Autor: Estela Pérez Bosch
(Univ. de València)
Título
Artículo:ALGUNOS POETAS
VINCULADOS CON VALENCIA DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XV:
EL CANCIONERO GENERAL (VALENCIA, 1511)
Fecha de envío:
27/06/2001
I. INTRODUCCIÓN
1. La lírica castellana del siglo XV.
Poetas y cortesanos. El Cancionero general
2. Problemas de identificación y
técnicas de composición
3. Criterios de edición
4. El Cancionero general . Nuevos y viejos
moldes para la lírica
5. Bibliografía
II. TEXTOS
I. INTRODUCCIÓN
1. La lírica castellana del siglo XV.
Poetas y cortesanos. El Cancionero general
En El resurgimiento de los trovadores (1978), un
clásico trabajo de Roger Boase, se ofrecía un
análisis de las causas que, a juicio del autor, justifican un
auténtico renacer de la cultura cortesana en la Baja Edad
Media europea, especialmente a lo largo del siglo XV. Según
Boase, el amor cortés fue, más que una moda literaria,
una ideología elitista y un estilo de vida que adoptó
la aristocracia europea. Entendido, pues, como un fenómeno
ideológico, cabe buscar la explicación de su enorme
éxito en el entorno social que lo acoge. Son precisamente las
diversas circunstancias sociales las que explican que el
fenómeno se manifieste de modo desigual en el conjunto de la
sociedad europea. La abundancia de poesía amorosa compuesta en
España durante el siglo XV obliga a formularse ciertos
interrogantes. ¿A qué se debe este resurgimiento de la
lírica cortés? ¿Cuáles son las
características específicas de la lírica
peninsular frente a la europea? ¿Qué circunstancias
sociales rodean el triunfo de la poesía cortesana y hasta
cuándo?
Para responder a todas estas cuestiones, dos son las
hipótesis de partida: la nueva estructura social europea
tardomedieval y las peculiaridades del contexto peninsular. En
términos generales, partimos de la consideración
--largamente debatida por la crítica-- de un concepto social
del amor cortés, un fenómeno cultural basado en el
valor ennoblecedor del amor y el ejercicio de las letras; por otro
lado, la nueva teoría del sentimiento lírico englobaba
aspectos lúdicos, técnicos y sentimentales,
además dar rienda suelta a la una amplia gama del instintos
humanos. La corte, centro de la clase dirigente, se convierte en el
nuevo universo referencial de una aristocracia en crisis. El ideal
cortesano y caballeresco que recorre la Baja Edad Media surge como
compensación de una profunda crisis de los tradicionales
valores feudales. El cambio del feudo a la corte desestabiliza el
poder aristocrático y provoca el surgimiento de nuevos ideales
que son fiel reflejo de la supremacía de la nobleza como
estamento del poder. Los síntomas de esta
transformación social se vuelven más agudos a medida
que nos acercamos hacia el final de la Edad Media. Aunque muchas de
las soluciones quedarían apuntadas en el siglo XIV, es el
siglo XV el que marca la diferencia, puesto que reúne todos
los ingredientes del tránsito --que no del anticipo-- hacia el
pensamiento moderno (humanismo, gusto italianizante, etc.).
En lo que concierne a la poesía, es significativo que un
tercio de los poetas del Cancionero general puedan
clasificarse como pertenecientes a la alta nobleza (Boase 1981: 3).
Sea como fuere, es posible hablar de una "cultura
aristocrática" como resultado de la expansión de los
ideales nobiliarios a todas las esferas cortesanas, desde
funcionarios hasta militares o burgueses. La poesía fue para
esta nueva clase dirigente un modo de reconocimiento social a la vez
que una forma de entretenimiento y recreo que llenaba el espacio de
ocio cortesano. Muchos de los autores que hoy estudiamos como poetas
fueron más conocidos por desempeñar otros cargos, y la
mayoría no constan como poetas en la nómina de miembros
de la corte.
En cuanto al panorama en la Península, el tradicionalismo
que caracteriza a la poesía castellana coincide con el
carácter conservador de los Trastámara, dinastía
que reinó en la península durante el periodo
áulico de la lírica cortés (1369-1516). Pese a
las notables diferencias que marca cada etapa, el común
denominador es la fidelidad a los modelos heredados de las dos ramas
que brinda la tradición: la galaico-portuguesa, por un lado, y
la provenzal por otro. La incorporación de elementos del
trescientos italiano o de la tradición francesa
contemporánea, aunque también es un hecho, responde a
un concepto de afinidad cultural más que de influencia o
imitación servil. Nuestros poetas castellanos
permanecerán atentos a las innovaciones del Dolce Stil Nuovo y
las incorporarán en mayor o menor medida sobre todo hacia
finales de la Edad Media; sin embargo, es más correcto hablar
de clasicismo que de stilnovismo, más de esteticismo que de
platonismo... La verdadera revolución está por venir,
con Boscán y Garcilaso.
1.1 Revolución estética del
cuatrocientos.
El tradicionalismo que caracteriza a la lírica castellana
pasa por la creación de una tradición propia. A la luz
de las innovaciones que, partiendo de los modelos heredados, se
producen en materia de poesía, la tentativa de análisis
global de factores y circunstancias que cooperan para el cambio,
está, a nuestro modo de ver, bastante justificada.
Según la crítica especializada, podemos hablar de una
verdadera revolución estética, que, a través de
diversas etapas y generaciones de poetas, conduce a la poesía
castellana hasta su máximo esplendor. Empleamos el
término "estético" en un sentido amplio, ya que la
transición de los orígenes a la consolidación de
la lírica castellana medieval reúne factores
culturales, políticos y lingüísticos.
Desde un punto de vista ideológico, la crisis de valores
que, desde la segunda mitad del siglo XIV, experimenta la sociedad
medieval, favorece un clima político y cultural más
comprometido con la moral y la ética. Este giro hacia
posiciones más serias y reflexivas se manifiesta abiertamente
en otros campos de la cultura medieval, si bien no deja menor huella
en la poesía cortesana. Ciertamente, los nuevos intereses e
inquietudes no son en absoluto incompatibles con un concepto
cortesano de la poesía; lo que ocurre es que, dadas las nuevas
exigencias didácticas y morales, las antiguas convenciones y
modelos se ven obligados a ceder, dando paso a nuevos moldes. El
idealismo lírico cortesano es, a veces, una excusa para la
inclusión de materiales o reflexiones didácticos. La
revalorización poética de dichos materiales nos permite
hablar de un nuevo tipo de poesía lírico-narrativa,
que, no osbstante, convive con los géneros y los temas
líricos tradicionales: temáticamente, el amor y la
extensa casuística de males que aquejan al enamorado;
formalmente, la canción, la esparsa y el villancico.
Paralelamente a este nuevo orden ético y estético,
desde mediados del siglo XIV se observa en Castilla una tendencia a
la evolución lingüística, del
galaico-portugués al castellano como lengua de la
poesía. Esta progresiva sustitución, que solo es uno
los muchos aspectos del creciente prestigio del castellano en la
Península, viene de la mano del impulso político y
cultural de la monarquía castellana desde la segunda mitad del
siglo XIV, que, pese al aparente equilibrio e interés en el
intercambio con otras cortes peninsulares, es la fuerza dominante que
terminará por imponer su criterio.
Pierre Le Gentil (1949), autor de la primera monografía que
estudia sistemáticamente los géneros, motivos y
métrica de la poesía castellana del siglo XV, ha
descrito las direcciones del cambio, que son fundamentalmente
cuatro:
a) innovación en los metros, los géneros y la
antigua retórica;
b) equilibrio entre la lírica cantada y la lírica
recitada.
c) la clásica poesía amorosa cortés se
combina con el cultivo de un tipo de poesía
lírico-narrativa o didáctica (moral,
filosófica, religiosa); este viraje hacia contenidos
más "serios" constituye, un precedente de la poesía
subjetiva del siglo XVI, por un lado, y del ideal erudito humanista,
por otro.
d) las experiencias vitales y los hechos cotidianos se convierten
en materia de poesía: proliferan los elogios, los testamentos,
las coronaciones, que cada vez están más cerca de
planteamiento simbólicos y alegóricos, en busca de los
grandes ideales y de la palabra poética esencial.
Así, por tanto, sin olvidar ni sus raíces
peninsulares y ultrapirenaicas, la lírica castellana
tardomedieval inicia un doble proceso de evolución de
ciertos parámetros e incorporación de novedades con
aires de modernidad, que se plasma en la adaptación de modelos
de los stilnovisti del trescientos italiano, así como
en la atenta mirada hacia autores franceses
contemporáneos.
