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El autor al
lector.
Sabio lector, discreto, prudente,
yo te suplico, quien quiera que seas,
que leas y pases, y mires y veas
con ojos de amor la obra presente,
y guarda muy bien el fructo excelente
y grandes avisos escriptos en ella,
no la cizañes, ni siembres querella,
si algo hallares no ser comúnmente.
Si coplas, o pies, o largas diciones
llevan deshorden en esto que toco,
d[e]xemos el son, pues es lo más poco,
[tomemos](1) los
dichos según las razones.
Las quales someto, so las correciones
de hombre[s] discretos, que saben y entienden,
y no de groseros, que juzgan y offenden
según la rudeza de sus opiniones.
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Comiença la obra.
Vitorioso, Polido.
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Vitorioso
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¿Qué's esto, hermano Polido,
parece que andáys ocioso?
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Polido
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Antes, señor Victorioso,
podéys dezir que aborrido.
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Vitorioso
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¿Y de qué?
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5
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Polido
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De que os doy, señor, mi fe
que nada no me deleyto,
antes reniego del ple[y]to
y aun de mí que le empecé.
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Vitorioso
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¿Cómo assí?
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10
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Polido
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Que me ando por aquí
como Pedro por demás,
el más pobre que jamás
en este pueblo me vi.
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Vitorioso
|
Pues paciencia,
que en la Real Audiencia
los pleytos de calidad
no sufren la brevedad
que en ess'otra menudencia.
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15
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Polido
|
Bien dezís,
lo que acá mi bolsa siente,
la qual en mí no consiente
la paciencia que pedís.
Ni me basta,
entendeldo, pues abasta
para quien sabe sentir,
que no se puede sufrir
lo que aquí se v[e]nde(2)
y gasta.
Y digo al tanto,
que por cierto que me espanto
cómo nos bastan dineros,
ni lo sufren cerraderos
ni coraçones de canto.
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20
25
30
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Vitorioso
|
¿De gastar
queréys agora tratar
estando dentro en la gomia?,
pues hazed la carne momia
que no se puede escusar.
Y sufrid,
que pensar por otro ardid
poder negociar más breve,
esso, como agora llueve,
se usa en Valladolid.
Con dineros,
vos seréys de los primeros
a donde quiera que vays,
pero si no los lleváys
quedaréys con los postreros.
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35
40
45
|
Polido
[/Aij v/]
|
Bien lo veo,
y más que digáys os creo,
y creo y tengo por mí
que creer que pasa assí
que no será devaneo.
Y por esso,
para vista del processo
traxe lo poco que pude,
mas si Dios con más no acude
yo quedo mondo en el huesso.
A gastallo
y hazer desembolsallo
amigos hartos acuden,
más para que a mí me ayuden,
¡maldito aquel que yo hallo!
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50
55
60
|
Vitorioso
|
Yo lo creo.
|
|
Polido
|
Digo que ninguno veo
ved si queréys mayor mal,
sobr[e](3) aver
quedado tal
que me veo y me deseo.
Y como a [e]scuras,
entiendo a mis aventuras,
buscar, si hallo prestados,
siquiera quatro ducados
sobre ciertas escripturas.
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65
70
|
Vitorioso
|
Cata, cata,
aun sobre taça de plata
nunca ay essos traviesos,
¿y venís vos con procesos
siendo cosa tan barata?
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75
|
Polido
|
¿Qué barato?
En verdad qu'es un contrato
que, si lo sé bien contar,
me costó harto sacar
d'entre las uñas del gato.
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80
|
Vitorioso
|
No canséys
porque no lo hallaréys
a[u]nque(4)
andéys toda la villa,
ni creo en toda Castilla
aunque toda la busquéys.
No, en verdad,
porque ya la caridad
en todo el mundo se escusa,
y sabed que no se usa
usar dessa piedad.
Es desatino,
porque el vezino al vezino,
ni aún el amigo al amigo,
es por demás, como digo,
toparse en esse camino.
Esto os digo,
por tanto, Polido, amigo,
consolémonos los dos
que de pobre como vos
no trayo blanca comigo.
Ni cornado,
ni me he desayunado
por no tener para pan,
ved si para gavilán
si me tomáys bien templado.
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85
90
95
100
105
|
Polido
|
Yo lo huelo,
que venís, señor, a pelo
para poder bien bolar.
¡O qué tal devéys de estar
para caer al señuelo!
|
110
|
Vitorioso
|
Dios lo sabe,
quanto más si fuesse ave
rellena y salpimentada,
o perdiz muy bien asada,
o buen torrezno suave.
A fe, hermano,
que yo cayese a la mano
aunque fuesse en bodegón,
y no digo como halcón,
mas como gentil alano.
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115
120
|
Polido
|
En el gesto
mostréys bien tener dispuesto
el papo para bolar,
y vos preciáysos de estar
en el alcándara puesto.
|
125
|
Vitorioso
|
Pues, ¿qué queréys?
|
|
Polido
/Aiij r/
|
Que boléys y os alegréys
y no estéys tan pensativo,
sino como hombre bivo
que bibáys y os
esfo[r]çé[ys].
|
130
|
Vitorioso
|
Bueno estáys.
¿y por bibo me contáys
estando muerto de hambre?
|
135
|
Polido
|
El gesto traéys fiambre,
más bibo veo que andáys.
|
|
Vitorioso
|
Tené a raya,
y daréysme vos que aya
ningún hombre tan bastante
que se alegre, ni que cante
quando la bolsa desmaya.
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140
|
Polido
|
No, por cierto
antes le cuento por muerto;
porque la bolsa caliente
haze el corazón valiente
y el ánimo más esperto.
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145
|
Vitorioso
|
Pues la mía,
quanto que por essa vía
no me puede dar vigor,
porque de toda calor
anda la triste vazía.
Y con esto,
ni puedo alegrar el gesto
ni sé señor qué me haga,
porqu'el dolor desta plaga
ya sabéys qu'es indigesto.
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150
155
|
Polido
|
Es locura,
que lo que el pesar no cura
tenelle no es discrición,
antes el buen coraçón
quebranta mala ventura.
Y ansí digo
que quisiera como amigo
tener con qué socorreros,
mas ya digo que dineros
no hazen vida comigo.
|
160
165
|
Vitorioso
|
No me espanto,
ni yo lo digo por tanto
ni con tan astroso quajo,
porque en fin vuestro trabajo
se trasluze tanto quanto.
