Consolidación de una gran autora, Pedro Manuel Víllora, ABC, (...) febrero de 2001.«El matrimonio Palavrakis» es una obra de una intensidad casi insoportable, el trabajo más impactante de una autora que había suscitado muchas expectativas desde los primeros años noventa, y que por fin ha creado ese espectáculo que significa su madurez y que la sitúa en la primera línea de la escritura actual. En esta obra permanecen algunas constantes de su poética: el erotismo, la perversión. la truculencia, la pregunta acerca del monstruo, el cuestionamiento de las convenciones.
Obras como «El jardín de las mandrágoras», «La cuarta rosa^ «Leda», «La falsa suicida» o incluso la bellísima «Frankenstein», eran sucesivas indagaciones o juegos sobre estas bases, pero casi siempre había un punto de artificio evidente y desenmascarado que permitía que el espectador asistiese a unas construcciones que le podían resultar más o menos atractivas, pero que no le obligaban a comprometerse con ellas ni tenían por qué afectarle en un grado esencial. Esta vez no ocurre así; aquí elimina Angélica Liddell cualquier precioso obstáculo que interfiera en el camino hacia el interior de las cosas, hacia los interrogantes ineludibles: por qué nacer, por qué dar a luz, por qué querer perpetuarse, por qué vivir, por qué amar, por qué no simplemente morir.
Sobre un escenario cubierto de muñecos fragmentados y golosinas, un matrimonio baila y hace el amor. Una niña nace, se convierre en una reina de la belleza infantil y muere a tierna edad. Cualquier padre podría desquiciarse entonces, pero la autora apuesta por plantear el desquiciamiento desde el principio; por hablar al espectador de unas autorrepresiones, unos miedos y unos deseos que son también los suyos. Así, un hombre puede acercar su boca a la entrepierna de su esposa y preguntar a la híja que está dentro si quiere nacer, una madre puede atracarse de todos los dulces que una hija muerta nunca más tomará... Pero Liddell ha hecho mucho más que plantear una serie de imágenes turbadoras y dañinas. Ha recurrido además a un lenguaje de violencia más feroz cuanto más afilada, más cruel cuanto más elegante y exquisito, más revelador cuanto más poético. «El mat:rimonio Palavrakis» es una obra importante, audaz, y Angélica Licídell es ya una autora insoslayable.
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