a O: indicatis Volver
b O: nou Volver
1. El autor añade en el margen: (Comdiarum utilitas.)Volver
2. En el margen: Cur prosæ oratione in comdijs utatur.Volver
3. Aunque no desde el principio, bien pronto los humanistas y autores de comedias humanísticas descubrieron que la comedia latina estaba escrita en verso (Cf. A. Stäuble, La Commedia Umanistica del Quattrocento. Florencia, Istit. Nazionale Studi del Rinascimento, 1968). Pero la variedad de metros utilizados, por ejemplo, por Terencio en sus comedias, fue la razón por la que Palmireno pensara que sus obras estaban más cerca de la prosa que del verso. Todavía más tarde (1596) opinaba lo mismo el Pinciano: «Allende de que si miramos los metros de las comedias antiguas, son tales que parecen prosa...» (Filosofía antigua poética, II, 221). La cuestión no tiene en sí mayor importancia y se debatió profusamente en el siglo XVI, tanto en Italia como en España. Cf. Aurora Egido, "Las fronteras de la poesía en prosa en el Siglo de Oro": Edad de Oro, III 1984, 67-95.Volver
4. Crates: Este Crates o Crato podría ser un filósofo griego, hijo de Antígenes y discípulo de Polemón (Atenas, 340-273 a. E. C.), precursor del estoicismo, que se desprendió de sus bienes para vivir en libertad.Volver
5. Dysopiam es 'timidez', y con este valor aparece en D. Erasmo, De civilitate morum puerilium, VI (cito por la ed. bilingüe, latino-española del MEC, Madrid, 1985, p. 24-27) y en el mismo contexto, pues ejercitarse en la representación de comedias («comediis agendis exerceatur») es para Erasmo uno de los dos remedios para que el niño logre ir venciendo también este achaque.Volver
6. Sigue: «Palmyreni præfatio in suam Comdiam Lobeniam, quæ acta est...».Volver
7. Fuente: "Fragmenta ex Comdijs Palmireni, quæ adolescentibus ad exercitationem Elocutionis et inuentionis, non mediocre adiumentum prebere possunt": Rhetoric Prolegomena Laur. Palm., Valencia, J. Mey, 1567, 117-137.Volver
8. Chremylus: diminutivo de Chremes, senex de la comedia terenciana (Andr., Heaut., Phorm.).Volver
9. Nombre de personaje, tomando el apellido Turón (que en castellano indica un animal parecido al hurón), o el catalán Turó (que en castellano es 'cuesta').Volver
10. Scopelianus de Clazomenas, fue un sofista y filósofo que vivió por el año 100.Volver
11. in cænobio diui Iuliani: el convento de San Julián, de monjas agustinas, por la calle de Sagunto de Valencia.Volver
12. Esta oración aparece mencionada en el Lazarillo, ed. de Alcalá, 1554 (cf. F. Rico, Cátedra, 1987, p. 37, n. 109) y en la continuación del Lazarillo, c. II (ed. P. M. Piñero, Cátedra, 1988, p. 142, n. 38), entre las que van rezando los ciegos, y de boca de su amo ciego la había aprendido Lázaro de Tormes. La Oración de la Emparedada en Romance era un conjunto hechiceril, incluido también en el Índice de Valdés de 1559 (P. M. Piñero, l. c.). Con tal mención, Palmireno pone en ridículo, como hacían los erasmistas, una supersticiosa práctica religiosa atribuida a Marcelia.Volver
13. Falces postulabam: adagio recogido y explicado por Erasmo.Volver
14. prauos, nobilitatem: Así se lee en las ediciones antiguas. Pero no veo sentido a este término en el contexto. El hecho de que las dos primeras letras vayan algo separadas de las tres últimas me lleva a pensar que hay una errata o que falta algo. Conjeturo algo así como per auos nobilitatem, es decir, la nobleza antañona.Volver
c O: colloquare uelim nunc...Volver
d O: libindini.Volver
e O: literas. E inmediatamente se leía literarios donde ahora litterarios.Volver
ef O: accipit rem.Volver
