ZARZOSO GANA EL MARQUÉS DE BRADOMÍN
DE TEXTOS DE TEATRO. La
Vanguardia. 15
diciembre1996. BARCELONA (Redacción.) El dramaturgo valenciano
Francisco Zarzoso ha sido ganador del premio
Marqués de Bradomín 1996 para obras
teatrales inéditas dotado con un millón de
pesetas ( menos impuestos) por "Umbral". La obra
está dividida en cinco escenas sin ningún
nexo de unión pero con un tema común, el de
presentar a una pareja en el umbral del amor. Se trata
pues de echar una mirada sobre ese momento en el que el
ser humano encuentra una puerta hacia una historia de
amor, un umbral que podrá o no atravesar y, en
suma, una decisión que podrá cambiar su
vida. Cinco historias y diez umbrales para diez
personajes de condiciones sociales y edades diversas. Francisco Zarzoso, de 30 años, es uno de los
dramaturgos más prometedores del nuevo teatro
valenciano y es muy posible que el próximo
Festival d'Estiu de Barcelona, Grec97, realice una
producción sobre una de sus obras, "Valencia".
ZARZOSO GANÓ EL PREMIO MARQUÉS DE BRADOMÍN CON SU OBRA "UMBRAL"
José M. Rambla.
Levante.27
diciembre1996. Dos valencianos lograron sendos
áccesits. La obra "Umbral" del dramaturgo saguntino Paco Zarzoso
ha sido la ganadora de la presente edición del
Premio Marqués de Bradomín. Dirigido a
dramaturgos en lengua castellana, tanto españoles
como latinoamericanos, este prestigioso premio comienza a
dar nombre a una nueva generación de autores
dramáticos, "los bradomines". En esta ocasión, el Marqués de
Bradomín ha tenido un marcado carácter
valenciano. Así, además del primer premio
conseguido por Zarzoso, los dos accesits de esta
convocatoria han recaido en el valenciano Roberto
García y en el alicantino Rafael
González. "Umbral", la obra ganadora, es una poliedrocomedia
sobre umbrales amorosos. Está integrada por cinco
piezas independientes, unidas no narrativamente, sino por
el conflicto amoroso de cruzar el umbral hacia el otro,
presente en todas las piezas. Una búsqueda del
otro utilizando los más variados utensilios
cotidianos: teléfonos, cámaras,etc, que
remarcan la modernidad que transmite el texto. Zarzoso
proyecta con esta fragmentación de "Umbral", la
propia desvertebración de una realidad observada
siempre desde el prisma del humor. Un realismo absurdo
que da consistencia a las situaciones a través de
la propia poética del texto. Autor de obras como "L'Afilador de pianos",
"Nocturns", "Un Hombre, otro hombre" o "Cocodrilo", Paco
Zarzoso es un claro exponente de las nuevas dramaturgias.
Utilizando en sus creaciones tanto el castellano como el
valenciano y con textos traducidos y publicados en EEUU,
Zarzoso es al mismo tiempo un buen conocedor del oficio
teatral, en el que también participa como actor y
director. Colaboración con Cunillé A través de su relación con Sanchis
Sinisterra y la Sala Beckett de Barcelona, Zarzoso
iniciaría una colaboración con la autora
Lluïsa Cunillé que se plasmaría en
obras como "Intempèrie" o "Vigilia",
coóescrita por ambos. Fruto de esta
colaboración nacería también la
Companyia Hongaresa de Teatre, grupo afincado en Sagunto
y especializado en nuevas dramaturgias. Precisamente, la Hongaresa está en la
actualidad ultimando el montaje *Nota
del recopilador: se refiere a la obra
Vacantes
"Vuit" *, de Cunillé, en el que Paco Zarzoso
interviene como actor y director. Al mismo tiempo, el
dramaturgo saguntino está preparando una nueva
obra, "Valencia", para el festival Grec de Barcelona. Sin
duda, un premio que supone todo un espaldarazo para el
autor saguntino.