Sino que,
de no nos sobrar en qué
poder agora tratar,
huelga hombre de hablar,
pues sobra tanto de qué.
Y querría,
que pues haze tan buen día,
y vos no estáys ocupado,
que nos fuéssemos a prado
hablando de compañía.
Y murmurando,
nos podemos yr holgando
por desechar el pesar,
y también por aliviar
nuestros trabajos andando.
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170
175
180
185
|
Polido
|
En verdad,
que de buena voluntad
os haga yo esse servicio,
demás que del exercicio
se redunda sanidad.
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190
|
Vitorioso
|
Caminemos.
|
|
Polido
|
¿Por adónde guiaremos,
que vamos con menos gente?
|
195
|
Vitorioso
|
Para salir a la puente,
por la corredera yremos.
|
|
Polido
|
Quién tuviera
alguna blanca siquiera
para comprar de avellanas,
o de peras, o de mançanas
para comer allá fuera.
|
200
|
Vitorioso
|
Si de franca
vos lleváys la bolsa manca,
yo los bolsicos bien faltos,
porque puedo dar tres saltos
sin que se me caya blanca.
|
205
|
Polido
/Aiij v/
|
Dios loado,
ansí yremos a prado
templados como halcones,
y de miedo de ladrones
seguros, y sin cuydado.
¡Qué tristeza,
qué desmayo, qué flaqueza,
qué dolor tan de sentir!
No sé quién puede dezir
que pobreza no es vileza.
|
210
215
|
Vitorioso
/Aiiij r/
[/Aiiij v/]
|
Pues señor,
entendeldo vos mejor
y tomaldo del revés,
que si vileza no es,
es otra cosa peor.
Es dolencia,
que por arte, ni por ciencia,
no se determina el centro,
porque el mal humor de dentro
solo le alcança espiriencia.
La pobreza,
debaxo de la corteza
tiene diversos efectos,
pero todos son defectos
a nuestra naturaleza.
Es tan vil,
tan delgada y tan sotil,
tan sin paz, sin quietud,
que deseca y sin virtud
es vileza y muy cevil.
Es ynvierno,
es carraca sin gobierno,
es vida de la galera,
es una fusta velera
que a muchos lleva al ynfierno.
Es lazería,
es madre de la miseria,
desasosiega la vida,
es una llaga podrida
toda llena de materia.
Es enojo,
es la muerte siempre al ojo,
es río hondo sin vado,
es cortijo sin tejado,
filo lleno de gorgojo.
Es cobdizia,
es bolsa de la malicia,
es cama de la pereza,
es mesón de la tristeza,
es seno de la malicia.
Es passión,
es desmayo al coraçón,
es dolor que siempre duele,
es un cansancio que muele,
es quebranto y confusión.
Es cadena,
es yncomportable pena,
es lisión que no madura,
es prisión terrible, escura,
de cien mill coxixos llena.
Es pestilencia,
es pozo do la conciencia
muy comúnmente se hunde,
es una mancha que cunde
más que hazeyte de Valencia.
Es ponçoña,
es sarna peor que roña,
es tiña que nunca sana,
fuente seca que no mana,
campo que nunca retoña.
Es renzilla,
es carcoma, es polilla,
es vergüença y no es honrra,
sus efectos son deshonrra
por las leyes de Castilla.
Y esto digo,
porqu'el pobre sin abrigo,
aunque sea más hidalgo,
para nada vale algo
ni le admiten por testigo.
Y si lo es,
puédenle tachar después
quando el pleyto se despacha,
y la pobreza le tacha
sin que tenga otro revés.
Sea pobre,
que aunque más virtudes obre
muy poco le satisfaze,
todo quanto dize y haze
se le buelve agua salobre.
No es de quenta,
siempre miente aunque no mienta,
y aunque sea sabio y viejo
no tiene boto en concejo
ni puede pujar la renta.
No aprovecha,
todo el mundo le desecha,
a cada passo resvala,
si se haze cosa mala
luego es en él la sospecha.
Todos a él;
el que más tiene con él,
esse más presto le olvida;
nunca nadie le combida,
ninguno se sirve d'él.
Cada uno
le moteja de ymportuno;
lo devido se le atrasa,
nadie le sabe la casa,
no conversa con ninguno.
En quanto haze,
nunca complaze, ni aplaze
a amigo ni a vezino,
y si haze un desatino
a todo el mundo desplaze.
Y más digo,
que en el mundo no ay amigo
que luego no se le ensañe,
ni hombre que no le engañe
ni quien le quiere consigo.
Y es dolor,
que nunca halla señor
ni jamás nadie le fía,
todo el bien se le desvía,
ninguno le da favor.
Y es la negra,
que ningú[n] tiempo se alegra
ni vee bien que le quadre,
tiene a la muerte por madre
y a la fortuna por suegra.
Sin medida,
es muy grande la caýda
del triste que poco puede,
porque como perros hiede,
aunque esté limpio en la vida.
Estos males,
con otros muchos y tales,
proceden de la pobreza,
pues si esto no es vileza
díganlo los espitales.
Do a lo menos,
ha llevado muchos buenos
que se vieron muy honrrados,
y después desamparados
con las manos en los senos.
Y tanbién,
cien mill personas de bien
que tiene tras los rincones,
a unos hechos ladrones,
otros yr tras no sé quién.
Y tras éstos,
quántos tristes vemos puestos
en la horca cada día,
y dentro en la putería
mugeres de lindos gestos.
Quántas dellas
perdieron ser de donzellas,
no tanto por liviandad
como por nescesidad
de remedio para ellas.
Y a mi ver,
aunque para merescer
les convenía sufrir,
en fin, las haze rendir
este negro no tener.
Por lo qual,
fuera de su natural
andan muchos desterrados,
y quántos malos recados
se engendran deste gran mal.
!Quántas vidas
en peligro y aún perdidas
las almas con los demonios;
quántos falsos testimonios,
quántos malos homicidas!
¡Quántos ruynes,
quántos vellacos malsines,
quántos falsos juramentos,
quántos malos pensamientos
de desesperados fines!
¡Qué trayciones,
qué cautelas y ambiciones,
qué males de tiranías,
qué embidias, qué parlerías,
que perversas yntenciones!