15. Este texto corresponde perfectamente a la situación señalada no sin humor («facete»), para Castilla, cien años antes de Palmireno, por A. Beccadelli, el Panormita, en su De dictis et factis Alphonsi regis (lib. I, 11 [6], p. 86: «ex Hispaniæ regibus solitum dicere, non decere, generosum et nobilem virum esse literatum»; cito por la ed. de E. Duran, Barcelona, Barcino, 1990). Algunos años después, de nuevo reflejaban la misma situación tanto F. Decio, profesor del Estudi General de Valencia en su Pædapechthia (1536), como J. L. Vives en su Linguæ latinæ exercitatio, espec. XXII y X, que, resumida por F. Rico, es la siguiente: «qui in senatu et comitiis præcipuas sedes occupant» no quieren que los jóvenes patricios se instruyan «bonis litteris»: son los cavallers, que al «gymnasium literarium» prefieren la escuela del torneo e incluso del burdel» (F. Rico, El sueño del humanismo, p. 173). Con Palmireno coincide Mal Lara por los mismos años, pues en su Filosofía vulgar dice: «Ha venido la cosa a tales extremos que aun es señal de nobleza de linaje no saber escribir su nombre». M. Chevalier, en Lectura y lectores en la España de los siglos XVI y XVII, p. 25, dice que Mal Lara se expresa aquí «no sin exageración retórica», pero no por eso por esas páginas de su ensayo deja de señalar una situación semejante a la que nos propone Palmireno por boca de Marcelia.Volver
f O: aperire.Volver
16. Asinus inter simias: también explicó este adagio Erasmo.Volver
17. O: punicè. Plauto, Persa, 41.Volver
g O: numos (passim).Volver
18. Recipiamus in templum proximum: 'Acojámonos a sagrado'.Volver
19. Comprau alcarauia... 'Comprad comino, anís, mostaza'. Alcarauia puede leerse alcarauïa y alcaravía (en castellano, alcaravea, etc.). Matafaluga también aparece como batafaluga (= 'el grano dulce'). Pero lo importante es la función de esta expresión popular en la representación. Crémilo se ha disfrazado (cabello largo, barba larga, cabellos canos entintados, gorro sarraceno, ojo derecho cubierto con parche, cesto de anises y zanahorias) y, como vendedor morisco, grita su mercancía: una estampa típica de la Valencia del siglo XVI antes de la expulsión de aquella considerable minoría.Volver
20. Marceliæ: supra llamada Marcella. Un personaje de nombre Marcelio aparece en la Diana enamorada del valenciano G. Gil Polo, admirado coetáneo y colega de Palmireno, así como otro llamado Montano, que podría ponerse en relación con el homónimo de la C. Sigonia.Volver
21. Rocamundi y Candramon, nombres parlantes de personajes-soldado o guerreros. Candramón podría estar relacionado con Dromon, nombre de esclavo en Ter., Ad., Heaut. y And.; en ésta Dromon es el esclavo encargado de castigar a los otros; o, mejor, con el nombre del gigante Candramarte, a quien el Caballero del Febo corta las manos, según se cuenta en la novela de caballerías de D. Ortúñez de Calahorra, Espejo de príncipes y cavalleros (El Caballero del Febo), D. Eisenberg, ed., Madrid, Espasa-Calpe, Clásicos Castellanos, 1975, 5 vols. Los morfemas c-andr- o m-andr- o los compuestos -dr-, -br- (con simbolismo fónico de 'fuerza') aparecen en otros nombres de personajes (Alicandro, Mandraco, Liriamandro, Bramarante, Lindabrides) en la misma novela.Rocamundi sería en valenciano «Roca-mon». El morfema -ón (con claro valor aumentativo, por 'de gran tamaño') también es frecuente en nombres de jayanes u otros personajes que aparecen en ese tipo de literatura: Anfeón, Carmadón, Patagón, Primaleón..., y aquí se percibe como aumentativo de roca ('dureza') o con tal término asociado; en el Espejo de caballeros encontramos al gigante Brandagedeón (donde resuena el nombre del astuto y bravo juez bíblico) con otros nombres de similar factura: Aridón, Artidón. Pero Rocamundi pertenece sin duda al mundo de los libros de caballerías, cuando se advierte que en uno de esos libros, Cristalián de España (Valladolid, 1545), de Beatriz Bernal, encontramos un caballero llamado Penamundi. Del mismo modo, un italiano