L'ALTRE ABRE EN EL ESPAI MOMA EL CICLO DE TEATRO VALENCIANO
R. Ventura Melià.
Levante, jueves 20 de noviembre de
1997 Espai Moma abre con la obra de Paco Zarzoso,
L'altre, interpretada por Isabel Rocatti y Rafa
Calatayud, en un montaje que dirige Carles Alfaro. Ara i ací es la propuesta teatral de
esta nueva sala privada, donde antes ensayaba el grupo
Moma Teatre, porque "son gente de ahora que habla a la
gente de ahora, desde aquí, pero el localismo no
es una virtud, sino que podrían estrenarse o
haberse estrenado en cualquier otra capital",
afirmó ayer Carles Alfaro en la
presentación de la producción. Carles Alfaro ha colaborado con Zarzoso, dijo, "lo he
visto crecer". Comenzaron en Basted, en la que
Alfaro "estimulaba al escritor, ahora ha sido al
revés, lo devuelve", añadió el
director. También trabajaron juntos en
Woyzeck. Para Alfaro, se nota "la madurez de los textos de
Zarzoso, es más contenido, lejos del barroquismo
inicial, era un volcán". Lo que propone en
L'altre es "una cosa maravillosa, parte de
situaciones ridículas, de personajes
inclasificables, hace una apología de los
personajes débiles, vulnerables, de los
antihéroes." Se trata de las relaciones entre parejas, de cinco
encuentros o desencuentros, "sobre la imposibilidad del
verdadero encuentro", añadió el director
valenciano. El autor la definió como una comedia
"poliédrica": "hay tantos encuentros como
personas. Yo he trabajado sobre cinco variaciones. Son
cinco puntos de vista". Pero aborda grandes conflictos. "Son personajes que
puedes encontrar en cualquier parte. Esas parejas que
quieren lo mismo, se estiman, pero al final, no pasa
nada...", agregó el dramaturgo. Para quien cabe
destacar en su obra que "la relación está
entre el amor y la muerte, como en la quinta historia,
que sucede en un matadero, entre el cielo y el
infierno." Pero hay una mezcla de realidad y fantasía,
detrás de la apariencia, hay algo que no se
aclara, deja cabos sueltos, "creo en un elemento
vertical, que no se explica" Para Zarzoso, los "escritores de teatro sobrevivimos,
aunque no económicamente". Pero no quiso hacer
hincapié en sus quejas. Rafa Calatayud indicó que "empecé como
actor, luego dirigí y me gusta jugar a dos
bandas". E Isabel Rocatti confesó que "Alfaro
trata las luces igual que a los actores, es algo
parateatral, nunca me había sentido
así". Hoy se inaugura (también) una muestra
(fotográfica) que resume quince años de
Moma.
IMPECABLE MONTAJE
Enrique Herreras. Levante.
Sábado, 22 de noviembre de
1997. Y se abrió l'Espai Moma, una nueva sala de
teatro que intenta normalizar la situación del
teatro en una ciudad imposible. De momento, nace con la
pretensión de mantener una línea muy clara
de trabajo, todo lo contrario de los cajones de sastre
con que suelen estar desordenados los teatros
valencianos. Y, como prueba de dicha línea,
comienza con un sugestivo ciclo: Autors, ara i
ací. Sugestivo a priori, pero en la
práctica ya ha explosionado su primer
espectáculo, L'altre, producción de
la propía compañía que dirige la
sala. El resultado es un impecable montaje en todos los
aspectos. Ya, de entrada, y sin ir más lejos,
aparece el texto, del valenciano Paco Zarzoso. Escrito,
bien escrito y construido, con matemática y
latín, con modernidad y alevosía, con esa
forma tan actual de mirar las situaciones humanas a
través de un microscopio. En esta ocasión,
a cinco parejas que viven sendas historias de amor. O
mejor, sus deseos cardiovasculares. Los que chocan con la
era del del vacío, con la era de la
incomunicación, con la era donde se era y ya no se
es. Son personajes despersonalizados, porque acogen a
muchas personalidades, a muchos momentos tan
trágicos como cotidianos, tan normales como
extraños. Como el que una presidenta de escalera
llame al vecino de abajo porque se ha ido la luz. Una
obra, en fin, donde caben muchas lecturas, pero siempre
hay una a la que agarrarse, una próxima para no
perderse. He ahí el ingenio del autor: saber cazar
al espectador, sin perder la abstracción y la
originalidad. Diversas lecturas porque es un texto de los
llamados abiertos, repleto de angustia posmoderna y, por
eso mismo, de insólito y eficaz sentido del humor
(del agridulce, del mejor...). Diversas lecturas
también en cuanto a propuestas de dirección
escénica. De momento ya tenemos una, la de Carles
Alfaro. Ha pasado, como un funánbulo sobre la
dificultad del texto con sobresaliente equilibrio. Tal
vez forzando demasiado el expresionismo, como en la
última escena, pero siempre llegando al
límite. En este contexto, es genial la
resolución de los instantes del teléfono y
los de la fotografía. Y lo ha resuelto de diversas
perspectivas: iluminación, espacio
escénico, ambiente..., pero, sobre todo, a
través de la fibra actoral. Tanto Isabel Rocatti
como Rafa Calatayud están espléndidos, en
el punto justo de expresividad (magnífico
Calatayud posando en la escena de la fotografía,
extraordinaria Rocatti en la primera escena...) y
seducción.