En conclusión,
ella es mar de confusión
a quién navega por ella,
Dios nos libre, señor, della
como de mala visión.
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|
Polido
|
Muy atento
he estado a vuestro cuento
contado tan a sabor,
y paréceme, señor,
que lleva gran fundamento.
Y sin disputa,
quiero que más se discuta
esta quistión començada,
aunque parece delgada
para lengua mal astuta.
Mas a la llana,
con intención limpia y sana,
sin entrar muy [al abismo] (5),
tornemos este alguarismo
quenta clara castellana.
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400
405
410
|
Vitorioso
|
Sea, sí.
|
|
Polido
|
Ora por amor de mí,
pues es pregunta sabrosa,
me declaréys una cosa
que encaxa muy bien aquí.
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415
|
Vitorioso
|
¿Qué?
|
|
Polido
|
Si
la pobreza
tiene en ti tanta maleza,
veamos, dezime vos,
¿por qué Christo, Nuestro Dios,
la amó más que a la riqueza?
Y sin Él,
otros conjuntos a Él,
santos que acá le ymitaron,
todo, todo lo dexaron
por ser pobres como Él.
Y Él quería,
y lo quiere todavía,
que quien seguille quisiere,
que dexe lo que tuviere
si quiere su compañía.
De manera,
qu'es fe cathólica vera
que el más pobre deste suelo
tiene para yr al cielo
más a mano la escalera
que no el rico,
y esto yo no lo replico,
que la sagrada escriptura
nos lo dize y asegura,
a la qual me retifico.
Pues dezí,
si es assí, que passa assí,
y el evangelio lo canta,
¿por qué, veamos, espanta,
si tanto bien da de sí?
|
420
425
430
435
440
445
|
Vitorioso
/Av r/
[/Av v/]
|
¡O, Polido
cómo me avéys respondido
en verdad a mi contento!
Mas por el mismo argumento
quiero dexaros rendido.
Yo no fundo
que la pobreza en el mundo
no sea cosa muy santa,
pero, si en el cielo planta,
tanbién siembra en el profundo.
Y vos, amigo,
conviene que estéys comigo
para entender lo que toco,
que aunque tengo seso poco
bien atino en lo que digo.
Y si me entiendo,
sabed que yo no pretendo
infamar a la pobreza,
ni por la que aquí se reza
la perjudico ni ofendo.
Yo ,señor,
cuento según mi dolor
sus peligros y baybenes,
dexando todos sus bienes
en su fuerça y su vigor.
Y a mi ver,
paréceme que en querer
amalla Nuestro Señor,
podemos ver muy mejor
quán áspera deve ser.
Porque Dios
jamás amó, ya veys vos,
los regalos ni riquezas,
sino penas y asperezas
porque le ymitemos nos.
Y desta suerte,
amó también a la muerte
sobre ser la misma vida,
y no muerte muy luzida,
mas muerte cruel y fuerte.
Y a la verdad,
como la suma bondad
pretendió darnos exemplo,
por esta razón contemplo
que la amó su Magestad.
Y como vino
para hazerse camino
de todo el género humano,
por hazérsenos más llano
vino pobre peregrino.
Porque vamos,
los que acá peregrinamos,
tras Él como peregrinos,
y no por otros caminos
do por dicha nos perdamos.
Y como vido
no ser ancho ni luzido
el camino de pobreza,
dexó la Suma Grandeza
un remedio proveýdo.
Con el qual
le hizo llano real
y camino de provecho,
mas aunque es el más derecho
caminámosle muy mal.
Y el remedio
fue dexar puestos en medio
mojones de caridad,
y también la piedad
que anduviesse de por medio.
Como quiera
que si esto no hiziera,
como lo veys a la clara,
ningún pobre caminara
que luego no se perdiera.
Pero quiso,
y con grandísimo aviso,
nos encarga su bondad
las obras de caridad,
si queremos paraýso.
Porque el rico
dé socorro al pobrezico
y el poderoso al caýdo,
y el próspero al afligido
y el grande levante al chico.
Y el que tiene,
que ayude como conviene
al pobre que está desnudo,
y el sabio que enseñe al rudo,
y d'aquí lo que más viene.
Mas ¡ay Dios!,
quán sabido tenéys vos
los muy poquitos que son,
los que por esta razón
merezcan gozar de vos.
Por aquí,
desta manera y assí,
muy pocos van a mi ver,
ya no veo sino ser
cada uno para sí.
Dé do diere,
pero quien vello quisiere
verá con ojos muy claros,
que ya de puros avaros
el que más tiene más quiere.
La avaricia,
y esta negra de codicia,
que reynan en todas oras,
hanse hecho tan señoras
que ya no basta justicia.
Ni razón,
y por esta intercesión
ni bulle la piedad,
ni hyerve la caridad
ni reyna la compasión.
Ay dragones
a quién da Dios a montones
grandes bienes sin medida,
los quales son en la vida
para con él más harones.
Veldo vos;
¿quántos para dar a Dios
hazen la mano tan manca
que, quando dan una blanca,
piensan que hazen por dos?
Y aún os juro
que no con ánimo puro
reparten todos el pan,
que las más vezes lo dan
porque está mohoso y duro.
Y sin hervor,
y sin ninguna calor
lo dan, como digo, a Dios,
y sí una vez, no dos,
y aún esa de lo peor.
Es espanto.
¡O quién tomase por tanto
la boz de los pobrezicos,
por dar bozes a los ricos
cerca desto que discanto!
No ay quien obre
ni quien se duela del pobre,
ni quien le oya ni quiera,
veys aquí de la manera
que veréys batir el cobre.
Todo esto
he dicho con prosupuesto
que entendáys que la pobreza
tiene, como aquí se reza,
las obras conforme al gesto.
|
450
455
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570
575
580
585
590
595
|
Polido
|
Dezís bien,
mas paréceme tan bien
según mi pobre juyzio,
que tocáys en perjuyzio
de muchos que hazen bien.
Y en secreto,
por mejor y más perfeto,
dan limosnas muy crecidas,
y remedian a [e]scondidas
muchos que passan aprieto.
|
600
605
|
Vitorioso
/Avj r/
|
Ansí es,
mas si dessos me days tres
que vayan por essos passos,
os daré cien mill escassos
que lo hazen al revés.
|
610
|
Polido
|
Tenéys razón,
que cierto muy pocos son,
o ninguno a la verdad,
los que van en caridad
conforme a la obligación.