entusiasta de los libros de caballerías, Mambrino Róseo da Fabbriano llamó al héroe amadisiano de uno de sus libros de caballerías Esferamundi de Grecia. Palmireno se muestra buen conocedor, cuando no admirador de los libros de caballerías. Véase también y sobre todo su Fabella Ænaria y el nombre del personaje Trebacio, más abajo. Por otra parte, a su primogénito, bautizado como Juan Lucas, quizá por relación con este ambiente caballeresco, se le llamaba Agesilao, nombre clásico, sí, pero también de un caballero que aparece convertido en doncella en el Amadís de Grecia (Cuenca, 1530) de Feliciano de Silva.Volver
h O: hæurire.Volver
22. Marulus. Hay varios hombres de letras ilustres que podían merecer la admiración o mención de Palmireno, otorgada mediante la denominación de este personaje con su nombre. La forma del nombre en la acotación de presencia del personaje (MARVLVS) parece excluir a Miguel Marullus, si bien esta forma aparece enseguida en el texto: «Marulle charissime!». Miguel Marulo, llamado Tarchianote, fue un poeta latino nacido en Constantinopla en 1440, que se trasladó a Florencia tras la conquista de su ciudad natal por los turcos y murió ahogado en el río Cécina en 1500. Compuso en latín Epigrammata (4 libros, 1493), Himnos naturales (1497) y un tratado en prosa De Principum institutione. Pero también podría Palmireno referirse a Marco Márulo, cuyas sentencias se proponen a la meditación del joven Estudioso de la Aldea (pp. 48s), además de citarse obras suyas: De institutione bene vivendi y Evangelistarium (c. 2, p. 33). Veo también citado en castellano a un Márulo en el Coloquio de las Oposiciones, probablemente de Francisco Ximénez, entre otros gramáticos y latinistas, en un contexto burlesco: «ESCOL.- ¿Y qué contiene? BACHILLER.- Punctos muy diffíciles, / sacados y alcançados por la brúxula / de Ambrosio Calepino y Argirópico, / de Calderino, Despauterio, Mérula / Trapesuncio, Visancio, Hermólao, / Eginita, Nizeno, Orbacio,Márulo / y de otros mil auctores... SCHOL.- No se me da a mí un bledo de esa cáfila / de espingarderos, latinistas, chúcaros, / sophísticos, ranciosos, macarrónicos...» (fol. 80v-81r).Volver
23. Albinus: prob. de Albino Flacco o Flaccus Albinus, cuyo verdadero nombre era Alcuin, es decir, Alcuino, teólogo y sabio de origen anglosajón (735-804), autor de libros de gramática, retórica, así como de comentarios de la Biblia. Sus obras fueron recogidas por primera vez por Duchesne, 1617;cf. Migne, Patrologia Latina, t. 101).Volver
24. Rapitius: nombre emblemático: porque arrambla, como su madre, con la fortuna familiar; porque debe aprovechar (arripere) una ocasión y por la acción que lleva a cabo: raptar (rapere) a su novia. Está inspirado sin duda en Iouita Rapitius autor de De numero oratorio libri quinque. También de una Paraphrasis in Psalmos Dauidis et quædam carmina, Venetiis, in ædibus Pauli Manutii, 1554, al que menciona Palmireno en relación con las "antiguallas" de Cicerón, en De numero oratorio, lib. 5, Valencia, Huete 1573, p. 101 y 116.Volver
i O: AlbinæVolver
25. El comienzo de esta escena parece inspirado en el diálogo XXV de la Linguæ latinæ exercitatio de J. L. Vives. En él, Budé y Grimferantes, hablando de una mutación súbita y grande, hacen referencia a las Metamorfosis de Ovidio, y se discute si la mutación es para bien y se dan parabienes. La evocación de Ovidio, y quizá de Vives, reaparecerá en el Quijote también como «mutación» o «metamorfóseos» (I, 37), igualmente en un contexto de encantos y maravillas.Volver
j E yu: mantengo la lección antigua, porque el autor podría haber querido adaptar la forma latina eheu al español, o deformar quizá la cita implícita de un dicho popular antiguo (= «E yo»?), que también podría indicar el «si tenía qué», por: «si tuviera qué», «de tener qué».Volver