CINCO PIEZAS BREVES
Julio A. Máñez.
El País. Martes, 25 de noviembre de
1997. Estoy con Miguel Narros cuando se queja de que los
autores españoles de ahora mismo rara vez saben
cómo mover a más de cuatro personajes en
una misma obra, y de ahi la proliferación de
textos más o menos interesantes que en realidad
funcionan como una especie de monólogo para dos
voces. Es curiosa esa tendencia teatral, ya que una parte
de esos mismos autores escribe culebrones televisivos, y
ahí suelen sacar a escena a la familia patriarcal
a la antigua en todo su esplendor castizo y en un
único hábitat de convivencia diaria:
abuelos, padres, hijos, nietos y otros allegados. Es
posible que la austeridad autoral en el teatro se deba a
motivaciones económicas, pero, en fin, empieza a
resultar algo cargante la afición por los textos
limitados a asuntos de pareja y resueltos a dos voces. Es
lo que ocurre con este texto de Paco Zarzoso, que abre el
nuevo Espai Moma en su vertiente teatral, al oscilar
entre la presentación de cinco momentos diferentes
de una posible misma historia y la construcción de
cinco piezas breves, que resultan ser más bien
escenas que piden a gritos su inclusión en una
obra de mayor envergadura. Una escenografía simple
(aunque no ahorra el desatino de mostrar una puerta de
vivienda que abre hacia afuera, con el riesgo de romperle
la cara a las personas que llamen al timbre) y ahorrativa
alberga cinco clases distintas de desencuentros
posiblemente amorosos, ante los que no es necesario ser
muy desdeóoso para señalar que carecen de
ambición. Este repertorio de apuntes al
carboncillo lo ha dirigido Carles Alfaro con una eficaz
utilización de la luz y fiando el resto del
trabajo de los actores, donde Isabel Rocatti alcanza
momentos de gran precisión y Rafael Calatayud
compone de nuevo el tipo de personaje que oscila entre la
timidez y la exasperación. No es mucho para
empezar, pero es, sin duda, lo que hay. Tampoco nadie
estaría obligado a más.
L'ALTRE, DE PACO ZARZOSO. EN EL UMBRAL
Neil Diago. Cartelera Turia
nº1765 1/7 diciembre,
1997. Umbral, la obra de Paco Zarzoso con la que Moma
Teatre ha inaugurado su remozado espacio, cuenta en su
haber con importantes distinciones, como el Premio
Marqués de Bradomín o el Enrique Llovet, lo
que ya, de entrada, es una cierta garantía de
calidad. Como lo es también, o debería
serlo, el hecho de que su escenificación haya
corrido a cargo de Carles Alfaro, un director con una
trayectopria artística impecable. Sin embargo, el
montaje resultante no responde a las expectativas. Algo
falla. Y ese algo, a mi entender, es consecuencia de una
lectura errónea del texto, en parte, y de una
puesta en escena más bien roma. Buscando la
sencillez, lo esencial, se cae, con frecuencia, en lo
simplemente pobre (la brillantez de Alfaro como creador
de espacios, a través de la escenografía y
de la iluminación, apenas se insinúa
aquí) y, lo que es más grave, en una
tergiversación, seguramente involuntaria.
Tergiversación que comienza ya con el
título (entre Umbral y L'altre hay
una notable diferencia de significado) y que se
acrecienta con la ausencia de personajes (la
fotógrafa, sustituida por una voz; el
peatón, que sólo aparece en el momento
final) y de elementos escénicos (el portero
automático en la primera escena). Si a ello
añadimos una interpretación un tanto
histriónica (con ribetes melodramáticos o
grotescos) en algunos pasajes, es fácil comprender
la sensación de decepción que nos produjo a
muchos la visión del espectáculo. Hay quien opina (verbigracia: Haro Tecglen) que el
crítico, o el público en general, no
debería leer la obra antes de ver el montaje.