Las cuatro nuevas directrices parecen estar propiciando, si bien
de forma distinta, nuevos moldes para la lírica, bien de
índole narrativa, bien como desarrollo de un nuevo concepto de
poesía recitada, basada en un sentido de la armonía
igual a proporción, retórica e ingenio, que
perfectamente puede dar cabida a elementos que en siglos anteriores
entraban en conflicto con el concepto de poesía. Aceptada con
éxito la moda del decir narrativo que se fraguaba a finales
del siglo XIV, elementos formales y conceptuales como el
sueño, la psicomaquia, la alegoría, la acción
narrativa, etc. empezarían a resultar habituales entre los
poetas del cuatrocientos, creándose un fructífero
diálogo con otros modelos compositivos clásicos,
italianos, humanistas, eruditos y, doctrinales en general. Esta suma
de modelos, lejos de producir una literatura servil, confirmaba el
sello individual de la lírica castellana, que no solo mantuvo
y depuró el legado provenzal y galaico-portugués, sino
que supo crecer y madurar prestando la debida atención hacia
nuevos horizontes.
De hecho, la principal motivación del cancionero "general"
que estudiamos es precisamente la convicción de que la
poesía castellana ha dado ya sus mejores frutos y que, por
tanto, es necesario recopilar, reunir y ordenar dichos logros para
mayor gloria de estos poetas medievales. Idéntica actitud de
orgullo mostrará Juan del Encina en su Arte de
poesía castellana, al afirmar que nunca estuvo "tan puesta
en la cumbre nuestra poesía y manera de trovar" (Dutton 1984:
94).
1.2 Del Cancionero de Baena al
Cancionero general
Los tres principales cancioneros que recogen las obras del periodo
son la respuesta a una intensa actividad poética en tres
importantes cortes: la de Juan II en el Cancionero de Baena,
la napolitana de Alfonso el Magnánimo en el Cancionero de
Estúñiga, y la corte virreinal valenciana en el
Cancionero general.
Cronológicamente, el de Baena es el pionero en anunciar los
cambios que apuntamos; los cientos de textos que reúne su
compilador, Juan Alfonso de Baena, reflejan todo un siglo de
poesía, desde 1350 a 1450. Sus principales rasgos son en
síntesis, al menos dos: por un lado, un tipo de poesía
lírica fiel a los temas de la cantiga y la
cançó; por otro, la moda del decir, cuya nueva
estructura lírico narrativa da cabida a diversos materiales
doctrinales de carácter político, religioso o
didáctico.
Los cincuenta años que restan para completar el siglo,
quedan reflejados en el Cancionero de Estúñiga y
el Cancionero general. La nota singular de la poesía a
finales de la Edad Media es, por un lado, la predilección por
los aspectos más desoladores del la pasión amorosa, y,
por otro, la consolidación del gusto por el decir narrativo,
cada vez más complejo y proteico; la nueva situación
del yo en un marco narrativo potencia su proximidad con respecto a
otras tradiciones como la teatral, la sapiencial, la literatura de
viajes, etc.
No obstante, hemos de señalar diferencias. Cada uno de los
cancioneros es fruto de distintos objetivos, criterios y procesos de
compilación. Cronológicamente, el de Baena se calcula
terminado alrededor de 1458 mientras que El Cancionero general
verá la luz por vez primera en 1511. El de Baena
representa el espíritu literario de la corte alfonsina, desde
los más selectos poetas hasta cualquier poema que salve del
olvido cualquier acontecimiento relacionado con el Magnánimo.
El General persigue, como su propio nombre indica,
propósitos más ambiciosos y lleva a cabo una
antología general de la poesía castellana desde Mena
hasta la época del propio compilador.
Este último, publicado en 1511, tiene especial
interés por permitirnos realizar conjeturas sobre los motivos
del éxito continuado de una antología de poesía
medieval y los factores que condicionan el proceso de
compilación. Hernando del Castillo es el encargado reunir,
selecionar y ordenar los materiales, a petición del Conde de
Oliva, a quien va dedicada la obra. En este proceso de
compilación, que duró nada más y nada menos que
veinte años, son muchas las preguntas que quedan en el aire:
¿Hasta qué punto los gustos del Conde influyeron en el
resultado final? ¿Cuáles fueron sus fuentes?
¿Qué clase de criterios estructuran el texto?
Castillo da a entender algunos de sus objetivos en el
prólogo. Sin embargo, se trata de un prólogo
fundamentalmente encaminado a obtener la aprobación de su
mecenas. Aparte de los tópicos de humildad y de modestia, se
limita a describir la estructura, sin explicar las razones ni el
método empleados. Inauguran el cancionero las obras devotas,
que el compilador juzga oportuno situar en primer lugar e
independientemente de las obras de amores que vienen a
continuación. A un criterio temático le sigue otro de
autoría. Las obras profanas o "de amores" se clasifican por
autores; aunque Castillo no lo declara en el prólogo, la
nómina de autores se clasifica en dos: en primer lugar,
autores castellanos; en segundo lugar, autores valencianos de uno u
otro modo relacionados con el círculo literario del Conde de
Oliva en Valencia. Cerrado el bloque de autores, el nuevo criterio es
el genérico: canciones, romances, invenciones y letras, glosas
de motes, villancicos, y, finalmente, preguntas y respuestas. El
último bloque, dedicado a las obras de burlas, retoma el
criterio temático.
Otras características que definen al Cancionero
general son el afán de representatividad temática
en el bloque de géneros, la omisión de textos que
circulaban por otras vías, la inclusión de textos en
una precaria situación de supervivencia --hoy textos
únicos--, la ordenación según un criterio
generacional, etc.
2. Problemas de identificación y
técnicas de compilación
En estrecha relación con la situación del cortesano
se encuentra la situación del poeta en las antologías
cancioneriles. El poeta que componer poesía para ser recitada
en la corte es el mismo que se encarga de otros asuntos cotidianos de
tipo administrativo, político, jurídico. La corte es
una especie un microcosmos cuyos miembros conforman una nómina
finita, por más extensa que resulte. La crítica ha
llamado la atención sobre la tendencia a la mínima
identificaión de muchos de los poetas, que tuvieron que ser
tan familiarmente conocidos que no se siente la necesidad de dar
mayores datos. El apellido, el título o el sobrenombre es la
única indicación con la que contamos para la
identificación de muchos de los poetas. Eso, unido a las
filiaciones entre los diversos manuscritos y la escasez de documentos
biográficos dificulta la labor de identificación.
Detrás del texto que estudiamos, sin embargo, hay todo un
contexto latente que no debemos pasar por alto: la microcultura del
espectáculo cortesano, que solo luego se plasma
físicamente en los cancioneros.
En cuanto a las técnicas de composición de lo que
denominamos, sin serlo, "cancioneros", conviene tener en cuenta la
importancia de la figura del compilador y las circunstancias que
mueven su empresa. Una primera distinción es entre los
llamados canionero de autor o de escritorio y los cancioneros
colectivos. Los criterios empleados pueden obedecer a factores
socio-estéticos, temáticos, cronológicos o todos
a la vez, como parece ser el caso del Cancionero general.
Finalmente, un factor a tener en cuenta es el propio proceso de la
creación poética. Los poetas suelen disponer de un
cuaderno de autor que más tarde se convertirá en el
material para la compilación colectiva. Muchas son las
variantes que actuán desde la creación hasta la
compilación manuscrita o impresa: nuevas versiones de textos,
errores de interpretación o de copia, atribuciones dudosas,
rúbricas, etc.
3. Criterios de edición.
Los textos que transcribimos parten de la edición
facsímil del Cancionero general de la Real Academia en
1958, con introducción y notas de Antonio Rodríguez
Moñino.
El criterio para la elección de los seis poetas es su mayor
o menor vinculación con Valencia. En el caso del Bachiller
Ximénez y Nicolás Núñez, el continuador
de la Cárcel de amor, sus contactos con el
círculo literario valenciano se apuntan en diversos poemas de
circunstancias. El orden de presentación de su respectiva obra
poética, en el apartado de autores valencianos, también
parece ser un indicio a tener en cuenta. Los cuatro restantes, Rull,
Mur, Pardo y Peralta son más difíciles de identificar,
aunque el apellido valenciano, alguna alusión en los textos y
la aparición de sus nombres en documentos de la corte
valenciana hacen válida la hipótesis.
En cualquiera de los casos, la obra de todos ellos es bastante
representativa del tipo del tipo de poesía que encontramos en
el Cancionero: desde el punto de vista temático,
poesía devota, amorosa y satírica; desde el punto de
vista genérico, canciones, villancicos, romances...
Finalmente, el equilibrio esencial entre canción y decir
también se encuentra representado a través de dos
decires narrativos del Bachiller Ximénez: el "Purgatorio de
amor" y una visión amorosa.
En cuanto a los criterios de edición, optamos por una
transcripción fiel en lo posible al original de 1511. Las
palabras aglutinadas se separan, y se señalan las elisiones
mediante el apóstrofe. Regularizamos según el uso
actual la puntuación, acentuación y
mayúsculas.
Cada texto que transcribimos se introduce con unos códigos
de identificación. El primer número responde al
número del índice de versos de Rodríguez
Moñino, así como el folio en que aparece el texto. En
segundo lugar, la cifra encabezada por las letras ID corresponde a la
clasificación que propone El cancionero del siglo XV.