26. Sería interesante comparar la burlesca situación del preceptor Albino con la real del preceptor en la España de los Siglos de Oro. No sólo el mismo Palmireno se queja en esta obra y en otras de la falta de consideración en las casas patricias y nobiliarias con los ayos de los muchachos, sino que tanto la vida de Cristóbal de Villalón como las quejas de humanistas como Juan de Vergara y García de Matamoros muestran una situación generalizada de auténtico desprecio, si no de vilipendio, para con los preceptores en los espléndidos palacios. Cf. R. García Cárcel, Las culturas del Siglo de Oro, Madrid, Historia 16, 1989, p. 115.Volver
k En el O aparece las cuatro primeras veces el nombre de este interlocutor como MARC. Es un error del tipógrafo, debido probablemente a los tipos utilizados en la escena 1ª para MARC[elia].Volver
27. quitación y salario; aguardar mercedes. «Quitación» es 'propiamente el salario que se da' (Covarrubias). Así, pues, forma hendíades con «salario», frente al «aguardar mercedes», es decir, confiar en la esplendidez del amo, que irónicamente se convertirá en 'vivir de esperanza'.Volver
28. thesaurus meus carbones erant: es una sentencia.Volver
29. Ter., Ph. 68.Volver
30. Salmo145 (146), 3.Volver
31. Palmireno volverá a utilizar a Eco o el eco en el Prólogo a la Fab. Aenaria, esta vez en castellano.Volver
l O: ad futurum.Volver
m O: Raptius.Volver
32. in agro Carpesano: en la aldea de Carpesa, junto a Valencia.Volver
33.
Trebatius: El ciceroniano Palmireno podría querer
evocar con este nombre el mundo del clasicismo o del humanismo, ya
que aparece junto a Labeo y a Sabellicus. En primer lugar, Trebacio
fue un corresponsal a quien Cicerón escribió varias
epístolas (cf. Colloquia familiaria et alia
quædam opuscula erudienda iuventuti accomodatissima, opera
doctissimorum virorum collecta, et Francisci Scobarii
[Franciso Escobar era valenciano; se estableció en
Cataluña desde 1545] in primam Ciceronis epistolam ad
Trebatium docta comentatio, 1557 la comenta Palmireno en la
Segunda parte del latino de repente, Valencia, P. de Huete,
1573, p. 144; Barcelona, Claudio Boronat, 1568; aunque en esta
edición no se encuentra tal «docta
comentatio», seg. J. Gómez, El diálogo en
el Renacimiento español, Madrid, Cátedra, 1988, p.
131: aporto este testimonio en atención a las fechas de su
publicación). Palmireno cita una epístola de
Cicerón a este Trebacio en la Segunda parte del latino de
repente (Valencia, P. de Huete, 1973, p. 144). Precisamente los
alumnos o actores de Palmireno habían estudiado esas
Cartas en la tercera classe, hacía escamente dos
años. Cf. A. Gallego Barnés, "Reforma de las
clases de gramática", en Actes du Ier. Colloque sur le Pays
Valencien à l'époque moderne (Pau, les 21, 22 et 23
Avril 1978), Pau, Université de Pau, 1980, p. 64. Pero,
encontrándose en una obra pedagógica y en la
compañía citada, es normal que el nombre de Trebacio le
viniera a Palmireno a la mente por el traductor latino de los
Hieroglyphica de Horo Apolo (u Horapolo), que se editaron en
Augsburgo en 1515, versión que se reprodujo en muchas
ediciones impresas durante los años siguientes en diferentes
ciudades de Europa y por los que se interesó Palmireno, quien
escribió Los jeroglíficos de Horapollo,
Valencia, Antonio Sanahuja, 1556. Más difícil es
(puesto que Palmireno suele presentar en el encabezamiento de sus
escenas listas de dramatis personæ homogéneas en
cuanto a la profesión que ejercieron o al campo del saber o de
la ciencia a que estuvieron adscritos), aunque no imposible, que
pensara Palmireno aquí en el Trebacio descendiente de Aquiles,
elegido emperador de los griegos y padre de «los dos valerosos y
nunca vencidos hermanos el cavallero del Febo y Rosicler» (A.