Quizás tenga razón. En todo caso, sospecho
que el espectador desconocedor del texto original tampoco
se quedará muy satisfecho con esta
producción (a poco que la compare con otras de
Moma). Sea como sea, creo que Paco Zarzoso tendrá
que seguir esperando ese montaje que lo consagre como lo
que es: uno de los mejores autores jóvenes de
España.
NUEVO TEATRO VALENCIANO.
Julio A. Máñez.
El País. Martes, 9 de diciembre de 1997.
La valiente apuesta de Moma Teatre por abrir un
espacio multidisciplinar en pleno barrio de Sagunto
parece una ocasión tan buena como cualquier otra
para apuntar un par de cuestiones sobre la
situación del teatro valenciano. Para nadie es un
secreto que se trata de una situación bastante
confusa y en nada homologable a la que disfrutan otras
comunidades del Estado, sin duda más
afortunadas.Para empezar, el teatro valenciano, salvo,
quizás, en la sala Escalante, dedicada a un
público escolar y familiar, no ha conseguido
conectar con su público natural, no al menos en la
ciudad de Valencia, que es la capital de nuestra
Comunidad con mayor número potencial de
espectadores. En este terreno, parece obligado, reconocer
que la política teatral que emana de los servicios
correspondientes de la Consejería de Cultura
constituyen un fracaso sin paliativos. Entre la
profesión escénica valenciana, que aspira a
conquistar el teatro Principal, una vez obtenido el
escenario del Rialto sin ningún gran éxito
que llevarse a la boca, es un lugar común su
empeóo en localizar en la falta de
promoción y de publicidad el fracaso relativo de
sus ofertas en ese teatro público. A esa
opinión generalizada cabe oponer que tal vez no
resulte tarea fácil vender espectáculos de
actores prácticamente desconocidos para el
público y con un reparto actoral que tampoco
figura en el menú de preferencias de los
eventuales espectadores. Aquí conviene
añadir un par de cosas. El Rialto es una sala
céntrica, con un aforo en torno a las 400
localidades, y que requiere de una programación de
alrededor de una veintena de funciones por
espectáculo para resultar rentable. Si se formula
a la inversa, eso quiere decir que resulta rentable
cuando ofrece un Shakespeare divertido interpretado por
Toni Cantó. Ésa es la realidad. Una
realidad que podría ser reconvertida a
condición de que Teatres de la Generalitat
diseñe un programa de intervención
inmediata para teatros distintos al Principal. Por otra
parte, hay qure resaltar la coherencia del Espai Moma al
iniciar sus actividades teatrales con un ciclo de
montajes sobre dramaturgos valencianos, que no en vano
lleva el rótulo de Autors: ara i
ací. Es una apuesta sembrada de riesgos, algo
que con seguridad no ignoran sus animadores. Entre esos
riesgos, no habrá de ser el menor la
tentación de especializarse en el montaje de esa
clase de autores más o menos nuevos
empeóados en elaborar una gramática teatral
que desdeóa las convenciones que agrandan al
público para centrarse en propuestas de
carácter, a veces, tenuamente alternativo a los
montajes que llenan las grandes salas. No hará
falta mencionar que el peligro, para el futuro de la
escena valenciana, consiste en delegar en esa clase de
animosos proyectos minoritarios la presencia efectiva del
teatro en nuestra sociedad. En renunciar por ello a la
exigencia social de responsabilidad y de proyecto
coherente a la desventurada programación de
nuestros teatros exclusivamente públicos.
