MIRADOR, 1998-2000.

ENRIQUE HERRERAS. Levante 17 marzo 2000. 

"EN EL TEATRO CABEN ZONAS OSCURAS, METAFÍSICAS Y CÓMICAS"

No paran de llover los premios a Paco Zarzoso, un saguntino que proviene de la generación de autores teatrales que surgieron a partir de los seminarios de José Sanchis Sinisterra y es parte destacada (y mucho) del actual boom de la dramaturgia valenciana. Premios, sobre todo, a un universo creativo que ha ido recargando en un ya sabroso currículum. Cocodrilo, Valencia o Umbral (L`altre en la versión valenciana estrenada por Moma), obra que recibiera el premio Marqués de Bradomín, son algunos de sus textos más sonoros. Recientemente, Ultramarins, estrenada en Barcelona en una coproducción de¡ Festival Grec y Sitges, ha obtenido los Ciudad de Barcelona y el Serra d'Or. Pero es con su anterior obra, Mirador, tanto por su calidad como por la obtención de premio SGAE, por la que ha ido subiendo en decibelios. Texto, precisamente, que será estrenando a partir del 23 de marzo en Espai Moma, dentro del ciclo «Autors ara i ací», bajo la dirección del catalán Xavier Albertí.

- Parece que vivimos buenos tiempos para el texto teatral, especialmente con el llamado boom de autores valencianos...

Lo que está claro es que existe porque cada vez hay más autores, y, por suerte, autoras. Todo ello dentro de una notable biodiversidad, se escriben obras cómicas, tragicómicas, dramáticos... Un bosque dramático que hace surgir setas de distintas variedades.

-Sin embargo, los lectores están a años luz de las ediciones teatrales...

En cierta manera la literatura dramática contemporánea se ha convertido en un material para montar espectáculos. El autor dejó, sobre todo en los años 70 y 80, de ser hegemónico. Lo que ha conducido a que a las librerías especializadas sólo acudan los profesionales de teatro. Pero creo que estaría bien que volviera a revalorizarse como género literario...

- Hay quien dice que las nuevas escrituras pecan de hermetismo, ¿qué opina?

No entiendo muy bien a qué se refiere esto. Tal vez se confunda indagar lenguajes con hermetismo. Me parece un poco sospechoso que al teatro se le pidan más concesiones que a las otras artes. En el cine o la pintura se permite mayor amplitud de miras, asumir formas más abiertas. Me parece muy bien que exista un teatro de entretenimiento, pero de ahí a reducirlo todo a eso... Yo entiendo el teatro como un arte, y como expresión creadora se tiene que acercar a zonas oscuras, metafísicas, cómicas, como el cine, la arquitectura o, incluso, el pensamiento. Ni más ni menos.

- Sus obras hablan de incomunicación... ¿No?

Evidentemente hay una gran dificultad de comunicarse los personajes, pero también un gran impulso por hacerlo... Me interesa la vieja fórmula de A quiere a B, pero B no quiera a A, pero prefiero la de A quiere a B, y B quiere A, y no se llega a ningún sitio.

- Pero, ¿qué es Mirador?

Si la obra de Buero Vallejo era la historia de una escalera, aquí es de un balcón. Un lugar en el que varios personajes se abocan para mostrarnos sus deseos, miedos, secretos... Todo ello acontece en esta parte de la casa, la más inútil, la más ociosa. Un espacio que, a veces, sólo sirve para poner la bombona de butano o el mocho, por eso, en las nuevas construcciones, está desapareciendo. En sí, un lugar desamueblado ideal para esconderse, para jugar al escondite, para esperar la llegada de alguien...

- Sín embargo no hay níngún conflicto, por lo menos aparentemente...

Hablar de la vida no es siempre hablar de conflictos. En la realidad hay momentos muy conflictivos y otros no. Lo cual no quiere decir que, a veces, el drama surge de la ausencia de conflicto.

- ¿Le pone deberes al público para casa?

Más que deberes le invito a que sea cocreador, a que haga suya la historia y rellene con su imaginario los silencios, el pasado y el futuro de los personajes, el resto de los balcones de la finca.

- Por tanto, ¿es usted realista de alguna manera?

En mis obras parto de lo real para volar. La realidad lo contiene todo, es polifónica, poliédrica, se puede extraer de ella materiales más poéticos. Lo que más me gusta es encontrar inquietud desde espacios cotidianos, habituales.

-¿Cómo vive la puesta en escena de XavierAlbertí?

Es absolutamente fantástica, porque como director ha realizado una mirada más amplia. Ha poblado de vida la obra, ha encontrado en los personajes una complejidad humana maravillosa. Sí, la obra ha ganado con esta puesta en escena. De igual manera he tenido la suerte de contar con muy buenos actores,

- ¿Qué significa que el estreno sea en Espai Moma?

Espai Moma es una auténtica casa de teatro, con un equipo al servicio de¡ teatro, que trabajó mucho para tener las mejores condiciones. Es un espacio ideal. Es un teatro real. Todo un privilegio.

- Desde el punto de vista de autor y, al mismo tiempo de saguntino, ¿Cómo ve el proyecto de la Ciudad del Teatro?

Me crea cierta expectación y una curiosa perplejidad. De alguna manera de esas naves, en concreto la que llamamos catedral del trabajo, nacieron parte de las imágenes de mis primeras obras. De todas maneras, acostumbrado a la precariedad del teatro, estos grandes proyectos me dan un poco de vértigo. Ya veremos.


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