Notas

Capí[tulo] XXV: de la mentira

1. Mentira, que es vicio contrario a la virtud de la verdad, según dize Aristóteles, es encubrir la verdad con algún color de palabras, con propósito de engañar a otro.

2. E nota que hay muchas specias de mentira. Primeramente hay algunas mentiras que se dizen por plazer, como son las consejuelas; hay otras que se dizen por apartarse hombre de daño sin daño de otro, e éstas no son peccado mortal, mas son vicio a quien d'ello se puede guardar e no lo faze; por semblante hay mentiras que no se dizen por engañar a otro ni por dezir mentira, sino que se piensa hombre dezir verdad, como es fablar por relación; e hay otras mentiras vanagloriosas que no dañan a hombre del mundo e dízense en algunos tiempos en camino e solazes.

3. Hay otras mentiras que son tam / bién vanagloriosas e diffamables, e éstas son en demasía maliciosas e de gran peccado; hay otras mentiras quando no guarda el hombre lo que promete; hay otras que se dizen por mal vezo e costumbre, como son algunos que jamás dizen verdad sin mezcla de mentira. E estas tres specias postreras son defendidas por el Decreto, porque son peligrosas para el alma.

4. Hay otras mentiras que se cometen perjurando e faziendo juramento falso, las quales no son ál salvo renegar de Dios. E éstas matan el cuerpo e el alma.

5. E puédese comparar el vicio de la mentira al topo, el qual no tiene ojos e va siempre debaxo de tierra, e si viene a la claridad, luego muere. Assí faze la mentira, que siempre le cumple encubrirse con algún color de verdad para que sea crehída, e quando viene a la lumbre de la experiencia, súbitamente muere por ser conocida e descubierta.

6. Salomón dize de la mentira: “De tres cosas ha miedo mi coraçón e de la quarta tengo esmagado el rostro: de alborote de ciudad, de razonamiento de pueblo, de la falsa accusación e sobre todo, de las diffamaciones de la lengua homiziera, ca la boca que miente, mata el alma”. Otrosí dize: “Más deve hombre amar al ladrón, que al mintroso continuo”.

7. Sant Gregorio dize: “Por las falsedades de los mintrosos viene a no ser conocida la verdad quando algu / no la dize”.

8. Sócrates dize: “Al mintroso continuo no le creen quando dize la verdad”.

9. Enxemplo. Del vicio de la mentira se lee en las Historias romanas de una donzella que se llamava Gloriana, fija de Anastasio emperador, la qual se enamoró de un gentilhombre suyo que llamavan Amón. E el gentilhombre no quería dar su persona a la donzella ni consentir a su mal propósito por miedo que tenía del emperador, e assí ella, por desdén, pensó en procurarle la muerte. E passando un día delante de la cámara de la donzella, començó ella de dar vozes, diziendo: “¡Ayuda, ayuda!” E dezía que Amón la quería forçar e deshonrar. E Amón, súbitamente, fue preso, e con gran furia fue levado delante del emperador. E como le fue preguntado si era verdad lo que dezían d'él, respuso que no. Entonces el emperador envió por su fija e preguntole cómo havía passado aquéllo, e ella calló; e preguntógelo muchas vezes, e ella no le respuso cosa del mundo. E viendo un barón que ella no satisfazía ni respondía a cosa de las que le preguntavan, dixo burlando: “Quiçá esta señora ha perdido la lengua”. E el emperador quiso ver si era assí, pues no respondía, e falló que no tenía lengua. E visto este milagro, el emperador mandó soltar el gentilhombre, e luego la donzella cobró la lengua e manifestó públicamente su desordenada voluntad / con toda la verdad. E por este milagro ella se puso en una religión e acabó e feneció sus días en servicio de Dios muy sanctamente.