1360-1520 de Brian Dutton, ya que es el sistema identificativo
que de un tiempo a esta parte ha adoptado la crítica.
4. El Cancionero general. Nuevos y viejos
moldes para la lírica
Dos son los ejes que, grosso modo, articulan la
tipología de textos del Cancionero general y de toda la
lírica castellana del siglo XV: la canción y el
decir.
La canción cuatrocentista experimenta dos cambios
importantes: con respecto a la cantiga de amor, la estructura basada
en el contenido es sustituida por una nueva disposición basada
en la forma (octosílabo, extensión regular,
simetría, léxico en posición de rima, etc.); con
respecto a la canción trovadoresca --pero también con
respecto a la cantiga gallego-portuguesa--, la principal
innovación es la supresión del elemento musical. Salvo
excepciones, las canciones cortesanas se recitan, no se cantan; de
ahí la alusión al acto de componer en términos
de "decir", "recitar", etc. que suele ser habitual.
El decir es un tipo de texto que, pese a su naturaleza
lírica, se inserta en un marco narrativo, a menudo
alegórico (sueño, visión...). Mucho más
extenso que la canción, sitúa al yo lírico en un
escenario y un conflicto ficticios. Formal y estructuralmente, los
personajes, la alternancia de descripción y narración y
de estilo directo e indirecto, y, sobre todo, la presentación
del sujeto lírico como sujeto narrativo es lo que nos permite
distinguir decires de canciones. Los temas no son distintos a los de
otros géneros líricos, y, de hecho, el amor es
nuevamente el motivo principal. Sin embargo, el marco narrativo suele
ir acompañado de una mayor solemnidad en la exposición
de los temas; en la mayoría de los casos, el trasfondo
alegórico y los ecos mitológicos otorgan un signo
inequívocamente ético, didáctico o
político que no se da en los textos puramente líricos
con la misma intensidad.
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II. TEXTOS
1) Autores muy posiblemente valencianos, pero de
difícil identificación: Rull, Mur, Pardo y
Peralta.
---Peralta---
293, cxxv vto.
ID6238
Otra de Peralta
En mi gloria desseada
si s´aparta parte d´ella
y la quiero yo alcançada
tanto monta merescella.
Y si a mí fortuna
niega
lo que me otorga razón
es que passó por mí ciega
negándome el galardón.
Fue revessa desastrada
no me vio ni pude vella,
mas en mi gloria negada
tanto monta merescella.
|
531, cxxv vto.
ID6239
Otra canción del mismo Peralta
Ni
la gloria me da gloria
ni´l plazer me da holgança
ni´l plazer me da victoria
ni reposo ellesperança.
Ni aussente bivo gozoso
ni presente soy contento
ni fenesce mi tormento
ni jamás me vi glorioso.
Ni del bien tengo memoria
ni en mi mal hallo mudança
ni el vencer me da victoria
ni reposo ellesperança.
|
902,cxxv
ID6337
Otra de Peralta
Sospiros,
penas estrañas,
mil ansias y dessear
han poblado mis entrañas
do plazer no puede estar.
Y estos tristes pobladores
el triste sitio muraron
de piedras de mil dolores
y alegría desterraron.
Y han tenido tales mañas
al tiempo de su poblar
que poblaron mis entrañas
do plazer no puede estar.
|
---Rull---
[villancico]
468, cxlix vto.
ID6461
Otro de Rull
Llorad
ojos noche y día
no canséys
que algún tiempo
gozaréys.
Llorad mi mal y tristura
con tal fe y confiança
que si os vence desventura
no se pierda ellesperença.
Sed muy firmes sin mudança
no canséys
que algún tiempo gozaréys.
No canséys de tal
passión
ques vosotros merescistes
que sufriesse el coraçón
lo que vosotros hezistes.
Llorad y sufrid muy tristes
no cesséys
que algún tiempo gozaréys.
|
---Mur---
[obras de burlas]
393, ccxxvj
ID6761
Quatro coplas de quatro gentiles
hombre maldiziendo a una dama
Deforcen
Fementida humanidad
donzellón de tantas mudas
espantosa esquividad
mazmorra de fealdad
representalle de Judas.
Tenéys diformes faciones
azulejos por la faz
ascosas las condiciones
en los beços lamparones
y en las cejas albarraz.
Bauberte
O guarda del vellecino
soys el potro de fray Nuño
o corteza de tocino
o caxa de tamborino
o çamara de demuño
o pared enxaluegada
o pestilencia despejos
o despensa en paliada
de pellejas de conejos.
Muñoz
Degüéllenla ya si
quiera
vaya la sierpe a las viñas
espantajo de higuera
monumento de madera
papa ressolla de niñas
Mur
Hechura mal paresciente
espenato d´enamorados
propia lengua de serpiente
broñida resplandeciente
los ojos alcoholados.
Cortada como Madero
estrañamente embidiosa
ya daquel triste cervero
qu´es diablo verdadero
os han dado por esposa.
|
---Pardo--
451, cl vto.
ID6476
Villancico de Pardo
Lo que ventura adolesce
no s´espere
sanar hasta qu´ella quiere.
Tenga ellesperança
leda
el que más males terná
porque nunca está su rueda
fieme en cosa que nos da.
Pues quien lo tal sufrirá
cierto espere
sanar del mal que toviere.
Quando ventura contiende
con el más fuerte debate
mas si bien se desentiende
cessa de dalle combate
pues sufriéndole su embate
quien supiere
cierto aurá lo que quisiere.
Ca los qu´el saber no
estrecha
no´speren ver tal afruenta.
Que ventura los desecha
porque no son de su cuenta.
A quien más sabe atormenta
y más requiere
por vencelle si pudiere.
Fin
Vencida de quien venciera
si tal razón no hallara
quiere serle compañera
dale favor y mampara
da sus bienes y repara
al que viere
que tan bien se defendiere.
|
2) Autores de estrecha vinculación con Valencia:
Nicolás Núñez y el Bachiller
Ximénez
---Bachiller
Ximénez---
188, ccxvij
ID6745
Otra suya llamada
Purgatorio d´amor
De sentir mi mal sobrado
ya mis sentidos enfermos
viendo el bien de mí alexado
quise dexar lo poblado
y perderme por los yermos.
Y con esta fantasía
me fuy por unos collados
por do yva ellalma mía
de plazeres tan vacía
quanto llena de cuydados.
De yr con passión tan
biva
yo´stava tanto sin tino
que no vía por dónde uva
hazia baxo y hazi´a[r]riba
siempre fuera de camino.
Hasta que ove de llegar
a unas cuevas escuras
a donde acordé d´entrar
porque vi qu´era lugar
bien conforme a mis tristuras.
Y en entrando mis enojos
todos se me refrescaron
viniénme dos mil antojos
de vengarme de mis ojos
pues ellos me cativaron
y darme tanta aflición
con tal llanto y tal gemir
que con sobra de passión
de mi mesma compassión
yo me viniesse a morir.
Ya que poco a poco entrava
sentíame tan desmayado
que a cada passo que dava
me pensava que acabava
mi bevir tan tribulado.
Que como el dolor crescía
y menguava mi favor
cada vegada caýa
y entre mí mismo dezía:
"qué será de ti, amador".
Cansado de caminar
por lugar tan tenebroso
bien quisiera reposar
si no que mi gran pesar
no me dava algún reposo.
Mas al fin de fatigado
assentéme allí en el suelo
el qual luego fue dañado
el llorar que ove llorado
llorando mi triste consuelo.
Después que mucho
lloré
a cabo d´una gran ora
un poco que assossegué
todo yo me transporté.
Contemplando en mi señora
todo má anegué de mí
que ni vía ni sentía
que como visión la vi
por suyo todo le di
quanto bien en mí tenía.
Estando con tal
dulçor
adormidos mis sentidos
no dormía mi dolor
quando yo sentía allamor
que vinie dando alaridos.
Diziendo: "¿sabes quién soy?
¿conósceme en esto fosco?"
Yo le dixe: "señor, no,
porque de tal suerte estó
que a mí mismo desconosco.
Pero de merced os pido
Si querés darme favores
me digáys vuestro apellido".
Díxome: "Yo soy Cupido,
el dios de los amadores
que te vengo aquí avisar
que tu voluntad se mude
d´amar en tan gran lugar
pues no t´a d´aprovechar
aunque yo mismo t´ayude.
Y el tan gran dolor qu´e
tenido
de no poder ayudarte
m´a causado qu´e venido
con este gran alarido
parav más desengañarte.
Por esto, ten sufrimiento
rígete con discreción
quieres un buen regimiento
no siga su entendimiento
lo que quiere ellafición.
Compara
Como el doliente mal sano
que quien l´a de dar holgura
le dize "mirad hermano,
hazed orden de cristiano
que este mal no tiene cura.
Y el que comiença alterar
assí a mí en aquellas
cuevas
me viérays todo temblar
quando yo sentí hablar
allamor tan tristes nuevas.
