COCODRILO, 1998.

XAVIER PUCHADES. The Elm magazine. 

COCODRILO O LA DESDEFINICIÓN DE ALGUNAS COMEDIAS HUMANAS
Entrevista a Paco Zarzoso y Alejandro Jornet en dos movimientos.

El 28 de abril se estrenó en la Sala Palmireno Cocodrilo de Paco Zarzoso, autor de L'Altre (Umbral) obra que abrió esta temporada el Espai Moma y que ha sido galardonada ya con diversos premios. Cocodrilo la dirige otro conocido dramaturgo y director valenciano: Alejandro Jornet, Retrato de un espacio en sombras ha sido su último montaje. Dos autores con dramaturgias diferentes pero con preocupaciones comunes, esta vez uno como director y el otro como autor y actor de una misma obra. Por eso les hicimos, antes del estreno, sendas entrevistas por separado sobre un mismo Cocodrilo, para conocerlo así, desde los lugares particulares que ocupan cada uno de ellos dentro del desarrollo del montaje. Lola López, Juan Madli, y Miguel Ángel Romo son los otros actores que intervienen en esta nueva "animalada" de la Hongaresa de Teatre.

I. Sobre impulsos vitales rescatados de entre la basura. Poco antes: Paco Zarzoso.

- En un momento del texto un personaje, el Cerdo, diferencia entre lo que es ser socio y amigo. En este proyecto, Alejandro y tú sois ¿amigos o socios?

Las dos cosas. En la cuestión de la dirección intento no influir demasiado, ser sólo actor. Sólo cuando veo algún problema grave de fidelidad hacia el texto digo algo. De lo contrario podría marear al director lo que causaría una esquizofrenia tremenda en los actores.

- ¿Afecta de algún modo en la labor de dirección el hecho de que Jornet presente en sus obras una dramaturgia bastante diferente, al menos formalmente, a la tuya?

No necesariamente, entre nosotros hay un punto de conexión. Tenemos un imaginario común, no tanto por el mundo de cada uno sino por los autores que nos gustan: Koltès, Rodrigo García, Mamet... autores que ambos compartimos y amamos.

- Cocodrilo es una obra de animales: el cerdo, el caimán, el buho... también hay una Zapatera. Se pierden las fronteras entre la animalización y la humanización. ¿A qué se acerca más los personajes del texto: a un Bestiario medieval o a un horóscopo chino?

Tiene algo de Bestiario Medieval en el sentido de que tiene un punto finisecular. Estamos en una época que parece una especie de nueva Edad Media ante el tema del milenio; pero también tiene algo de horóscopo azteca por el tema de que el elemento del destino es una tragedia. Tiene las dos cosas.

- En la obra se recogen cosas como la comida basura, los reportajes basura, los anuncios basura, las noticias basura... ¿los personajes se hunden bajo el peso de tanta basura o intentan liberarse de ella?

Son personajes que están en un mundo de final de milenio y de una cultura basura. Sin embargo tienen un impulso vital y positivo que les empuja a salir de esa basura. Quería que fueran personajes impregnados por la realidad actual, por todos los elementos consumistas: las marcas, la comida basura... pero que tuviesen también un elemento épico. Quería buscar una epicidad dentro de la basura, reciclarlos en otro tipo de tesoros. Tengo la impresión de que todos somos un poco basura, y pienso también que dentro de la basura se pueden crear cosas bellas.

- Cocodrilo da título a la obra, ¿es un privilegio que marca su diferencia con el resto de personajes?

Mientras que el resto de personajes están en conflicto y tienen que resolver problemas mucho más terrenales, Cocodrilo ya ha sufrido su conflicto, ha muerto su amigo y entonces está en una especie de letargo. Su único conflicto es tratar de recuperar el cuerpo de su amigo del depósito, pero no tiene un gran conflicto como lo tienen los demás que es donde va a estallar todo. Cocodrilo además está un poco más allá del bien y del mal, y al final tiene hasta una especie de sentimiento mesianico. Todo esto son problemas para interpretarlo como actor, tiene una gran dificultad actoral porque no tienes materiales de la vida sino que estás en otra dimensión sin conflicto y el teatro es conflicto.

- Rescatar a un muerto y misteriosas transacciones comerciales en lugares urbanos desiertos, son cosas que recuerdan a Koltès, ¿cómo has manejado la idea del deal, de la transacción comercial?

En todo momento hay una transacción, no me interesaba tanto con qué, cuál era la transacción, sino el elemento de transacción como móvil de las relaciones personales. La obra habla de la familia y del engaño de la familia. El mayor engaño es el hecho de que se tenga que amar siempre a cambio de algo, quizás el amor no debería ser una moneda de cambio. El Cerdo, Buho y la Zapatera representan una familia con transacciones: te doy un beso y tú me das una firma. Quería ver cómo detrás de algo que debería ser un amor no mercantilista aparecen siempre, sin embargo, estos elementos de mercado.

- También se habla de maestros y discípulos, de procesos de iniciación truncados y de sistemas de "deseducación obligatoria". ¿Qué ocurre con todo esto?

En la obra las dos víctimas son los dos inocentes. Buho es el niño que el padre estira de un brazo y la madre del otro y también el mundo lo estira desde la cultura, desde la escuela, cada uno estirando por un lado llega un momento que lo destruyen. Posiblemente, aunque no lo tengo todavía demasiado claro Caimán muera porque tampoco servía para llevar los mismos negocios que Cocodrilo, por eso muere. Lo que yo quería mostrar era la muerte del inocente. Por otro lado, respecto a lo de la educación, somos víctimas de una excesiva información inútil y quería que aparte del elemento familiar estuviera esa otra gran familia que es la información que no esencializa nada y puede destruir a una persona.