UNA APUESTA POR EL RIGOR
VIrgilio Tortosa. Qué y
dónde. Nº 1029. Diciembre, 97
Definida por su autor como una poliedrocomedia, en
ella se desarrollan cinco cuadros que conciernen a otras
tantas situaciones cotidianas vividas desde la polaridad
atracción / repulsión amorosa. Los cinco
encuentros muestran una imposibilidad del amor real en
una pareja que asume diferentes interpretaciones. La
unidad del texto se practica desde unos presupuestos
previos, pero también desde la apertura y
finalización monologada de la obra, con tres
piezas intermedias dialogadas. El joven dramaturgo
valenciano Paco Zarzoso, alcanzada una cierta madurez
creativa, ha sido capaz de construir paulatinamente un
mundo propio que resulta de lo más definido entre
la nueva dramaturgia, por cuanto que es parco en acciones
pero profundo en el manejo de situaciones
escénicas, siempre al límite de lo
rompible, y enraizado en el absurdo, con la coartada de
la ironía como elemento redentor. No poca es la
procacidad de Carles Alfaro al haber apostado de nuevo
por la dramaturgia más contemporánea y
haberlo hecho con quien fuera actor suyo tiempo
atrás. Su propuesta escénica recarga un
cierto realismo en el absurdo cotidiano que presentan los
personajes de Zarzoso, sobre todo apreciable en el tercer
y cuarto cuadro, incluso apuntalado desde la
creación de un espacio escénica que apuesta
por esta vía; y aún teniendo éste un
gran rigor, no está a la misma altura que
anteriores espectáculos de la
compañía, bien que, eso sí, recrea
una simplicidad ideal; otra cosa es la creación de
espacios a partir de la iluminación así
como el uso de la misma para corporeizar a los
personajes, las cuales son resolutivamente magistrales
como viene siendo habitual en Alfaro. Con estar un tanto
nerviosos la noche del estreno y no ser un público
oportuno, este tándem actoral tiene gran altura
interpretativa a la hora de reencarnar a los diferentes
personajes, todos ellos tan frágiles como el
cristal de Murano. Isabel Rocatti genera una maleabilidad
de registros, sobre todo en los cuadros 3 y 4,
francamente sobresalientes; Rafael Calatayud mantiene un
notable nivel a lo largo de la función si bien en
el monólogo final logra una cosificación
soberbia de la pusilanimidad humana. El resultado de la
apuesta de dirección actoral trabaja desde la
contención para mostrar externamente a los
personajes frente al submundo interno que propone su
autor. A más de dignificar el teatro valenciano el
hecho de que un autor de tamaño calibre no quede
en el cajón, es gratificante esta apuesta de rigor
escénico, y eso se lo debemos al buen pie con que
comienza esta nueva y significativa andadura de Moma.
Desde la sencillez los resultados son tan ambiciosos como
esperanzadores.
SOLOS, PERO BIEN ACOMPAÑADOS
Salva Torres, El Mundo de
Valencia. Lunes 26 de enero de
1998 Lo suyo es pura vocación. Pero como subraya
Joan Carles Dauder, director gerente del Moma Teatre,
"sin caer en el romanticismo". Tal vez por eso llevan ya
tres lustros representando sus obras con notable
éxito, sin que las instituciones públicas
apenas se hayan dado por enteradas. "Siempre hemos tenido buenas críticas, sin que
haya existido correspondencia en el trato institucional".
Dauder lo dice por constatar una realidad, no por
manifestar una queja que podría sonar a
letanía después de 15 años en la
brecha. Ahora están enfrascados en un ciclo de autores
valencianos contemporáneos. Tres obras ("L'altre",
de Paco Zarzoso; "La puta enamorada" de Chema
Cardeóa; "Mandíbula afilada", de Carles
Alberola) que pretenden dar fe de la propuesta de Moma
Teatre: vehicular en su recién inaugurado Espai
Moma esa vocación por el teatro "minimalista"
cultivado desde sus inicios. Carles Alfaro, director del Moma, lo manifestó
cuando el grupo teatral iniciaba su anadadura en 1982:
"Tengo la ilusión de que el teatro se conciba como
un libro, una pieza de música o una pintura, algo
que vaya más allá del entretenimiento". Lo
dijo y, sin duda, lo ha hecho. TERMINOS
IRRECONCILIABLES El precio de su hondura ha sido precisamente
ése, que el aprecio institucional haya sido
exigüo. "Es difícil canalizar política
y cultura. Por regla general, a las instituciones
sólo les interesa el entretenimiento, las grandes
producciones", señala Joan Carles Dauder. Y abunda en esta dirección al considerar que
las instituciones públicas dan la espalda a la
cultura "o canalizan las subvenciones de un modo
erróneo". Se queja que grupos del Estado con nivel
parecido al de Moma reciban partidas muy superiores. "El
trato es desigual". En otro orden de cosas, indica que "el Libro Blanco de
la Unión Europea establece como prioritaria la
cultura y el ocio dentro del marco dibujado para el siglo
XXI. Pues bien, en España, que sigue siendo
potenciada como finca de recreo, resulta que se obvia
esta realidad", precisa Joan Carles Dauder. Pese a todo, Moma Teatre ha puesto en escena 16
producciones en estos 15 años de existencia. Y
desde 1991 ha recibido premios de forma ininterrumpida.