Pues andar,
en fin, fin, se an de acabar
los trabajos deste suelo,
y con esto me consuelo
y os devéys de consolar.
|
615
620
|
Vitorioso
|
Esa es ella.
Esa quenta es bien hazella,
¡o Polido!, quan polida,
que el bien y mal desta vida
todo se acaba con ella.
|
625
|
Polido
|
El bien no,
antes esse pienso yo
que tiene de florecer.
|
630
|
Vitorioso
|
Sí, si el bien es bien hazer,
contra esso yo no vo.
El bien tal,
antes es bien con el qual
es inmortal el christiano,
mas si el bien es bien mundano,
este tal, dígole mal.
Quiero dezier,
que el bien obrar es bibir
y el bibir es bien hazer,
mas en fin, fin, a mi ver
todos emos de morir.
|
635
640
|
Polido
|
Tenéys razón,
mas dexada esta quistión
y mudada la materia,
hablemos de nuestra feria
por nuestra consolación.
Y tratemos
en los duelos que tenemos
de nuestra mercadería,
porque assí por esta vía
quiçá nos consolaremos.
Y pues de mí,
Ya, señor, ayer os di
la cuenta que plugo a Dios,
desseo saber de vos
qué vida tenéys aquí.
En esta villa
estáys tan a la orilla
que lo veo y no lo creo,
en verdad que tal os veo
que tengo de vos manzilla.
|
645
650
655
660
|
Vitorioso
|
¡O Polido!
ya yo tengo conoscido
quánto sentís lo que siento,
mas contemos otro cuento
de más sabroso sonido.
Y más leve,
que si mi lengua se embeve
en materia tan amarga,
creed que será tan larga
quanto el tiempo nos es breve.
Y por esso
Quiero, señor, tirar vieso
sin tocar en lo de atrás,
por no lastimaros más
con tan penoso processo.
Y es escoria,
quanto más que la memoria,
de cualquiera bien passado,
al coraçón lastimado
más le da pena que gloria.
En lo presente,
hablemos tan largamente
quanto no queramos más,
y dexemos lo de atrás
para [el alma] (6)
que lo siente.
|
665
670
675
680
685
|
Polido
[/Avj v/]
|
Bien dezís,
yo siento lo que sentís
quanto acerca desse punto,
ansí que aora os pregunto
¿cómo os va, cómo bibís?
|
690
|
Vitorioso
|
¿Cómo bibo?
bibo con trabajo esquivo,
bibo porque no me muero,
bibo mal, que yo no quiero,
y bibiendo assí me abibo.
A porfía
bibo y muero cada día,
pensando morirme presto,
y si no fuesse por esto
creed que no bibiría.
Y mi bibir
se puede llamar morir,
y esto baste quanto al cómo,
pregúntame de qué como
y no os lo sabre dezir.
Ni aun lo sé.
|
695
700
705
|
Polido
|
Aýnas me reyré
de ver quán donoso estáys.
¿Cómo, señor, que comáys
y que no sepáys de qué?
|
710
|
Vitorioso
|
No por cierto,
mas de que tengo por cierto
que nuestro Dios soberano
me provee de su mano
de ver que estoy en ruyn puerto.
Porque es larga,
y cinco hijos por carga
que tengo de mantenellos,
y más la muger con ellos
que sirve de sobrecarga.
|
715
720
|
Polido
|
Bueno estáys,
y ruyn puerto me llamáys
un pueblo tan sumptuoso;
creed, señor Victoriosso,
que en eso que os engañáys.
Que esta villa,
otros pueblos de Castilla
y quantos vienen a ella,
publican grandezas della
por cosa de maravilla.
|
725
730
|
Vitorioso
|
Verlo eys;
allá después me diréys
lo que della más se suena,
y si dezís qu'es tan buena
desa bondad comeréys.
|
735
|
Polido
|
Está de suyo,
mas no es eso lo que arguyo,
que bien sé que está la llave
en aquella negra ave
que llaman ave de tuyo.
Porque aora,
en la casa do no mora
esta ave que departo,
morará trabaxo harto
y fatigas cada ora.
Más todavía,
tornando a nuestra porfía
por razón sin otro ardid,
digo que Valladolid
grandes partes tiene y cría.
Y amí ver,
y de mi poco saber,
me parece en su manera
qu'es pueblo donde qualquiera
puede ganar de comer.
|
740
745
750
755
|
Vitorioso
/Avij r/
|
¡O Polido!
yo tengo bien entendido
esse punto que dezís,
mas ya muy tarde salís
a despartir el ruydo.
De mi ciencia,
os quiero dar por sentencia
a la razón sobre dicha,
que donde falta la dicha
no es parte la diligencia.
Y tanbién,
Dios os guarde del baybén
de la mudable fortuna,
por tanto una por una
cada qual se tenga bien.
|
760
765
770
|
Polido
|
Que espanta.
|
|
Vitorioso
|
A la fe, señor, quebranta
y es tan cruel y tan seca
que a quien una vez derrueca
tarde o nunca le levanta.
Y deste modo
se ha con todos en todo;
otra virtud no acostumbra,
y si dos o tres encumbra
da con cincuenta en el lodo.
|
775
780
|
Polido
|
Ansí es,
pero yo sé más de tres
a quien ha favorecido,
después de avellos traýdo
bien hollados so los pies.
Y acaesce
que aquel con quien nos paresce
que se muestra más cruel,
rebolver luego sobr'él
con más bienes que merece.
Y sin pendencia,
le da dellos la tenencia
y bibe vida segura.
|
785
790
795
|
Vitorioso
|
Eso más está en ventura
que no en buena diligencia.
Que muy mal
se estriba sin caudal
en granjería ninguna,
para que pueda fortuna
mostrarse tan liberal.
|
800
|
Polido
|
¡O precioso!
¿cómo, señor Victorioso?
¿qué más caudal queréys
de salud, sí la tenéys,
y ser bueno y virtuoso?
Que con esto
yo's aseguro y apuesto,
aunque no se sufre apuesta,
que ya que falte la resta
que vos dobléys vuestro resto.
|
805
810
|
Vitorioso
|
Bueno estáys,
¿cómo, señor, y pensáys
que virtudes solas bastan?