Fdez. de Avellaneda, Quijote, I, 8; I, 164 [M. de
Riquer]), caballeros andantes de la novela de caballerías
escrita por D. Ortúñez de Calahorra, Espejo de
príncipes y de caballeros. El caballero del Febo. De
Iabolenus sé que Rabelais le atribuye en su
Pantagruel, c. 7 una Cosmographia purgatorii.
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34. Labeo: Marco Antistio Labeo fue un
jurisconsulto romano (antes del 43 a. C.-h. 22 d. C.). Fue adversario
político de Augusto; introdujo en el Derecho Romano los
principios de la filosofía y fundó la escuela de los
proculeyanos. Escribió numerosas obras de derecho, de las que
sólo quedan fragmentos.Volver
35. Sabellicus: Marco Antonio o Marcantonio Cocci de Vicovaro, llamado Sabélico, historiador y humanista italiano (Vicovaro, 1436-Venecia, 1506), discípulo de Julio Pomponio Leto, enseñó Retórica en Údine y Venecia y fue bibliotecario en Venecia. Se interesó por la arqueología y por la historia. Es conocido sobre todo por su Historia de Venecia o Rerum venetarum ab urbe condita libri XXIII (1487). Es también autor de otras obras como la recopilación de "ejemplos" Exemplorum libri decem (1507), de De venetis magistratibus, Enneades sive rhapsodia historiarum, Epistulæ familiares necnon orationes et poemata, Venetae Urbis Genethliacon, etc.Volver
n O: dicessimus.Volver
ñ O: Omem.Volver
o O: Cadno. Pero se trata de Cadmo, hijo de Agenor, cuya hermana robó Júpiter.Volver
36. Nicocles. Foción, primer magistrado y general ateniense, según Plutarco, era una persona que nunca había hecho mal a nadie ni tenía enemigos. Pero cuando supo que algunos habían traicionado los intereses de la patria, fue con ellos inflexible e implacable. No he podido averiguar si entre éstos se encontraba el Nicocles aquí mencionado por Palmireno.Volver
37. Anytus, mercader ateniense relacionado con Sócrates de quien se habla en el Diálogo de Menón, según cuenta Plutarco, invitó a Alcibíades a una fiesta preparada para gente importante. Pero el elegante joven despreció la invitación. Sucedió que, al mismo tiempo, Alcibíades se emborrachó en su propia casa y, en este estado, le dio por presentarse a la puerta de la casa de Anytus. No entró, pero mandó a sus criados que arramblaran con la mitad de la vajilla de oro y plata que Anytus había sacado para la ocasión. Los invitados, al enterarse, censuraron la rudeza y actitud insultante de Alcibíades. Pero Anytus en cambio alabó su consideración y humanidad, porque, habiendo podido quedarse con todo, sólo se había apropiado de la mitad.Volver
38. nobilium domos ornare, quando illi ... domesticas nuptias patefacere constituunt, a costa de los manitas y las manitas de los villanos, como siempre.Volver
p O: tugorioli ... apperit Volver
39. munera nostra, seu strenas eodem modo excipi: nuestros regalos, es decir, el aguinaldo, llamado también estrenes en Valencia, que, en forma de especies (pollos, frutas...), los arrendadores de tierras llevaban a su amo a la ciudad a modo de felicitación el día de Año Nuevo. Y hay en efecto una anécdota de Calígula relacionada con esta situación. Así consta en Suetonio, Vita Gai, 42: «Edixit et strenas ineunte anno se recepturum stetitque in uestibulo aedium Kal. Ian. ad captandas stipes, quas plenis ante eum manibus ac sinu omnis generis turba fundebat.»Volver