Muerto ya mi sentimiento
con males tan infinitos
el dolor de mi tormento
abivo mi pensamiento
Yy a mí me hizo dar gritos.
Diziendo una endecha tal
cavie ellAmor compassión
es la letra de la qual
el menor mal de mi mal
no tiene comparación.
Allamor torné
despué
Diziendo a bozes: "Señor,
vuestro poder escondes
tan remedio me pones
en tan grande disfavor.
Pues sabéis que de mis males
la pena qu´es más senzilla
me da penas tan mortales
que a los brutos animales
aún haríen tener manzilla.
Vuestro arco, vuestras
saetas,
vuestros ardentes tizones,
vuestras mañas tan discretas,
vuestras ponçoñas secretas
que matan los coraçones
porqué nunca os servís
d´ellas
dónde las tenéys en calma
quien no quiere obedecellas
dadle tal guerra con ellas
que le cativéys ellalma.
Díxom´él:
"Yo m´e dolido
de tu mal en gran manera
y he hecho quanto he podido
que mil vezes la he herido
con pena muy lastimera.
ni ha aprovechado mi huego
ni mi ponçoña ni hiel
que ni a veras ni de juego
ni por fuerça ni por ruego
nunca está si no cruel.
Y también si en tus
fatigas
no he dado remedio alguno
es porque mis enemigas
han hecho con ellas ligas
de contino estar en uno.
Éstas son la Castidad
qu´es muy grande amiga d´ella
y también la Onestidad,
la Vergüença y a Bondad
que no se hallan sin ella".
"No os escusáys por
entero
--le dixe-- de mis clamores
que por quien yo peno y muero
si la amo, si la quiero
nasce de castos amores
assí que mientras más buena
más se hauría de doler
de mi cuyta y de mi pena,
y pues me ata su cadena
que me atasse su querer".
Ellamor
"Con tu razón me
condeno,
no pongas la culpa a mí,
que forçar querer ageno
aunque el fin fuesse muy bueno
el principio no es assí.
Assí que tu voluntad
si ellAmor casto se halla
a quien muestra esquividad
no has de dar tu libertad
y si has dado, cobralla".
Ellauctor
"Como podré yo
valerme
ni cobrar lo que tenía
c´aunque más por ella enferme
más estimo assí perderme
que ganarme de otra vía".
Ellamor
"Pues que te mata cuydado
si tal bevir se contenta".
Ellauctor
"Mo me mata el mal
doblado,
mas mátame un gran cuydado
que continuo m´atormenta".
Ellamor
"¿Qué cuydado es
esse tuyo
que tanto grado te ciega?"
Ellauctor
"Antes, señor, yo soy
suyo
que quanto yo del mal huyo
tanto más a mi se llega.
Y en mi alma s´atraviesse
dándome dos mil enojos
de darme penas no cessa
házeme saltar apriessa
las lágrimas de mis ojos.
Ellamor
No te diré que no
llores
aunque llores sin compás
porque las penas mayores
tanto se tornan menores
quanto son lloradas más.
Mas, si consolarte quieres
yo te llevaré do veas
heridos del mal que mugeres
tantos ombres y mugeres
que aún en vello no creas.
Ellauctor
Si algo puedo consentir
con mi voluntad cativa
soy contento de os servir
pues no puedo a parte yr
que pena mayor reciba.
Porque aquí mi perdición
mi desdicha, daño y mengua
m´atormentan de tal son
que llagan mi coraçón
y hazen muda mi lengua.
Dichas estas penas malas
allamor que las mirasse
el mandó a sus mastresalas
que me pusiessen dos alas
para que con el bolasse.
Lo qual luego assí se hizo
ante mis ojos notorio
llevóme donde quiso
no al Infierno ni al Paraýso
mas derecho al Purgatorio.
Vide qu´era todo
obrado
en muy aantigua manera
en biva pena fundado
más fuerte que no alindado
como lugar de frontera.
Yyvi sus puertas de hierro
y este monte allí esculpido.
Ésta es casa de destierro
do se paga bien el yerro
c´allamor es cometido.
Y como esta letra vi
estava casi sin seso
y dixe al Amor: "Dezí,
yo que nunca os ofendí
sé que no vengo aquí
preso".
Respondió: "Erraste en tener
muy altos los pensamientos
por do aquí has de padescer
hasta poder merescer
a poder de mis tormentos".
Como quiera qu´el
penar
por costumbre lo reciba
no m´alteró su hablar.
Mas luego torné a mirar
los ojos de cara arriba
do vi más de una bandera
y un letra en raso verde
que dizie d´esta manera:
"Nadie por a mar se pierde
sino aquel que desespera".
Y passando unos llanos
vi estar passabdo afanes
muchos nobles valencianos
cavalleros cortesanos,
muchas damas y galanes.
A ellas desfraçadas vís
sin poder su gesto ver.
mas de galanes que avía
os dirá la pluma mía
los que puede conoscer.
Vi primero encarcelado
al buen Marqués don Rodrigo
por una sala aquexado
y en pena de su cuydado
razonando assí consigo:
"Desta suerte estar me cale
aunque con pena profunda
pues la causa tanto vale
que no ay valer que le ygual
ni es nascida su segunda".
Vi luego al Conde
d´Oliva
en un hondo valle en tierra
por do en vida muerto yva
llorando su pena esquiva
ante quien le da la guerra.
Y dezía muy sereno:
"Mi fe nunca hará falta
c´aunque pene más que peno
todo lo tengo por bueno
en ser la causa tan alta".
De Cocentayna allí
veo
al Conde dezir penando:
"Estas llagas que posseo
no las recebí en torneo
qu´ellamor me las ha dado".
Otras vezes con boz fiera
grandes alaridos da
diziendo desta manera:
"Poco es el mal de fuera
según el que dentro está".
Vi tres fuegos que
cercavan
al conde d´Albayda en medio
las centellas que salavan
en ellalma se l´entravan
sin poder darle remedio.
Y dezía con mesura.
toda la color perdida:
"Hágame la sepoltura
conforme con mi ventura,
que se acaba ya mi vida".
Don Alonso de Cardona
vi en una cama tendido
muy llagada su persona
con esta canción s´entona:
"Quise do no fuy querido".
Vi maestros c´allí son
curándole del costado
y él les dize en triste son:
"No sanará mi passión
sino quien me la causado".
Oí dezir con gran
hervor
a don Rodrigo de Borja:
"Bien veréys en mi dolor
qu´el qu´es verdadero amor
no recibe alguna forja".
Vi luego qu´el travessava
por el cuurpo una saeta
que si sacar la provava
más adentro se´l entrava
con yerva d´amor secreta.
De luto vestido vi
a don Rodrigo Corella
diziendo: "Triste de mí
quien ha sido visto por aquí
mi ángle y clara estrella".
Y allamor dizien: "Bien vedes
la razón para quexarme
que fuy preso en vuestras redes
do me hezistes mercedes
para en vida sepultarme".
Vi, qu´era dolor de
vello
don Miquel de Vilanova
que aun apenas conoscello
pude, porque traýa al cuelo
de hierro más duna arrova.
Y dizie: "Pues no s´ataja
mal que tanto al me trata
de lienço por más ventaja
me haga una mortaja
por memoria qual me ata".
Don Juan Buyl es ystoria
velle dezir con boz llena:
"Muerte quiero por memoria
qu´en el buen morir ay gloria
y en el mal bevir ay pena".
Vile luego abierto el pecho
por do su sangre derrama
pregonando sin despecho
la que tanto mal ha heho
como yo mismo se llama.
Con semejante herida
está don Pedro su primo
su persona descaýda
la sangre toda herida
sin poderse dar arrimo.
Y dizie, dando gemidos
con un dolor lastimero:
"Veysnos dos primos caýdos
entramos somos heridos
con dos flechas dun flechero".
Vi assentado en una silla
a don Luys de Calatayud
con la mano en la mexilla
diziendo: "Tened manzilla
que se acaba mi salud".
Y con grandes sentimeintos
cantava aquesta canción:
"Yo me causé mis tormentos
pues subí mis pensamientos
con aguilas d´Aragón".
Don Francisco Fenollete
ya estava muy plazentero
retraýdo en un retrete
diziendo: "Tristeza, vete,
pues que tengo lo que quiero".
Amor le dixo: "Pues veys
lo que obró mi poderío
aunque algún tanto penéys
yo mando c´aquí os
estéys,
que os quiero siempre por mío".
Don Ramón Carroz
vascando
vi por su vergel sombrío
sus mismos pechos rasgando
diziendo de quando en quando:
"No ay dolor que yguale al mío".
Yo´l dixe: "¿Cómo
estáys tal
qu´en vós no ay llaga ni
encuentro?".
Dixo: "En esto ved mi mal
que afuera no da señal
por mejor matarme dentro".
Con gentil gran y denuedo
aunque no sin gran tristura
vi sobir muy quedo a quedo
don Alonso Rebolledo
por una cuesta a un altura.