Pues ya muy poco se gastan
en el mundo donde andáys.
Vos, Polido,
tened por muy entendido
que quien non habet pecunia,
luego el mundo le calumnia
por infame y abatido.
Y con ella,
sabed que nadie le huella,
ninguno ay que le corra,
todos le quitan la gorra,
los más le hablan sin ella.
Los honrrados
llaman oy los hazendados
dado que sean viciosos,
los buenos y virtuosos
abatidos y amenguados.
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815
820
825
830
|
Polido
|
Cierto, en eso
yo's digo que no days vieso
del blanco de la razón,
porque la falsa opinión
por ley lo tiene ya eso.
|
835
|
Vitorioso
[/Avij v/]
|
¡O señor!
qu'es grandísimo dolor
ver el mundo tan trocado,
todo del todo mudado,
privado de lo mejor.
Echad ojo,
y veréys el gran despojo
de todo lo bueno d'él,
y si algo queda en él
es tardío y por antojo.
¡O Polido,
quién fuesse tan atrevido
que osase hablar en caça,
para dezir en la plaça
lo que aquí digo al oýdo!
Mundo es,
mas está tal, que después
que lo es y fue criado,
nunca estuvo tan fundado
sobre este negro interés.
Que diría
qué cosas pasan oy día,
qué burlas, qué vanidades,
qué mentiras, qué maldades,
qué trampas, qué behetría.
Qué de viento,
qué poco conoscimiento
de las cosas de virtud,
qué poquita quietud,
qué falta de miramiento.
Qué cobdicia,
qué injusticia en la justicia,
qué corrida la verdad,
quan muerta la caridad
y qué biba la malicia.
Desto passa
tanto, señor, que traspassa
y va la razón tan ciega
que por eso el mundo juega
su juego de passa passa.
Más avía
que dezir, y más diría
si ossase a las seguras,
pero por estas misturas
sacaréys el armonía.
|
840
845
850
855
860
865
870
875
880
|
Polido
/Aviij r/
|
Ora, hermano,
déxame tomar la mano,
tened vos en es[e] (7)
punto,
haré yo mi contrapunto
sobre vuestro canto llano.
Y assí digo
que tengo para comigo,
que por razón destos males
nos da Dios los tiempos tales
como veys y soys testigo.
Y bien lo vemos,
mas como todos tenemos
tan estragados los quajos,
passamos por los trabajos
como que no lo entendemos.
Al padescellos
tenemos el ojo en ellos,
de no nada nos quexamos,
pero no consideramos
ser nosotros causa dellos.
Ni creemos,
ni miramos, ni queremos
que quando Dios nos hostiga
qu'es señal que nos castiga
por peccados que tenemos.
Y a mi ver,
peccados deven de ser,
sin el del primero padre,
ver la Yglesia, nuestra madre,
en peligro de caer.
¿Y qué dolor
ay en el mundo mayor
que vernos en nuestros días
de herejes y heregías
cercados al derredor?
Y en las manos
de los turcos y paganos
nuestras provincias (8) y
tierras,
y después las grandes guerras
de christianos con christianos.
Y los presentes
an visto, si tienen mientes,
las grandes enfermedades,
de que de todas hedades
an faltado grandes gentes.
Y ansí es,
que vemos que del arnés
faltan las mejores pieças,
Dios nos guarde las cabeças
pues no nos valen los pies.
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885
890
895
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925
930
|
Vitorioso
|
Vos, Polido,
creed que de lo comido
eso todo es el escote,
y aún otro muy buen açote
que nos ha Dios sacudido.
El qual es
dos años largos o tres
tan rezios como ya vistes,
que dexan a muchos tristes
a veynte y cinco del mes.
Tan perdidos,
tan pobres, tan afligidos,
tan tristes, tan desmayados,
que aunque van muy estirados
quedan bien cabezcaýdos.
Y más de tres,
y aún de tres mill hallares
sin buscar pieça por pieça,
que para alçar la cabeça
les han de bullir los pies.
|
935
940
945
950
|
Polido
|
Yo's prometo
que cerca desse decreto
que os crea yo más y más,
porque los hombres jamás
se vieron en tanto aprieto.
Y a lo menos,
yo's digo que si los buenos
quedan vazios y tales,
que más de tres infernales
quedan bien ricos y llenos.
|
955
960
|
Vitorioso
|
Sí, sí, sí,
yo bien tengo para mí
que cría el mundo moçuelos,
que no lloran estos duelos
de que tratamos aquí.
|
965
|
Polido
|
Vos dixistes
en eso lo que supistes,
porqu'es una gentezilla
para echar en la capilla,
la mejor que nunca vistes.
|
970
|
Vitorioso
|
¿Quién, logreros?
|
|
Polido
|
Ellos digo, y renoveros,
muy bonicos peccadores.
|
975
|
Vitorioso
|
Dígolos yo pescadores
de muy gentiles dineros.
Y es el daño,
que nunca por su rebaño
haze riça ningún lobo,
que a fe, so pena de bobo,
que nunca huviesse mal año.
Mas ay tantos,
que poder dezirse quantos
es trabajo por demás,
y aunque les prediquen más
es hablar con esos cantos.
|
980
985
|
Polido
|
Ansí es,
pero creed que después,
allá en la cuenta final,
a fe, so pena de mal
que no se escapen por pies.
|
990
|
Vitorioso
|
A mi ver,
digno es eso de creer;
mas si Dios les fía a largo,
los que acá tienen el cargo
otro estilo han de tener.
|
995
|
Polido
|
Essa trecha
buena es y bien derecha;
p[e]ro (9) no
sé qué me diga,
que quanto más se castiga
tanto menos aprovecha.
|
1000
|
Vitorioso
|
Y aun por esso,
por la culpa del excesso
nos da Dios tan rezios años,
y nos permite los daños
dichos en este processo.
|
1005
|
Polido
[/Aviij
v/]
|
Ciertamente,
ya las gentes no son gentes
que tratan en esa renta,
antes cerca dessa cuenta
siente menos quien más siente.