40. bayle de momos: Se trataba de unas danzas de origen medieval, llamadas también momerías, que desarrollaban grupos de personas enmascaradas. Recorrían, marcando las estaciones del año agrícola, las casas de la comunidad bailando y jugando. Acierta Palmireno al acercar la «mimica» a la «mómica», porque etimológicamente parece que están relacionadas.Volver
41. ad Portam Serranorum: la Puerta de los Serranos, acceso desde el Norte y principal a Valencia.Volver
42. Non deerunt... No, al contrario, pues se aprovecha el paso para ofrecer a los estudiantes el campo léxico latino del atrezzo e indumentaria militar.Volver
43. Diphila, así llamada probablemente en honor de Dífilo, famoso comediógrafo de la comedia nueva griega, nacido en Sinope y muerto en Esmirna en el s. IV a. C., al que se le atribuye un centenar de piezas, de las que sólo conservamos fragmentos. Plauto y Terencio imitaron algunas de ellas.Volver
44. Solinus: Caius Iulius Solinus, geógrafo latino del siglo III de la E. C., autor de Polyhistor ... sive orbis rerum memorabilium o Collectanea rerum mirabilium, obra también llamada De mirabilibus mundi, que trata sobre la geografía, etnografía e historia natural del mundo antiguo, que es, en realidad, un compendio o recopilación de la Naturalis Historia de Plinio, o resumen enciclopédico de las curiosidades del mundo. Extraordinariamente popular tanto en la Antigüedad como en la Edad Media, se editó como Thesaurus rerum memorabilium toto orbe locupletissimus en Basilea, 1543; versión italiana, Venecia, 1557 y castellana por Cristóbal de las Casas, publicada en Sevilla, 1573. Un personaje llamado Solino aparece también en los Diálogos de la montería de Barahona de Soto.Volver
45. Lactantius: L. Cæcilius Firmianus, apologista cristiano (n. cerca de Cirta, h. 260-Tréveris, h. 325). Discípilo de Arnobio, enseñó Retórica en África y después en Nicomedia. Se convirtió al cristianismo h. 300. Pensaba que para facilitar al cristianismo el acceso a la cultura había que prresentarlo de una manera elegante, por lo que cuidó mucho su estilo. Autor de varias obras.Volver
46. «Quien canta sus males espanta»: dicho.Volver
q O: mestamVolver
47. follías o sonajas: Palmireno habla de la folía, danza de origen portugués, muy bullanguera por ser numerosos los danzantes, que iban a pie tocando sonajas y otros instrumentos. Era muy popular en España en el siglo XVI.Volver
48. Ovidio, Met., 7, 20s.Volver
49. exoleti: probablemente esta forma, participio pasado de exolesco (del mismo campo léxico que adoleo, de donde adolescens) corresponde a la anticuada palabra castellana «mancebo», hombre «crecido», de donde '[hombre] joven', de la que en varios contextos es sinónimo. Véase la Fab. Ænaria, esc. 2, donde figura «exoletus» como nombre de personaje.Volver
r Sic O: absoleta.Volver
s O: Dest (también más abajo): Significa: Aquí se cantó un cantar o canción. Esto da pie a un comentario sobre dos tipos de composiciones musicales contemporáneas: los motetes, composiciones religiosas breves normalmente sobre cláusulas de la Biblia, y las fantasías, composiciones al albedrío del maestro. Todo ello es importante para advertir la importancia de música y danza en los espectáculos y en la formación de los jóvenes en la época.Volver
50. Plin., Hist Nat., X, 52. 107, donde se lee: «...columbæ et turtures octonis annis vivunt. contra passeri minimum vitæ, cui salacitas par. mares negantur anno diutius durare argumento, quia nulla veris initio appareat nigritudo in rostro, quæ ab æstate incipit feminis longiusculum spatium».Volver
51. agricolæ qui quotannis solent. Quizá Palmireno esté aludiendo a los momos mencionados más arriba.Volver
