[1] Hemos aquí un par de contextos similares de Las Siete Partidas: ‘E esta descomunion llama Santa Eglesia anatema que quiere tanto dezir como espada del obispo con que deue matar alos que fazen muy grandes pecados e non se quieren emendar.’ (1, 19, 13); ‘Onde pues que enla primera partida deste libro auemos fablado dela iustiçia spiritual que faze al onbre ganar el amor de Dios por voluntad: es la primera espada porque se mantiene el mundo. E otrosi enla segunda partida mostramos delos grandes sennores que la han de mantener general mente en todas cosas con fortaleza e con poder, que es la otra espada tenporal, que fue puesta contra aquellos que la quisiesen enbargar o destruyr por fuerça iurando contra Dios soberuiosa mente o contra el sennor tenporal o contra la tierra onde son naturales. Queremos enesta terçera partida dezir dela iustiçia que se deue fazer ordenadamente por seso e por sabiduria en demandando e defendiendo cada vno en iuyzio lo que cree que sea de su derecho ante los grandes sennores sobredichos o los ofiçiales que an de iuzgar por ellos. E desi fablaremos de todas las presonas e cosas que son menester para acabamiento de iuyzio.’ (3, Prólogo)

[2] E. Denzinger, El magisterio de la Iglesia. Manual de los símbolos, definiciones y declaraciones de la Iglesia en materia de fe y costumbres (Barcelona, 1963), 170 &endash; 171.