Vi qu´en medio se paró
sospirando de cansado
y dizie: "Aunque muera yo
no sobiré do subió
mi trabajoso cuydado".
Vi coronar un donzel
qu´es Juan Fernández
d´Eredia
y él dezia: "Amor cruel
qué má provecha laurel
pues mi mal no se remedia":
Esta respuesta le dan
qu´en ellalma bien le pesa:
"Comportaos, gentil galán,
que no puede sin afán
ganarse tal alta empresa".
Después que
d´allí passé
y vi penar muchos más
allAmor le supliqué
que me hiziesse mercé
que tornássemos atrás
y que si por mi osadía
preso me queríe tener
harto preso me tenía
en la prisión que solía
pues mayor no podie ser.
Y si pensava aliviar
en aquel lugar mi duelo
por demás era pensar
que no se podíe hallar
lugar para mi consuelo.
Como dixe esta razón
allAmor en su presencia
díxom´él: "Con
condición
qu´esfuerçes tu
coraçón
vete, te doy licencia".
Fin
Después qu´esto me
habló
hízome tras él seguir
hasta que fuera m´echó
y d´allí
m´encaminó
por do avía de venir.
Y como fuera me vi
temiendo otro mal postrero
con tanta prissa corrí
que he venido hasta aquí
donde mil muertes muero.
816, ccxv vto.
ID6744
Aquí comiençan las obras del bachiller
Ximénez
y ésta primera es una acusación que hizo otra
su
amiga en la que finge que yendo a buscar a Cupido
llamado "dios Amor" para quexarse d´ella vido cabe
unos montes mucha gente que lo llevaban enfermo a
un valle porque huýa del plazer, en el qual hizo
sus
cortes y mandó pregonar cómo él estava
cativo d´amor
d´una señora. Y dando a conoscer quién
era, vido cabe
su coraçón escrita la devisa d´ella, por
donde el auctor
conosció que por quien Cupido era penado era la
misma
persona por quien él moría, a cuya causa no
pudo quexarse
d´ella sino a ella misma, pues era la superiora de
Amor.
Y assí puso su acusación delante d´ella
en la qual pone el
día y tiempo en que acusa, y quién reynava
obligasse a la
persona del Talión, las quales cosas en las
acusaciones se
suelen poner
Señora,
para quexar
mi pena tan lastimera
busqué´l dios d´Amor
dó era
y hallé para penar
un cuhillo con que muera.
Que yendo a la fortaleza
do dizien qu´él más
morava
cabe un monte de aspereza
vi gente que caminava
para un valle de tristeza.
Y en unas andas tendido
levavan pomposamente
un mancebo muy doliente
que dizie con gran gemido:
"Ven, muerte, súbitamente".
Yo, de tal dolor movido
pregunté quién se
plañía.
Uno dixo: "el dios Cupido,
ca todos tan mañ hería
es éste que va herido".
Yo dixe: "Cosa contraria
es ser dios y apassionado,
desso mismo estoy turbado".
Dixo: "Si no es voluntaria
la pena de qu´es penado".
Assí fuemos razonando
aquel cortesano y yo
hasta que Cupido entró
en el valle sospirando,
do luego s´aposentó.
El qual viendo en su pesar
no hallarse algún conorte
ayuntó toda su corte
para les significar
cóno huye del deporte.
Y dixo a sus serviciales:
"Ni soys míos ni soy mío;
en vuestros bienes y males
ya no tengo poderío,
que hecho somos yguales.
Que como de mis costumbre
fuesse ciego de nascencia
tal dama fue en mi presencia
que alumbró mi ciega lumbre
la lumbre de su excelencia.
Yo c´assí su gesto vi
de tanta gracia y belleza
luego mis fuerças perdí,
mis mañas y mi destreça
que jamás fueron de mí.
Mientras la vista la mira,
el arco soltó una flecha
y bolviósse a mi derecha
como quien al cielo tira
que le da la piedra qu´echa.
Y por una ley cruel
que aver hecho me arrepiento
mi coraçón es aquel
que sufre todo el tormento
sin nadie dolerse d´él.
No quiero ser consolado
en pena tan sin medida,
qu´el consuelo da más vida
yo´stoy tan desesperado
que la tengo aborrescida.
Mas pues ya estoy tan mortal
míram´este lado izquierdo
do veres clara señal
por quien pierdo el bien que pierdo
y gano tan grave mal.
Luego sus carnes aflitas
descubrió con gran passión
y dos bb a la sazón
se vieron de sangre escritas
derecho del coraçón.
Yo que vi en su cuerpo escrito
lo que dentro ellalma trayo
casi muerto en tierra cayo
diziendo con boz en grito:
"Porque no muero desmayo".
En esto Cupido llama
assu escrivano el cuydado
y manda c´aya un traslado
su pregonera la Fama
de todo lo c´a passado.
La qual diligente qu´era
el traslado recebido
con una boz lastimera
alçando grande alarido
pregona desta manera:
"Este día de
despecho
del presente mes y año
sabed el gran desebgaño
que Cupido tiene hecho
del ante passado daño.
Sabed que con despuntadas
sus peligrosas saetas
sus alas todas quebradas,
sus fuerças mañas secretas
ya son todas sojuzgadas.
Que una dama gran
señora
hermosa sobre natura
de gran saber y mesura
del mundo superiora
le prendió con su figura.
Y desta manera ésta
llamando siempre la muerte
ved qué remedio dara
en dolor o pena fuerte
quien remedio assí no da.
Por ende los lastimados
no curen de más quexarse
ni curen d´enamorarse
los que no son namorados
si pudieren apartarse.
Huyan de tal desconcierto
que da males inhumanos
do´l que mejor libra es cierto
que no escapa de sus manos
sino siempre preso o muerto.
Bien como al eneno hombre
gigante suelen llamar
y al negro suelen nombrar
blanco por su sobrenombre
por mayor negror mostrar
assí el amor que crees
que ha este nombre porque ama
gelo dizen al revés
porque contino desama
como por las obras ves.
Y queréys ver
quán esquivo
y quán fuera d´alegria
es el mal de su porfía
ved cómo tiene cativo
a quien dios d´él se
dezía.
Guárdesse pues quien pudiere
que en sus lazos no s´enlaze
no siga tras lo que viere
porque lo que al ver aplaze
es con lo qu´el alma muere".
En esta triste manera
ya qu´el pregón se acabava
un su alferez casie estava
echa aculla bandera
como que desesperava.
Y con ansia qual me distes
vi venir llorando allí
muchas damas d´amor tristes
pero nunca a vós os vi
porque nunca amor tovistes.
Luego sin que nadie quede
dieron todos en huyda
como quien va de vencida,
que huye quanto más puede
con peligro de la vida.
Quando yo, triste de mí,
me hallé solo a tal ora
a grande prissa corrí
y tornéme a vós,
señora,
de quien nunca me partí.
Assí que quexa o
clamor
no puedo dar por ahora
sino a vós, mi matadora,
que del más superior
soys las más superiora.
Que pues vós tan fieramente
llagastes mi coraçón
contra vós muy humildemente
pongo en acusación
en esta forma siguiente:
Pone el tiempo en que la
acusa
Oy martes en este mes
del dolor que má tormenta
no sé a quántos días
es
porqueno ay quien tenga cuenta
del gran mal que me hazes.
Pero sé qu´es año
aleve
para mi bevir amargo
que ni corre ni se mueve
porqu´el mal siempre es tan largo
quanto´l bien suele ser breve.
Pone quién reynava en este
tiempo.
Sobre todos quantos biven
reynando vos en valer
obligada a socorrer
a los que agravios rescben
y justicia mantener,
yo, cuytado a quien es hecha
sin razón y grande engaño
me quexo de vida estrecha
que me days con mal y saño
y vós nunca satisfecha.
Quéxome con gran
tristeza
pues tenéys pensamiento
que fe me da mi tormento
con la muy subida alteza
de vuestro merescimeinto.
Y no ay dolor que se yguala
aunque yo muera en tal pena
pues con vuestra gracia y gala
tenéys más grado de buena
que no la muerte de mala.
Quéxome que soy herido
y matarme avéys por gloria
devéys tener en memoria
que matar al qu´es vencido
mucho amengua la victoria.
Quéxome porque creéys
mis sospiros no fengidos
y mejor que sabéys
que son dellalma fallidos
qu´en vuestro poder tenéys.
Quéxome que me da
seña
de alegría vuestro gesto
yo en tal esperança puesto
como´l que algún bien
ensueña
hallo lo contrario presto.
Y estando de fuera sano
vuestro tiro ellalma alcança
y dissimuláys en vano
como quien la piedra lança
y esconde después la mano.
Quéxome porqu´os
quexáys
que cosa n´os muestro amar
mas yo por n´os enojar
mientras más penas me dáys
quiero más dissimular.
Quéxome qu´el muy gracioso
vuestro rostro siempre ledo
a mí no mostráys
sañoso
a cuya causa no puedo
tener punto de reposo.