Su teatro, con ser reflexivo, intimista, parece no
obstante gozar de cierta reverberación dentro del
panorama teatral. He ahí, pues, su sin duda arriesgada apuesta:
llegar al estómago del espectador mediante un
tratamiento "cerebral" de los textos. "El Espai Moma pretende ser precisamente un espacio
polivalente e interdisciplinar donde poder trabajar las
obras desde un punto de vista actual. En este sentido,
nosotros nos apartamos del teatro de entretenimiento, de
fácil digestión, para adentrarnos en ese
teatro del arte que trasciende la cultura", explica
Dauder. Esta elección de transitar por el camino
más tortuoso debería, a juicio del gerente
de Moma, recibir el apoyo institucional precisamente para
compensar la dificultad que entraña montar obras
fuera de la lógica del mercado. "Hay que apoyar
aquello que no puede llegar al mercado",
añade. SIN VOCACIÓN
PÚBLICA Es por ello por lo que niega que exista un verdadero
proyecto cultural por parte institucional. "Los
políticos son gente sin formación creativa.
Y esto no es lo más grave. Lo más grave es
que, aunque no entiendan, deberían tener
vocación de servicio público, lo que
significa apoyar a los que más dificultades
tenemos para sacar adelante una obra que arriesga en sus
contenidos". A este respecto, asegura Dauder que con la llegada al
poder del PP se ha notado "un proceso de
involución". "No es que los socialistas lo
hicieran mejor, pero al menos no dirigían todo
hacia el único terreno de las superproducciones
teatrales." Alejado de ellas, el Moma Teatre sigue erre que erre
con sus textos contemporáneos haciéndose
ahora eco de las obras de tres autores valencianos. Y el
público, minoritario o no, le acompaña en
sus ya tres lustros de andadura. Ahí están
las gradas del recién estrenado Espai Moma para
corraborarlo. FRANQUISMO
SOCIOLÓGICO La casi práctica
soledad de Moma Teatre con respecto a la
percepción de ayudas públicas, tiene su
explicación sociológica. Eso es al menos lo
que dice su gerente Dauder. "La mala gestión
del dinero público tiene sus raíces en el
franquismo sociológico que aún pervive en
nuestras instituciones". Y lo explica: "Cuando un
político llega a ocupar un cargo público lo
primero que hace es gestionar los fondos como si fueran
suyos, en lugar de administrarlos siguiendo criterios
ajenos a sus gustos personales". Así, las
instituciones públicas "se dedican a invertir
según sus gustos y abundando precisamente en lo
que dicta el mercado, lo que supone el estrangulamiento
de los grupos más pequeños".
"L'ALTRE" SE CONVIERTE EN EL GRAN TRINFADOR DE LOS PREMIOS DE LAS ARTES ESCÉNICAS.
Irene Genoves. Eugenio Mallol (
Valencia) El Mundo. Martes, 28 de abril de
1998. La gran noche del teatro valenciano se vio
teñida de grandes sorpresas y decepciones. La
séptima edición de Premios de las Artes
Escénicas reconoció como mejor
espectáculo L'altre de Espai Moma, tras
haberle otorgado los galardones a la iluminación
(Josep Solbes), actuación masculina (Rafa
Calatayud) y el Max Aub al mejor texto o versión
(Paco Zarzoso). Dos de los grandes favoritos,
Mandíbula afilada y Retrato de un
espacio en sombras tan sólo consiguieron un
galardón de entre todas las modalidades a las que
estaban nominadas (cinco y cuatro respectivamente). El acto presentado por Gemma Juan y Carles Pons
convocó a toda la profesión teatral y de la
danza. Una de las mayores sorpresas de la noche la
causó el anuncio de que el galardón a la
mejor interpretación masculina pasaba a llamarse
Premio Antonio Ferrandis en homenaje a la carrera del
actor. El actor valenciano subió al escenario para
agradecer el gesto " a su público ante todo". Tampoco pudo contener las lágrimas Trini
Guillem, a la que últimamente se le pudo ver en
Las Arrecogías, al recibir el premio Pedro
del Río de manos de la directora general de
Promoción Cultural, Consuelo Císcar, por
toda su trayectoria profesional. El nombre de Paco
Manzaneque, y la larga ovación del público
puesto en pie arrebataron a Trini Guillem. Si el premio al mejor montaje fue para L'altre,
el mayor reconocimiento de espectáculos de danza
lo recibió la compañía de Vicente
Sáez por Atman, frente a Frankestein de Ananda
Dansa ganadora en la modalidad de composición
musical por las composiciones de Pep Llopis y
Emociones flamencas del Ballet de Julia Grecos.El
galardón a la mejor dirección
coreográfica recayó, sin embargo, en Nacho
Duato gracias a Por vos muero. Pep Cortés logró el premio a la mejor
dirección escénica por Terentius. La
interpretación de Cristina Plaza en
Mandíbula afilada le valió el
reconocimiento del jurado como actriz del año. Alícia, representación infantil
con cinco nominaciones, tan sólo consiguió
el premio a la escenografía, producto de Jaume
Policarpo. En la modalidad de vestuario el
galardón se lo arrebató Joan Miquel Reig
por Merlí i el Jove Artús, otra
producción de la Sala Escalante. Las aulas de teatro de las universidades de Valencia,
Alicante y la Jaume I de Castelló recibieron el
Premio Micalet la mayor contribución no
profesional a las artes escénicas valencianas.
