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[a j r]
Desque es venido házele
saber la venida suya.
[a j v]
- Vengo ya de donde las marauillas
de Dios me han / tornado. Ya fue muerto y enterrado sin ninguna
es/perança dela vida, y los cuydados de amores pu/dieron
comigo. Tanto, que dela muerte sufrida me han resus/citado.
Besarvos quiero las manos y que ayays este vuestro por tan vuestro
como los pensamientos en vuestros serui/cios me han dado las penas
en el ausencia, y porque esfuerce la salud de tantos males vecido
mándeme vuestra merced / por el galardón que en
vuestra presencia sea yo merescedor / de parescer. Porque,
señora, los ojos penados con el ausencia / con vuestra
graciosa vista se alegren, y vos, señora, descanséys
/ de ponerme en más tristura.
[a iiij v]
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