Quéxome que
usáys las redes
que usa el desgradescido,
que a quien mejor le ha servido
por escusar las mercedes
le echa un ceño muy tendido.
No queráys pues sin porqué
darme dolor tan inmenso;
básteme dezir "Pequé",
aunque cierto a quanto pienso
yo no pienso c´os erré.
Básteme que mis sentidos
se pierden en contemplaros
porque solo en dessearos
ay primores muy subidos
en el modo de gozaros.
Básteme dos mil antojos
que mostráys por accidente.
Básteme que los mis ojos
son tornados una fuente
de llorar tantos enojos.
Básteme que yo
fenesco
y ha querido desventura
que no muestre mi figura
todo quanto mal padesco
porque biva en amargura.
Baste que Dios es testigo
que mi lengua no ha sabido
dezir el dolor que sigo
y assí vós tenéys
creýdo
que no es más mi mal que digo.
Baste que mis pies no
dieron
a mí, triste, ayuda buena,
que ecándoles vós una
cadena
solo un passo no huyeron
mas pusiéronme a la pena.
Básteme que mi passión
solo un punto no´stá en
calma.
Baste que mi coraçón
está partido del alma
que tenéys vós en
prisión.
Y pues que mi acusación
se muestra por clara vía
sin temor me obligaria
a pena del Talión
sino qu´es mayor la mía.
Mas concluyo en este hecho
pospuesta toda malicia
que según quiere el derecho
me hagáys de vós justicia
tal que quede satisfecho.
Y pues mi desamada os muestra
justa causa a mi querella
hazed vós, dama muy bella,
pues mi alma está en la vuestra
qu´esté la vuestra con ella
ambas en conformidad
sin partirse punto ni ora
con esta diversidad
que siempre seáys señora,
yo´l siervo sin libertad.
Cabo
Respuesta no se detenga,
señora, de lo pedido,
no me dilate su olvido
porqu´el esperança luenga
más aflige al aflegido.
Llorad mi triste suerte,
yo´spero vuestra clemencia
como el qu´está en punto
fuerte
esperando la sentencia
de su vida o de su muerte.
|
----Nicolás
Núñez----
743, cxxxvj
ID0701
Otro romance
Que
por mayo era, por mayo
quando los grandes calores
quando los enamorados
van servir a sus amores
sino yo, triste mesquino
que yago en estas prisiones
que ni sé quándo es de
día
ni menos quándo es de noche
sino por una avezilla
que me cantava al alvor.
Matómela un ballestero,
déle Dios mal galardón.
292, cxxxvj vto.
ID0840
Glosa de Niculás
Núñez
En mi desdicha se cobra
nuevo dolor que m´esmalta
d´un esmalte que no falta
porque de pesar me sobra
quanto de ventura falta.
Y deste mal que desmayo
que no cresce a sin razón
no es tan vieja su passión
que por mayo era, por mayo
quando los calores son.
En el tiempo tan mortal
que me dava mi mala suerte
que dolor de ser muy fuerte
dava la vida a mi mal
por dar mi vida a la muerte.
Con estos bienes passados
vi presentes mis dolores,
començaron mis cuydados
quando los enemorados
van servir a sus amores.
Quando quise
començar
a continuar mi tristura
ventura no dio lugar
porqu´es más perder provar
a quien le falta ventura.
Assí qu´en este camino
de fatigas y passiones
todos han consolación
sino yo, triste mesquino
que yago en estas prisiones.
Tan penado y tan esquivo
estó de mi voluntad
que ni sé si só cativo
ni si muero ni si bivo
ni si tengo libertad.
Ni sé si la culpa es mía
ni si merced o reproche
tal qu´estoy sin alegría
que ni sé quándo es de
día
ni menos quándo es de noche.
Porque tengo el
pensamiento
tan penado que no sé
si me dan gloria o tormento
si lo quexo, si lo siento,
si tengo vida ni fe,
sitengo muerte senzilla,
si l´echan lumbre al dolor
sino por una avezilla
que me cantava al alvor.
Recordava mi cuydado,
desvelava mi pesar,
teniéme tan transportado
que las vezes olvidado
olvidava de llorar.
Passava el mal de que muero,
consolava el coraçón
puesta ellalma en su canción
matómela un ballestero,
déle Dios mal galardón.
344, clxxjx vto.
ID6621
Aquí comiençan las obras de
Nicolás Núñez, y esta primera
es una que hizo a una señora
en que le da forma como en estas
coplas como en oras pueda rezar
porque una mujer de su casa lo avía
rebuelto con ella, y dize:
Estas
oras rezaréys
vós, de quien nunca me libro
pues que tan bien sabéys
mejor que las que tenéys
escritas de vuestro libro.
En estas veréys pintadas
mis quexas nunca quexadas
de vuestra causa venidas
que aunque tuviesse mil vidas
deurían ser acabadas.
Rezadas con tal concierto
pues que mi mal lo concierta
que quede mi fe despierta
que si el cuerpo queda muerto
ellalma no quede muerta.
Porque desta pena tal
queda la vida mortal
viendo el dolor tan sin medio
que aunque viniesse ell remedio
no podrie sanar el mal.
Comiençan las
oras.
A los maytines rezad
los salmos de penitencia
en pago de mi verdad
porque vuestra cruelda
satisfaga su conciencia.
No rezéys más
oración
porque passe el coraçón
a mi pena dolorida
no viendo´s desgradescida
reciba consolación.
Laudes
A las aves rezad contino
el credo porque creáys
que la vida que me dáys
va, señora, de camino
do nunca más la veáys.
Deque oviéredes acabado
no se olvide mi cuydado
pues esta ley es guardada
que a quien no meresce nada
qu´es pecar dalle pecado.
Prima
A prima quando amanesce
reza la "Salve Regina"
aquella c´os hizo digna
del valer que más meresce
y de mi mal disciplina.
Y rezada os retrae
a contemplar mi fe
sinoýr nuevas consejas
que quien oye
a malas viejas
nunca llora sin porqué.
Tercia
Rezaréys missa
mayor
a tercia porqu´es la orden
haziendo mi mal menor
porque mi triste dolor
no ordene más mi desorden.
Y con aqueste rezar
podéys, señora, acabar
mi pesar y mi tristeza
con tal que vuestra crueza
no quiera perseverar.
La
missa
Hazed dezir por virtud
pues tantos males sostengo
en pago de ingratitud
una missa de salud
para mí, que no la tengo.
Y si fuere menester
algo pra ellofrescer
ofreced al sacerdorte
la crueza dellaçote
de vuestro desgradescer.
Si acabada de dezir
so pidiere la pitança
dadale el pago mi morir
pues que a mi triste bevir
no queda más esperança.
Y por que le satisfaga
la manzilla de mi llaga
dadle en pago mi cuydado
que reniegue de la paga.
La
confissión
En la confissión
yo conosco que te erré
en todo quanto hablé
después que ya conoscí
la firmeza de tu fe.
Que pequé con el oyr
oyendo de ti dezir
males sabiendo lo cierto
de cuya causa estás muerto
y yo sin arrepentir.
Los
quiros
Por vós y por mi
reza
los quiros por lo que dizen
porque males me atizen
que a los bienes que me da
en mi desdcha desdizen.
No porque os he visto dar
otro bien sino penar
con que mi mal satisfaga
pues quando es mala la paga
más valdría el no pagar.
La
gloria
Quando dixiéredes la
gloria
reza mi bien en mi pena
qua aunque la tenga por buena
no s´olvida la memoria
que mi passión no es agena.
Porque aunque quiera fengir
que por bien de lo sufrir
es el dolor tan sin calam
que hiere dentro enellalma
lo que aquí puedo dezir.
La
epístola
La epístola rezara
después de rezado esto
y estas palabras dira
que la mala vida da
la paga terná bien presto.
Y aunque no os merescido
verme más favorescido
no es mucho que lo hagáys
porque nunca lo pidáys
como yo, triste, lo pido.
El
Evangelio
El Evangelio diréys
de Dios pues que fuestes digna
d´alcançar lo que
queréys
aunque en el mismo veréys
qu´es yr contra su doctrina.
Porque la mucha humildad
nunca daña la bondad
antes cresce más su llama
que más nal suena la fama
de la mala voluntad.
El
credo
Rezad el credo romano
vós que tovistes ventura
viendo qu´está en vuestra
mano
hazerme muerto de sano
darme plazer o tristura.
Y pues que todo consiste
el bien o mla que me viste
en vuestra mano y poder
es razón de los hazer
por no hazerme tan triste.
El
profacio
Y rezad con tal concierto
quando oyéredes el profacio
pues que soys todo el palacio
qua al que viéredes casi muerto
no deys la vida despacio.
Y si viene en socorrer
quando ya no es menester
la diligencia es perdida
porque se pierde ña vida
quando se pierde el plazer.
Los
Sanctus
Los sanctos porqu´en el
cielo
cantan todos con porfía
rezadlos, señora mía,
en memoria que en el suelo
soys mi pesar y alegría.