El florido pensil, de Tantakka Teatroa fue
considerado mejor espectáculo no valenciano.
LA GALA DE LOS PREMIS DE LES ARTS ESCÈNIQUES.
Enrique Herreras. Cartelera
Turia (sin
referencia) Todo hubiera sido normal y corriente su esta nueva
edición de los premis de les Arts
Escèniques de la Generalitat Valenciana (Teatro
Principal, dia 27 de abril) si no hubiera sido televisada
en directo por Notícies 9. Lo cual, hay que
reconocerlo, es un hecho insólito y esperanzador.
Es una señal inequívoca de que la
Televisión Valenciana por fin se ha hecho un poco
de eco del mundo del teatro. Aún queda mucho (casi
todo) por hacer para ponerse al nivel de TV3, una
auténtica impulsora (tanto en producción de
teleseries, como en su apuesta y apoyo al teatro) de la
profesión de las artes escénicas en
Cataluña. Algo para lo que habrá que darle
los galones necesarios tanto a Teatres como a Villaescusa
porque, esta vez (siendo un poco malos, lo ha podido
hacer porque tiene una segunda cadena para tirar todo lo
que suene a cultura), no se ha descojonado como lo
hicieran Fabregat o Carrascosa (me lo puedo imaginar
partiéndose de risa por los suelos cuando se le
pedía apoyo al teatro). En fin, allí estábamos, rodeados de
cámaras y esperando que en algún momento
nos señalaran cuando teníamos que reirnos o
aplaudir (no ocurrió, menos mal), y comenzó
la gala. Pero antes, las disculpas leídas por Gil
Albors sobre la no asistencia de Zaplana, y un minuto de
silencio para las víctimas del accidente de
tráfico ocurrido en Alicante. Y comenzó de
verdad la gala con la televisiva Fany Grande, quien fue
la encargada de soltar, con desparpajo pero sin demasiada
gracia, los tópicos de un mundo en
extinción,etc. Un largo preámbulo para
empezar con lo de siempre, con la fórmula de los
oscars hollywoodienses (¿alguien inventará
otra química?), que tuvieron como protagonista a
un eufórico Carles Pons y una eficiente Gemma
Juan. Jefes de ceremonia, de chistes (unos mejores, los
menos, que otros) y de algunas simpáticas
confusiones de nombres. Y, al final, lo que importa: el
montaje ganador fue L'altre de Moma. Fue
considerado mejor espectáculo, mejor texto (Paco
Zarzoso), mejor interpretación masculina (Rafa
Calatayud) y mejor iluminación (Carles
Alfaro). La favorita, Mandíbula afilada, tuvo que
conformarse con el premio a la mejor
interpretación femenina (Cristina Plazas). La
mejor dirección fue algo polémica al recaer
en Pep Cortés por su trabajo Terentius. La
mejor composición musical se lo llevó Pep
Llopis por Frankenstein (Ananda). Las dos
producciones de Escalante, Alicia (montaje que, a
mi entender, mereció algo más) y
Merlí i el jove Artús, se llevaron
la mejor escenografía (Jaume Policarpo) y
vestuario (Joan Miquel Reig) respectivamente. Los dos
galardones concretos de danza fueron para Atman
(Vicente Sáez) como mejor espectáculo y
Nacho Duato (Por vos muero). Las aulas de teatro
de las universidades de Valencia, Alicante y
Castellón se llevaron el Micalet, así como
El florido pensil (Cía Tantakka) a la mejor
producción no valenciana. Pero el momento
más emocionante llegó con el premio Pedro
del Río a toda una vida que recayó en la
veterana actriz Trini Guillén (aplausos del teatro
en pie). Entre los que entregaron los premios
sorprendió la presencia de Presuntos Implicados, y
ya va siendo entrañable en estos actos el repetido
discurso de Antonio Ferrandis cuando sale a dar un premio
(la profesió més bonica, la fe,y el
agradecimiento a la Virgen de los Desamparados...) que,
esta vez, cosas del directo, se cortó a tiempo.