Y en verdad,
que es tibieza y fealdad
no lo gustar y sentir,
y se puede atribuyr
a falta de christiandad.
|
1010
1015
|
Vitorioso
|
Mi fe, amigo,
es mal mundo, como digo,
y los que biven en él
vanse, como veys, tras él,
y él se los lleva consigo.
De tal suerte,
que ni temor les convierte
ni la virtud les combida,
ni mientra tura la vida
tienen respecto a la muerte.
Y como quiera
que passa desta manera,
tenemos un Dios tan bueno,
tan de piedades lleno
que nos sufre y nos espera.
Es tan grande
que no quiere se desmande
su justicia con discordia,
sino que misericordia
sea sola la que mande.
Y lo que manda
es que creamos que anda
porque todos nos salvemos,
creencia desto tenemos
pues murió en esta demanda.
Y cerca desto
quiero concluyr con esto,
pues no alcança más mi buelo,
que querer subirme al cielo
no podré llegar tan presto.
|
1020
1025
1030
1035
1040
1045
|
Polido
|
Tenéys razón,
y pues nuestra discreción
no nos da larga licencia,
las cosas ansí de ciencia
quédense para quien son.
Y bolviendo
a lo que vamos diziendo
destar el mundo trocado,
yo no sé si avéys mirado
un gran mal que en él no entiendo.
Y a mi ver
es de mirar y entender;
mas va tan suelta la rienda
que ya remedio ni enmienda
yo dubdo podello aver.
|
1050
1055
1060
|
Vitorioso
|
¿Y qué es ello?
|
|
Polido
/Aix r/
[/Aix v/]
|
Es, si avéys mirado en ello,
la lástima tan estraña
que es ver oy nuestra España
tan ganosa de no sello.
Tan trocada,
tan de lo bueno mudada,
tan otra de lo que hera,
que por no vello quisiera
nunca ver ni sentir nada.
Pero siento
que son sin quenta ni quento
las novedades y engaños,
que agora de pocos años
vemos en ella de assiento.
Que es de ver
quán fuera va de su ser,
quán forastera y estraña.
¡O España, España, España
hueca más qu'es menester!
¿Quién la vió,
el tiempo que se preció,
no de costumbres agenas,
sino de las suyas buenas
que en mal punto las perdió,
quando estava
tan próspera que triunfava,
tan noble, tan generosa,
tan rica, tan poderosa
que todo el bien le sobrava?
Mas agora
no sé por qué no se llora,
con lágrimas bivas puras,
los males y desventuras
en que crece cada ora.
Y descrece,
como a la verdad parece
en virtudes sin compás,
y tanto quanto va más,
más se estraga y enloquece.
¿Quién la vido
con el cuello tan herguido
en tanta prosperidad,
antes que la vanidad
hiziesse en ella su nido?
Su alegría,
su gloria, su loçanía,
su gozo, su buena andança,
su pompa, su gran pujança,
y a todo passo solía.
¿Y sus noblezas,
sus hazañas y prohezas,
ya que ansí se escurecieron,
yo no sé que se hizieron
sus thesoros y riquezas?
¿Qué dolor
ay en el mundo mayor
que ver, por nuestros peccados,
quál están oy los estados
desde el mayor al menor?
Que es verdad,
que parece crueldad
lo que permite fortuna,
porque ya todos a una
publican nescesidad.
No ay ninguno
que en su estado cada uno
no magnifieste lazería;
es oy tanta la miseria
qual nunca fue tiempo alguno.
Y a mi ver,
me parece a mí que ayer
al labrador más grosero
le sobrava más dinero
que oy alcança el mercader.
Y tenía
de plata con que bebía
taça, y aun taças y jarro,
y puede ser que de barro
le tienen pocos oy día.
Fe os doy,
como christiano que soy,
que estavan tan hazendados
que valían sus salvados
más que quanto tienen oy.
Quán de veras
tenían sus espeteras
tan lúzidas y compuestas,
y ellos domingos y fiestas
festejándose en las heras.
Sin temor
que n[i]ngún (10)
acreedor
les hiziesse mal ninguno,
porque hera cada uno
de lo suyo muy señor.
Oy no veo
sino que todos a reo;
desde los más estirados
están tan adeudados
que lo veo y no lo creo.
Sus contiendas
y su estudio, sus leyendas,
su velar y trasnochar,
veréys que viene a parar
en censuar las haziendas.
Y en pendencias
gastan por las audiencias
lo que les dan y trafagan,
y con mohatras lo pagan
a costa de sus conciencias.
Estos daños
tales, tan grandes tamaños,
que veo en los labradores,
padescen otros mayores
agora de pocos años.
Y otro mal
mayor y más general
veréys en esta com[e]dia (11),
que si Dios no lo remedia
será fatiga mortal.
Y es la glosa,
o la canción o la prosa,
que ya con la ruyn costumbre
quedan puestos en la cumbre
los precios de cada cosa.
De tal son,
que con pequeña ocasión
se suben de uno a tres,
y para baxar después
no basta ley ni razón.
Y solía,
digo, quando Dios quería,
que el pobre del official
quando alcançava un real
con aquél se mantenía.
Mas después
he mirado, y ansí es,
que se puede estar ayuno,
porque do bastava uno
no bastan oy dos ni tres.
Y hallaréys
que si por dicha tenéys
una hija que casar,
no podréys sin la dotar
en más de lo que podéys.
Y otra cosa,
que aunque sea generosa
ningún pez veréys que pica,
porque a trueque de ser rica
daranlo de virtuosa.
Y yo's prometo
que venidos al efeto,
que dexéys de la jornada
la bolsa tan estrujada
quanto a vos puesto en aprieto.
Y aun os seguro
que con raýzes de juro
que muy poquitas se casen,
porque ya los más no asen
sino de dinero puro.
Y con esto,
veo, como digo, puesto
el mundo en tanta estrechura,
que no sé que desventura
ha causado todo esto.
|
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Vitorioso
/Ax r/
[/Ax v/]
/Axj r/
|
Ciertamente,
en la plática presente
de que me avéys platicado,
quedáys oy acreditado
comigo de muy prudente.
Pero quiero,
aunque soy algo grosero,
respoder sin guadramaña
a lo que dezís que España
tiene oy poco dinero.
Verdad sea
quello ansí se deletrea
y platica según veo,
mas yo, señor, no lo creo
ni aun es justo que se crea.