Porque pueda mi penar
viendo mi desesperar
y el mal del que me fatigo
que aunque mil vezes lo digo
cien mil deve quexar.
Allalçar
Alçado aquel bien do
mora
nuestra alegría sin par
dezi tres vezes señora
yo maldigo aquella ora
en que te hize pesar.
Y hiriend´os en el pecho
dezi pues pido el derecho
las dos rodillas hincadas
yo maldigo las pisadas
que he dado en darte despecho.
El Pater
Noster
El Pater Noster
diréys
la mano ante la boca
porqu´en él os
acordaréys
de la piedad muy poca
que déste vuestro tenéys.
Porque por alló salió
la razón con que murió
mi verdadera alegría
pues dalle vida podría
la que la muerte le dio.
Los
agnus
En los agnus no se olvide
mi dolor que no sossiega
dando paz allalma ciega
aunqu´el remedo que pide
mi desventura lo niega.
Y si vó deste ruydo
muerto el cuerpo y no´l sentido
yo sabré también velar
que aunque me quiera matar
me maté apercebido.
El ite
missa
Ayte missa silencio
tened vós a quien yo alabo
acordados que me vengo
que si malo
fue le comienço
que no sea tal el cabo.
Porque os acordéys allí
quánta alegría perdí
de que cobré mi querella
y en ser vós la causa d´ella
nunca más m´arrepentí.
La
bendición.
Si echaré la
bendición
el que la missa cantare
en pago del galardón
guardad para mí la passión
la parte c´os alcançare.
Porque aquesta tan fatigada
y vós tan poo menguada
de bendición y malicia
que mañ paresce cobdicia
do´stá la gracia doblada.
Buelve a las
oras
Acabado de hazer
esto por darme victoria
aunque no sepa qu´es gloria
bolveros ays a leer,
señora, aquesta memoria.
Porque después de leýda
y mi pena conoscida
nos dexaréys de culpar
porque no´stá en el matar
la victoria de la vida.
A
sesta
Aquella oraión de
Dios
rezad sesta porque os prive
por aquel sicut y nós
lo que queréys para vós
quered para quien os sirve.
Porque rezar la oración
no aprovecha al que la haze
si en ella no satisfaze
a quien tiene obligación.
Nona
Rezaréys rezando
nona
las oras de los finados
aunque no ganáys corona
tener mi triste persona
en cuenta de los passados,
Que dar pena por servicio
en pago del beneficio
no´stá en esto la bondad
que la mucha crueldad
no es de los buenos officio.
Bispras
Bísperas podéys
rezar
el salmo qu´es nuestra lumbre
porqu´este mismo os alumbre
a dar vida y no matar
cassi se gana la cumbre.
Que no es esfuerço vençer
al que quiere obedescer
sino al que no´stá vencido
porque daqueste ruydo
la ganancia es el perder.
Cumpletas
Rezaréys en las
cumpletas
la confessión general
porque paresce muy mal
ser las culpas muy secretas
siendo´l caso criminal.
Y pues el daño es presente
no hecho por acidente
no se deve perdonar
porqu´el que quiere matar
sin matar mata la gente.
La
oración
Aquella qu´es nuestro
manto
que nuestros males cobija
gloria del bien aquí canto
hecha del Espíritu Sancto
esposa del Rey y su hija.
Rezaréys con devoción
quando oyéredes la oración
las rodillas en el suelo
porque venga mi consuelo
do viene mi perdición.
Y las oras acabadas
rezadas como quí digo
serán las culpas pagadas
que las entrañas danadas
hazen del siervo enemigo.
No porque spero morder
aunque me vea perder
a quien tengo por señoa
que aunque mi mal empeora
lo tengo de obedescer.
Cabo
Y con esta me despido
no por buscar otro puerto
mas porque del mal ruydo
más vale sallir herido,
señora, que tarde y muerto.
Poque d´aquestos enojos
y pesares a manojos
quede con tal padescer
que nunca varé muger
que no me cubra los ojos.
|
828, clxxx vto.
ID6622
Otra obra suya respondiendo a Mosén
Fenollar que le preguntó qué era
mejor
servir a doncella o a la casada o a la beata
o a la monja, y dize assí:
Señor, señor Fenollar
de todas gracias tesoreo
ventura por más me honrrar
en un honrado lugar
me dio veutros granos d´oro
en los quales vi pensado
una pregunta requiere
qu´el que mejor l´antendiere
quedara peor librado
En la qual queréis
pedir
por vuestros metros honrrados
que quál es mejor servir
par´ adorar y servir
de todos estos estados
Digo que nadie dirá
razón que quede sin falla
porqu´el que responderá
tal la respuesta dará
qual la pregunta lo halla
Porque toda ciencia junta
no sabrá dar en el hito
assí quedará defunta
y de mí el sobre escrito
no la quisiera tomar
para tomar cargo d´ella
mas no me pude escusar
porque me pudo mandat
quien pudiera bien azella
Las donzellas suelen dar
más passión que recebir
y si alguna sabe amar
en galardón del penar
da esperança de morir
y pues de su condición
se saca tan buena suerte
más vale en la conclusión
el desseo de passión
que no sus obras la muerte.
En la casada,
señor,
queréys exemplo ponerme
que su victoria es temor
el verdadero amador
nunca tal peligro teme
assí qu´el mal que aquí
mora
aunque a quien sabe lo digo
no es este el que os desdora
sino ver a la señora
sierva de vuestro enemigo.
No os quisiera ver poner
en la biuda inconvinientes
porque saben bien querer
y poco daño hazer
los hijos ni los parientes
assí quetengo pensado
qu´el qu´es digno de tal gloria
qu´es muy bien aventurado
porqu´es pequeño el pecado
y muy grande la victoria
Victoria muy conoscida
es servir a la beata
sino porqu´es homicida
porque con lo que da vida
con esso mismo nos mata
y pues a nós es dañosa
muchos más los será
avós
dexemos la religiosa
porqu´es yerro y grave cosa
tomar tu muger a Dios.
Cabo
Las monjas gran perfection
tienen según lo que visto
si no fuesse por razón
de la santa professión
que tienen con Iesucristo
y pues d´aqueste concierto
tanto mal se nos concierta
sigamos por lo más cierto
qu´es huyr del cuerpo muerto
por no ver ellalma muerta.
|
209, xx vto.
ID6073
Villancico hecho a Nuestra
Señora la noche de Navidad
Las coplas d´él son de Nicolás
Núñez
Dezidnos, reyna del cielo
si soys
su hija y madre de Dios.
1052, xx vto.
ID6074
Soys vós reyna aquella
estrella
que nuestros remedios guía,
nuestra lumbre y alegría
que parió siendo donzella.
Por cierto, vós soys aquella
pues que Dios
vemos que nasció de
vós.
Responde la madre de
Dios
Yo soy la que
meresció
ser madre de su Excellencia
por reparar la dolencia
de lo que Eva perdió.
Assí que de mí
nasció
aquel Dios
que ha salvado a mí y a
vós.
Nosotros dezimos.
Vós fustes nuestros
consuelo,
reparo de nuestro bien
vós, señora, soys por quien
ganamos agora el cielo.
Bienaventurado suelo
pues que vós
paristes en él a Dios.
Habla Nuestra
Señora
Aquel Dios que nos cobija
por el pecado del padre
se su sierva hizo madre
siendo su madre su hija.
Assí que yo fuy vasija
en que Dios
tomó la muerte por
nós.
Nosotros
Vós soys bien de
nuestro mal
remedio de nuestra esperança
de toda limpieza llena
sin pecado original.
Qien pudo ser reyna tal
como vós
virgen y madre de Dios.
Nuestra
Señora
Yo soy la que tengo
officio
para ganaros perdón
d´aquél que passó
passión
sin culpa ni maleficio.
Vuestro el pecado y indicio
y quiso Dios
pagar la pena por vós.
Nosotros
Vossotros por quien fue quitado
el poder del enemigo
vós soys la que soys abrigo
del qu´está desabrigado.
Por vós se quitó
el pecado de los dos
primeros que hizo Dios.
La Virgen
María
Él por su gran
merescer
por quitar el cativerio
mostró en mí tan gran
misterio
por mostrar más su poder.
Que quiso de mí nascer
siendo Dios
por poder morir por nós.
Nosotros
Vós soys el templo y
morada
do todo nuestro bien mora,
de tristes procuradora
de ante secula criada.
A quien vino el embaxada
quando Dios
todo junto cupo en vós.
Nuestra
Señora
Yo soy aquel santo templo
qu´Él quiso santificar
en que pudiesse morar
aquel Dios en quien contemplo.
Y dexónos por exemplo
siendo Dios
querer ser ombre por nós.
Nosotros
Vós soys nuestro bien
complido
do nuestros bienes están
a quien se humilló sant Juan
ante que fuesse nascido.
No fue sant Juan el c´os vido
sino Dios
que todo nasció de vós.
Nuestra
Señora
Nasció porque avie de
ser
complida la profecía
que lo que muger perdía
que lo cobrasse muger.