Pero no nos preocupemos, porque se ha hecho eterno en
estos galardones ya que a partir de este año el
premio a la mejor interpretación masculina
contará con su nombre. Otro milagro más de
la Cheperudeta.
MOMA TEATRE TRIUNFA EN LA NOCHE DE LOS PREMIOS DE TEATRO.
J.R.S. Levante. Martes, 28 de
abril de 1998.
La compañía Moma Teatre, con su
espectáculo "L'altre", fue la gran triunfadora de
los premios del teatro al obtener los cuatro premios a
los que optaba, entre ellos el de mejor
espectáculo. Los premios se entregaron anoche en
el teatro Principal. La gala de entrega de los premios de las Artes
Escénicas de la Generalitat estuvo a un tris de
ser suspendida en señal de duelo por el accidente
ocurrido el pasado domingo en Alicante. Pero la
imposibilidad de encontrar un nuevo hueco en la agenda
del teatro Principal de Valencia, así como el
compromiso de retransmisión por el segundo canal
de la televisión autonómica, obligó
a su celebración. Aún así, se
guardó un minuto de silencio por las
víctimas del accidente. La noche de los premios del teatro fue de nuevo de
Moma Teatre, que obtuvo por su espectáculo
L'altre los cuatro premios a los que estaba nominado.
La compañía que dirige Carles Alfaro era,
junto a Albena Produciones por el espectáculo
Mandíbula afilada, la
compañía con mayor número de
nominaciones, cuatro y cinco, respectivamente. Ambos
montajes, además, se disputaban el premio al mejor
espectáculo de la temporada. Moma obtuvo
finalmente los premios al mejor espectáculo, mejor
interpretación Rafa Calatayud, mejor texto Paco
Zarzoso y mejor iluminación Carles Alfaro.
Mandíbula afilada hubo de contentarse con
el premio a la mejor actriz, que recayó en
Cristina Plazas. L'altre fue el espectáculo con el que
Moma abrió su nuevo espacio Espai Moma y se trata
de un montaje compuesto de tres breves historias que
recrea diversas relaciones de pareja. Cada uno de los
premios está dotado con 500.000 pesetas y una
escultura de Manuel Boix. El jurado de este acto estuvo integrado por actores,
actrices, críticos teatrales, bailarines, expertos
en teatro y gestores teatrales. Los galardones fueron
entregados, entre otros, por Frederic Jordà,
Francis Montesinos, Manuel Boix, Antonio Ferrandis,
Micaela Torres o Francisco Perales. Los premios se
entregaban en una ceremonia en la que se presentaron
pequeóas actuaciones como las que protagonizaron
la compañía de Julia Grecos, el Cor de
Valencia, el Cor de la ONCE, Fanny Grande, la
producción de Teatres, El forat
cósmic. La gala estuvo presentada por Gemma
Juan y Carles Pons y dirigida por Vicent Genovés.
Hubo algunos fallos de coordinación. El resto de premios estuvo muy repartido. Pep Llopis
ganó el de composición musical por la
partitura de Frankenstein; Joan Miquel Reig, el de
vestuario por Merlí i el jove Artús;
Jaume Policarpo, el de mejor escenografía por
Alicia; Nacho Duato, el de mejor dirección
coreográica por Por vos muero, mientras que la
compañía de Vicente Sáez ganaba el
de mejor espectáculo de danza por Atman.
Pep Cortés recibió el premio a la mejor
dirección por Terentius. El florido
pensil de la compañía vasca Tantakka
Teatroa ganaba el de mejor espectáculo no
valenciano. Algunos de los galardonados, como es el caso de Nacho
Duato y Vicente Sáez, no pudieron asistir a la
entrega por cuestiones de trabajo. Los premios honoríficos fueron para Trini
Guillem, premio Pedro del Río en reconocimiento a
su carrera óla actriz se emocionó al
recibir el galardónó y las aulas de teatro
de las universidades de Valencia, Castellón y
Alicante, que recibieron el premio Micalet. Durante la ceremonia también se desveló
el premio de interpretación masculina, que a
partir de ahora llevará el nombre de Antonio
Ferrandis.
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