thebas, la qual venida en Ytalia fizo esclarescidas fazañas; y su fijo edificó y fundó la ciudad de Mantua, denominada del apellido de la madre, la qual hoy está en ser y muy noble.


Manthon, fija del gran Thiresias, adevino, siquier poeta de Thebas, fue insigne en el tiempo del rey Edipo y de sus fijos. La qual, toviendo a su padre por maestro, fue de tan prompto ingenio y tan capaz que la pyromancia, antiquíssima invención de los caldeos o -según otros quieren- de Nembrot, aprendió tan perfectamente que en su tiempo ninguno conoció mejor los movimientos de las llamas, los colores y el son dellas. En las quales, no sé con qué arte o obra del dyablo dizen estar las demostraciones y pronósticos de las cosas venideras. Allende desto, con vista muy aguda conoció las venas de los fígados de las ovejas y las de los toros y las entrañas de qualesquier animales; y las sacó muchas vezes, que creyeron ella con sus artes haver forçado los malos spíritos y los dioses de los Infiernos a responder y fablar a los que les preguntavan algo. E como ya los reyes griegos que havían puesto cerco a Thebas hoviessen sido sobrados en la guerra, y Creon[te] hoviesse occupado el imperio de la ciudad, ésta -según dizen algunos- fuyendo del nuevo rey fuese a Asia, y ende fundó un templo del claro Apollo, el qual fue después de gran acatamiento por las respuestas que en él se davan. E parió a Mopso, noble poeta en su tiempo, ahunque la antigüidad no diga ni declare de quién lo concibió.

Otros hay empero de otra opinión, que dizen ella con ciertos compañeros suyos después de la guerra de Thebas haver mucho tiempo ydo descaminada, y en fin haver ribado a Ytalia y ende haver concebido de uno llamado Tiberino, y haver parido un fijo llamado Titheono, y por otros llamado Byavor, y dende haver passado con sus fijos a la Francia de aquende los Alpes, que es la Lombardía, en donde como hoviesse fallado lugares mojados y de mucha agua comarcanos al lago Benaco, que eran naturalmente fuertes de suyo, quier porque podiesse más libremente ocuparse en sus cantares, quier porque podiesse passar el restante de su vida más seguramente en medio de un estaño o lago muy fondo que tenía tierra como ysla en medio, dizen haver fecho su morada, y ende muerta después de algún tiempo y sepultada. Acerca de cuya sepultura dize Thiteno haver fundado una ciudad para los suyos, y por el nombre de su madre haverla llamado Mantua.

Algunos otrosí han tovido opinión ella con muy constante propósito haver guardado la virginidad fasta la muerte. Obra por cierto santíssima y mucho de loar si no la ensuziara con sus malas artes y la guardara y conservara para servir a Dios, a quien solo se deve dedicar y offrecer la virginidad.


Johan Boccaccio, De las mujeres illustres en romance, Zaragoza, Paulo Hurus, Alemán de Constancia, 1494, fo. 35 v. y ss.