t O: coporibus.Volver
52 ... in Cambysem, aut Phalaridem, uel Alexandrum Phæræum incidere..., tres tiranos famosos por su crueldad. Cf. Alonso de Villegas, Flos sanctorum y Quinta parte del Flos sanctorum, Discurso 21. De crueldad, ed. J. Aragüés Aldaz, 1998, en <parnaseo.uv.es/Lemir/textos/flos/discurso21.html>.Volver
53 Mater autem non multum differt ab ea.., cuya identificación no me consta.Volver
54 Ozias: Cf. 2 Reyes, 14, 17-21.Volver
55 Syrochus, Heraclius, et Nicomedes. Palmireno, en su afán de dar a conocer la cultura clásica a sus estudiantes, menciona a estos malvados, que no he logrado identificar con seguridad.Volver
56 Apud Alonem onustam... Parece tratarse de una nave así llamada.Volver
57 si alterum totius terræ globum adipisci possem, utrumque alteri applicaturum. Inmenso poder el de este adivino, astrólogo, quiromante... Posiblemente se lo atribuye Palmireno a partir de una fuente de referencia, que desconozco.Volver
58. Como había hecho Arquitas de Tarento o Tarentino (440-360 a. C.), militar, político y filósofo pitagórico, amigo de Platón, que fue un gran matemático, inventor del método analítico y un precursor de la navegación aérea. Se le atribuyen numerosos inventos, como el de la polea, el tornillo y el aquí mencionado: la fabricación de palomas que volaban mediante un artilugio mecánico. Arquitas tarentino «hizo volar una paloma de madera por toda una ciudad», dice A. de Rojas en El viaje entretenido, I (Madrid, Espasa-Calpe, 1977), p. 296 y T. Campanella: «Por magia fue construida por Arquitas una paloma que volaba como las naturales» (Del senso delle cose e della magia, IV, 5, Bari, Ed. de Bruers, 1925, p. 241).Volver
59 Ñáfete: 'marrano', 'neoconverso', de neophyti / neófito, aplicado a portugueses, tachados de 'cristianos nuevos'. Cf. Timoneda, Portacuentos, XXX.Volver
60 seboso: Era proverbial en los Siglos de Oro el apasionamiento amoroso de los portugueses. De la noción de portugués enamorado surgió la del portugués que se derrite ante el fuego del amor, no ya como cera [cera = 'excremento'], sino como sebo. De ahí «seboso» en su doble acepción de 'enamorado' y de 'portugués; cf. Quevedo, El sueño de la muerte y también: «Pasito que te derrites: / de nieve te has vuelto sebo, / nunca has sido sino agora / portuguesa» (Tirso de Molina, El vergonzoso en palacio II, 14).Volver
61 Qué falláys es portugués, pues el astrólogo es lusitanus: ¿Qué decís?Volver
62 canem dialecticum. Solino, según el texto de las ediciones, tomará al vuelo la afirmación del Astrólogo y dará una explicación erudita muy prolija, impertinente e importuna, que pondrá nervioso a Crémilo, urgido por problemas muy prácticos y graves. Aunque cabría pensar que es el mismo Astrologus quien la lleva a cabo, de acuerdo con lo que dice Chremylus, que le reprochará: -- Déjate de chácharas y dame /dime lo que pido: Aut me prorsus eneca...Volver
u O: conclusiumculis.Volver
63 La quiromancia se basa en el estudio de las líneas de la mano y de los llamados montes planetarios, que son las diferentes protuberancias de las bases o raíces de los dedos y de los bordes de la palma de la mano. Estos montes son siete y toman su nombre de los astros influyentes en el destino del individuo. Concretamente, sobre el monte de Mercurio, véase la Lozana andaluza: «...llegaos acá y mostráme la mano. Mirá que señal tenéis en el monte de Mercurio y uñas de rapiña...» (ed. Allaigre, 209).Volver
v O: maneat.Volver