Que en verdad
antes sobra en cantidad,
sino que Dios es servido
de tenello repartido
como plugo a su bondad.
Mas sin mentir,
os oso, señor, dezir
que ay oy, sin duda, tanto,
que muchas vezes me espa[n]to
de lo que veo bullir.
Mucho avía,
mas oy en gran demasía
bulle, como digo, a [e]scuras,
si no veldo en las locuras
que se usan oy en día.
Ved los trajes,
las divisas y visa[j]es
en que el mundo nos ençarça,
y diréys qu'es una farça
de diversos personajes.
Es de reýr,
aunque por mejor dezir
más es digno de llorar,
lo que veréys oy pasar
cerca desto del vestir.
Parad mientes
en toda suerte de gentes
y de todas condiciones,
y notad las ynvinciones
quantas y quan diferentes.
Tantas son,
qu'es grande la perdición
que desto se sigue al fin,
porque aquel es hi de ruyn
que no saca su ynvención.
Y los tales
han hecho quedar curiales
a los maestros novicios,
y si primos los officios
bien caros los officiales.
Y es gran mal
que, aunque saquéys de sayal
una negra vestidura,
os cuesta más la hechura
que todo lo principal.
No ay pluma
que pueda sacar la suma
de lo que en esto se gasta,
lo qual parece que basta
para que todo se suma.
Pues mugeres
más gastan en alfileres
que otros tienen y mandan,
porque parecen que andan
a (dime boca qué quieres).
Que es de ver,
cerca desto del traer,
quantas por ser muy traýdas
andan oy más distraydas
que les hera menester.
Ya qualquiera
quiere llevar la vandera
por nuestra gran desventura,
porque sobre la locura,
aunque falte la manera.
En esto tal,
la muger del official
no conoce diferencia,
antes por la preminencia
morirá en el espital.
No ay mesura,
es mal que no tiene cura;
pasa tan a rienda suelta
que todo el mundo a la buelta
veo que se desmesura.
Y destas locas,
(medio mal si huviese pocas),
mas unas veo que adiestran,
otras ay que no lo muestran
en los mantos ni en las tocas.
Aunque éstas,
debaxo de muy honestas
si son un poco hermosas,
tanbién las hallo costosas
quando salen a sus fiestas.
Ya quien quiera
quiere ropa de galera,
no curan de saboyanas;
oy las ropas castellanas
a las más hazen dentera.
Son devotas
de traer todas marlotas
de calicud muy delgadas,
y muy ricas verdugadas
con las camisas muy rotas.
Y sus vasquiñas,
sus sayños o sayñas [sic]
de grana, o cosa más alta,
para lo qual nunca falta
aunque se vendan las viñas.
O sobreprenda,
se van por ello a la tienda
y cada una trabaja
de sacar manto de raja,
aunque más caro se venda.
Y si escuso
oy alguna [que] se compuso
de alguna ropa preciada,
mañana no vale nada
porque usan otro uso.
En los lados,
ni en el primor de tocados
tocar será desvarío,
aunque mill vezes me río
de verlos açafranados.
Que según van
y la priesa que se dan,
yo temo, y es de temer,
que nos han de encarecer
la goma y el açafrán.
Y quán fuera
de toda buena manera
usan los papos y redes,
que parecen sus mercedes
lindas damas de espetera.
Qué de ensayos,
unas veréys oy con sayos
otras mañana sin sayas,
las mugeres hechas mayas,
los maridos papagayos.
Y mill perdidos
veréys por aý polidos,
y de tal forma lo van
que, aunque falte para pan,
han de sobrar los vestidos.
En tal manera
que si en esto no nos fuera
Su Magestad a la mano,
cada rústico aldeano
quisiera la delantera.
Y sin duelo
anduviera el terciopelo
tan común, tan abatido,
que tengo por entendido
que arrastrara por el suelo.
Y ansí lo anda,
que como con mano blanda
se castiga y mira en ello,
veréys que quanto a traello
cada astroso se desmanda.
Es pundonor
en que cada peccador
pretende que lo merece,
y ansí la seda padesce
gran vergüença y desonor.
Y deste mal
tan grande, tan sin ygual,
se engendran mayores males,
porque van los no yguales
yguales al desigual.
Al grosero
le veréys yr oy tan fiero
vestido como un marqués,
y venido a ver quién es,
es un gentil çapatero.
Y sabe Dios
si toparéys más de dos
muy más astrosos con harto,
que no se darán un quarto
por el duque ni por vos.
No ay qué hazer,
ello passa deste ser,
todo va no sé por dónde,
que ni se conoce el conde
ni el duque ni el mercader.
Y este daño,
o daños, si no me engaño,
proceden para comigo
de que muchos, como digo,
tienen cubierto el redaño.
Y a mi sentir,
podéys aquí colegir
que ya que mucho no sobre,
que España no está tan pobre
como se dexan dezir.
Como quiera
que si acaso lo estuviera,
tengo por averiguado
que lo que tengo alegado
pasará desta manera.
Y más digo,
que con valer caro el trigo
estos años que passaron,
nunca por eso cesaron
los trajes que aquí prosigo.
Antes vía
que sacavan cada día
ynvenciones más costosas,
aunque el precio de las cosas
en verdad no lo sufría.
Y a sus vicios
se seguían los officios,
y mientra más, mucho más,
y nunca se vio jamás
tan superbos hedeficios.
Ni tan costosos,
tan ricos, tan sumptuosos,
como veys por los rincones,
donde luzen los doblones
de largo tiempo mohosos.
Y a desin[u]ertas (12),
en las riberas y huertas
grandes mesas y vanquetes,
regalos y saynetes
hasta sobrar por las puertas.
Y otros gastos,
que hazen los no muy castos
que van de amores muy ciegos,
y lo que consumen juegos
y negras cartas de bastos.
Que asce, hermano,
que si cargase la mano
en dezir lo que esto suma,
que no bastase mi pluma
ni todo el papel romano.
Y esto todo
va tan sin horden y modo
que creo quanto conviene,
que el oro que España tiene
la estraga y pone del lodo.
Aunque tanbién,
mirándolo todo bien,
más lo estaría sin ello,
mas usa tan mal dello
que Dios lo remedie, amén.
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|
Polido
[/Axj v/]
|
Sus, paciencia;
yo sé que dessa dolencia
vos dezís lo que sentís,
y sentís lo que dezís
como hombre de experiencia.