Quiso y púdolo hazer
como Dios
y en la muerte como vós.
Nosotros
Vós soys la que lo
paristes
en el pobre portalejo
y después al santo viejo
en el templo le offrecistes.
Y soys vós la que lo vistes
entre dos
muerto delante de vós.
Nuestra
Señora
Yo soy la que lo mirava
y la que más lo sentía
lo que a su carne dolía
dentro en mi alma llagava.
Y en membrarme que quedava
ombre y Dios
aconsoléme con vós.
Nosotros
Vos soys la que soys aviso
del qu´está desconsolado
y al qu´está más
apartado
le ganáys el Paraýso.
y soys vós la que Dios quiso
siendo Dios
tomar tal deudo con vós.
Nuestra
Señora
Yo soy la que
recebí
ellangel con mi consuelo
las rodillas en el suelo
los ojos donde nascí.
Y espantéme que me vi
como vós
y verme madre de Dios.
Nosotros
Vós soys la que
desata
del poder de Lucifer
y la que puede hazer
el lodo más que la plata.
Y el pecado que nos mata
matáys vós
con petieciones a Dios.
Nuestra
Señora
Yo quito vuestros pecados
con mi continuo rogar
porque os pudisse llevar
para do fustes criados.
Porque después de llegados
veays vós
qués ver la cara de Dios.
Nosotros
Pues se prueva por
razón
qu´es vuestra nuestra victoria
llénanos aquella gloria
de vuestra contemplación.
Porque con tal devoción
plega Dios
mostrarnos a Él y a
vós.
Nuestra
Señora
Plega Dios que tal os
haga
qual yo quería
hazeros
porque pudiesse poneros
donde más os satisfaga.
Mostrando´s aquella llaga
d´aquel Dios
que quiso morir por nós.
|
[Obras de devoción]
614, xxj
ID6075
Canción del mismo a Nuestra
Señora
O Virgen ca Dios pariste
y nos diste
a todos tan gran victoria
tórname alegre de triste
pues podiste
tornar nuestra pena gloria.
Señora, a ti me
convierte
de tal suerte
que destruyendo mi mal
yo nada tama la muerte
en tu trona angelical.
Pues no nascida nasciste
y meresciste
alcançar tan gran memoria
tórname alegre de triste
pues podiste
tornar nuestra pena gloria.
|
472, cxxxiij vto.
ID0756
Otro romance
Maldita seas, ventura
que assí me hazes andar
desterrado de mis tierras
de donde soy natural
por amar una señora
la qual no deviera amar
adaméla por mi bien
y salióme por mi mal
porque amé donde no´spero
galardones alcançar
por hazer plazer amor
amor me hizo pesar.
627, cxxxiij vto.
ID6318
Glosa de Nicolás
Núñez
Partido de mi bevir
do agora muero biviendo
saqué de bivo el sentir
por acabar de morir
y ando contino muriendo
caminando con tristura
reposando con pesar
desterrado de holgura
que assí me hazes andar.
Con vida de que no´spero
morir ni mudar firmeza
con muerte de que no muero
en el plazer estrangero
natural en la tristeza.
Caminando por las sierras
huyendo como mortal
ando d´amor y sus guerras
desterrado de mis tierras
de donde soy natural.
Con desseo de plazer
con pesar del pensamiento
ando muriendo por ver,
por ver si podrés perder
perdiéndome lo que siento.
Todo´l mal que veys que mora
por vezino en mi penar
subes por quien empeora
por amar una señora
la qual no deviera amar.
Por ser la causa quien fue
no quedo yo arrepentido
mas desque me vi perdido
pesóme poner mi fe
en lugar desconoscido.
Assí que muero por quien
me mata por ser leal
no temiendo su desdén
adamela por mi bien
y salióme por mi mal.
Si mirara los engaños
qu´el amor suele hazer
no temiera de perder
nime tocaran sus daños
negándome su plazer.
Que si yo biviendo muero
la causa quiero quexar
c´assí lo consiento y quiero
porque amé donde no´spero
galardones alcançar.
Fin
Mostróme su dulce cara
prometiéndome sus dones
metime baxo su vara
nunca de servir dexara
con servicios a montones.
Mirad quánto disfavor
tengo sin poder gozar,
mirad si sufro dolor.
Por hazer plazer amor
amor me hizo pesar.
|
316, cxlvij vto.
ID
Otro villancico
Es dolor tan sin medida
la partida
qu´es como perder la vida.
653, cclvij vto.
ID6447
Las coplas son del mismo
Núñez
Porque al triste que se parte
con este dolor tan duro
si de amor no va seguro
la muerte es la mejor parte.
Porqué s engaño sin arte
la partida
de la persona querida.
Que la condición de
aussencia
es tener siempre temor
porque aussencia gasta amor
quando tarda la presencia.
Assí que desta dolencia
la guarida
es no tardar la venida.
Que si es larga
ellesperança
haze callo en la tristeza
y tórnase la firmeza
muchas vezes gran mudança.
Pues fe con la tardança
es herida,
que mata presto la vida.
|
[obras de devoción]
744, xvj vto.
ID6063
Otra obra de Nicolás Núñez en
loor de
Sant Eloy
Querer dar loança do tanto bien sobra
de vós, Eloy santo, señor muy
loado
simpleza parece y casi pecado
sin dar vós la gracia poner yo la
obra.
Y pues que con ésta el hierro se
cobra
seguir quiero siempre con fe lo que sigo
contando la justa de vuestro enemigo
do fue derribado con mucha
çoçobra.
Los ángeles yvan tañendo
trompetas
y los atabales los santos profetas.
El juez fue muy justo que estuvo
presente
en esta sentencia qu´es Dios infinido
y aquel a quien viesse de más
merescido
aquel diesse el precio de más
excellente.
Guardada la forma que tal ley consiente
entre las batallas según es escrita
la diessen al bueno la gloria infinita
y al otro por gloria la pena hirviente.
La cruz fue çimera y e mote
dezía:
"Ninguno se pierde qu´en este se
fía".
Y fueron las armas de fe pura y
fuerte
y de fortaleza labrado ellescudo
a tal qu´el contrario por fuerça no
pudo
romper con encuentro por ser de tal suerte.
Levava la lança porque se concierte
con ellarnés todo de pura justicia
do´l falto dañado tenía
cobdicia
huyrse del campo temiendo la muerte.
Y los paramentos llevava bordados
de clavos y espinas martillos y dados
Roquete de puntas con fuerte
arandela
llevó de prudencia por bien
derriballo.
temprança llevava de rienda el
cavallo
por tal que passasse más junto a la
tela.
D´amor y esperança el fresno y
espuela
por más firme presto passar el camino
con guía del ángel que fue su
padrino
aquel de contino nos guarda y nos vela.
Passó tres carreras en esta conquista
y en la postrimera quitóle la vista.
Con caridad yva venciendo´l
recelo
según que fue cierto y en esto me
fundo
venciendo´l por fuerça la
fuerça del mundo
cayó l´adversario sin fuerça
en el suelo.
La gloria ganada de santo consuelo
qudó ellenemigo vencido y confuso
y dióle por pena la pena que supo.
Dexólo en la tierra,
subióse´n el cielo.
Assí fenesciendo quien nunca fenesce
está posentado adonde meresce.
|
796, cxxiiij vto.
ID
Otra de Nicolás Núñez porque
su amiga le dio una rosa
Rosa si rosa me distes
tan grande de gloria me dio
que tomalla se perdió
la muerte que verme distes.
Lo verde me dio
esperança
lo blanco me la negó
el sabor me seguró
el temor de mi mudança.
El olor vós lo posistes
quendo ellalma me bolvió,
mas el coraçón
sintió
el dolor que vós le distes.
|
883, xxiiij
ID0847
Otra canción de Nicolás
Núñez
Si por caso yo biviesse
esperaria morir
mas yo nunca vi venir
muerte do vida no oviesse.
Que si yo vida toviera
según es el mal tan fuerte
no´s possible que la muerte
alguna vez no viniera.
O, qué dicha si viniesse
para matar el morir
pues que no queda bevir
que con la muerte muriesse.
|
71, cxlvij vto.
ID6444
Otro villancico
Bevir yo sin ser a vós
no quiero ni quiera Dios.
1056, cxlvij vto.
ID6445
Las coplas son de Nicolás
Núñez
Y puesto que yo pudiesse
quitarme de tal favor
no me dexarie amor
hazer lo que yo quisiesse.
Pues que otra dama sirviesse
sino a vós
no quiero ni quiera Dios.
Porque vuestra perdición
tiene tal virtud en esto
que nos paga en ser su gesto
quanto niega el galardón.
Y aunque pueda el coraçón
bevir sin vós
no quiero ni quiera Dios.
Assí que lo que
valéys
no es razón en tenello absente
porqu´el mal que vos hazéys
da herida y no se siente.
Pues bevir sin ser presente
yo de vós
no quiero ni quiera Dios.
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