Notas

1.- Hacemos esta estimación tomando como referencia la edición de Burgos de 1499.

2.- La primera edición conocida es de 1521, según los datos aportados por Félix Carrasco en «La Thebaida versus La Celestina: perspectivas ideológicas», Los albores del teatro español, Actas de las XVII Jornadas de teatro clásico, Almagro, julio de 1994, págs. 191-203.

3.- «El carpe diem en La Celestina y en la comedia Thebaida», en Relaciones discursivas e ideológicas en La Celestina y en la comedia Thebaida, Memoria de M.A., Montreal, Universidad de Montreal, 1996, págs.47-87.

4.- Véase a este respecto el estudio de Blanca González de Escandón: Los temas del "Carpe diem" y la brevedad de la rosa en la poesía española, Barcelona, Universidad de Barcelona, 1938.

5.- Cf. Félix Carrasco, «La recepción del carpe diem en las letras hispánicas del Siglo de Oro», en Revista Canadiense de Estudios Hispánicos, Vol. XV, 3, primavera 1991, pág. 411.

6.- VILLALON, Cristóbal de. El Scholástico, Edición crítica y estudio de Richard J.A. Kerr, Madrid, CSIC, 1967, pág. 27.

7.- No olvidemos que los seguidores de la doctrina estoica consideraban la virtud como único bien del hombre.

8.- La esencia de la filosofía estoica surge con fuerza en el pasaje. La consecución de la felicidad a través de la sabiduría es uno de los pilares fundamentales en los que se apoya la doctrina estoica.

9.- Villalón, ob. cit., págs 40-42.

10.- Las afinidades entre estas dos doctrinas han dificultado tradicionalmente su distinción. Joseph Moreau , recuerda que ambas tienen en común «un sentimiento de confianza en la Providencia y una sed de pureza moral» (cf. Joseph Moreau, Stoïcisme, Épicureisme, tradition hellénique, Paris, Librairie philosophique, 1979, pág. 7). Su antigua rivalidad se saldó con la primacia del cristianismo en lo referente a la salvación de las almas y a la educa ción moral y religiosa. El estoicismo, por su parte, se ocuparía de la organización política. A finales del siglo XVI, con la aparición del estoicismo cristiano, se produjo la reconciliación de ambos movimientos.

11.- Esta misma idea parece estar sugerida en El Scholástico de Villalón. Los filósofos estoicos, seguidores de la doctrina de la virtud y aborrecedores del deleite, son quienes logran la salvación y alcanzan la gloria de allá.

12.- Todas las referencias a la comedia Thebaida proceden de la edición de G.D. Trotter y K. Whinnom, Lon dres, 1971. Al final de cada fragmento, indicamos la cena a la que corresponde y el número de línea que aparece en esta edición.

13.- Al referirse a la contradictoria sociedad española del siglo XVI, Joseph Pérez ha señalado que «la disocia ción que se puede observar entre la teoría y la práctica, entre la fe confesada públicamente y las obras que parecen contradecirla se da [en esta época] en casi todas las naciones» (cf. Joseph Pérez, «La unidad religiosa en la España del siglo XVI», Seis lecciones sobre la España de los Siglos de Oro; homenaje a Marcel Bataillon. Sevilla, Universidad de Sevilla/Universidad de Burdeos, 1981, pág. 98).

14.- Aminthas se refiere a la conducta y al carácter religioso de Menedemo en los términos siguientes: «tiene pelada la cabeça de andar representando farças y hecho sacristán, que no pienso hay iglesia en el obispado donde no ha servido» (cena I: 720-22).

15.- Cf. José Luis Canet, «La comedia Thebaida, una reprobatio amoris», Celestinesca, 10, págs. 12-13.

16.- Ibid., pág. 10.

17.- Cf. Ciriaco Morón, Sentido y forma de La Celestina. Madrid, Cátedra, 1974, pág. 64.

18.- Ibid., pág. 65.

19.- Con respecto al significado y origen de estas sentencias, véase el amplio estudio de Castro Guisasola: Observaciones de las fuentes literarias de «La Celestina», Madrid, C.S.I.C., 1973.

20.- Félix Carrasco ha querido destacar la importancia de los elementos paratextuales señalando que en ellos «se produce de modo más particular el encuentro autor/lector para entregar las instrucciones de lectura y donde pode mos observar las grandes líneas para encasillar literariamente la obra y las intenciones del autor sobre el sentido de su texto» (cf. Félix Carrasco, « Celestina y sus imitaciones: el debate sobre el sentido del modelo», comunicación presentada en el Congreso de la A.I.H., Birmingham, agosto de 1995, pág. 14). Ciriaco Morón ha apuntado a este respecto que en el prólogo de la edición de Toledo de 1500 se «declara la intención moral» de la obra y se alude a la presencia de las «muchas sentencias filosofales» que contiene (cf. ob. cit., pág. 59).

21.- Nuestra traducción de: «Rojas a mis le sceau final de la moralité à une uvre conçue comme telle» (cf. Marcel Bataillon, La Célestine selon Fernando de Rojas. Paris, Didier, 1961, pág. 219).

22.- He aquí un ejemplo paradigmático de la multiplicación del discurso moral: si Rojas hace una breve alusión teológica sobre la pasión y muerte de Jesucristo en el paratexto final, el autor de la Thebaida pone en boca de Menedemo, portavoz principal en la comedia del discurso teológico-moral, un extenso resumen bíblico que abarca desde el pecado original hasta el juicio final. En cuanto a la multiplicación del discurso erótico, nos hemos ocupado de este asunto en nuestro trabajo : «El discurso hedonista en La Celestina y en la comedia Thebaida», Relaciones discursivas e ideológicas en «La Celestina» y en la comedia «Thebaida», Memoria de M.A., Montreal, Universidad de Montreal, 1996, págs.6-42.