- ¿Crees que el teatro sirve para desdefinir la realidad que desde tantos lugares otros medios más poderosos nos definen continuamente?

Sí, pero eso es una pregunta demasiado metafisica. (Tiempo) Pero sí, creo que mi coco es mi coco.

II. Escribir siempre desde lo que duele. Poco después: Alejandro Jornet.

- ¿Por qué has decidido dirigir este texto de Paco?

La Hongaresa decidió montarla y me llamaron para ver si quería dirigirla y acepté. Pero no sé decirte por qué me gusta, estas cosas son muy raras. Acabo de hacer Retrato, una obra que trata sobre la familia, un tema que yo tenía aún pendiente, después dirijo Cocodrilo, supongo que todo tiene algo que ver pues para mí la línea central de Cocodrilo es también el tema de la familia.

- Paco nos ha dicho que tenéis un imaginario común, ¿tiene algo que ver en ello que a vuestros trabajos los suelan calificar de "comedias agridulces"?

Bueno, hoy en día está de moda la comedia blanca, la comedia que simplemente sirve para reír, para divertirse, que no es para pensar y que no tiene ningún mensaje. Como está tan de moda eso, pues el tipo de obras que escribimos nosotros también tienen algo de humor para distanciarnos de las situaciones graves de las que hablamos pero para poder también acercarnos más a ellas. Entonces los criticos te definen en ese equilibrio, como comedia agridulce.

- Tanto en Retrato como en Cocodrilo se plantea el problema de la herencia educativa dejada por los padres a los hijos ¿en qué se diferencian ambas obras respecto al tratamiento de este asunto?

La diferencia principal es que las figuras del poder en Cocodrilo están presentes, Cocodrilo y el Cerdo, pero son dos personajes derrotados de antemano; sin embargo en Retrato son una pandilla de niños pijos y quien ejerce el poder es alguien que siempre está fuera, ausente. El intento de transmisión de valores es exactamente el mismo, la posición de alguien que tiene poder, los padres, y que lo ejerce no necesariamente con maldad, también puede ejercerlo con cariño, pero que lo hace de una manera que destruye al que quiere. Esto es exactamente lo que hace la familia: yo intento transmitirte lo que te va a ir bien para la vida, esto es lo que eres tú, etc... en el caso de la Zapatera y el Cerdo está muy claro. Entre Cocodrilo y Caimán se puede hablar de otro tema, el de la amistad. Por otra parte, el que Caimán llegue a morir está más cerca de la fatalidad de esos alumnos que van detrás de los maestros pero que caen en el camino porque no son tan fuertes como ellos.

- Una idea familia que destruye al individuo. Vosotros parece que escribis para destruir o, al menos, cuestionar ideas como la de la familia. ¿Qué tipo de salida propones a la institución familiar con tu obra?

No busco una salida. En Retrato hay más personajes y es posible dispersar el final de forma que uno de los hermanos se escapa, el otro muere y el último acaba repitiendo el esquema familiar de sus progenitores. Salidas muy bestias todas, pero porque en realidad no le veo salida al tema de la familia. Creo que es una institución completamente obsoleta y que lamentablemente aún no se ha podido inventar otra cosa, algo fiable que pueda dar experiencias más individualizadas. En el cine de estos últimos años se está viendo, sino nuevas propuestas para esto sí muestras de su incipiente imposibilidad, y se están tratando con mayor libertad temas como la homosexualidad y otras cosas que la sociedad comienza a asumir. Esto es un buen síntoma, que haya mucha gente que ahora se comience a plantear parejas y modos de vivir distintas. Las estructuras como la familia se nos están cayendo de las manos, incluso a la gente que cree en ellas y que sigue defendiéndolas. Todos andamos bastante perdidos dentro de esta búsqueda. Por ejemplo, Retrato en México se ha recibido también así, el público se identificaba con lo que se cuestiona en la obra. Parece una señal más de que algo sucede en el mundo, que el esquema familiar es exactamente el mismo en todos los lados, y que en todos los lugares es un tema que duele, y siempre he pensado que hay que escribir de lo que nos duele.

- ¿Cómo están siendo las tareas de dirección de Cocodrilo?

Hasta ahora ha sido muy fácil. Me planteo la dirección de la obra como sino estuviera allí el autor, sino un actor más. Sólo a veces le pido sugerencias a la hora de cambiar algunas frase, etc... pero lo tenemos muy claro: el que la dirige soy yo aunque de una manera muy libre, pues Juan, Lola, Miguel Ángel... van diciendo cosas que yo voy ordenando. Para mí la labor de dirección es eso. No llego a las obras de teatro con una idea preconcebida de lo que quiero montar, llego sabiendo que voy a trabajar con un grupo de gente, y que cada uno de ellos va a ir a portando ideas distintas sobre la obra. Mi labor es que al final todos contemos la misma historia.

- ¿Después de Cocodrilo?

Tengo un texto acabado que se llama La Mirada del gato y que no sé aún qué vida tendrá. Ahora no puedo escribir, sólo la telenovela que estoy haciendo junto a Paco. Para el 2000 me apetece hacer algo así como una mezcla de textos de autores colaborando con Paco, Jorge Picó y Rodrigo García.


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