Y por cierto,
que tengo que fue acierto
meteros en tal pilanco,
pues avéys dado en el blanco
como buen puntero cierto.
Mas yo's digo
que tengo para comigo
que son males tan sin miedo
que solo Dios es remedio,
aunqu'es juez y testigo.
Mas como osado
a lo que avéys platicado,
colegido todo junto,
quiero replicar a un punto
que en especial he notado.
Y no a más,
porque a todo lo demás
yo's hago, señor, saber,
que ni ay qué responder
ni se pudo dezir más.
Y lo que es,
es que vos encarecés
que en Castilla, o no sé donde,
que ni se conoce el conde
ni el duque, ni aun el marqués.
Y la razón
dezís ser la presunción
de muchos de vil simiente,
que en traerse largament[e] (13)
exceden a lo que son.
|
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|
Vitorioso
|
Es verdad.
|
|
Polido
/Axij r/
[/Axij v/]
|
Ora pues, señor, notad
y estad en esto comigo,
que aunque no lo contradigo
yré con mi necedad.
Y no apruevo,
antes afeo y repruevo
eso que vos afeáys,
mas tanbién, si lo miráys,
esse vicio no es de nuevo.
Es locura
que de largo tiempo tura,
y por eso, a mí pensar,
será malo de curar
si de suyo no se cura.
Aunque en verdad,
virtud sería y bondad
cada qual se conosciesse,
y de suyo se midiesse
conforme a su calidad.
Sin querer
por pundonor exceder
a los que son de más suerte,
pues es mal que se convierte
en necedad a mi ver.
Más tanbién,
considerándolo bien,
si esos son mal mirados,
los que llamáys agraviados,
dezildes que no lo estén,
porque al menos
tomados malos y buenos
todos salen de compás,
unos por carta de más
otros por carta de menos.
Y verlo eys
en que yo, si vos queréys,
toparéys por esa villa
hartos grandes de Castilla
que no los conoceréys.
Y lo uno
es porque ya oy ninguno
no lleva consigo gente,
sino que muy lindamente
se va solo cada uno.
Y no lo alabo,
porque ya por un cabo
los veáys tan allanados,
por otro, en ser adorados,
se estreman todos por cabo.
Ved qué ensayos,
que con solos tres lacayos
y dos pajes bigarrados
piensan que van más honrrados
que el gallego con dos sayos.
Y deste norte
pasa tanbién en la corte;
pero por dezir verdad,
más parece cortedad
que grandeza ni deporte.
Y no es primor,
porque, en fin, un gran señor
y varón de sangre yllustre
ha de mostrar en el lustre
la estima de su valor.
Mas, a mi ver,
grangería deve ser
en algunos a lo menos,
por no dar a muchos buenos
en su casa de comer.
Y a la verdad,
si fuesse por humildad
podríamos lo loar,
mas, si es por ahorrar,
creedeme que es crueldad.
Que bien mirado,
la gravedad del estado
entonces luze y se vee,
quando aquel que le posee
anda bien acompañado.
Si esto esconde,
el marqués, o duque, o conde,
tened por muy entendido
que vale poco el sonido
si con obras no responde.
Y a la rasa
quiero dezir, aunque abrasa,
que ya que tenga gran renta,
es digno de menos cuenta
si no lo muestra en la casa.
Y a mi ver,
quien tal la quiere tener
y a que tenga mucha gente,
cumple que no se contente
solo de dalles de comer.
Que con tenellos
es justo se honrre dellos
y le sirva[n] (14),
de manera
que quando saliera fuera
le saquen a él por ellos.
Que de otra vía,
la tal casa no sería
palacio de poderosos,
sino escuela de viciosos
como las ay oy en día.
Mas, ¡o estados,
que permiten oy los hados!,
que a una voce dicentes
se quexen a ella entre dientes
que están todos alcançados.
Y si lo están,
no lo sé, mas sé que van
todos más fríos que yelos,
llorando siempre más duelos
que yo quando falta pan.
¡Gran tormento!
En fin, oy ni ay ni siento
quién tenga tanto que sobre,
ni grande que no esté pobre
ni rico que esté contento.
A un son,
todos ellos quanto son,
se quexan de la fortuna,
más aunque la boz es una
no todos tienen razón.
No lo entiendo,
y si lo entiendo voy viendo
que si lo que entiendo digo,
que estarán todos comigo
a matar porque me estiendo.
Y, pues es carga
de que no siempre se encarga
aquel a quien más le toca,
quiero yo callar mi boca,
pues ya la verdad amarga.
Tenéys razón
que ya los grandes no son
de aquellos del tiempo viejo,
porque ni quieren consejo
ni sufren reprehensión.
Son señores,
cuyos temples pundonores
no permiten consejeros,
antes oy los lisongeros
son sus buenos servidores.
Y assí desquicia
la razón de la justicia;
y mirad qué ceguedad,
que como digáys verdad
luego dizen qu'es malicia.
Y por tanto,
ni de lo dicho me espanto
ni lo que calláys ygnoro,
antes es mina de oro
todo bueno, justo y santo.
Y si os parece,
dado que no lo merece
la materia que tratamos,
bueno será que nos vamos,
pues es tarde y anochece.
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[Vitorioso] (15)
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Tenéys razón,
las siete creo que son;
vamos mucho en ora buena,
y plega Dios que mi cena
no se buelva en colación.
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1675
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[Polido]
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Adevinar:
vos por no me combidar
creo lo devéys dezir.
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1680
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[Vitorioso]
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Si queréys, señor, venir,
voluntad no ha de faltar.
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[Polido]
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Bueno estáys,
donosa cena me days
según agora yo vengo.
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1685
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[Vitorioso]
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Yo, señor, doy lo que tengo,
lo demás no lo pidáys.
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[Polido]
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Sus, señor,
yo soy vuestro servidor;
quedad bendito de Dios.
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1690
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[Vitorioso]
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Él vaya, señor, con vos
y os conserve en su amor.
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Deo
gracias.
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Fue impressa en la muy insigne villa
de Valladolid (Pincia otro tiempo llamada), en casa de
Francisco Fernández de Córdova, junto a las
Escuelas mayores.
Acabóse en el mes de Noviembre de
M.D.xlvij. años.
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